Conversación con A.H. Almaas (*)

(1ª Parte)


Enneagram Monthly: Puesto que su enfoque del trabajo con el Eneagrama es diferente del de todos los otros enseñantes del Eneagrama, ¿puede ofrecernos una visión general del mismo?

A.H. Almaas: Sí. Como el Eneagrama es parte de una enseñanza más amplia usada en la escuela Ridhwan, sólo lo empleamos en ciertas fases de nuestro trabajo. Parece ser que el Eneagrama funciona muy bien en esos momentos específicos. Por ejemplo, el Eneagrama de las Fijaciones es muy útil en las fases iniciales, para que la gente aprenda acerca de su carácter y sus tendencias básicas de personalidad, y para ayudarla en su orientación y auto-observación. El hecho de tener un buen mapa como el Eneagrama ayuda a orientar a la gente.

EM: ¿En qué fase lo introduciría?

AHA: Normalmente, no lo introducimos justo al principio. Sería después de unos tres meses de trabajo, al establecer nuestras prácticas básicas. Introducimos los arquetipos del Eneagrama cuando los estudiantes tienen esta orientación.

EM: ¿Cuáles son algunas de las primeras "prácticas básicas" que realizan?

AHA: Lo que hacemos, básicamente, es un trabajo espiritual. Usamos herramientas psicológicas para apoyar el trabajo espiritual. Así que, al principio, enseñamos a la gente a meditar, la conciencia, y las prácticas de auto-exploración; todos ellos elementos básicos de nuestro trabajo. Les orientamos y luego empezamos a estudiar la personalidad o la estructura del ego, y para ello, usamos el Eneagrama como una de las herramientas principales. Es decir, el Eneagrama de las Fijaciones. Invertimos nueve meses o más estudiándolo. No sólo estamos interesados en que las personas aprendan sobre su arquetipo, sino en trabajar realmente con él investigando en ellas mismas, realizando ejercicios, de forma que empiecen a verlo en sus vidas y vivir con esa conciencia.

Esa es una fase en la que trabajamos con el Eneagrama. Algunos años más tarde, hay otra fase en la que volvemos a trabajar con el Eneagrama, después de que han hecho mucho más trabajo con ellos mismos y empiezan a conectar y conocer su naturaleza esencial, o espiritual. En ese momento, digamos después de cinco o seis años de intenso trabajo consigo mismos, nos centramos en los Eneagramas de las Pasiones y de las Virtudes. Para entonces, los estudiantes tienen suficiente experiencia, suficiente comprensión de ellos mismos, para empezar a ver sus resistencias, impurezas y apegos: las diversas tendencias que les hacen seguir manteniendo orientaciones superficiales. Es ahí donde encontramos que el trabajo con las pasiones y las virtudes es muy útil. Trabajamos con las pasiones ya que reflejan y están relacionadas con las virtudes, y usamos ese trabajo como proceso de purificación de la conciencia personal, una forma de purificar el alma.

EM: ¿Y cree que se necesitan cinco años para que la gente esté preparada para ello?

AHA: Sí. No enseñamos esto hasta después de haber trabajado aproximadamente cinco o seis años.

EM: ¿Por qué es un proceso tan largo?

AHA: ¡Porque es mucho trabajo! ¡La purificación no es algo insignificante o fácil! Y la mayoría de la gente no lo comprende y no lo quiere hacer.

EM: También podríamos preguntar "¿por qué tan breve?"

AHA: Correcto. La mayoría de la gente no está orientada de esa manera. Trabajar realmente en purificarse del apego es una empresa de envergadura. Una tercera fase del trabajo con el Eneagrama es la enseñanza sobre las Ideas Sagradas. Esta es la enseñanza del Eneagrama que se ha desarrollado de forma única en el contexto del Enfoque del Diamante ® y es la base de mi nuevo libro, Facetas de la Unidad. En esta fase, las Ideas Sagradas son particularmente útiles para ayudar al alma en la transición de la perspectiva de una conciencia individual a la visión más universal y objetiva de la realidad. De forma que es así como utilizamos generalmente el Eneagrama como parte de lo que hacemos. Como puede ver, no es una parte principal del Enfoque del Diamante.

EM: En beneficio de nuestros lectores, y para comprender la terminología, ¿puede recapitular en tan solo algunos párrafos cómo está esctructurada la naturaleza de la mente, la naturaleza del ego o la naturaleza del alma? ¿Podría describir cuál es el estatus de un ser humano normal (dónde estamos y dónde deberíamos estar) y luego hablar sobre cómo llegar ahí?

AHA: Empezamos como alma sin formar, que no tiene mucha estructura o ego. Pero cuando nos desarrollamos y maduramos a través de la infancia, tenemos experiencias e interactuamos y tratamos con cosas, y en ese proceso, nuestra alma desarrolla lo que llamamos una estructura egótica. De esta manera, el alma se vuelve estructurada y modelada en lo que se denomina carácter o personalidad. Esto sucede la mayoría de veces a través de cierto tipo de impronta mental de experiencias e interacciones. De ahí surge un sentido del yo o de identidad, basado en una imagen que desarrollamos nosotros mismos de las impresiones pasadas. Esta identidad es una especie de auto-concepto que es una constelación, una integración de muchas experiencias e impresiones.

Así que desarrollamos una auto-imagen que se convierte en la lente a través de la cual nos miramos a nosotros mismos, y miramos las experiencias del alma y de la vida en general. Esta imagen se convierte en un intermediario que estructura y modela nuestras experiencias según nuestra personalidad, o yo egótico. Ese es el desarrollo normal del alma, que también es el desarrollo del ego, y le sucede a todo el mundo. Desarrollamos una imagen que estructura nuestra experiencia y le da un sabor específico. El sabor general, el carácter general de nuestra estructura, puede ser comprendido a través del Eneagrama de las Fijaciones, que describe los sabores específicos de los nueve arquetipos.

En términos de trabajo espiritual, ese tipo de desarrollo, a pesar de ser natural y suceda a todo el mundo, nos desconecta de nuestra naturaleza esencial o espiritual. Esto es porque la naturaleza espiritual es, básicamente, la experiencia inmediata de nosotros mismos sin la mente; mientras que el resultado del desarrollo del ego es que acabamos por observar nuestras experiencias a través de nuestras mentes y memorias. De forma que, debido a la misma naturaleza de este desarrollo de personalidad o ego, nos distanciamos de toda naturaleza espiritual, de lo que es libre en nosotros, de lo que es la fuente de la realización y maduración real.

En la edad adulta, nos reconocemos como persona con carácter, con una personalidad, y si seguimos investigando, podemos ver que nos experimentamos en gran medida a través de la mente. A pesar de estar todavía experimentando nuestra alma, que es nuestra conciencia de experimentación, la experimentamos a través de la mente, que es el resultado de todas las experiencias almacenadas del pasado, estructuradas mediante los arquetipos egóticos.

De forma que el trabajo consiste en ver ese filtro, esa imagen, ese patrón de la personalidad, y ser capaces de liberarlo para poder experimentarnos de forma más inmediata, más directa, sin el medio mental. Cuando experimentamos eso, experimentamos más directamente nuestra naturaleza espiritual como "presencia". Sentimos que estamos presentes, aquí, y luego puede darse el sentido de plenitud, autenticidad, realidad y verdad. Eso inicia el proceso espiritual.

EM: ¿Dónde encaja la palabra "esencia"?

AHA: Utilizo la palabra "esencia" para referirme a la verdadera naturaleza del alma, o nuestra verdadera naturaleza. Significa nuestra naturaleza espiritual. Es la esencia del alma, porque si penetramos lo más profundamente posible en el alma para encontrar cuál es su naturaleza subyacente, cuál es su verdadera realidad, eso es lo que encontraremos.

EM: ¿Se está en la esencia cuando se está conectado a las Ideas Sagradas?

AHA: Sí. La esencia y las Ideas Sagradas están conectadas puesto que las Ideas Sagradas no son sólo ideas mentales. La esencia es la naturaleza del alma. Pero con el tiempo, se descubre que la esencia no es sólo la naturaleza del alma, es la naturaleza de todo, la naturaleza de toda realidad. Y cuando se vé toda la realidad en su esencia, esa realidad tiene patrones o características principales, y estas son las que denomino Ideas Sagradas.

Por ejemplo, la idea del punto Ocho, la Verdad Sagrada, es que la realidad como un todo comprende una unidad indivisible, una total no-dualidad entre la verdadera naturaleza y el universo. La Idea Sagrada del arquetipo Cinco es la omnisciencia o la transparencia, lo que significa que el alma individual o ser humano es inherentemente inseparable de esta unidad. Cada uno de nosotros es una célula en esta realidad indivisible. Desde un punto de vista convencional o fijado, la realidad está compuesta de objetos discretos y somos entidades separadas, y absolutamente autónomas, el preciso opuesto de estas Ideas Sagradas. Así que las Ideas Sagradas revelan los patrones reales y objetivos de la realidad, mientras que las fijaciones son distorsiones de dichos patrones.

EM: En su libro hay una frase hermosa: "La Idea Sagrada es el arquetipo en el centro de un grupo complejo y emocionalmente cargado de ideas e imágenes." Realmente expresa su conexión con la personalidad.

AHA: Sí, la Idea Sagrada está en el corazón de la personalidad. Esta comprensión, que es una parte importante del libro, es que la fijación del arquetipo egótico tiene, en su profundidad, un corazón psicológico. Ese corazón tiene un centro, y el centro de ese corazón es la Idea Sagrada que otorga las características al arquetipo que hacen del mismo un arquetipo específico.

EM: ¿Es necesariamente una idea positiva, o puede ser una idea destructiva y negativa?

AHA: Las Ideas Sagradas son todas positivas porque son realidades espirituales puras. Pero claro, la manera en que la Idea Sagrada está en el centro de la personalidad es por su ausencia, por su errónea comprensión. En otras palabras, en el corazón de la personalidad hay una especie de ilusión. La ilusión tiene que ver con el no reconocimiento o entendimiento de esa Idea Sagrada específica. Así que sí, el núcleo de la fijación es en cierto sentido negativo, o algo que es una manifestación de la ignorancia.

EM: ¿Y eso genera una ilusión específica?

AHA: Pongámoslo así. Cuando no comprendemos una Idea Sagrada específica, cuando no la experimentamos o no podemos estar conectados a ella, nos quedamos con algo así como su opuesto, o su ausencia, que es una ilusión específica. Entonces, esta ilusión opera como el centro de la personalidad, dándole sus características. De forma que la ilusión está conectada a la Idea Sagrada en el sentido de que refleja la ausencia de esta Idea Sagrada específica.

EM: Antes de continuar con eso, tengo una pregunta sobre algunas ilusiones específicas. Puesto que la Idea Sagrada del [punto] Uno es la perfección, cuando se pierde el contacto con eso, esto genera una ilusión específica de 'corrección localizada'. ¿Qué entiende por 'localizada'?

AHA: Localizada significa que existe en algunos lugares y en otros no, que existe en algunos momentos y no en otros. Está localizado en el tiempo y en el espacio. Por ejemplo, la Idea Sagrada del punto Nueve, el Amor Sagrado, no es el hecho de que hay amor real, sino que el amor es la naturaleza de la realidad como fundamento subyacente a todo y en todas partes. De forma que si no se reconoce que el amor está en todas partes, se pensará que está en algunos lugares pero no en otros.

EM: ¿Podemos repasar la progresión de un arquetipo que pierde contacto con la Idea Sagrada, resultando en la ilusión específica, que genera la dificultad específica y luego la reacción específica?

AHA: La ilusión es una perspectiva mental sobre la experiencia que colorea nuestras diversas experiencias. Así que cuando perdemos contacto con nuestro fundamento, con nuestra naturaleza esencial o espiritual, experimentamos una pérdida de sostén, una pérdida de apoyo y cuidado. Es esa experiencia la que denominamos dificultad específica. Es como si se perdiera el suelo bajo los pies. Ha desaparecido algo que te estaba sosteniendo, apoyando, haciéndote sentir que se está cuidando de todo y que todo está a salvo. Cada arquetipo lo experimenta de forma diferente. Luego, hay una reacción a eso, para evitarlo, para esconderse de ello, o para defenderse de ello para afrontarlo.

Un ejemplo claro podría ser el punto Uno. Cuando experimentamos la Idea Sagrada de la perfección, hay un sentido de corrección en todas partes, con todo. Cuando se pierde, perdemos el sentido interior de sostén, de sostén espiritual, de que el universo nos sostiene y nos cuida. Primero experimentamos la ilusión que surge de ello, que es que en alguna parte hay incorrección, que la corrección y la perfección no están en todas partes. Esto se manifiesta en nuestra dificultad específica de sentir que hay algo en nosotros que no va bien. El engaño es la ilusión de lo correcto y lo incorrecto, de que existe algo así como lo correcto y lo incorrecto. Desde la perspectiva espiritual, lo correcto y lo incorrecto no es algo último, más bien es algo superficial. Así que lo correcto y lo incorrecto es la ilusión, y eso colorea nuestra experiencia. Cuando sentimos la ausencia de sostén, la ausencia de cuidado, experimentamos que hay algo en nosotros que no va bien. Y, luego, claro, la reacción es que intentamos ser correctos, intentamos ser buenos, lo que se convierte en el núcleo que luego modela el resto de la personalidad a medida que se desarrolla.

EM: Ha relacionado algo de esto con las relaciones objeto y cómo se desarrolla cuando se es niño. Para aquellos de nosotros sin una noción de la psicología evolutiva, ¿podría describir en qué consiste esa teoría de las relaciones objeto?

AHA: En el Enfoque del Diamante no sólo utilizamos la teoría de las relaciones objeto con el Eneagrama sino en nuestros diversos cursos y enseñanzas. La idea es que la personalidad, o el ego, siempre se desarrolla en la infancia en el contexto de las relaciones con otros. La relación del niño con los padres, por ejemplo, es el crisol donde se desarrolla la identidad del niño y su imagen de sí mismo. Esa es la idea básica. Esas interacciones son interiorizadas en la mente como imágenes. Cuando son interiorizadas en la mente, se denominan relaciones-objeto. Nuestra estructura interna está siempre basada en el sentido del yo que tenemos dentro, que se está relacionando con un sentido del otro, como una madre o un padre, o más tarde, puede ser cualquier persona en nuestras vidas.

EM: ¿O todo el entorno?

AHA: Puede aplicarse a eso, y a todo el mundo. Se aplica a todo, pero los padres son lo más importante.

EM: Una vez que te pillas en la ilusión, dificultad o reacción, ¿qué haces? ¿Cómo consuelas ese atenuado sentido del yo, o lo que surja?

AHA: Empiezas a trabajar con ello. Primero, sólo trabajamos con el arquetipo del ego en sí, la fijación y todo su entendimiento y conocimiento a través de la auto-observación.

Todo el sistema del Eneagrama se articula sobre la noción de que hay, fundamentalmente, nueve tipos de personalidades. El arquetipo no indica simplemente el Eneagrama de las Fijaciones, puesto que este Eneagrama sólo es una manifestación de los arquetipos. El Eneagrama de las Fijaciones describe básicamente los patrones, las actitudes, y las tendencias del arquetipo ilusionado y fijado, así como el Eneagrama de las Pasiones describe las principales tendencias emocionales de los arquetipos fijados. De todas formas, otros Eneagramas, como el Eneagrama de las Virtudes, describen los arquetipos no fijados o no ilusionados. Esto significa que el arquetipo es algo más básico que la fijación; la fijación es lo que sucede al arquetipo cuando se ilusiona y cae de la gracia al ego. Este es el motivo por el cual cuando una persona se libera de la fijación, no cambia de arquetipo; la propia experiencia es simplemente descrita en más detalle por los Eneagramas más elevados, como los de las Ideas Sagradas y Virtudes.

Aunque por parte de diferentes escuelas y autores pueda haber variaciones en la descripción de los arquetipos fijados, esto puede ser o bien un reflejo de diferentes marcos focales, o imprecisiones. Esto es porque se supone que el Eneagrama es un mapa objetivo, algo que puede ser descubierto y no algo creado por alguien.

Empezamos nuestro trabajo con el reconocimiento y el aprendizaje de los patrones de las fijaciones, el nivel ilusionado de los arquetipos. Llegamos a reconocer esos patrones y vemos cómo son, cómo nos afectan, cómo afectan nuestras acciones, nuestras vidas, aprendiendo sus dinámicas, cómo surgen de la infancia. Eso es mucho trabajo. Cuando ese trabajo se profundiza, en algún momento, llegamos al lugar de reconocimiento de la reacción específica, es decir, cómo reaccionamos a las dificultades. Cuando reconocemos la reacción específica, se hace posible reconocer la dificultad específica, que es normalmente algo que hemos evitado largamente. Si es una dificultad del corazón, no queremos experimentarla, porque es un lugar vulnerable, es demasiado doloroso. La idea es reconocerlo y experimentarlo, que es el principio para liberarse de ello. Reconocer la reacción y la dificultad específica conlleva, lógicamente, nuestra historia de la infancia, y cómo sucedió la pérdida de sostén. Esto es por lo que, en el libro, la primera parte trata el sostén. Es necesario que el trabajo con el sostén sea anterior al trabajo con las Ideas Sagradas.

Luego, cuando experimentamos y reconocemos la reacción, cuando reconocemos experimentalmente la dificultad específica, se hace posible reconocer la ilusión específica. Esto es porque la reacción y la dificultad están basadas en una postura mental específica. Desafiando básicamente esta postura mediante la experimentación, el trabajo con la misma, y la investigación, en algún momento empezamos a ver verdaderamente que, primero, es una ilusión, no es verdadero; y segundo, que es una perspectiva que hemos desarrollado. Y cuando reconocemos esto, se vuelve más fácil conectar con la Idea Sagrada que se había perdido.

En nuestro trabajo, también introducimos directamente la Idea Sagrada y trabajamos con ella mediante prácticas espirituales. En realidad, aprender sobre la Idea Sagrada y experimentarla se convierte en lo único que puede hacer desvanecer la ilusión. En otras palabras, creemos en la ilusión hasta que conocemos la Idea Sagrada.

EM: Y¿hay prácticas específicas para cada una de las Ideas Sagradas?

AHA: Hay práticas generales para todas las Ideas Sagradas. Y se puede tomar una de las Ideas y trabajar con ella de forma específica.

EM: ¿Puede poner un ejemplo?

AHA: Por ejemplo, la Idea de la Perfección Sagrada, de que existe una corrección de la existencia, en general. No es fácil llegar ahí y, por lo tanto, requiere el desarrollo esencial básico en nuestro trabajo. Esto es por lo que digo que usamos el Eneagrama meramente como una parte de nuestro trabajo, porque, aparte del Eneagrama, realizamos mucho trabajo para conectar con nuestra esencia. Es en el desarrollo del trabajo que hacemos con la esencia -meditaciones, cantos, visualizaciones y todo tipo de procesos- que se desarrolla, profundiza y expande la experiencia de la esencia, hasta que impregna y reporta la experiencia de todo nuestro entorno; entonces, todo el mundo es visto desde la perspectiva de la esencia. Cuando esto empieza a suceder, se nos hace posible reconocerlo desde la perspectiva del Eneagrama o cualquier cosa similar, puesto que es una experiencia espiritual sin la mente como intermediario. Entonces, cuando la realización espiritual se relaciona con la ilusión, cuando se juntan ambas, el contraste muestra en qué medida se es una ilusión.

EM: ¿Y eso permite que la ilusión se disperse?

AHA: Cuando se reconoce una ilusión como ilusión, es difícil mantenerla.

EM: De todas las Ideas Sagradas, he tenido realmente dificultades para comprender la Cuatro, el Origen Sagrado. Entiendo que hay una sensación de sentirse conectado a la fuente, o a nuestro yo superior. ¿Podría explicar lo que es el Origen Sagrado?

AHA: La idea es que todo procede de una fuente, y que nuestra naturaleza espiritual, naturaleza esencial, o Dios, o como se quiera llamar, es realmente la fuente de toda existencia, todas las formas, todas las manifestaciones, incluyendo el alma. Es la fuente y el origen de nuestro cuerpo, nuestra mente, todo. Cuando se reconoce esto, que tenemos una fuente, y se reconoce lo que es la fuente, y uno se siente conectado a ella, es cuando experimentamos el Origen Sagrado. La mayoría de las personas piensan, por ejemplo, que su fuente es su madre y su padre, cuando, en realidad, nuestra fuente es mucho más fundamental que eso.

EM: Todas las Ideas Sagradas son algo que todo el mundo tiene, pero cada individuo estaría más influenciado por una de ellas.

AHA: Sí, tendemos a ser más sensibles a, o a estar más influenciados por, una de ellas. Pero, en definitiva, las tenemos todas porque todas son perspectivas de la misma realidad. Como ángulos de experimentación de lo mismo.

Próximamente: 2ª parte.


(*) Artículo publicado en © Enneagram Monthly, Junio 1999, Edición 51.

(**) A.H. Almaas es el seudónimo de A. Ameed Ali. Nacido en Kuwait, posee una formación como físico, matemático y psicólogo. A lo largo de los últimos veinticinco años ha creado y desarrollado el Enfoque del Diamante, un camino de despertar que aúna el trabajo con la personalidad y la espiritualidad. En 1975 fundó la Escuela Ridhwan en Boulder, Colorado y Berkeley, California. Es autor del libro “Facetas de la Unidad” publicado por la editorial Los Libros de La Liebre de Marzo.

Traducción de Claudia Melissen.