METAFÍSICA 4 EN 1 (vol2)
LA
MECÁNICA
DEL
PENSAMIENTO
Todo
el
día
y
toda
la
noche
estamos
pensando
una
infinidad
de
cosas
distintas.
Pasa
por
la
mente
una
especie
de
película
cinematográfica
constante,
pero
desconectada.
Entre
tantas
ideas
diferentes
nos
detiene
alguna
que
otra.
A
éstas
las
contemplamos
mentalmente,
les
damos
vueltas,
posiblemente
las
comentamos
con
alguien
y
luego
volvemos
a
repasarlas
más
tarde.
Esas
ideas
se
convierten
en
imágenes
mentales.
La
imagen
mental
es
lo
que
pasa
al
Subconsciente,
se
establece
allí
y
vuelve,
lo
que
llaman
los
psicólogos,
"un
reflejo".
Los
psicólogos
no
estudian
sino
los
reflejos
que
gobiernan
el
comportamiento
y
las
aberraciones
mentales.
Los
metafísicos
abarcan
un
campo
mucho
más
amplio
y
saben
que
los
reflejos
gobiernan
no
sólo
al
hombre,
sino
también
a
todo
lo
que
le
ocurra
al
hombre
exteriormente.
Tantas
veces
se
contemple
o
se
estudie
una
idea,
tanto
más
se
arraiga
su
reflejo
en
el
Subconsciente.
El
Subconsciente
no
discierne.
Esa
no
es
su
función.
El
no
tiene
poder
para
protestar.
No
tiene
voluntad
propia.
No
tiene
sentido
del
humor.
No
sabe
si
la
orden
que
le
hemos
dado
es
un
chiste
o
es
en
serio.
Su
función
consiste:
primero,
en
almacenar
las
imágenes
mentales,
y
luego
lanzarlas
hacia
afuera
como
salen
las
copias
fotostáticas.
Es
un
autómata
o
un
robot.
Es
un
servidor
maravilloso
que
nos
economiza
toda
la
tarea
de
recordar
y
poner
en
práctica
todo
lo
que
vamos
aprendiendo
y
que
hemos
ido
aprendiendo
¡desde
que
no
éramos
más
que
una
gota
de
agua
en
el
océano!
Es
pues
un
secretario,
archivador,
bibliotecario
insigne.
Al
no
haber
más
archivado
la
imagen
mental
que
le
preparamos,
él
comienza
a
reproducirla,
aprovechando
la
más
insignificante
oportunidad,
para
el
resto
de
la
vida...
y
las
vidas...
del
sujeto,
hasta
que
el
sujeto
le
da
la
orden
de
cambiar
una
imagen
por
otra.
Ejemplo:
¿Recordarás
tú
la
primera
vez
que
oíste
mencionar
el
"catarro"?
No
puedes
recordarlo;
eras
muy
pequeñito.
La
noticia
te
vino
de
tus
mayores
y
por
lo
tanto
no
la
pusiste
en
duda.
La
aceptaste
como
cosa
natural.
Después
te
enseñaron
a
temerlo.
Te
advirtieron
las
causas
del
catarro
y
te
dijeron
que
si
se
te
enfriaba
el
sudor
en
tu
cuerpecito,
si
entrabas
en
contacto
con
algún
amiguito
catarroso,
si
te
caía
alguna
llovizna
o
si
te
ponías
en
una
corriente
de
aire,
inevitablemente
te
daría
catarro.
Todo
eso
lo
viste
en
tu
mente
con
puntos
y
detalles.
Pasó
a
tu
Subconsciente
y
ya
no
tuviste
que
recordar
más
nunca
las
advertencias
que
te
hicieron
tus
mayores.
Tú
no
las
volviste
a
pensar,
pero
tu
Subconsciente
reprodujo
con
toda
fidelidad
un
buen
catarro
(el
mejor
que
pudiera
producir);
cada
vez
que
se
te
enfriaba
el
cuerpo,
cada
vez
que
te
ponías
en
una
corriente
de
aire,
cada
vez
que
se
te
acercaba
un
acatarrado
y
cada
vez
que
te
caía
un
aguacerito.
¡Fíjate
bien!
Tú
no
tuviste
que
volver
a
pensarlo
jamás,
pero
tu
Subconsciente
jamás
ha
olvidado
la
orden;
hasta
el
sol
de
hoy,
continúa
entregándote
(muy
complacido
y
como
quien
entrega
un
regalo)
un
estupendo
catarro
cada
vez
que
te
descuidas,
porque
ya
tú
estás
acostumbrado
a
cuidarte
y
hasta
le
refieres
a
tus
amistades
el
cuento
de
que
"yo
no
soporto
una
corriente
de
aire";
o
huyes
del
que
tenga
catarro;
o
dices
"no
te
acerques
que
tengo
catarro",
y
hasta
lo
llamas
"Mi
catarro".
Todo
lo
cual
renueva
y
reafirma
la
orden
dada
al
Subconsciente,
¡como
si
éste
la
necesitara!
Esta
mecánica
es
igual
para
todos
los
demás
males
que
aquejan
al
ser
humano,
desde
el
catarro
hasta
la
muerte;
accidentes,
luchas,
vejez,
pobreza,
"mala
suerte",
fealdad
moral,
"pecados",
cataclismos,
guerras,
mal
tiempo,
crisis
monetaria,
enemistades,
pleitos,
etc.
Los
hombres
varían
pero
el
proceso
de
reproducción
es
siempre
el
mismo.
La
ley
que
estoy
explicándote
se
llama
El
Principio
del
Mentalismo
y
es
la
Primera
Ley
de
la
Creación.
Este
es
el
universo
mental.
Esto
es
lo
que
quiere
decir
la
Metafísica
cuando
dice
"Todo
es
Mente".
Las
leyes
de
la
Creación
son
siete.
LA
VERDAD
DEL
SER...
Felizmente
NO
ESTAMOS
OBLIGADOS
A
SOPORTAR
ETERNAMENTE
EL
CASTIGO
QUE
ENCIERRA
UN
CONCEPTO
MAL
FORMADO.
Somos
libres,
y
si
queremos
podemos
cambiarlo
por
otro
que
produzca
satisfacciones,
premios
y
bendiciones.
De
la
misma
forma
que
se
produjo
la
imagen
antigua
se
produce
la
nueva;
sólo
hay
que
borrar
primero
la
antigua.
Hay
que
desocupar
el
lugar
que
estaba
para
habitarlo
con
la
imagen
nueva.
Tal
como
se
borra
una
letra
errada
o
superflua
en
una
palabra
escrita,
para
sustituirla
por
otra
o
para
eliminarla.
La
experiencia
ha
determinado
la
técnica
a
seguir
para
borrar
todo
lo
indeseable.
Es
la
siguiente:
CADA
VEZ
QUE
TE
OCURRA
ALGO
DESAGRADABLE,
PIENSA
Y
LUEGO
REPITE
EN
VOZ
ALTA:
"NO
LO
ACEPTO.
LO
NIEGO.
LO
RECHAZO".
No
te
alteres,
no
le
pongas
énfasis
a
lo
que
dices;
simplemente
dilo
con
toda
calma.
Con
la
Fe
que
debe
darte
que
tu
palabra
es
una
orden
que
tiene
que
ser
cumplida
incondicionalmente.
Tú
no
ves
el
cambio
que
ocurre
en
ti
en
ese
momento.
Tal
vez
no
veas
el
resultado
inmediato
en
el
exterior,
a
menos
que
estés
muy
atento
a
las
pequeñas
señales;
pero
de
acuerdo
con
el
grado
de
Fe
y
de
convicción
que
sientas
al
formular
la
negativa,
así
será
el
resultado.
Si
tu
Fe
y
convicción
son
fuertes,
el
resultado
será
instantáneo,
como
un
milagro.
La
experiencia
nos
ha
enseñado
que
no
se
puede
dejar
el
"hueco"
vacío,
o
medio
vacío.
Hay
que
llenar
inmediatamente
el
espacio
desocupado.
Al
terminar
de
expresar
la
negativa
tienes
que
"afirmar
la
verdad",
como
se
dice
en
el
lenguaje
metafísico.
"La
Verdad"
es
la
imagen
nueva
que
ha
de
grabarse
y
reproducir
el
Bien
para
toda
la
eternidad.
Nos
interesa
que
esta
imagen
sea
lo
mejor
posible.
Que
sea
la
verdad
entera
y
no
una
semi-verdad.
Que
constituya
la
voluntad
de
Dios,
pues
Dios
es
La
Verdad
y
El
Bien.
Tal
como
enseñó
Jesús,
en
el
hombre
está
Dios.
En
todo
hombre
hay
el
Ser
Divino.
Todo
hombre
logra
verlo,
conocerlo
y
sentirlo
algunas
veces
en
el
curso
de
su
vida
terrena.
Es
aquel
que
surge
en
un
padre
cuando
le
presentan
su
primer
hijo
recién
nacido.
Cuando
se
enamora
por
primera
vez.
Cuando
se
lanza
a
salvar
a
otro
que
está
a
punto
de
caer
bajo
las
ruedas
de
un
automóvil.
Cuando
se
compadece
ante
una
desgracia
ajena.
Cuando
se
olvida
de
sí
para
emprender
un
acto
heroico.
En
todos
esos
momentos
actúa
el
Ser
Divino.
Pasado
ese
momento
priva
la
conciencia
terrena
que
no
es
"mala".
Sólo
escasa
de
evolución
o
adormitada.
El
Ser
Divino
es
la
Verdad
tuya,
mía
y
de
todos.
El
es
perfecto,
bello,
no
envejece,
no
se
enferma,
no
peca,
no
muere,
no
sufre,
no
lucha,
no
le
falta
por
aprender,
todo
lo
sabe,
no
falla
jamás,
no
cambia
jamás,
no
teme,
no
duda
y
está
atento
en
todo
instante
a
nuestra
más
insignificante
plegaria.
Es
la
Verdad
Perfecta.
Es
Amor,
Inteligencia,
Vida,
Verdad,
Alma,
Espíritu
y
Principio,
o
sea,
las
Siete
Fases
de
Dios,
porque
el
Ser
Divino
es
Hijo
de
Dios,
una
célula
de
Dios
mismo.
Esto
no
es
Panteísmo.
El
hombre
no
es
Dios;
así
como
una
gota
de
agua
de
mar
no
es
el
mar;
pero
en
una
sola
gota
de
agua
de
mar
se
encuentran
todos
los
componentes
del
resto
del
mar.
Ella
es
una
célula
del
mar.
Como
nuestra
conciencia
está
adormitada
(restringida
como
un
botón
de
rosa
que
se
va
abriendo
poco
a
poco),
no
sabemos
determinar
exactamente
lo
que
es
el
Bien
y
la
Verdad.
Quisiéramos
que
alguien
nos
lo
indicara,
nos
enseñara
y
nos
dictara
la
imagen
que
debemos
grabar.
Ese
"alguien"
lo
tenemos
en
el
Ser
Divino.
Jesús
dijo:
"Conoced
la
Verdad
y
ella
os
hará
libres".
Todo
lo
que
hay
que
hacer,
al
ir
a
formar
una
imagen
nueva
que
sustituya
la
vieja,
es
recordar
al
Ser
Divino.
Simplemente
recordarlo...
Al
instante
Él
inspira
la
nueva
imagen.
Digamos
que
te
sientes
resfriado,
para
seguir
el
mismo
ejemplo
original;
ya
sabes
que
se
debe
a
la
imagen
que
tienes
grabada
en
el
Subconsciente.
Ya
sabes
que
ese
resfriado
es
un
reflejo.
Si
no
te
agrada
el
resfriado
(porque
hay
personas
que
gozan
con
las
enfermedades,
las
hace
sentirse
importantes)
lo
niegas,
lo
rechazas,
no
lo
aceptas;
y
luego
recuerdas
tu
Ser
Divino.
Al
transferir
tú
el
pensamiento
del
resfriado
a
la
Verdad
del
Ser,
se
enchufa
(tal
como
una
clavija
en
un
tablero
telefónico)
en
la
Verdad
correspondiente
y
"ves"
la
nueva
imagen
que
debes
grabar:
La
imagen
opuesta
a
la
enfermedad
es
la
vida.
"Yo
soy
Vida",
debes
decir
en
alta
voz.
"Yo
soy
la
Vida.
La
vida
es
salud.
La
salud
es
lo
opuesto
a
la
enfermedad.
La
salud
es
la
única
verdad".
Extiéndete
por
ese
camino
hasta
donde
quieras.
Recuerda
que
estás
formando
una
imagen.
Mientras
más
la
"veas"
mejor
para
ti.
PIENSA
LO
BUENO.
Esto
es
muy
diferente
de
la
autosugestión,
pues
ésta
sólo
consiste
en
repetir
como
un
loro
una
frase
estereotipada,
optimista,
siempre
igual.
La
autosugestión
no
logra
sino
desflorar
la
superficie,
sin
penetrar
el
asunto
y
sin
conocimiento
de
causa.
La
Verdad
del
Ser
razona,
investiga,
resuelve,
penetra
y
destruye
la
causa;
limpia,
sana
y
renueva
el
Subconsciente,
lo
fortifica,
adelanta
al
ser
humano
y
le
ensancha
la
conciencia.
Es
una
verdadera
cura,
segura
y
radical,
es
una
cura
segura
para
los
defectos,
los
efectos
y
los
"pecados",
pues
éstos
también
son
reflejos
e
imágenes
grabadas.
El
tal
"pecado
original"
verás
que
no
es
otra
cosa
que
el
concepto,
o
sea,
la
imagen
que
ocasiona
el
reflejo.
Las
iglesias
creen
que
es
culpa
del
"Diablo"
El
Ser
Divino
vive
permanentemente
en
el
ambiente
que
llamamos
"celestial".
Es
el
ambiente
del
Bien.
No
lo
olvides,
pues
ésta
también
es
la
purísima
verdad.
Mientras
más
te
identifiques
con
ese
ambiente,
más
lo
reproducirás
en
tu
vida
exterior,
en
tu
vida
diaria.
La
sensación
que
más
semejanza
tiene
con
lo
que
deben
sentir
los
hijos
de
Dios
en
Todo
momento,
es
la
que
sentimos
cuando
recibimos
un
magnífico
regalo.
Cuando
damos
las
gracias
por
un
presente
que
nos
llene
de
satisfacción,
sentimos
algo
que
es
mezcla
de
alegría
y
ternura,
¿no
es
así?
Bien,
ese
es
estado
del
que
mora
"en
el
Cielo",
y
ese
es
el
carácter
del
Ser
Divino.
Cuando
se
está
en
ese
estado
de
ánimo,
el
"mal"
se
aleja.
El
no
soporta
ese
clima.
No
le
gusta.
No
se
aviene
a
su
naturaleza.
Por
lo
tanto,
el
tercer
paso
que
la
experiencia
nos
ha
enseñado
a
dar,
en
la
práctica
de
la
Verdad
del
Ser,
es
el
siguiente:
Cuando
hayas
terminado
de
hacerlo
que
llama
el
lenguaje
metafísico
"un
tratamiento"
o
sea,
negar
y
afirmar,
siempre
da
las
gracias
a
Dios
como
si
ya
hubieras
recibido
el
premio.
Cierra
tu
tratamiento
con
una
expresión
de
inmensa
gratitud
por
el
Bien
ya
recibido.
Esta
es
una
manifestación
de
Fe.
San
Pablo
dijo:
"La
Fe
es
la
evidencia
de
las
cosas
que
no
se
ven
".
Y
Jesús
dijo:
"Siempre
que
ores,
cree
que
recibes,
y
recibirás".
Este
tratamiento
está
descrito
y
expuesto
en
La
Biblia,
por
supuesto
que
en
los
términos
bíblicos,
tan
simbólicos
y
encubiertos
que
ha
sido
necesario
la
labor
consagrada
de
expertos
en
semántica,
lingüística,
filología
clásica
y
simbología
para
desentrañar
el
sentido.
La
Biblia
lo
llama
"Manases
y
Efraín",
y
tiene
mucho
que
decir
respecto
a
estos
dos
hermanos.
Jesús
el
Cristo
lo
enseñó
en
la
forma
siguiente:
"El
que
quiera
alcanzar
la
vida
eterna,
que
se
niegue
a
sí
mismo
y
luego
me
siga
a
mí".
No
quería
decir
que
siguiera
al
hombre
Jesús
sino
al
Cristo.
La
palabra
Cristo
viene
del
griego
"Krystós"
que
significa
"el
Ungido",
o
sea,
el
Hijo
de
Dios,
La
Verdad.
En
el
nuevo
testamento,
Jesús
menciona
el
tratamiento
así:
"Que
sea
vuestro
hablar
No,
No;
Sí,
Sí;
porque
lo
que
pasa
de
esto
de
mal
procede".
"COMO
ES
ABAJO
ES
ARRIBA"
Como
dije
al
comienzo,
mi
empeño
es
el
poner
en
los
términos
más
sencillos
(a
la
altura
de
un
ser
mayor
de
diez
años
y
de
inteligencia
corriente)
el
significado
de
los
tratados
metafísicos,
filosóficos,
psicológicos
y
de
simbología
religiosa,
tan
obscura
para
la
mayoría
y
por
lo
tanto
prohibitivos
y
desperdiciados
en
su
totalidad,
a
pesar
de
que
son
un
tesoro
inapreciable;
y
nada
de
lo
que
estoy
exponiendo
aquí
es
nuevo.
Todo
está
dicho,
descubierto
y
enseñado
desde
los
tiempos
más
remotos.
Sólo
está
ignorado
o
mal
comprendido.
En
cualquier
tratado
de
Biología
encontrarás
expuesto,
en
términos
técnicos,
lo
que
ahora
te
voy
a
describir
en
palabras
"de
a
centavo".
Cuando
tú
frunces
el
ceño
y
amarras
la
cara,
se
opera
una
reacción
en
la
médula
cerebral,
que
baja
junto
con
el
fluido
de
la
columna,
se
infiltra
en
el
hígado
después
de
haber
pasado
hasta
allí
por
medio
de
un
proceso,
que
llaman
"de
osmosis".
Una
vez
que
ha
entrado
en
el
hígado
transforma
la
colesterina
en
bilis;
la
bilis
altera
el
humor
poniéndote
amargo,
y
ese
mal
humor
te
hace
amarrar
la
cara
y
fruncir
el
ceño.
Es
un
círculo
vicioso
que
te
mantiene
en
el
clima
"infernal",
en
el
cual
el
mal
se
encuentra
a
sus
anchas,
se
alimenta
y
crece
y
atrae
todo
lo
de
su
clase
que
esté
flotando
por
ahí.
Ahora
invirtamos
el
proceso
para
ver
lo
que
pasa.
Al
sentirte
con
el
ceño
fruncido
y
la
cara
amarrada,
o
al
pasar
por
un
espejo
y
constatar
tu
expresión,
oblígate
a
sonreír
y
a
relajar
esos
músculos
apretados.
Se
lo
debes
a
tu
salud
y
a
tu
alma.
Inmediatamente
se
transforma
el
fluido
cerebro-espinal.
Cuando
llega
al
hígado
actúa
como
un
baño
de
gracia.
Te
sientes
bien,
alegre,
respiras
profundo,
se
te
endulza
la
expresión.
Estás
en
el
clima
celestial.
Allí
no
prospera
el
mal.
Huye
de
él.
Allí
no
ocurre
sino
lo
bueno.
Tú
escoges.
¿Vives
en
el
cielo
o
en
el
infierno?
"Como
es
arriba
es
abajo;
como
es
abajo
es
arriba".
Así
lo
dijo
Hermes,
para
explicar
la
Segunda
Ley
de
la
Creación,
que
se
llama
Principio
de
Correspondencia.
Para
nuestros
propósitos
basta
el
ejemplo
que
te
di
en
los
dos
párrafos
anteriores.
Verás
que
el
cuerpo
y
el
espíritu
se
complementan.
Tienen
que
andar
juntos
y
actuar
conjuntamente.
No
podemos
divorciarlos.
Si
el
ser
humano
está
feliz,
está
sirviendo
al
Ser
Divino.
Si
el
hombre
está
infeliz
se
aparta
del
Ser
Divino
y
por
lo
tanto
no
está
sirviendo
a
Dios,
ya
que
el
Ser
Divino
de
cada
hombre
es
una
célula
de
Dios,
o
sea,
el
Hijo
de
Dios.
LA
PALABRA...
"En
el
principio
era
el
Verbo
y
el
Verbo
era
con
Dios,
y
el
Verbo
era
Dios,
y
se
hizo
carne
y
habitó
entre
nosotros".
Así
comenzó
Juan
el
Apóstol
su
Evangelio.
Hasta
ahora
se
había
creído
que
"el
Verbo"
no
podía
ser
otro
sino
Jesucristo.
No.
Las
catorce
primeras
estrofas
de
su
Evangelio
las
escribió
Juan
como
una
lección
y
como
una
afirmación
metafísica,
para
preparar
su
mente
a
lo
que
iba
decir.
Para
que
todo
fuera
de
acuerdo
con
la
Verdad.
(He
resumido
las
estrofas
para
no
alargar
indebidamente
estos
textos)
La
afirmación
no
tiene
conexión
con
el
Evangelio
en
sí.
El
Verbo
significa
lo
que
es:
La
Palabra,
pero
expresado
en
los
términos
poéticos
y
grandilocuentes
que
tanto
gustaban
en
aquella
época.
La
palabra
es
el
pensamiento
hablado,
y
en
ese
sentido
la
empleó
Juan,
convocando
a
la
Verdad
para
que
hablara
por
él
en
sus
palabras.
"Se
hizo
carne"
fue
el
decreto
que
se
manifestara,
"y
habitó
entre
nosotros"
es
la
reafirmación
de
este
decreto.
Al
mismo
tiempo
es
una
información
para
la
posteridad:
"En
el
principio..."
Juan
fue
enseñado
íntimamente
por
el
propio
Maestro
de
la
Metafísica
cristiana,
y
nos
asombra
lo
bien
que
expresa
el
proceso
la
frase:
"Se
hizo
carne
y
habitó
entre
nosotros
",
además
de
que
de
un
solo
golpe
afirma
la
Fe.
"La
Fe
es
la
evidencia
de
las
cosas
que
aún
no
se
ven".
La
Biblia
toda
es
un
poema.
Jesús
dijo:
"Por
tus
palabras
serás
condenado,
y
por
tus
palabras
serás
justificado".
Más
claro
no
puede
expresar
la
misma
a
verdad.
También
dijo:
"No
es
lo
que
entra
por
su
boca
lo
que
contamina
al
hombre,
sino
lo
que
sale
de
su
boca,
porque
lo
que
de
la
boca
sale,
del
corazón
procede".
Otra
diáfana
manera
de
expresar
la
misma
verdad.
Se
lo
dijo
a
los
Judíos
para
rebatirles
la
creencia
de
que
era
"malo"
comer
ciertas
cosas,
como
la
de
comer
en
la
compañía
de
los
Gentiles.
Sin
embargo
nada
de
esto
ha
sido
tomado
en
serio
por
las
iglesias:
y
la
gente
(imperdonable
en
los
sacerdotes)
continúa
hablando
tonterías
sin
darse
cuenta
que
cada
palabra
que
pronuncia
es
un
decreto
que
se
manifiesta
en
ellos
y
en
sus
vidas.
Sobre
todo
aquello
de
que
la
voluntad
de
Dios
es
algo
desagradable
y
duro
de
aceptar.
Te
propongo
que
resuelvas
un
día
poner
atención
a
todo
lo
que
digas
durante
ese
día.
Te
sorprenderá
la
cantidad
de
decretos
negativos
que
lanzarás.
Vamos
a
recordarte
algunos
de
los
que
emplea
la
mayoría
a
diario,
y
tú
entre
éstos,
por
supuesto:
"Los
negocios
están
malísimos"...
"Las
cosas
están
muy
malas"...
"La
juventud
está
perdida"...
"El
tráfico
está
imposible"...
"El
servicio
está
insoportable"...
"No
se
consigue
servicio"...
"No
dejes
ese
dinero
allí
porque
lo
van
a
robar"...
"Los
bandidos
están
asaltando
en
todas
las
esquinas"...
"Te
vas
a
caer"...
"¡Te
vas
a
matar!"...
"Te
va
a
pisar
un
carro"...
"¡Vas
a
romper
ese
vaso!"...
"Yo
tengo
tan
mala
suerte
que..."...
"Yo
tengo
muy
mala
memoria"...
"Yo
no
puedo
probar
eso,
me
hace
daño"...
"Mi
reumatismo"...
"Mi
alegría"...
"Mi
dolor
de
cabeza"...
"Mi
mala
digestión"...
"Ese
es
un
bandido"...
"Esa
es
una
desgraciada"...
"¡Cuando
no!
¡Tenía
que
ser!"...
etc,
etc.
Una
vez
pronunciado
el
decreto,
procede
a
manifestarse.
¡Y
todo
eso
es
mentira!
A
la
luz
de
la
Verdad
del
Ser
es
mentira.
Todo
eso
es
dicho
por
costumbre
sin
pensarlo
siquiera,
porque
"del
corazón
procede".
Todo
fue
grabado
con
la
palabra
y
el
sentimiento.
Fue
aceptado
por
el
pensamiento.
Claro
está,
las
imágenes
ya
están
lo
que
se
llama
metafísicamente
"cristalizadas"
en
el
Subconsciente,
por
venir
desde
muchas
vidas
anteriores.
Al
principio
tu
conciencia
no
captará
la
posibilidad
de
reformarlo
todo,
pero
devanando
la
cuerda
se
llega
al
hilo.
Basta
con
un
gramo
de
buena
voluntad.
Basta
con
el
deseo
expresado,
o
simplemente
sentido,
para
comenzar
o
deshacer
toda
la
cristalización.
Basta
con
que
cada
vez
que
te
encuentres
expresando
un
pensamiento
negativo,
lo
niegues,
lo
rechaces
y
digas
que
ya
no
aceptas
más
esos
conceptos.
Luego
ve
la
Verdad
del
Ser,
da
gracias
con
toda
tu
alma
por
la
sublime
oportunidad
que
se
te
ha
brindado
para
limpiar
tu
Subconsciente
y
sanar
tu
alma.
De
un
solo
golpe
te
has
confesado,
arrepentido
y
perdonado;
pues
la
confesión
y
el
perdón
no
son
válidos
sino
frente
a
uno
mismo.
Después,
si
tú
eres
católico,
puedes
cumplir
con
los
preceptos
de
tu
iglesia
si
tú
quieres,
pero
al
primero
a
quien
hay
que
perdonar
es
a
uno
mismo.
Hay
personas
que
no
se
perdonan
jamás
el
haber
fallado
en
algo
y
por
lo
tanto
se
odian.
Eso
es
soberbia
y
venganza.
¿Con
qué
derecho
buscan
el
perdón
de
otro?
Jesús
dijo:
"El
hombre
de
su
mal
caudal
saca
cosas
malas.
De
su
buen
caudal
saca
cosas
buenas".
"Ama
a
tu
prójimo
como
a
ti
mismo",
implica
una
autorización
para
amarse,
en
primer
término,
y
al
prójimo
en
segundo.
Tenerse
respeto
y
dignidad,
aceptarse
uno
tal
cual
es,
sin
exigencias
desmedidas
y
comprender
que
fallar
es
humano
y
el
perdonar
es
divino.
Primero,
pronunciar
la
palabra
de
Verdad
por
uno
mismo,
para
poder
pronunciarla
por
el
prójimo.
La
palabra
es
el
pensamiento
hablado;
luego
está
regida
por
la
Primera
Ley
de
la
Creación,
que
en
los
textos
clásicos
se
llama
El
Principio
del
Mentalismo.
Esta
primera
ley
te
la
expliqué
en
los
cuatro
primeros
capítulos
y
he
terminado
de
desarrollarla
en
éste.
Inserté
una
idea
de
la
Segunda
Ley
de
la
Creación,
o
sea.
El
Principio
de
Correspondencia,
en
el
Capítulo
anterior,
porque
las
leyes
todas
se
entrelazan
y
dependen
unas
de
otras
y
en
ese
punto
convenía
exponértela.
LA
VIBRACIÓN
El
diccionario
define
la
palabra
"vibración"
como
un
temblor
rápido.
La
mayoría
cree
que
sólo
el
sonido
procede
vibración.
Todo
vibra.
La
vibración
es
medida
por
su
velocidad,
o
sea,
por
el
número
de
oscilaciones
que
ocurren
en
un
segundo
de
tiempo
y
la
manera
de
expresarlo
es:
"Esta
vibración
tiene
una
frecuencia
de
(número)".
Es
decir,
"Esto
vibra
a
tal
frecuencia".
Entre
los
colores,
el
blanco,
que
es
la
reunión
de
todos
los
colores
vistos
en
la
luz,
es
el
que
vibra
a
más
alta
frecuencia.
El
negro
es
también
la
reunión
de
todos
los
colores,
pero
vistos
a
la
sombra;
y
tiene
la
frecuencia
más
baja
de
todas,
o
sea
cero
frecuencia,
para
nuestro
entender.
Los
pensamientos
emiten
vibraciones
que
parten
en
todas
direcciones,
tal
como
las
ondas
que
se
forman
en
el
agua
cuando
a
ésta
le
cae
una
piedra
y
tiene
color.
Los
pensamientos
negativos
son
sombríos
y
por
lo
tanto
vibran
a
bajas
frecuencias.
La
gente
los
llama
"pensamientos
negros",
con
razón.
Los
pensamientos
positivos
son
luminosos,
y
a
medida
que
se
acercan
a
la
Verdad,
van
siendo
más
y
más
luminosos,
hasta
que
llegan
a
ser
radiantes
cuando
expresan
la
Verdad
Absoluta
que
es
Dios.
Las
altas
frecuencias
dominan
a
las
bajas
frecuencias.
Los
pensamientos
de
alta
Verdad
disuelven
los
pensamientos
sombríos,
bajos,
falsos,
actuando
como
una
carga
de
dinamita
en
una
roca.
Esto
te
hará
ver
lo
que
ocurre
cuando
tú
opones
el
pensamiento
y
la
palabra
de
la
Verdad,
a
un
cúmulo
de
cristalizaciones
sombrías,
y
por
eso
te
dije
que
bastaba
con
el
deseo
sentido
para
comenzar
a
deshacer
las
cristalizaciones
acumuladas
en
el
Subconsciente.
Las
personas
que
tienen
la
videncia
desarrollada
(todos
tenemos
esa
facultad,
pero
la
mayoría
no
la
ha
desarrollado)
conocen
los
pensamientos
por
su
color
y
como
saben
el
resultado
exterior
de
cada
tipo
de
pensamiento
pueden
predecir
el
futuro.
Ven
claramente
el
producto
inevitable
de
cada
persona.
Los
pensamientos
de
amor
y
buena
voluntad
son
color
de
rosa
iridiscente.
El
de
la
pasión
sexual
es
rojo
encendido.
El
color
de
los
pensamientos
de
vida
es
amarillo.
El
de
la
inteligencia
es
lo
que
llaman
hoy
chartreuse,
muy
luminoso.
Los
de
misticismo
son
color
violeta
iridiscente
y
profundo.
Cuando
hay
negatividad
mezclada
con
estos
colores,
el
tono
se
vuelve
sucio.
Por
ejemplo,
en
la
persona
cuya
inteligencia
está
aún
sin
desarrollar,
o
embrutecida,
el
color
es
de
la
mostaza.
La
pasión
sexual,
cuando
no
es
comprendida
y
está
guiada
únicamente
por
el
instinto
animal,
es
marrón
rojizo.
Las
vibraciones
mentales
forman
un
aura
de
forma
ovoide
alrededor
del
cuerpo,
y
en
esa
aura
se
ve
toda
la
composición
de
colores
que
emanan
del
pensamiento
individual.
El
Subconsciente
limpio,
positivo,
produce
un
aura
luminosa,
multicolor,
como
el
oriente
de
la
perla.
Como
las
altas
frecuencias
dominan
a
las
bajas,
ningún
pensamiento
negativo
que
viene
de
afuera
puede
penetrar
en
un
aura
y
un
ambiente
positivo.
Para
que
pudieran
penetrar
en
la
mente
de
un
individuo,
éste
se
tendría
que
poner
"a
tono"
con
ellos,
o
sea,
que
tendría
que
ponerse
a
pensar
en
forma
negativa.
La
Ley
de
Atracción
es
inmutable.
Ella
ordena
que
todo
atraiga
su
igual.
Las
imágenes
que
están
grabadas
en
el
Subconsciente,
atraen
irremisiblemente
todo
lo
de
su
misma
clase
y
repelen
todo
lo
que
no
sea
afín
a
ellas.
Por
eso
es
que
si
el
concepto
del
individuo
es
bueno,
no
se
ve
sino
el
Bien.
Como
no
puede
atraer
lo
que
no
es
igual
a
su
concepto,
no
puede
acercársele
nada
malo;
y
a
la
inversa.
El
individuo
que
está
lleno
de
conceptos
errados
no
le
ocurren
sino
cosas
malas,
porque
no
le
es
posible
atraer
otra
cosa.
Esa
es
la
explicación
del
llamado
"contagio
del
pánico".
¿No
has
notado
que
cuando
te
entregas
a
meditar
o
darle
vueltas
a
tu
cabeza
a
algún
incidente,
digamos
una
malacrianza
que
se
te
ha
hecho,
o
una
ofensa,
como
te
va
aumentando
la
indignación
y
el
resentimiento?
¿Comprendes
ahora
que
atraes
todos
los
pensamientos
iguales
y
que
éstos
vienen
a
aumentar
el
volumen
de
los
tuyos?
El
que
ya
conoce
esta
ley,
no
se
permita
jamás
el
lujo
de
entretener
en
su
mente
una
sola
idea
desagradable.
Al
pensarla
la
rechaza,
la
compara
con
la
Verdad
del
Ser
y
piensa
inmediatamente
en
algo
bueno.
Espero
que
te
habrás
dado
cuenta
de
la
necesidad
de
mantenerse
risueño,
viviendo
en
el
clima
celestial.
PIENSA
LO
BUENO
Y
SE
TE
DARÁ.
Debido
a
esta
Ley
de
la
Atracción,
al
salir
un
pensamiento
de
la
mente
busca
a
sus
semejantes
y
se
junta
con
ellos.
Hay
en
la
atmósfera
grandes
masas
como
nubes
de
pensamientos.
Si
el
concepto
colectivo
de
una
ciudad
es
pesimista,
las
nubes
son
gris
oscuro.
Planean
sobre
la
ciudad,
rodean
a
los
habitantes,
acuden
a
donde
sean
atraídas,
mantienen
a
toda
la
población
en
su
mismo
concepto,
y
a
esto
se
debe
el
"carácter"
de
las
diferentes
nacionalidades
y
razas.
¿No
te
ha
ocurrido
entrar
en
una
casa
y
sentir
el
ambiente
pesado
o
alegre
golpearte
al
entrar?
¿Has
notado
el
ambiente
mortuorio
o
triste
de
un
entierro?
¿Has
sentido
el
ánimo
oprimido
al
pasearte
por
una
casa
vacía,
sin
comprender
el
porqué?
No
hace
mucho
yo
acompañaba
a
una
amiga
en
la
búsqueda
de
un
apartamento.
Al
entrar
en
uno
de
aspecto
muy
bonito,
muy
elegante,
y
al
parecer
muy
convincente,
ambas
tuvimos
una
sensación
muy
desagradable
y
lo
comentamos.
Al
día
siguiente
fuimos
informadas
que
allí
había
ocurrido
una
serie
de
tragedias.
Las
personas
de
mente
positiva
aligeran
el
ambiente,
las
masas
negras
huyen
lejos
para
luego
regresar
cuando
ya
no
está
presente
quien
las
perturbe.
Si
un
metafísico
entrenado
entra
en
contacto
con
semejante
ambiente,
deja
un
beneficio
duradero,
porque
su
sola
presencia
destruye
la
obscuridad,
de
la
misma
forma
como
se
disipa
la
noche
cuando
se
enciende
una
luz.
¿Para
dónde
se
va
la
obscuridad
cuando
sale
el
sol?
Para
ninguna
parte,
se
convierte
en
luz.
La
persona
que
ya
ha
logrado
transformar
sus
conceptos,
que
ya
ha
formado
el
hábito
de
consultar
y
conectar
todo
con
el
Ser
Divino,
tiene
el
poder
de
destruir
las
cristalizaciones
ajenas
con
sólo
"pensar
la
Verdad"
frente
a
los
males
que
en
ocurrir
en
otros.
Esta
es
la
explicación
de
las
curas
y
milagros
de
Jesús.
El
Mandamiento
de
"Amar
al
prójimo
como
a
uno
mismo"
no
significa
que
estamos
obligados
a
sentir
afecto.
"Perdona
a
tus
enemigos".
"Haz
el
bien
a
aquellos
que
te
persiguen
y
te
odian",
"Vuelve
la
otra
mejilla".
Todo
esto
significa
que
al
mirar
entrar
el
mal
en
otro,
debemos
pensar
en
su
Ser
Divino
y
declarar
la
verdad.
Simple,
sencillo
y
fácil.
No
hay
modo
más
práctico
de
disolver
el
resentimiento
que
tengamos.
Muchas
veces
oímos
exclamar:
"¡Yo
perdono
pero
no
puedo
olvidar!"
Si
tú
eres
de
éstos,
ensaya
lo
que
te
he
dicho.
No
tienes
necesidad
de
dirigirte
a
la
persona
que
te
ofende.
No
tienes
para
qué
mirarla.
Será
mucho
mejor
que
no
la
mires,
porque
no
podrías
apartar
el
pensamiento
de
lo
que
te
ha
hecho.
Simplemente
piensa
en
el
Ser
Divino
tuyo,
ya
que
es
uno
mismo
en
todos.
Dirígete
a
éste
y
al
instante
sabrás
cuál
es
el
"tratamiento"
que
debes
dar;
o
sea,
que
te
vendrá
a
la
mente
el
aspecto
de
la
Verdad
que
debes
invocar.
Contra
el
odio
y
la
inarmonía.
El
Amor.
Contra
la
enfermedad
y
la
amenaza
de
muerte.
La
Vida.
Contra
la
estupidez,
la
inteligencia.
Contra
el
desorden.
El
Principio.
Contra
las
barreras
absurdas,
las
fronteras
arbitrarías,
las
prohibiciones
"legales"
sin
lógica,
de
las
cuales
te
citaré
algunas
para
que
vayas
aprendiendo
a
emplear
bien
la
Verdad:
inconvenientes
de
pasaportes,
retardos
de
entregas
de
documentos,
molestias
de
tránsito,
papeleo
burocrático,
inconsistencias
policiales
y
gubernamentales...
contra
todo
esto.
Espíritu.
Dios
es
Espíritu.
¿Quién
detiene,
atrasa,
retarda,
impide,
prohibe
u
opone
barreras
absurdas
a
Dios?
¿Que
cosa
impide
pasar
al
Espíritu?
Todo
esto
es
la
Verdad.
El
pensamiento
que
se
torna
a
la
Verdad
vibra
a
la
más
alta
de
las
frecuencias
y
ninguna
otra
frecuencia
menor
la
puede
dominar.
Sólo
hay
un
peligro
permitir
que
se
mezcle
la
impaciencia
o
la
ira
con
un
pensamiento
de
la
Verdad.
Todo
trabajo
espiritual
tiene
que
ser
hecho
con
calma.
Mi
maestro
exigía
aún
más.
Recomendaba
que
todo
trabajo
espiritual
fuera
hecho
"como
quien
pinta
un
cuadro
sobre
una
tela
de
araña".
Esto
se
debe
a
que
las
vibraciones
del
pensamiento
espiritual
son
de
tan
altísimas
frecuencias
y
de
un
poder
tan
grande,
que
hay
que
manejarlas
con
gran
delicadeza.
La
Vibración
es
la
Tercera
Ley
de
la
Creación.