Capítulo 1
El Tantra es libertad (libertad de todas las construcciones mentales,
de todos los juegos mentales; libertad de todas las estructuras) libertad
del otro. El Tantra es un espacio en el que estar. El Tantra es liberación.
El Tantra no es una religión como normalmente se entiende. La
religión también es un juego mental, la religión te
pone ciertos patrones. Un cristiano tiene ciertos patrones, igual que un
hindú o que un musulmán. La religión te da un cierto
estilo, una disciplina. El Tantra quita todas las disciplinas.
Cuando no hay una disciplina, cuando no hay un orden impuesto, un orden
completamente nuevo surge en ti. Lo que Lao Tzu llama Tao, lo que Budha
llama dhamma: surge en ti. No es algo que tú hagas, te ocurre; el
Tantra solamente crea un espacio para que eso ocurra. Ni siquiera invita,
no espera; simplemente crea un espacio. Y cuando el espacio está
preparado, el todo fluye adentro.
He oído una historia muy hermosa, es muy antigua...
En una provincia no había caído ninguna lluvia desde hacía
mucho tiempo. Todo estaba seco; al final los ciudadanos decidieron llamar
al hechicero de la lluvia. Se mandó una delegación para que
fuera a buscarle a la lejana ciudad en la que vivía con la urgente
demanda de que viniera lo antes posible e hiciera que lloviese sobre los
campos secos.
El hechicero, un viejo hombre sabio, prometió hacerlo con la
condición de que se le proveyese con una pequeña y solitaria
cabaña en campo abierto donde se pudiera retirar a solas durante
tres días; no requirió ni comida ni agua. Luego vería
lo que se podría hacer. Se lo concedieron.
La tarde del tercer día cayo abundante lluvia, una gran multitud
llena de agradecimiento subió en peregrinación hasta su casa
y preguntaron: «¿Cómo lo has hecho? Dinos».
«Ha sido muy fácil —contestó el hechicero—. Durante
tres días lo único que he hecho ha sido ponerme a mí
mismo en orden. Porque sé que una vez que yo esté en orden,
el mundo estará en orden, y que la sequía debe dar paso a
la lluvia».
El Tantra dice: Si tú estás en orden, entonces el mundo
entero estará en orden para ti. Cuando tú estás en
armonía, toda la existencia está en armonía para ti.
Cuando tú estás en desorden, el mundo entero está
desordenado. Pero ese orden no tiene que ser un orden falso, no tiene que
ser impuesto. Cuando te impones a ti mismo algún orden, simplemente
te divides; en el fondo el desorden continúa.
Puedes observarlo: si eres una persona iracunda puedes forzar tu ira,
puedes reprimirla profundamente en el inconsciente; pero no va a desaparecer.
Puede que tú no la notes en absoluto, pero está ahí;
y tú sabes que está ahí. Está funcionando debajo
de ti, está en el oscuro sótano de tu ser, pero está
ahí. Te puedes sentar sobre ella sonriendo, pero tú sabes
que puede entrar en erupción en cualquier momento. Pero tu sonrisa
no puede ser muy profunda, tu sonrisa no puede ser verdadera, tu sonrisa
tan sólo será un esfuerzo que estarás haciendo en
contra de ti mismo. Un hombre que impone un orden desde el exterior permanece
en desorden.
El Tantra dice: Hay otra clase de orden. Tú no impones ningún
orden, tú no impones ninguna disciplina; tú simplemente abandonas
todas las estructuras, tú simplemente te vuelves natural y espontáneo.
Es el mayor de los pasos que se le puede pedir dar a un hombre. Necesitará
un gran valor porque a la sociedad no le agradará, la sociedad estará
en contra a muerte. La sociedad quiere cierto orden. Si sigues a la sociedad,
la sociedad está contenta contigo. Si te separas un poquito de vez
en cuando, la sociedad se enfada mucho. Y la masa está loca.
El Tantra es una rebelión. No digo que sea revolucionario, porque
en él no hay política. No digo que sea revolucionario, porque
no tiene planes para cambiar el mundo, no tiene planes para cambiar el
estado y la sociedad. Es rebelde, es una rebelión individual. Es
un individuo deslizándose fuera de las estructuras y de la esclavitud.
Pero en cuanto te deslizas fuera de la esclavitud empiezas a sentir otra
clase de existencia a tu alrededor que nunca antes habías sentido;
como si hubieras estado viviendo con una venda en los ojos y de repente
la venda se hubiera aflojado, tus ojos se hubieran abierto y pudieras ver
un mundo completamente diferente.
Esta venda es lo que tú llamas tu mente: tu pensamiento, tus
prejuicios, tus conocimientos, tus escrituras; todos juntos forman la densa
capa de una venda. Ellos te mantienen ciego, te mantienen embotado, te
mantienen apagado.
El Tantra quieres que estés vivo; tan vivo como los árboles,
tan vivo como los ríos, tan vivo como el sol y la luna. Ese es tu
derecho por nacimiento. Perdiéndolo no ganas nada; lo pierdes todo.
Y si al ganarlo lo pierdes todo, no se ha perdido nada. Un sólo
momento de libertad total es suficiente para satisfacer. Pero una larga
vida de cien años, bajo el yugo de la esclavitud, no tiene ningún
sentido.
Estar en el mundo del Tantra requiere un gran valor, es aventurado.
Hasta ahora sólo unas cuantas personas han sido capaces de seguir
ese camino. Pero el futuro es muy esperanzador. El Tantra se irá
haciendo cada vez más importante. El hombre cada vez va comprendiendo
mejor qué es la esclavitud, y también va comprendiendo que
ninguna revolución política ha demostrado ser revolucionaria.
Todas las revoluciones políticas al final acaban siendo antirrevolucionarias.
En cuento llegan al poder se vuelven antirrevolucionarias. El poder es
antirrevolucionario. Hay un mecanismo inherente en el poder: dale poder
a cualquiera y se volverá antirrevolucionario. El poder crea su
propio mundo. Por eso hasta ahora ha habido muchas revoluciones en el mundo
y todas han fracasado, fracasado por completo; ninguna revolución
ha ayudado. El hombre se está dando cuenta de ello ahora.
El Tantra da una perspectiva diferente. No es revolucionario, es rebelde.
Rebelión significa individual. Para rebelarte no necesitas organizar
un partido, puedes hacerlo solo. Te puedes rebelar solo, por ti mismo.
No se trata de una lucha contra la sociedad, recuerda; se trata simplemente
ir más allá de la sociedad. No es antisocial es asocial;
no tiene nada que ver con la sociedad. No es en contra de la esclavitud,
es a favor de la libertad; libertad para ser.
Fíjate en tu vida sin ir más lejos. ¿Eres un hombre
libre? No lo eres: hay mil y una fronteras que te rodean. Puede que no
las quieras mirar, resultan muy embarazosas; puede que no las quieras reconocer,
duelen. Pero eso no cambia la situación: tú eres un esclavo.
Para moverte en la dimensión del Tantra tendrás que reconocer
tu esclavitud. Está muy profundamente arraigada; hay que abandonarla,
y ser consciente de ella te ayuda a abandonarla.
No sigas calmándote a ti mismo, no sigas consolándote
a ti mismo, no sigas diciendo: «Todo está bien». No
lo está; no está bien, toda tu vida no es más que
una pesadilla. ¡Te has dado cuenta de ello! No hay poesía,
ni canción, ni danza, ni amor, ni oración. No hay celebración.
¿Alegría?: es sólo una palabra en el diccionario.
¿Bendición?: sí, has oído hablar de ello, pero
no lo has conocido. ¿Dios?: en los templos, en las iglesias. Sí,
la gente habla de él. Los que hablan, no saben; los que escuchan,
no saben. Todo lo que es hermoso parece no tener sentido, y todo lo que
no tiene sentido parece ser muy, muy importante.
Un hombre que va acumulando dinero piensa que está haciendo
algo muy importante. La estupidez humana es infinita. Se consciente de
ella, destruirá toda tu vida; a través de los siglos ha destruido
las vidas de millones de personas. Agárrate a tu consciencia; es
la única posibilidad de deshacerse de la estupidez.
Antes de entrar en el sutra de hoy, hay que entender algo acerca del
mapa del Tantra de la consciencia interior. Ya os he hablado un poco acerca
de ello; hay que decir unas cuantas cosas más.
Primero: el Tantra dice que ningún hombre es solamente hombre
y que ninguna mujer es solamente mujer. Cada hombre es las dos cosas, hombre
y mujer, lo mismo que cada mujer es mujer y hombre. En Adán hay
Eva, y en Eva hay Adán. De hecho nadie es solamente Adán
y nadie es solamente Eva, somos Adán-Evas. Esta es una de las mayores
revelaciones que se hayan alcanzado jamás.
La psicología profunda moderna se ha dado cuenta de ello, lo
llama bisexualidad. Pero el Tantra lo ha conocido y predicado durante por
lo menos cinco mil años. Y es uno de los mayores descubrimientos
del mundo, porque con esta comprensión puedes moverte en dirección
a tu interior. ¿Por qué se enamora un hombre de una mujer?:
porque él lleva una mujer dentro de sí, de no ser así
no se enamoraría. ¿Y por qué te enamoras de una determinada
mujer? Hay miles de mujeres, ¿pero por qué, de repente, una
determinada mujer se vuelve más importante para ti?, como si todas
las mujeres hubieran desaparecido y esa fuera la única mujer en
el mundo ¿Por qué? ¿Por qué te atrae un determinado
hombre? ¿Por qué a primera vista de repente algo hace tilín?
El Tantra dice: Tú llevas una imagen de una mujer dentro de ti,
una imagen de un hombre dentro de ti. Cada hombre lleva una mujer y cada
mujer lleva un hombre. Cuando alguien en el exterior encaja con tu imagen
interior, te enamoras; ese es el significado de enamorarse.
Tú no lo comprendes, tú simplemente te encoges de hombros
y dices: «ha ocurrido». Pero hay un mecanismo sutil en ello.
¿Por qué ocurrió con una determinada mujer?, ¿por
qué no con otras? De alguna manera encaja con tu imagen interior,
de alguna forma la mujer exterior es similar. Algo golpea de lleno en tu
imagen interna. Sientes: «Esta es mi mujer», o «Este
es mi hombre»; este sentimiento es el amor. Pero la mujer exterior
no va a satisfacer, porque ninguna mujer exterior va a encajar completamente
con tu mujer interior. La realidad no es así para nada. Puede que
ella encaje un poco; existe una atracción, un magnetismo, pero tarde
o temprano se desgastará. Pronto reconocerás que hay mil
y una cosas de esa mujer que no te gustan. Para llegar a darse cuenta de
esas cosas se necesita un poco de tiempo.
Al principio estarás encaprichado. Al principio habrá
una gran similitud, te desbordará. Pero poco a poco irás
viendo que hay mil y una cosas, detalles de la vida, que no encajan; irás
viendo que sois extraños, desconocidos. Sí, todavía
la amarás, pero el amor ya no tendrá tanta intensidad, la
visión romántica desaparece. Y también ella reconocerá
que hay algo en ti que la atrae, pero que tu totalidad ya no la atrae.
Es por eso que cada marido trata de hacer cambiar a su esposa y cada esposa
trata de hacer cambiar a su marido. ¿Qué están tratando
de hacer? ¿Por qué? ¿Por qué una mujer trata
de hacer cambiar constantemente a su marido? ¿Para qué? Ella
se ha enamorado de ese hombre, ¿por qué inmediatamente empieza
a hacer cambiar a ese hombre? Ahora se ha dado cuenta de las diferencias;
ella quiere tomar sólo algunas partes de ese hombre para que encaje
completamente con su idea de un hombre. Y el marido también lo intenta;
no tanto, no tan testarudamente como la mujer, porque el marido se cansa
muy pronto; la mujer mantiene más tiempo la esperanza.
La mujer piensa: «Hoy, mañana o pasado mañana;
algún día le haré cambiar...». Lleva casi veinte,
veinticinco años reconocer el hecho de que no puedes hacer cambiar
al otro. A los cincuenta, cuando la mujer ya ha pasado su menopausia y
el hombre también, cuando se están haciendo viejos, entonces,
poco a poco, se van dando cuenta de que nada ha cambiado. Lo han intentado
duramente, lo han intentado de todas las formas posibles... la mujer sigue
igual y el hombre sigue igual. Nadie puede cambiar a nadie. Esta es una
gran experiencia a la que hay que llegar, una gran comprensión.
Por eso las personas maduras se vuelven más tolerantes: saben
que no se puede hacer nada. Por eso adquieren más gracia: saben
que las cosas son como son. Por eso las personas mayores adquieren más
aceptación. Las personas jóvenes viven muy enfadadas, sin
aceptación; quieren cambiarlo todo, quisieran hacer el mundo como
les gustaría que fuera. Luchan duramente, pero nunca ha ocurrido.
No pude ocurrir, no está en la naturaleza de las cosas. El hombre
exterior no puede encajar nunca con tu hombre interior y la mujer exterior
no puede ser nunca en absoluto igual que tu mujer interior. Por eso el
amor da placer y también dolor, el amor da felicidad y también
infelicidad. Y la infelicidad es mucho mayor que la felicidad.
¿Qué propone el Tantra acerca de esto? ¿Qué
hay que hacer entonces? El Tantra dice: No hay forma de ser satisfecho
por lo exterior; tendrás que entrar hacia adentro. Tendrás
que encontrar a tu mujer interior y a tu hombre interior, tendrás
que llegar a una relación sexual interior. Esa es una gran contribución.
¿Cómo puede ser? Intenta comprender este mapa. He hablado
de los siete chakras, de la fisiología del Yoga-Tantra. En el hombre,
el muladhar es masculino y el swadhishthan es femenino. En las mujeres
el muladhar es femenino y el swadhishthan es masculino, y así sucesivamente.
En los siete chakras, hasta el sexto, la dualidad se mantiene; el séptimo
es no-dual.
Dentro de ti hay tres pares: muladhar-swadhishthan tienen que casarse.
Manipura-anahata tienen que casarse. Vishuddha-agya tienen que casarse.
Cuando la energía se mueve en el exterior, necesitas una mujer
en el exterior. Tienes un corto vislumbre durante un momento, porque el
coito con una mujer exterior no puede ser permanente, sólo puede
ser momentáneo. Por un simple instante podéis perderos el
uno en el otro. De nuevo sois arrojados a vosotros mismos, y arrojados
con una venganza. Por eso cada vez que hacéis el amor después
viene una cierta frustración: has fracasado de nuevo, no ha ocurrido
como a ti te hubiera gustado que ocurriera. Sí, has llegado a una
cumbre, pero incluso antes de que te hayas dado cuenta empieza el declive,
la caída. Antes de alcanzar la cumbre, el valle. Antes de encontrarte
con la mujer o el hombre... la separación. El divorcio viene tan
pronto con el matrimonio que es frustrante. Todos los amantes son gente
frustrada: tienen muchas esperanzas, tienen esperanzas en contra de sus
experiencias, esperan una y otra vez; pero no se puede hacer nada. No se
pueden destruir las leyes de la realidad. Tienes que comprender esas leyes.
El encuentro exterior sólo puede ser momentáneo, pero
el encuentro interior puede volverse eterno. Y cuanto más alto llegues
más eterno se puede volver. El primer chakra, el muladhar, en el
hombre es masculino. El Tantra dice: incluso mientras estés haciendo
el amor con una mujer en el exterior recuerda el interior. Haz el amor
con la mujer exterior, pero recuerda el interior. Deja que tu consciencia
se mueva al interior. Olvídate por completo de la mujer exterior.
En el momento del orgasmo olvida por completo a la mujer o al hombre. Cierra
los ojos y permanece en el interior, y deja que sea una meditación.
No pierdas la ocasión cada vez que se remueva la energía.
Ese es el momento en el que puedes tener un contacto; un viaje interior.