Hay sufrimiento: político, social, religioso. Todo nuestro ser psicológico esta confuso, y todos los dirigentes, políticos, religiosos, nos han fallado. Todos los libros han perdido su significación. Podéis consultar el Bhagavad Gita o la Biblia, o el último tratado sobre política o psicología, y encontraréis que ellos han perdido ese sonido típico, esa cualidad de la verdad; se han vuelto meras palabras. Vosotros mismos, sois los repetidores de esas palabras, estáis confusos e inciertos, la simple repetición de palabras nada sugiere. Las palabras y los libros, por consiguiente, han perdido su valor. Es decir si citáis la Biblia, o a Marx, o el Bhagavad Gita, vuestra repetición se convierte en una mentira porque vosotros mismos estáis inciertos, confusos.
El conocimiento propio no puede realizarse mientras no haya meditación. Porque la meditación es un proceso de constante revelación de todo pensamiento y todo sentimiento; no es la fijación en determinada imagen o idea, sino una constante percepción, una constante comprensión, de todo pensamiento y sentimiento a medida que surge. (...) Mientras no haya conocimiento propio, la multiplicación y reproducción de nuestros problemas continuará. Por eso es que el individuo tiene enorme significación. Porque él es el único transformador; sólo él puede revolucionar su vida de relación, y por consiguiente causar una revolución en el mundo, en el mundo de su relación."