METTA SUTTA
Discurso del amor incondicional
Traducción del pali por U Nandisena revisada por Ronald Martínez Lahoz.
46-47
Por
el
poder
de
este
discurso,
las
divinidades,
no
muestran
visiones
terroríficas.
Aquel
que
se
esfuerza
en
esta
práctica
día
y
noche
duerme
confortablemente
y
no
tiene
malos
sueños.
Recitemos
este
discurso
que
está
dotado
de
esas
cualidades.
48.
Aquella
que
desee
penetrar
el
estado
de
paz
(Nibbana)
y
perseguir
su
bienestar
debe
ser
capaz,
recta,
muy
recta,
afable,
apacible
y
sin
vanidad.
49.
Debe
estar
satisfecho,
ser
fácil
de
mantener,
tener
pocas
actividades
y
posesiones,
ser
controlado
en
sus
sentidos,
ser
prudente,
sin
desverguenza
y
sin
apegos
a
familias.
50.
No
debe
cometer
la
más
mínima
falta
que
pudiera
ser
objeto
de
censura
por
parte
de
los
sabios
y
las
sabias.
Que
todos
los
seres
estén
felices
y
seguros.
Que
estén
felices
en
sus
corazones.
51-52
Que
todos
los
seres
que
existen,
débiles
o
fuertes,
largos
o
grandes,
medianos
o
bajos,
pequeños
o
gruesos,
conocidos
o
desconocidos,
cercanos
o
lejanos,
nacidos
o
por
nacer,
que
todos
los
seres
sin
excepción
estén
felices.
53.
Que
nadie
engañe
ni
desprecie
a
otra
persona
en
ningún
lugar;
que
no
desee
el
daño
de
los
demás
con
enojo
o
malevolencia.
54.
Así
como
una
madre
o
un
padre
protege;
a
su
única
hija
o
hijo
a
costa
de
su
propia
vida,
de
la
misma
forma
uno
debe
cultivar
un
corazón
sin
límites
hacia
todos
los
seres.
55.
Que
los
pensamientos
de
amor
llenen
todo
el
mundo,
arriba,
abajo
y
a
lo
largo;
sin
ninguna
obstrucción,
sin
odio,
sin
enemistad.
56.
Parada,
caminando,
sentada
o
acostada,
mientras
despierta,
una
debe
cultivar
esta
meditación
de
amor.
Ésta,
dicen,
es
la
conducta
más
elevada
aquí.
57.
Sin
caer
en
opiniones
erróneas,
virtuoso
y
habiendo
alcanzado
el
conocimiento
del
primer
sendero,
uno
elimina
el
apego
a
los
sentidos
y
verdaderamente
no
vuelve
a
ser
concebido
de
nuevo
en
el
vientre.
Fin
del
discurso
del
amor
incondicional