Amado Osho
¿cuáles son las cualidades de un Sannyasin?:
Sannyas es
básicamente una rebelión con respecto a todas las estructuras, de aquí la
dificultad de definirlo; es una forma de vivir inestructuradamente.
El sannyasin
tiene un carácter sin carácter. Al decir “sin carácter” quiero decir que ya no
depende del pasado. El carácter significa el pasado, la forma en la que has
vivido en el pasado, la forma de vivir a la que te has
habituado
todos tus hábitos y condicionamientos, creencias y experiencias eso es tu
carácter. Un sannyasin es alguien que ya no vive del pasado o mediante el
pasado, sino alguien que vive en el momento; en consecuencia, es
impredecible. Un hombre con carácter es predecible; un sannyasin es impredecible
porque un sannyasin es libre, es libertad; es una rebelión viviente. Cuando te
haces sannyasin te inicio en la libertad y en nada más.
Es una gran
responsabilidad ser libre, porque entonces no tienes nada en lo que apoyarte
excepto en tu propio ser interno, tu propia consciencia.
Sannyas no
tiene carácter. No tiene moral; no es inmoral, es amoral. O, tiene una moral más
elevada que nunca viene del exterior, sino de dentro.
No permite
ninguna imposición del exterior, porque todas las imposiciones del exterior os
convierten en siervos, en esclavos.
Y mi esfuerzo
es daros dignidad, gloria. Mi esfuerzo aquí es daros esplendor. Todos los demás
esfuerzos han fracasado. Era inevitable, porque el fracaso estaba dentro de
ellos. Todos ellos estaban orientados hacia las
estructuras, y
cualquier tipo de estructura se vuelve pesada en el corazón del hombre, tarde o
temprano. Toda estructura se convierte en prisión, y un día u otro tendrás que
revelarte contra ella. No lo has observado a lo
largo de la
historia? Toda revolución se vuelve a su vez represiva. Ha sucedido en Rusia,
ha sucedido en China. Después de cada revolución, los revolucionarios se vuelven
anti-revolucionarios. Una vez que llegan al
poder, tienen
sus propias estructuras para imponerlas a la sociedad. Y una vez que empiezan a
imponer sus estructuras, la esclavitud cambia para convertirse en un nuevo tipo
de esclavitud, pero nunca en libertad. Todas las revoluciones han fracasado.
Queremos individuos en el mundo, moviéndose libremente, moviéndose
conscientemente, por supuesto. Y su responsabilidad llega a través de su propia
consciencia.
Un sannyasin
es alguien que se interesa por sí mismo, y naturalmente se interesa por todos
los demás porque no puedes ser feliz solo. Sólo puedes ser feliz en un mundo
feliz, en un ambiente feliz. Si todo el mundo está
gimiendo y
llorando y es infeliz, es dificilísimo que seas feliz. Pero este interés no
tiene su causa en ningún dogma. Existe a causa del amor. Y naturalmente, el amor
primero es el amor hacia ti mismo. Luego los otros
amores le
siguen.
Cada sannyasin
será una persona totalmente única. No estoy interesado en la sociedad. No estoy
interesado en la colectividad. Mi interés es absolutamente en el individuo, ¡en
ti! Y la meditación puede triunfar donde la mente ha fracasado, porque la
meditación es una revolución radical en tu ser no la revolución que cambia el
gobierno, no la revolución que cambia la economía, sino la revolución que cambia
tu consciencia, que te transforma desde la neosfera a la cristosfera, que te
cambia de ser una persona dormida a ser una llama despierta. Y cuando estás
despierto, todo lo que haces es bueno. Esa es mi definición de “bueno” y
“virtud”;
la acción de
una persona despierta es virtud, y la acción de una persona no despierta es
pecado. No hay otra definición de “pecado” y “virtud”. Depende de la persona y
su consciencia, la cualidad que ella transfiere al
acto. Así que
a veces sucede que un mismo acto puede ser virtuoso o pecaminoso. Los actos
pueden ser aparentemente iguales, pero las personas que hay detrás de los actos
pueden ser diferentes. Por ejemplo, Jesús entró en el templo de Jerusalén con un
látigo en la mano para echar a los cambistas. Puso patas arriba sus tenderetes
de cambio de moneda. Solo, sin ayuda, echó a todos los cambistas del
templo. Parece muy violento Jesús con un látigo echando a la gente fuera del
templo. Pero no era violento. Lenin haciendo lo mismo sería violento, y el acto
sería pecaminoso. Jesús haciendo el mismo acto es virtuoso. Actúa por amor; se
toma interés, de su conexión, de su amor, de su consciencia. Está actuando
drásticamente porque solo eso les dará una sacudida y creará una situación en la
que sea posible algún cambio. El acto puede ser el mismo, pero si la persona
está despierta, la naturaleza del acto cambia.
Un sannyasin
es una persona que vive cada vez más en un estado de alerta. Y cuanto más
personas haya existiendo completamente conscientes, mejor será el mundo que se
creará. La civilización no ha sucedido aún. Cuentan que alguien le preguntó al
Príncipe de Gales, “¿Qué piensa de la civilización?” Y dicen que el Príncipe
contestó: “Es una buena idea, se necesita que alguien la lleve a cabo. Aún no ha
sucedido”. El neo-sannyas es sólo un comienzo; es la semilla de un mundo
totalmente diferente en el que las personas son libres para ser ellas mismas, en
el que las personas no se sienten constreñidas, lisiadas, paralizadas, en el que
las personas no están reprimidas, forzadas a sentirse culpables, en el que se
acepta la alegría, en el que el buen humor es la norma, en el que la seriedad ha
desaparecido, en el que ha entrado una sinceridad sin seriedad, un espíritu de
juego.
Estas pueden
ser las indicaciones sobre las cualidades de un sannyasin:
Primero: UNA
APERTURA A LA EXPERIENCIA
La gente ordinaria está cerrada; no están abiertos a experimentar. Antes de
experimentar cualquier cosa ya tienen prejuicios sobre ella. No quieren
experimentar, no quieren explorar. ¡Esto es una solemne tontería! Llega un
hombre y quiere meditar y si le digo que vaya y baile, me dice: “Que conseguiré
bailando? ¿Cómo puede surgir la meditación del baile?” Le pregunto: “Has bailado
alguna vez?”. Y dice: “No, nunca”. Esa es una mente
cerrada. Una
mente abierta sin ningún prejuicio diría, “Muy bien, lo haré y veré. Quizá pueda
suceder bailando”. Pero ese hombre que dice: “¿Cómo puede suceder la meditación
bailando?” incluso si se le persuade para que medite, llevará esa idea en la
cabeza: “¿Cómo puede surgir la meditación del baile?”. Y la meditación no
sucederá en él. Y si no sucede, su viejo prejuicio saldrá fortalecido. Pero la
meditación no ha sucedido a causa del prejuicio. Este es el circulo vicioso de
la mente cerrada. Ese hombre viene lleno de ideas, viene con ideas
prefabricadas. No está abierto a nuevos hechos. El mundo sigue cambiando y la
mente cerrada permanece estancada en el pasado. Y el mundo sigue cambiando, y
algo nuevo desciende al mundo a cada momento. Dios sigue pintando el mundo
continuamente, una y otra vez, y vosotros seguís llevando en vuestras cabezas
ideologías viejas, muertas.
Así que la
primera característica de un sannyasin es la apertura a la experiencia. Nunca
decidirá antes de haber experimentado. No tendrá ningún sistema de creencias, no
dirá: “Esto es así porque lo dice Buda”. No dirá: “Esto es así porque está
escrito en los Vedas”. Dirá: “estoy dispuesto a entrar en ello y ver si es así o
no”. El mensaje de despedida de Buda a sus discípulos - y había estado
repitiéndolo durante toda su vida- fue éste:
”Recordad,
no creáis nada porque yo lo haya dicho. Nunca creáis nada a no ser que lo hayáis
experimentado”.
Un sannyasin
no llevará creencias consigo; sólo llevará sus propias experiencias. Y la
belleza de la experiencia es que siempre está abierta, porque es posible seguir
adelante con la exploración. Y la creencia siempre está cerrada, llega a un
tope. La creencia siempre está terminada. La experiencia nunca está terminada,
permanece
inacabada. Mientras estés vivo, ¿cómo puede estar terminada tu experiencia? Tu
experiencia crece, cambia, se mueve. Se mueve continuamente desde lo conocido a
lo desconocido, y desde lo desconocido hacia lo incognoscible. Y recuerda, la
experiencia tiene belleza porque está sin acabar. Entre las canciones más bellas
se encuentran aquellas que están inacabadas. Entre los mejores libros están
aquellos que están sin acabar.
Entre las
mejores músicas se encuentran las que no están acabadas. Lo inacabado tiene
belleza. La experiencia siempre permanece abierta, eso significa inacabada. La
creencia siempre está completa y acabada. La primera característica es la
apertura a la experiencia. La mente son todas tus creencias reunidas.
Apertura
significa no-mente; apertura significa que pones tu mente a un lado y estás
listo para mirar la vida una y otra vez de forma nueva, no con los viejos
ojos. La mente continúa dándote ideas: “Mira a través de esto”.
Pero entonces
la cosa se colorea; entonces no la miras, entonces proyectas una idea sobre
ella. Entonces la verdad se convierte en una pantalla en la que tú vas
proyectando. No mires a través de la mente, mira a través de la nada. Cuando
miras a través de la no-mente, tu percepción es eficiente, porque entonces ves
lo que es. Y la verdad libera. Todo lo demás crea esclavitud, sólo la verdad
libera. En esos momentos de no-mente, la verdad empieza a filtrarse en ti como
la luz. Cuanto más disfrutas esta luz, esta verdad, más valeroso y capaz de
abandonar la mente te vuelves. Tarde o temprano llega un día en el que miras y
no tienes mente. No buscas nada, simplemente miras. Tu mirada es pura. El
sannyasin está abierto a todo.
La segunda
cualidad del sannyasin es VIVIR EXISTENCIALMENTE.
Un sannyasin
no vive según ideas: que uno debería ser así, uno debería ser asá, uno debería
comportarse de tal forma, uno no debería comportarse de tal forma. No vive según
ideas, responde a la existencia. Responde con todo su corazón a cualquier cosa,
sea la que sea. Su ser está aquí-ahora. Espontaneidad, sencillez, naturalidad
éstas son sus características. No vive una vida confeccionada de antemano. No
lleva mapas de cómo vivir, cómo no vivir. Permite la vida, va con ella a donde
quiera que le lleve. Un sannyasin no es un nadador, y no intenta ir contra la
corriente. Fluye tan totalmente con la corriente que pronto deja de estar
separado de la
corriente, se convierte en la corriente, en alguien que ha llegado a relajarse
en la existencia. No lleva evaluaciones, no hace juicios.
Vivir
existencialmente significa que cada momento tiene que decidirse por sí
mismo. ¡La vida es atómica! No decides de antemano cómo vivir, no ensayas, no
preparas una forma de vivir. Cada momento llega, trae una situación; estás ahí
para responder y respondes.
Ordinariamente, la gente vive un tipo de vida muy extraño. Si vas a tener una
entrevista, la preparas, piensas:
qué me van a
preguntar y cómo voy a responder, cómo me voy a sentar, y de qué manera voy a
estar de pie. Todo se vuelve falso porque está ensayado. ¿Y qué sucede
entonces? Cuando vas con tanto ensayo, nunca estás totalmente allí. Te están
preguntando algo y tu estás buscando en tu memoria, porque llevas una respuesta
preparada si eso será apropiado o no, si eso servirá o no. Sigues perdiéndote
el quid de la cuestión. No estás totalmente allí, no puedes estar totalmente
allí, estás centrado en la memoria. Y entonces sucede lo siguiente: cuando sales
empiezas a pensar que deberías haber respondido de tal o cual forma. A eso se le
llama “ingenio de escalera”: cuando estás bajando la escalera empiezas a pensar:
“Debí haber respondido
esto, debí
haber dicho esto”, te vuelves muy sabio de nuevo. Eres sabio antes, eres sabio
después. En el medio, es otra cosa. Y en el medio está la vida. La existencia
está ahí.
La tercera
cualidad de un sannyasin es la CONFIANZA EN EL PROPIO ORGANISMO.
La gente
confía en otros, el sannyasin confía en su propio organismo. Cuerpo, mente,
alma, todo está incluido. Si siente ganas de amar, fluye en el amor. Si no
siente ganas de amar dice “Lo siento”, pero nunca finge. El
que no es
sannyasin sigue fingiendo. Su vida es una vida vivida con máscaras. Llega a
casa, abraza a su mujer, y no quiere abrazarla. Y dice “Te quiero”, pero esas
palabras suenan muy falsas porque no vienen del
corazón. Vienen de Dale Carnegie. Ha estado leyendo “Cómo Ganar Amigos e
Influenciar a la Gente” y ese tipo de tonterías. Y está lleno de esas tonterías,
y carga con ellas y las practica. Toda su vida se vuelve falsa,
una
seudo-vida, una parodia. Y nunca está satisfecho, naturalmente no puede estarlo,
porque la satisfacción solo llega con una vida auténtica. Si no te sientes
amoroso, tienes que decirlo. No hay necesidad de fingir. Si te
sientes
enfadado, tienes que decirlo. Tienes que ser fiel a tu organismo, tienes que
confiar en tu organismo. Y te sorprenderás: cuanto más confías, mucho más clara
se te hace la sabiduría del organismo. Tu cuerpo tiene su propia sabiduría,
lleva la sabiduría de siglos en sus células. Tu cuerpo tiene hambre y tu estás
haciendo
ayuno, porque
tu religión dice que ese día tienes que ayunar, y tu cuerpo siente hambre. No
confías en tu organismo, confías en una escritura muerta. Haces ayuno porque
alguien ha escrito en algún libro que ese día
tienes que
ayunar. Escucha a tu cuerpo. Sí, habrá días en los que tu cuerpo diga “Has un
ayuno!” entonces hazlo. Pero no hay necesidad de escuchar a las escrituras. El
hombre que escribió esa escritura no te tenía en mente, en absoluto. No pudo
pensar en ti. No te tenía presente, no estaba escribiendo sobre ti. Es como si
te pones enfermo y vas a la casa de un médico muerto y buscas entre sus recetas;
encuentras una, y empiezas a
seguirla. Esa
receta fue hecha para otra persona, otra enfermedad, en otra situación.
Acuérdate de confiar en tu propio organismo. Cuando sientas que el cuerpo está
diciendo que no comas, ¡para inmediatamente! Cuando el cuerpo diga que comas,
entonces no te importe si las escrituras dicen que ayunes o no. Si tu cuerpo te
dice que comas tres veces al día, perfectamente bien. Si dice que comas una vez
al día, perfectamente bien.
Comienza a
aprender a escuchar a tu cuerpo, porque es tu cuerpo. Estás en él, tienes que
respetarlo. Y tienes que confiar en él. Es tu templo; es sacrílego imponer cosas
al cuerpo. ¡Nada debería ser impuesto por ningún motivo! Y esto no solo te
enseñará a confiar en tu cuerpo, esto te irá enseñando a confiar en la
existencia porque tu cuerpo es parte de la existencia. Entonces tu confianza
crecerá, y confiarás en los árboles y en las estrellas y en la luna y en el sol
y en los océanos; confiarás en la gente. Pero el principio de la confianza tiene
que ser en tu propio organismo. Confía en tu corazón.
Alguien ha
hecho una pregunta: ha decidido vivir con su esposa porque piensa que vivir con
la propia esposa y no dejarla nunca, no separarse nunca, y no hacer nunca el
amor con otra mujer, es una cualidad espiritual. Quizás lo sea para unos,
quizás no lo sea para otros. Depende. Pero el que pregunta dice: “He decidido
esto, pero tengo problemas. Me siento atraído por otras mujeres y me siento
culpable. Y no me siento atraído por mi esposa, también entonces me siento
culpable. Y no quiero hacer el amor con mi esposa porque no surge el deseo. Pero
tengo que hacer el amor con mi esposa para satisfacerla. Si hago el amor con
ella, entonces me
siento
culpable con respecto a mí mismo, por no ser sincero conmigo mismo. Así que es
el cuento de nunca acabar”. Cuando no quieres hacer el amor, entonces el amor es
la cosa más fea del mundo. Sólo lo más bello puede ser lo más feo. El amor es
una de las más bellas experiencias, pero sólo cuando fluyes en él, cuando es
espontáneo,
cuando es apasionado, cuando estás lleno de él, dominado por él, poseído por él,
borracho de él, absorto en él, sólo entonces. Entonces te lleva a la más alta
cima de la alegría. Pero si no estás poseído por él y no sientes ningún amor por
tu esposa o por tu marido, y estás haciéndolo....... entones la expresión
inglesa da en el clavo, es correcta: haciendo el amor. Entonces estás
haciéndolo, no está sucediendo. Eso es feo, es
prostitución. No importa con quién estés haciéndolo; es prostitución. Es
criminal. Y eso no te hará espiritual de ningún modo. Tan solo te volverás un
reprimido sexual, nada más. Si haces el amor te sentirás culpable, si no
haces el amor
te sentirás culpable. Pero este hombre tiene ideas acerca de cómo deberían ser
un marido y una
mujer. Y la
esposa también debe estar sufriendo. Los dos están atados, aburridos el uno del
otro, cada uno quiere deshacerse del otro pero no pueden hacerlo porque no
confían en su organismo.
Si tu
organismo dice: “Estad juntos, creced juntos, fluid juntos”; si tu organismo se
siente feliz y entusiasmado y excitado y hay éxtasis, ve con la mujer una vida,
dos vidas, tres vidas, todas las vidas que queráis. Estad juntos y os acercaréis
más y más a Dios. Y vuestra intimidad tendrá un carácter espiritual. Pero este
tipo de intimidad, no. Una intimidad forzada te irá haciendo menos y menos
espiritual, y naturalmente tu mente empezará a buscar caminos: tu mente estará
más y más obsesionada con el sexo. ¿Y cómo puedes crecer espiritualmente cuando
hay demasiada obsesión?..... Escucha al organismo, y ten suficiente coraje para
hacer lo que tu organismo te dice. Y no estoy diciendo que te separes de tu
esposa. Pero si eso tiene que llegar, llegará. Y será bueno para los dos. Eso al
menos le debes a tu esposa. Si tienes un mínimo interés por tu esposa y ya no la
amas, entonces tienes que decírselo. Con profunda tristeza...... la despedida
será triste, ¿pero qué se puede hacer? Estás desamparado. No te irás enfadado,
no te irás con rencores ni quejas. Te irás con un inmenso
desamparo en
tu corazón. Querías estar con ella, pero tu organismo dice que no. ¿Qué puedes
hacer?. Puedes forzar a tu organismo, y el organismo puede ir y continuar con
la relación, pero no habrá alegría. Y
sin alegría
¿cómo puedes tener una relación? Entonces el matrimonio es falso; es legal, pero
falso.
Un sannyasin
es alguien que confía en su propio organismo, y esa confianza le ayuda a
relajarse en su ser, y le ayuda a relajarse en la totalidad de la
existencia. Esa confianza trae consigo una aceptación general de uno mismo y de
los demás. Te permite estar enraizado, centrado. Y entonces hay una gran fuerza
y poder, porque estás centrado en tu propio cuerpo, en tu propio ser. Tienes
raíces en el suelo. De lo contrario ves a la gente
desarraigada,
como árboles que han sido arrancados del suelo. Se están muriendo, no viven. Por
eso no hay mucha alegría en la vida. No ves la cualidad de la risa; falta la
celebración. E incluso si la gente celebra, también eso es falso. Por ejemplo,
es el cumpleaños de Krishna y la gente lo celebra. ¿Cómo puedes celebrar el
cumpleaños de Jesucristo? Es imposible. No has celebrado al Dios que ha venido a
ti, que está dentro de ti. ¿Cómo puedes celebrar el que algún otro Dios haya
nacido en un establo hace dos mil años? En tu propio cuerpo, en tu propio ser,
en este mismo momento está Dios y no lo has celebrado. No puedes celebrar. La
celebración
tiene que ser primero en tu propia casa, muy cerca. Entonces se convierte en una
gran marejada y se expande por toda la existencia.
La cuarta
cualidad es un SENTIDO DE LIBERTAD.
Un sannyasin
no es sólo libre, es libertad. Siempre vive de forma libre. Libertad no
significa libertinaje. El libertinaje no es libertad, el libertinaje es sólo una
reacción contra la esclavitud; te vas al otro extremo. La libertad no es el otro
extremo, no es una reacción. La libertad es esta comprensión: “Si tengo que ser,
entonces tengo que ser libre. No hay otra forma de ser. Si estoy demasiado
poseído por la iglesia, por el hinduismo, por el cristianismo, por el islam,
entonces no puedo ser. Entonces esto seguirá creando esclavitud en torno a mí.
Seguirá forzándome a sentirme como un ser tullido. Tengo que ser libre. Tengo
que asumir el riesgo de ser libre. Tengo que aceptar ese peligro”.
La libertad no
es muy cómoda, no es muy confortable. Es arriesgada. Un sannyasin asume ese
riesgo. Eso no significa que vaya luchando con todos y cada uno. No significa
que cuando la ley diga que conduzcas por la derecha o por la izquierda, él esté
en contra de eso, no. No está interesado en trivialidades. Si la ley dice que
conduzcas por la izquierda, él conduce por la izquierda porque eso no es
esclavitud. Pero acerca de las cosas
importantes,
esenciales....... Si el padre dice: “Cásate con esta mujer porque es rica y
tendremos mucho dinero”, él dirá: “No. ¿Cómo voy a casarme con esa mujer si no
estoy enamorado de ella? Eso no sería respetuoso para con la mujer”. Si el
padre dice: “Ve a la iglesia todos los domingos porque has nacido en un hogar
cristiano”, dirá: “Iré a la iglesia si lo siento, no iré porque tú me lo digas”.
El nacimiento, en este caso, es accidental; no tiene mucha importancia. No estoy
diciendo que no vayan a la iglesia, sino que vayáis sólo cuando haya surgido el
deseo de hacerlo. Entonces será una comunión. De lo contrario, no hay necesidad
de ir.
El sannyasin
siempre mantendrá intacta su libertad en lo que respecta a cosas esenciales. Y
como respeta su propia libertad, respetará también la libertad de los
demás. Nunca interferirá en la libertad de nadie, quien
quiera que sea
el otro. Si tu esposa se ha enamorado de alguien te sientes herido; lloras
lágrimas de tristeza, pero ése es tu problema. No le pondrás impedimentos. No
dirás: “¡Basta ya, estoy sufriendo!”. Dirás: “Es tu
libertad, si
yo sufro, es mi problema. Tengo que abordarlo, tengo que enfrentarlo. Si me
siento celoso tengo que deshacerme de mis celos. Pero tú sigue a lo tuyo. Aunque
eso me hiera, aunque me hubiese gustado que no te fueses con nadie, ése es mi
problema. No puedo invadir tu libertad”... El amor respeta tanto que da
libertad. Y si el amor no está dando libertad no es amor, es otra cosa.
Un sannyasin
tiene un inmenso respeto por su propia libertad, cuida mucho su propia libertad,
y lo mismo hace con la libertad de los demás. Este sentido de libertad le da
individualidad. No forma parte de la mente de las masas. Es de cierta forma
único su modo de vida, su estilo, su ambiente, su individualidad. Existe a su
manera, ama su propia canción. Tiene un sentido de identidad: sabe quién es,
profundiza cada vez más este auto-conocimiento, y nunca transige.
Independencia,
rebelión recuerda, no revolución sino rebelión- ésa es la naturaleza del
sannyasin. Y existe una gran diferencia. La revolución no es muy
revolucionaria. La revolución también continúa funcionando en la
misma
estructura. Por ejemplo, en India, durante siglos, a los intocables, la casta
más baja, no se les ha permitido entrar en los templos. Los brahmines nunca les
han permitido entrar a un templo: “El templo se
ensuciará si
entran”. Durante siglos no han entrado al templo. Eso es feo. Entonces llegó
Mahatma Gandhi, lo intentó tenazmente, luchó tenazmente. Quería que se le
permitiese a los intocables entrar a los templos; toda su vida fue una lucha por
ello. Gandhi es revolucionario pero no rebelde. ¿Por qué revolucionario? ¿Qué es
entonces la rebelión?. Alguien preguntó a J. Krishnamurti sobre la lucha de
Gandhi para que se permitiese a los intocables entrar en los templos. ¿Y sabéis
lo que dijo J. Krishnamurti? Dijo: “Pero si Dios no está en los templos”. Eso
es rebelión. El enfoque de Gandhi es revolucionario, pero al igual que los
brahmines, cree que Dios está en los templos. La estructura es la misma. El cree
que es importantísimo que la gente entre en los templos; si no entran en los
templos se perderán a Dios. Esa es la idea del brahmín, ésa es la idea de la
sociedad que ha impedido a los intocables entrar en los templos. La idea es la
misma: que Dios vive en los templos, que los que consigan entrar en los templos
estarán más cerca de Dios, por supuesto. Y a los que no se les permita se lo
perderán. Gandhi es revolucionario, pero la revolución cree en la misma
estructura. Es una reacción. J. Krishnamurti es rebelde. Dice: “Pero Dios no
está en los templos, así que ¿por qué molestarse? Ni los brahmines alcanzan a
Dios allí, ni lo conseguirán los intocables. ¿Por qué molestarse? Es estúpido”.
Todas las
revoluciones son reaccionarias, reacciones a un cierto patrón. Siempre que
reaccionas, tu reacción no tiene mucho de revolución, porque crees en el mismo
modelo. Vas en contra de él, por supuesto, pero crees. El substrato profundo es
el mismo. Un sannyasin es rebelde. Lo que quiero decir con rebelión es que su
visión es completamente diferente. No funciona con la misma lógica, en la misma
estructura, en el mismo modelo. No está en contra del modelo porque si estás en
contra de cierto modelo tendrás que crear un modelo con el que luchar contra
él. Y todos los modelos son parecidos. Un sannyasin es alguien que simplemente
se ha salido. No está en contra del modelo, ha comprendido la estupidez de todos
los modelos. Ha examinado la insensatez de todos los modelos y se ha salido. Es
un rebelde...
La quinta es
la CREATIVIDAD.
La vieja idea de sannyas era muy poco creativa. Se pensaba que alguien que se
hace sannyasin se va a una cueva del Himalaya y se sienta allí, y que eso estaba
perfectamente bien. No se necesitaba nada más. Puedes ir a ver los monjes Jainas:
están sentados en sus templos, sin hacer nada, sin creatividad de ningún tipo,
con aspecto insulso y estúpido, sin ninguna llama de inteligencia en absoluto. Y
la gente los venera y toca sus pies.
Pregunta “¿Por
qué tocáis sus pies?” y te dirán: “Este hombre ha renunciado al mundo” como si
renunciar al mundo fuese un valor en sí mismo. “¿Qué ha hecho?” y dirán: “Ha
ayunado. Ayuna durante meses enteros” como si el no comer fuese un valor en sí
mismo. Pero no preguntes qué ha pintado, qué belleza ha creado en el mundo, qué
poema ha compuesto, qué canción ha traído a la existencia, qué música, qué
danza, qué invento.
Mi concepción
de un sannyasin es que su energía tiene que ser creativa, que tiene que traer un
poco más de belleza al mundo, que tiene que traer un poco más de alegría al
mundo, que tiene que encontrar nuevas formas de danzar, de cantar, de hacer
música, traerá bellos poemas al mundo. Creará algo, será creativo. Los días de
los sannyasins sin creatividad se han terminado. El nuevo sannyasin sólo puede
existir si es creativo. Debería contribuir con algo. Permanecer sin creatividad
es casi un pecado, porque existes y no contribuyes. Comes, ocupas espacio, y no
contribuyes con nada. Mis sannyasins tienen que ser creadores. Y cuando estás en
profunda creatividad estás cerca de Dios. Eso es realmente la oración, eso es la
meditación.
Dios es el
creador y si vosotros no sois creadores estaréis muy lejos de Dios. Dios solo
conoce un lenguaje, el lenguaje de la creatividad. Es por eso que cuando
compones música, cuando te pierdes en ello completamente, algo divino empieza a
filtrarse y a salir de tu ser. Esa es la alegría de la creatividad, ése es el
éxtasis.
La sexta es el
SENTIDO DEL HUMOR.
Es la risa, el
sentido del juego, la sinceridad no seria. El viejo sannyasin no reía, estaba
muerto, aletargado. El
nuevo
sannyasin tiene que llevar más y más risa a su ser. Tiene que ser un sannyasin
que ríe, porque tu risa es tu relajación, y tu risa puede crear situaciones en
las que otros también se relajen. El templo debería estar lleno de risa y
danza. No deberías ser como una iglesia cristiana. La iglesia es como un
cementerio. Y con la cruz allí parece casi una adoración a la muerte...... un
poco morboso. No puedes reírte en una iglesia. No
estaría
permitida una carcajada; la gente pensaría que estás loco o algo así. Cuando la
gente entra en una iglesia se pone seria, rígida, con la cara larga. Para mí, la
risa es una cualidad religiosa, muy esencial. Tiene
que formar
parte del mundo interno de un sannyasin: el sentido del humor.
La séptima es
un ESTADO DE MEDITACIÓN.
Un estado de
meditación es un estado de soledad; es la cima de las experiencias místicas que
sucede cuando estás solo, cuando estás absolutamente solo dentro de ti mismo. Sannyas
hace que estés solo; no aislado sino solo; no solitario, sino con una cierta
soledad. Puedes ser feliz solo, ya no dependes de los demás. Puedes
sentarte solo
en tu habitación y puedes ser absolutamente feliz. No necesitas ir a un club, no
necesitas tener siempre amigos a tu alrededor, no necesitas ir al cine. Puedes
cerrar los ojos y entrar en la felicidad interna: eso es el estado meditativo.
La octava es
EL AMOR, la conexión, la relación.
Recuerda sólo
puedes relacionarte cuando has aprendido a estar solo, nunca antes. Sólo dos
individuos pueden relacionarse. Sólo dos libertades pueden acercarse y
abrazarse. Sólo dos “nadas” pueden penetrarse y fundirse... Si no eres capaz de
estar solo, tu relación es falsa. Es sólo un truco para evitar tu soledad, nada
más. Y eso es lo que hacen millones de personas. Su amor no es otra cosa que su
incapacidad de estar
solos. Así que
necesitan a alguien para ir por ahí, necesitan alguien a quien agarrarse,
necesitan alguien en quien apoyarse. Y los otros también están utilizándolos de
la misma forma, porque el otro tampoco puede estar solo, es incapaz. El otro
también te utiliza como un instrumento para escaparse de sí mismo. De forma que
dos personas de las que vosotros decís que están enamoradas, más o menos se
odian a sí mismas. A causa de ese odio se escapan. El otro les ayuda a escapar,
así que dependen del otro, se vuelven adictas al otro. No puedes vivir sin tu
esposa, no puedes vivir sin tu marido porque eres un adicto. Pero un sannyasin
es uno... Por eso digo que la séptima característica es la soledad, y la octava
característica es el amor-relación. Y estas son las dos posibilidades: puedes
ser feliz solo y también podéis ser felices juntos. Estos son los dos tipos de
éxtasis posibles para la humanidad. Puedes entrar en samadhi* estando solo y
puedes entrar en samadhi cuando estás junto a alguien, en profundo amor.
* [Estado de
plenitud y Divina conexión con el Todo. Se le llama samadhi al estado de
iluminación en el que hay total consciencia del ser, en el que no se necesita
nada más que ser. En el que todo es perfecto.]
Y hay dos
tipos de personas: los extravertidos encontrarán más fácil alcanzar su cima a
través del otro, y los
introvertidos
encontrarán más fácil alcanzar su cima más alta estando solos. Pero un camino no
es antagonista del otro; ambos pueden ir juntos. Uno será más fuerte, y ese será
el factor decisivo para saber si eres extrovertido o introvertido. El sendero de
Buda es el sendero del introvertido; él sólo habla de la meditación. El sendero
de Jesús es extrovertido; trata del amor.
Mis sannyasins
tienen que ser una síntesis de ambos. Habrá un énfasis. Alguien estará más
claramente en armonía consigo mismo que con los demás, y a alguien le sucederá
lo contrario estará más en armonía con otra persona. Pero no hay necesidad de
quedarse enganchado a un tipo de experiencia. Ambas experiencias pueden estar al
alcance.
Y la novena es
la TRASCENDENCIA.
Tao, no-ego, no-mente, ser nadie, ser nada, en armonía con la totalidad. La trascendencia es la cualidad última y más elevada de un sannyasin.
Pero éstas son
sólo indicaciones, no definiciones.
Tómalas de
forma muy líquida. No vayas a tomarte lo que he dicho de forma rígida, sino muy
líquida, como una especie de visión vaga, con una visión crepuscular- no como
cuando hay un cielo a pleno sol. Las cosas
entonces están
muy definidas. En el crepúsculo, cuando el sol se ha puesto y la noche no ha
caído aún, hay las dos cosas, justo en el medio, está el intervalo. Tómate de
esa forma cualquier cosa que yo haya dicho.
Permanece
líquido, fluido...
Nunca crees
ninguna rigidez a tu alrededor. Nunca te vuelvas definible.