Las
enseñanzas
del
Buda
fueron
preservadas
en
India
en
una
forma
completa
alrededor
de
unos
mil
quinientos
siglos
hasta
la
llegada
de
los
invasores
musulmanes
a
principios
del
siglo
XI.
Fue
la
mano
de
la
espada
islámica
la
que
casi
destruyó
el
Budismo
en
el
subcontinente.
Afortunadamente,
todas
las
enseñanzas
para
alcanzar
la
iluminación
fueron
llevadas
al
Tíbet
alrededor
de
los
años
770
D.C.
por
los
maestros
Santaraksita
y
Gurú
Rinpoche
antes
que
ellas
desaparecieran
casi
por
completo
de
India,
la
tierra
de
su
origen.
Bajo
la
guía
del
gran
rey
de
Tíbet,
Trisong
Deutsen
"La
Tierra
de
las
Nieves",
se
convirtió
en
un
pilar
de
la
práctica
budista
para
el
año
792
D.C.
Sin
embargo,
este
exitoso
establecimiento
del
Budismo
en
Tíbet
no
duró.
Luego
de
asumir
el
poder
en
836
D.C.,
el
Rey
Langdarma
virtualmente
desapareció
el
budismo
del
país.
El
restablecimiento
del
Budismo
en
Tíbet
ocurrió
en
gran
medida
gracias
a
Marpa,
el
gran
traductor
de
Lhodrak.
Este
gran
maestro
establecería
el
gran
ejemplo
de
combinar
un
estilo
de
vida
budista
laico
libre
y
abierto
con
la
poderosa
visión
del
yogui.
Marpa
nació
en
1012
en
el
sur
del
Tíbet
en
una
pudiente
familia
campesina.
Durante
su
vida,
Marpa
realizó
tres
largos
e
inseguros
viajes
a
India
durando
12,
6
y
3
años
respectivamente.
En
cada
ocasión
él
trajo
de
regreso
los
profundos
métodos
tántricos
y
enseñanzas
de
Buda,
espigados
de
una
amplia
batalla
de
adeptos
masculinos
y
femeninas
indios
budistas.
El
más
conocido
entre
estos
fue
el
yogui
Naropa,
quien
previamente
había
abdicado
a
su
posición
como
un
aclamado
abad
y
maestro
de
intelecto
de
la
famosa
universidad
de
Nalanda
en
India.
Naropa,
tras
la
inspiración
de
un
horrible
anciano
arrugado
se
marchó
para
hacerse
estudiante
de
un
desconocido
y
extravagante
maestro,
el
feroz
yogui:
Tilopa.
Como
un
niño
Marpa
había
sido
agresivo
e
impaciente.
Temiendo
lo
peor,
sus
padres
lo
enviaron
lejos
a
la
edad
de
doce
años
a
estudiar
el
dharma,
el
equivalente
de
ser
embarcado
a
un
internado
extranjero
para
asegurar
la
preservación
de
la
paz
en
el
hogar.
Marpa
llegó
al
valle
occidental
Nyugu
en
Tíbet
para
estudiar
con
un
conocido
traductor
llamado
Drogmi.
Luego
de
tres
años
de
intensos
estudios
budistas,
Marpa
había
dominado
numerosos
dialectos
indios,
pero
se
dio
cuenta
que
necesitaba
una
considerable
instrucción
adicional
si
sus
aspiraciones
espirituales
esperaban
dar
algún
fruto.
Marpa
buscó
en
la
India
por
las
enseñanzas
que
pudieran
darle
una
experiencia
directa
mas
allá
de
una
filosofía
meramente
intelectual.
Él
pidió
por
esto
y
recibió
una
generosa
herencia
de
su
padre
y
la
convirtió
toda
en
oro.
Luego
de
una
exhaustiva
jornada
a
través
de
los
altos
pasos
montañosos,
planicies
y
ríos
Himalayas
Marpa
llegó
a
Katmandú,
Nepal,
en
el
paraje
de
la
Estupa
Swayambhu.
Aquí,
Marpa
y
su
compañero
de
viaje
"Nyo"
se
pararon
a
descansar.
Marpa
se
hizo
amigo
de
Chiterpa
y
Paindapa,
dos
lamas
locales
nepaleses,
estudiantes
del
gurú
indio:
Naropa.
Tras
oír
sobre
Naropa,
profundos
recuerdos
brotaron
en
Marpa
y
su
excitación
se
hizo
tan
intensa
que
el
vello
en
su
cuerpo
se
erizó.
Chiterpa
y
Paindapa
le
pidieron
quedarse
en
Katmandú
mientras
su
cuerpo
se
adaptaba
al
calor
sofocante
de
la
baja
latitud.
Marpa
fue
iniciado
en
todas
las
prácticas
de
meditación
que
este
par
pudo
compartir
con
él
y
lo
exhortaron
a
que
personalmente
visitara
a
Naropa,
al
cual
se
referían
como
un
"Segundo
Buda".
Luego
de
tres
años
en
Katmandú,
Marpa
partió
a
India
para
buscar
él
mismo
a
Naropa.
Llevaba
consigo
una
carta
introductoria
de
sus
amigos
nepaleses.
Nyo,
desconociendo
las
prácticas
ascéticas
de
Naropa,
partió
a
otro
lugar
a
buscar
a
los
gurús
más
famosos
de
India.
Naropa
estaba
lejos
de
Pullahari
cuando
Marpa
llegó
y
se
fue
a
quedar
cerca
con
un
estudiante
de
Naropa
llamado
Prajnasimha.
Antes
que
su
presencia
fuese
dada
a
conocer
al
gurú,
un
mensaje
de
Naropa
llegó:
"Hay
un
budista
tibetano
quedándose
con
ustedes,
tráiganlo
a
Pullahari".
Ese
fue
un
encuentro
emocionante
que
aparentemente
había
sido
aparentemente
profetizado
hacía
tiempo
por
el
propio
gurú
de
Naropa:
Tilopa.
Naropa,
feliz
de
recibir
al
futuro
sostenedor
de
su
linaje,
le
cantó
a
su
hijo
espiritual:
"De
acuerdo
con
la
profecía
del
Gurú
[Tilopa]
mi
hijo,
el
notable
recipiente
Marpa
Lodro,
Desde
la
nevada
tierra
del
norte,
Es
bienvenido
a
asumir
la
regencia."
De
Naropa,
Marpa
recibió
la
iniciación
en
el
mandala
de
Hevajra,
un
aspecto
de
la
meditación
para
alcanzar
la
iluminación.
Este
aspecto,
encarnaba
la
unión
gozosa
entre
un
Buda
masculino
y
uno
femenino,
transforma
los
apegos
y
el
placer
de
los
sentidos
en
una
profunda
realización
en
la
bienaventuranza
y
la
naturaleza
sin
forma
de
la
mente.
Marpa
se
quedó
cerca
de
Naropa
meditando
en
este
aspecto
Buda
por
un
año.
Signos
excepcionales
de
desarrollo
surgieron
en
su
mente,
acompañados
de
la
aparición
de
profunda
intuición
y
destellos
internos.
Marpa
fue,
entonces,
enviado
por
Naropa
a
recibir
mas
enseñanzas
tántricas
del
gurú
Jnanagarbha
y
otros
maestros
calificados
que
habían
alcanzado
los
siddhis
(poderes
iluminados)
de
la
realización.
Naropa
envió
a
Marpa
al
sur
de
la
India
a
buscar
al
famoso
Mahasiddha,
Kukkuripa.
Luego
de
dos
arduas
semanas
de
viaje
durante
el
cual
estuvo
constantemente
seguido
por
dos
aves,
Marpa
finalmente
llegó
a
una
isla
en
el
centro
de
un
lago
volcánico
venenoso.
El
acercamiento
final
a
esta
desolada
isla,
hogar
del
evasivo
gurú,
fue
un
nado
a
muerte.
Tras
llegar
al
salubre
lugar,
el
cielo
diurno
se
volvió
denso
con
nubes
negras,
tanto
alumbraban
los
rayos
e
inundaba
de
lluvia,
como
nieve
caía
del
cielo.
El
sonido
de
los
constantes
truenos
asustó
tanto
a
Marpa
que
comenzó
a
preguntarse
si
él
todavía
estaría
vivo
o
en
algún
estado
después
de
la
muerte.
Después
de
una
búsqueda
considerable,
Marpa,
eventualmente,
encontró
al
extraño
y
excéntrico
gurú,
cubierto
completamente
con
las
plumas
de
un
ave.
Las
primeras
palabras
de
la
boca
de
Kukkuripa
fueron:
"aún
una
ruta
tan
difícil
como
esta
no
los
mantiene
lejos
de
aquí
a
ustedes
tibetanos
nariz
chata
".
Marpa
le
explicó
a
su
bizarro
anfitrión
que
él
había
sido
enviado
por
Naropa
para
recibir
instrucciones
especiales
de
meditación.
Kukkuripa
comenzó
por
soltar
una
gran
invectiva
contra
Naropa,
diciendo:
"Este
tan
llamado
Naropa
no
tiene
un
amplio
aprendizaje.
Un
Mahapandita
sin
experiencia
de
meditación
es
risible".
Finalmente,
tal
como
los
conceptos
de
Marpa
empezaban
a
deshacerse,
Kukkuripa
finalizó
sus
juego
y
felizmente
le
dio
a
Marpa
las
profundas
enseñanzas
que
buscaba.
Esto
reveló
que
las
dos
aves
habían
sido
enviadas
como
protectores
para
asegurarle
a
Marpa
un
viaje
seguro.
Mientras
viajaba
en
la
India
del
sur,
Marpa
repetidamente
hizo
fuertes
deseos
a
Maitripa,
un
sostenedor
del
linaje
de
Nagarjuna
y
el
gran
Brahman
Saraha,
cuya
posterior
encarnación
sería
conocida
como
el
Karmapa.
En
un
sueño,
una
bella
mujer
se
le
apareció
a
Marpa
como
una
mensajera
de
Maitripa,
dándole
fuertes
bendiciones
al
colocarle
una
vasija
en
el
tope
de
su
cabeza.
Él
despertó
sintiéndose
gozosamente
feliz.
En
su
retorno
a
Pullahari
en
el
norte
para
revisar
a
Naropa,
Marpa
fue
alentado
para
buscar
a
Maitripa
en
persona.
Este
gurú
también
vivía
en
un
lugar
inconveniente.
Muchos
de
sus
amigos
disuadieron
a
Marpa
de
proseguir
la
difícil
y
peligrosa
búsqueda
de
Maitripa.
Su
respuesta
hacia
ellos
fue:
"Yo
no
estoy
buscando
riqueza
en
esta
vida,
sea
que
muera
o
no,
yo
debo
buscar
el
Dharma".
Eventualmente
Marpa
encontró
a
Maitripa
sentado
bajo
un
árbol
en
un
monasterio
en
una
alta
montaña
llamada
"Montaña
de
las
Llamaradas
de
Fuego".
Maitripa
jugó
el
papel
de
un
padre
espiritual
en
el
desarrollo
de
Marpa,
casi
tan
significante
como
aquel
de
Naropa.
De
Maitripa,
Marpa
recibió
el
nombre
secreto
Vajracitta
junto
con
la
transmisión
oral
del
Mahamudra,
enseñanzas
de
la
más
alta
realización.
Al
mismo
tiempo
Maitripa
introdujo
a
Marpa
en
los
dohas,
o
canciones
poéticas
espontáneas
para
las
cuales
Marpa
y
su
futuro
estudiante
Milarepa
se
harían
tan
famosos.
Naropa
continuó
enviando
a
Marpa
a
viajes
largospara
recibir
enseñanzas
de
los
diferentes
yoguis
masculinos
y
femeninos,
cada
uno
de
los
cuales
se
sobrepasaba
cualidades
iluminadas
y
quienes
podían
transmitir
las
instrucciones
especiales
del
despertar.
Luego
de
sus
extensos
viajes,
Marpa
se
estableció
para
practicar
meditación
intensiva.
Experiencias
y
realizaciones
especiales
del
insuperable
mantra
secreto
comenzaron
a
surgir
en
su
mente.
En
un
momento
mientras
él
meditaba,
una
gran
felicidad
surgió
por
siete
días,
tan
intensa
que
no
podía
mover
su
cuerpo,
hablar
o
ni
siquiera
tener
un
pensamiento
conceptual.
Durante
los
años
dedicados
a
la
práctica
de
meditación
profunda,
muchos
signos
increíbles
surgieron
tal
como
el
gozo
del
tummo,
el
yoga
del
calor
interno.
Luego
de
doce
años
en
India,
el
oro
de
Marpa
finalmente
se
había
agotado
y
decidió
regresar
a
Tíbet.
Un
gran
festín
fue
arreglado
y
Marpa
se
despidió
de
su
amado
gurú
y
amigos.
Colocando
su
mano
en
la
cabeza
de
Marpa,
Naropa
le
cantó
algunas
instrucciones
de
partida:
"Tú,
Marpa
el
traductor
del
Tíbet!
No
hagas
los
ocho
Dharmas
mundanos
la
meta
de
tu
vida,
No
crees
la
predisposición
en
ti
mismo
o
en
los
demás
de
codicia
y
fijación,
No
difames
a
amigos
o
enemigos,
No
distorsiones
los
caminos
de
otros,
El
aprendizaje
y
la
contemplación
son
las
antorchas
que
iluminan
la
oscuridad,
No
seas
insidioso
en
el
camino
supremo
de
la
liberación,
Previamente,
hemos
sido
gurú
y
discípulo,
Mantén
esto
contigo
en
el
futuro,
no
lo
abandones.
Esta
joya
preciosa
de
tu
mente,
No
la
lances
al
río
como
un
idiota.
Vigilala
cuidadosamente
con
indestructible
atención
Y
realizarás
todas
las
necesidades,
deseos
e
intenciones."
En
su
regreso
a
casa,
Marpa
encontró
a
su
viejo
compañero
de
viaje,
Nyo.
En
India,
Marpa
se
había
topado
con
Nyo
varias
veces
para
comparar
enseñanzas
y
resultados.
Ahora
ambos
decidieron
volver
a
Tíbet
juntos.
Mientras
cruzaban
el
Ganges,
Nyo
había
lanzado
todos
los
textos
de
Marpa
al
río,
tal
era
el
celo
que
Nyo
había
desarrollado
por
el
éxito
espiritual
de
Marpa.
Con
algo
de
fuerte
advertencia
de
salud
mental,
Marpa
se
separó
de
la
compañía
de
su
ambicioso
conocido.
Él
contempló
regresar
a
India
por
los
textos,
pero
se
percató
que
su
esencia
y
significado
estaban
sólidamente
guardados
en
su
mente.
Parando
en
Kathmandu,
Marpa
visitó
de
nuevo
a
sus
amigos
lamas
nepaleses,
compartiendo
con
ellos
las
historias
y
enseñanzas
de
su
aventura
en
India.
En
la
frontera
tibetana
Marpa
fue
detenido
por
oficiales
aduanales
durante
varios
días.
Aquí
él
tuvo
un
sueño
vívido
en
el
cual
era
guiado
por
dos
adorables
mujeres
jóvenes
vistiendo
los
hilos
brahmánicos
para
recibir
las
enseñanzas
de
Saraha,
el
gran
Brahmin
Mahasiddha,
del
linaje
de
Nagarjuna.
El
brillo
majestuoso
de
Saraha
fue
algo
que
Marpa
nunca
antes
había
visto.
Estas
fueron
las
instrucciones
de
Saraha
para
Marpa:
"Namo,
Compasión
y
vacuidad
son
inseparable
Esta
mente
de
flujo
ininterrumpido
innato
Es
tal
como
es
(suchness),
primordialmente
pura.
El
espacio
es
visto
en
intercambio
con
el
espacio
Porque
la
raíz
reside
en
casa,
La
mente
conscientemente
está
aprisionada.
Meditando
en
esto,
los
pensamientos
subsiguientes
no
son
remendados
juntos
en
la
mente.
Sabiendo
que
el
mundo
de
los
fenómenos
es
la
naturaleza
de
la
mente,
la
meditación
no
requiere
de
antídotos
adicionales.
La
naturaleza
de
la
mente
no
puede
ser
pensada.
Descansa
en
este
estado
natural.
Cuando
veas
esta
verdad,
serás
liberado.
Tal
como
un
niño
lo
haría,
observa
el
comportamiento
de
los
bárbaros.
Sé
libre
de
cuidado,
come
carne,
se
un
demente.
"Tal
como
un
león
sin
temor,
deja
a
tu
mente
elefante
vagar
libremente
Mira
a
las
abejas
volar
sobre
las
flores.
Sin
ver
al
samsara
como
erróneo,
No
hay
cosa
tal
como
obtener
el
nirvana.
Este
es
el
camino
de
la
mente
común.
Descansa
en
la
frescura
natural.
No
pienses
en
actividades.
No
te
apegues
a
un
lado
o
una
dirección
Examina
en
el
medio
del
espacio
de
la
simplicidad."
Hacia
su
regreso
al
Tíbet,
las
realizaciones
de
Marpa
comenzaron
a
ser
aclamadas.
La
fuerza
de
su
bendición
y
su
poder
de
curar
rápidamente
se
hicieron
bien
conocidos,
y
estudiantes
notables
aparecieron
desde
lo
ancho
y
lejos.
Marpa
viajó
dando
enseñanzas
y
rehaciendo
sus
reservas
de
oro
para
su
viaje
de
regreso
a
ver
a
Naropa.
De
regreso
a
casa
en
Lhotrak,
Marpa
acumuló
muchos
estudiantes
y
tomó
una
esposa
llamada
Dagmema,
así
como
también
a
varias
otras
consortes
con
cualidades
finas.
Su
primer
hijo,
Tarma
Tode,
y
otros
nacieron
para
él.
Incluso
el
propio
hermano
mayor
de
Marpa
se
hizo
su
estudiante.
Marpa
comenzó
a
establecer
en
Tíbet
lo
que
luego
sería
conocido
como
el
linaje
Kagyu
del
Budismo
Tibetano.
Marpa
regresó
a
India
por
segunda
vez,
al
mandato
de
Naropa.
De
nuevo
visitó
a
todos
sus
maestros,
esta
vez
recibiendo
de
cada
uno
amplios
comentarios
y
clarificaciones
sobre
los
profundos
métodos
que
él
originalmente
había
estado
dando.
Él
tradujo
cada
uno
de
estos
al
Tibetano.
Marpa
fue
también
asignado
por
Naropa
con
instrucciones
adicionales
de
las
enseñanzas
del
linaje
del
rey
Indrabhuti
y
Saraha.
Un
día
un
monje
indio
llamado
Akarasiddhi
vino
a
visitar
a
Naropa
por
instrucción,
luego
partió
para
Tíbet
donde
planeaba
dar
enseñanzas
en
varios
métodos
tántricos.
Esto
evocó
una
puntada
de
celos
en
Marpa.
Hacia
su
llegada
en
Tíbet,
Akarasiddhi
se
dio
cuenta
a
través
de
la
intuición,
que
él
tenía
vínculos
con
un
solo
estudiante
y
rápidamente
abandonó
sus
planes
de
enseñar
en
ese
país.
De
regreso
en
Pullahari,
Akarasiddhi
bromeó
que
no
había
hecho
lo
que
Marpa
temía
y
que
enseñó
a
solo
una
persona
en
Tíbet,
y
dijo:
"En
el
futuro
tú
serás
la
gloria
de
las
enseñanzas
y
de
los
seres
sintientes".
Marpa
se
dio
cuenta
que
tenía
que
guardar
sus
pensamientos
inseguros
más
cuidadosamente.
Luego
de
seis
años
mas
de
estudio
intensivo,
Marpa
había
encontrado
las
respuestas
y
aclaratorias
a
las
extensas
prácticas
de
meditación
que
había
aprendido.
De
nuevo
se
despidió
de
Naropa.
Ofreciéndole
a
Marpa
regresar
otra
vez
por
enseñanzas
especiales,
Naropa
dijo
adiós.
De
regreso
en
Tíbet,
los
estudiantes
de
Marpa
le
dieron
la
bienvenida
a
casa
a
su
lama
con
gran
gozo,
y
muchas
celebraciones
y
empoderamientos
fueron
dadas.
En
ese
momento
llegó
Milarepa,
quien
llegaría
a
ser
el
discípulo
más
famoso
de
Marpa.
Milarepa,
al
mando
de
su
madre,
y
para
buscar
venganza
en
contra
de
miembros
de
su
familia
quienes
había
robado
su
propiedad
se
había
convertido
en
un
consumado
mago
negro.
Usando
su
poder
había
matado
a
34
miembros
de
la
familia
de
sus
tíos
y
tías.
La
habilidad
de
Marpa
como
maestro
fue
completamente
colocada
al
frente
mientras
él
llevaba
tortuosamente
a
su
discípulo,
Milarepa,
al
borde
del
suicidio.
Marpa
llevó
a
cabo
esto
asignándole
a
Milarepa
la
tarea
de
construir
y
reconstruir
una
enorme
torre
de
piedras.
En
cada
paso
Marpa
fingía
extremada
rabia
y
crítica
hacia
su
devoto
estudiante,
regañándolo
y
humillándolo,
una
y
otra
vez,
por
un
período
de
años.
Llevándolo
repetidamente
a
la
desesperación,
el
karma
de
Milarepa
fue
alcarado
y
Marpa
lo
entrenó
como
un
yogui
destacado.
Haciéndose
un
asceta,
comiendo
rara
vez
y
meditando
en
montañas
solitarias,
Milarepa,
con
el
tiempo,
fue
conocido
como
el
mas
grande
Yogui
de
Tibet
y
sus
poderes
mágicos
se
hicieron
material
de
leyendas.
Muchos
años
después,
Milarepa,
mientras
practicaba
meditación
solitaria
en
una
cueva
de
ladrillos,
recibió
un
sueño
de
una
bella
daikini
o
Buda
femenino.
Le
dijo
que
ahora
él
poseía
los
métodos
para
alcanzar
la
budeidad
a
través
de
un
esfuerzo
considerable.
Ella
lo
exhortó
también
a
obtener
los
métodos
que
requieren
poco
esfuerzo;
las
enseñanzas
especiales
de
la
transferencia
y
de
la
consciencia.
Jetsun
Milarepa,
desafiando
las
instrucciones
de
su
lama,
rompió
su
confinamiento
para
conferenciar
con
Marpa.
Ellos
se
dieron
cuenta
que
esta
enseñanza
era
una
que
Naropa
aún
debía
transmitir.
Siguiendo
esta
revelación,
Marpa
inmediatamente
puso
en
marcha
los
planes
para
regresar
hacia
el
precioso
Naropa.
Hasta
ahora
bien
pese
a
los
años,
él
estaba
determinado
a
alcanzar
India
rápidamente.
Su
familia
y
estudiantes,
tratando
de
preservar
su
salud
y
su
vida,
ocultando
su
oro
y
sus
provisiones.
Reiteradamente
le
rogaron
que
no
fuera,
pero
él
los
apartó
toda
persuasión
de
cualquiera.
En
el
camino
de
vuelta
a
India,
Marpa
conoció
a
Atisha,
quien
habría
fundado
la
escuela
Kadampa
del
Budismo
Tibetano.
Atisha
informó
a
Marpa
que
Naropa
se
había
ido
a
vagar
en
solitario,
y
que
había
abandonado
toda
meditación
formal.
Su
paradero
no
era
conocido
por
nadie.
Marpa
ahora
viajó
a
lo
largo
y
ancho
para
encontrarse
con
sus
gurús,
todos
quienes
predecían
por
sueños
que
el
encontraría
de
nuevo
a
Naropa.
Kasoripa,
uno
de
los
guías
de
Marpa,
recibió
la
profecía:
"En
el
inmutable
Pullahari
El
Mándala
puro
de
la
luna
Naropa
te
mostrará
El
espejo
dharmakaya
de
tu
mente"
Marpa
ahora
comenzó
su
búsqueda
seria,
tanto
solo
como
con
amigos.
Alrededor
de
los
siguientes
ocho
meses
Marpa
pensaba
continuamente
en
Naropa
y
tenía
contacto
con
él
a
través
de
visiones.
Durante
los
ocho
meses
Marpa
se
vió
a
si
mismo
persiguiendo
a
Naropa,
pero
siempre
incapaz
de
atraparlo.
Él
escuchó
las
instrucciones
orales:
"Si
el
caballo
de
la
no-acción,
dharmata
y
luminoso
no
galopa
libremente
yendo
y
viniendo,
como
un
ciervo
persiguiendo
un
espejismo
No
estas
vagando
en
el
terreno
de
la
futilidad?"
Marpa,
viejo,
cansado
y
frustrado,
ahora
también
se
tornó
deprimido.
Finalmente
encontró
a
un
vaquero
quien
le
mostró
una
huella
de
Naropa
en
una
roca
de
cristal.
Marpa
realizó
repetidos
fuertes
deseos
a
Naropa
y
un
día
vio
una
bola
de
luz
de
arco
iris
emanando
de
las
ramas
de
un
árbol
de
sándalo,
la
cual
fue
la
imagen
vívida
del
dios
tantrico
Hevajra.
Esta
imagen
de
luz
se
fundió
en
el
corazón
de
Marpa.
Naropa
mismo
apareció
seguidamente
y
Marpa
se
llenó
de
intenso
gozo.
Marpa
le
dio
a
Naropa
su
entero
abastecimiento
de
oro,
el
cual
fue
rápidamente
arrojado
al
bosque.
Viendo
el
desaliento
de
Marpa,
Naropa
abrió
sus
manos
y
el
oro
reapareció,
"si
sientes
una
perdida,
aquí
esta
otra
vez",
dijo
Naropa.
Luego
golpeó
su
pié
en
la
tierra
y
esta
también
se
convirtió
en
oro.
Naropa
le
dio
la
profecía
de
Tilopa
referente
a
la
actividad
de
Marpa
para
el
beneficio
a
los
seres:
"Con
el
sol
de
la
sabiduría
autoliberadora,
En
el
monasterio
de
Pullahari
Disipa
la
oscuridad
de
la
ignorancia
de
Mati's
(Marpa)
Permite
a
la
luz
de
la
sabiduría
prevalecer
en
todas
partes"
De
regreso
a
Pullahari,
parte
de
la
forma
de
Tilopa
apareció
en
las
nubes.
En
ese
momento
Marpa
solicitó
la
enseñanza
secreta
sobre
el
lanzamiento
y
transferencia
de
la
consciencia
que
había
pedido
Milarepa.
Al
escuchar
la
petición,
Naropa
se
postró
tres
veces
hacia
Tíbet
para
honrar
a
Milarepa.
Se
dice
que
aún
hoy
en
día
los
árboles
alrededor
de
Pullahari
se
inclinan
hacia
el
Tíbet
en
continuo
homenaje
al
poder
de
Milarepa.
Naropa
le
dio
a
Marpa
la
transmisión
del
linaje
de
la
daikini
Chakrasamvara
y
las
enseñanzas
del
lanzamiento
y
transferencia
de
la
consciencia,
las
cuales
llevan
rápidamente
a
la
iluminación.
Esa
transmisión
fue
restringida
a
un
solo
sostenedor
del
linaje.
De
manera
de
hacer
una
predicción
para
el
futuro
del
linaje
de
Marpa,
Naropa
lo
levantó
temprano
una
mañana
para
mostrarle
su
aspecto
de
meditación:
Hevajra,
manifestándose
vívidamente
en
el
cielo.
Marpa
se
levantó
y
se
postró
hacia
la
brillante
apariencia
del
yidam,
en
vez
de
a
Naropa
mismo.
Naropa
amonestó
a
Marpa,
"ese
mándala
es
mi
emanación",
dijo,
mientras
el
yidam
se
disolvió
en
el
corazón
de
Naropa.
Continuó:
"Antes
que
cualquier
gurú
existiera,
aún
el
nombre
del
Buda
no
se
escuchaba.
Todos
los
budas
de
miles
de
kalpas
Solo
se
manifiestan
debido
al
gurú."
Naropa
predijo
que
si
bien
el
linaje
de
Marpa
no
duraría
en
su
propia
familia,
su
línea
de
Dharma
continuaría
tanto
como
las
enseñanzas
del
Buda,
cada
generación
siendo
mejor
que
la
anterior.
Siguiendo
a
este
incidente,
Marpa
se
puso
enfermo,
casi
hasta
el
punto
de
morir,
y
fue
asaltado
por
repetidas
pesadillas.
Luego
de
su
recuperación
física
Marpa
cayó
en
una
fuerte
depresión
mental,
durante
varios
meses.
Su
melancolía
finalmente
se
levantó
cuando
Naropa
le
cantó
algunas
de
las
profundas
instrucciones
orales
del
Buddha.
Naropa
le
prometió
a
Marpa
éxito
supremo
para
su
linaje
espiritual,
y
le
ordenó
regresar
a
Tíbet
para
establecer
completamente
ahí
las
enseñanzas
sobre
la
naturaleza
de
la
mente.
Naropa
le
aseguró
a
Marpa
que
se
reunirían
de
nuevo,
y
que
luego
de
la
muerte
ellos
se
harían
inseparables.
Marpa
derramó
muchas
lágrimas
antes
de
dejar
a
su
maestro
y
amigos.
Él
dejó
una
huella
en
una
piedra
en
Pullahari,
la
cual
aún
está
allí
hoy
en
día.
Una
vez
más
Marpa
visitó
a
todos
sus
maestros
antes
que
finalmente
partirera
en
su
largo
viaje
a
casa.
En
Nepal,
Marpa
asistió
al
funeral
de
su
viejo
amigo
Chiterpa.
Le
fue
solicitado
dar
enseñanzas
en
una
reunión
de
viejos
amigos,
les
dio
en
canción
las
instrucciones
básicas
de
su
gurú,
Maitripa:
"El
aferramiento
externo,
la
apariencia
de
los
objetos
sentidos,
continuamente
fluyen
como
gran
gozo.
Realicen
esto
como
el
dharmakaya
no
nacido.
Fijación
interna,
la
consciencia
de
la
mente
es
discursiva,
La
cual
no
puede
ser
tomada
como
real.
Por
lo
tanto,
véanlo
como
el
entendimiento
desnudo
sin
base.
"Generalmente
todos
los
dharmas
de
existencia
aparente
son
primordialmente
no
existentes
y
no
nacidos.
Realícenlos
como
la
esencia
de
la
simplicidad.
"No
deseen
abandonar
el
sámsara
y
no
hay
nirvana
que
alcanzar
sámsara
y
nirvana
son
los
estados
innatos
autoliberados
Realicen
esta
unidad
como
gran
gozo.
Aún
si
vacían
la
mente
de
los
budas
de
los
tres
tiempos,
No
hay
nada
más
definitivo
que
esto."
Con
intensa
nostalgia
por
sus
temerarios
gurús,
Marpa
decidió
volver
a
India
en
vez
de
Tíbet.
Una
dakini
aparecida
en
un
sueño
le
aseguro
que
sus
futuros
estudiantes
lo
esperaban
ahora
en
Tíbet.
Antes
de
movilizarse,
Marpa
recibió
en
un
sueño,
otras
enseñanzas
de
Maitripa
sobre
la
visión
definitiva,
el
Mahamudra.
Estas
él
las
aprendió
de
memoria:
"En
general
todos
los
dharmas
son
la
mente.
El
gurú
surge
de
la
propia
mente
No
hay
nada
más
que
la
mente,
todo
lo
que
aparece
es
la
naturaleza
de
la
mente,
La
cual
es
primordialmente
no
existente.
El
estado
natural,
no
nacido
e
innato,
no
puede
ser
abandonado
por
el
esfuerzo
del
pensamiento.
Así
que
descansa
en
la
facilidad,
naturalmente,
sin
restricción."
Los
estudiantes
tibetanos
de
Marpa
estaban
extasiados
de
tener
a
su
adorado
lama
de
regreso
a
salvo.
A
algunos
discípulos
Marpa
les
dio
regalos
de
objetos
empoderados
por
Naropa.
Le
contó
a
sus
amigos
cercanos
la
historia
de
su
exitosa
búsqueda
por
Naropa
y
dio
muchas
enseñanzas
nuevas.
Una
vez
de
vuelta
a
casa
en
Lhotrak,
Marpa
comenzó
también
a
dar
demostraciones
de
la
transferencia
de
la
consciencia.
Proyectando
su
mente
desde
su
cuerpo,
Marpa
reanimó
los
cadáveres
de
varios
animales.
Inicialmente
practicó
la
transferencia
en
cuerpos
de
una
paloma,
una
oveja,
un
ciervo
y
un
yak.
Durante
las
demostraciones
el
propio
cuerpo
de
Marpa
literalmente
se
volvió
hacia
la
agonía
de
la
muerte
completa,
y
muchos
de
sus
estudiantes
pusieron
muy
asustados.
Miembros
familiares
escépticos
y
previamente
juzgadores
de
Marpa
se
hicieron
fuertes
devotos
del
Lama
luego
de
esas
dramáticas
exhibiciones.
Marpa
transmitió
las
enseñanzas
de
la
transferencia
a
su
hijo
mayor
Tarma
Dode,
cómo
el
solo
y
único
sostenedor
del
linaje.
Desafortunadamente,
esa
transmisión
no
perduró
demasiado.
La
familia
de
Marpa,
siguiendo
las
instrucciones
de
Naropa,
ingresaron
todos
a
un
retiro
estricto
por
3
años.
Sin
embargo,
luego
del
primer
año
de
su
retiro,
una
gran
feria
fue
celebrada
en
Lhotrak.
Marpa
o
su
hijo,
Tarma
Dode
fueron
públicamente
solicitados
para
asistir
como
invitados
de
honor.
En
contra
de
los
deseos
de
su
familia,
Tarma
Dode,
para
el
momento
un
aclamado
alto
lama
en
su
propio
derecho,
dejó
la
casa
para
asistir
a
la
celebración.
Su
madre,
Dagmema,
le
rogó
que
no
fuera
y
especialmente
le
pidió
que
bajo
ninguna
circunstancia
diera
enseñanzas
del
Dharma,
discursos,
bebiera
cerveza
o
montara
a
caballo,
entre
otras
cosas.
Una
vez
en
la
feria,
Tarma
Dode
terminó
rompiendo
cada
promesa.
Como
honor
a
su
estación,
le
fue
dado
un
magnífico
caballo
blanco.
Mientras
cabalgaba
la
poderosa
bestia
a
casa
desde
la
feria
fue
lanzado
de
su
silla
de
montar,
su
pie
quedó
atrapado
en
el
estribo
y
golpeó
su
cabeza
en
una
roca.
Con
su
cerebro
saliendo
del
cráneo
partido,
Tarma
Dode
fue
llevado
por
Milarepa
y
compañeros
de
regreso
al
sus
padres
rotos
de
corazón.
Desde
que
su
hijo
estaba
muriendo,
Marpa
exhortó
a
Tarma
Dode
a
practicar
por
primera
vez
el
Phowa
y
lanzar
su
mente
al
centro
del
corazón
de
su
padre.
No
deseando
hacer
esto,
el
hijo,
cavilando
dentro
y
fuera
de
la
consciencia,
pidió
a
su
padre
que
le
consiguiera
el
cuerpo
de
algún
hombre
joven
muerto
recientemente.
Los
estudiantes
de
Marpa
se
movilizaron
y
el
cuerpo
de
una
anciana
con
bocio
fue
llevado
a
la
casa,
lo
mejor
que
ellos
pudieron
conseguir.
Tarma
Dode
rehusó
tener
algo
que
ver
con
este
cuerpo.
Eventualmente,
fue
persuadido
de
lanzar
su
mente
hacia
el
cuerpo
de
una
paloma,
que
recien
había
muerto
de
agotamiento
tras
ser
perseguida
por
un
águila.
Luego
de
cierto
tiempo,
ofreciendo
cuidadosas
instrucciones,
envió
a
la
paloma,
su
hijo,
fuera
de
India
en
el
lugar
donde
el
funeral
de
un
joven
muchacho
se
estaba
por
realizar.
Ahí,
en
India,
la
familia
del
joven
fallecido
quedó
sorprendida
al
atestiguar
el
retorno
a
la
vida
a
su
hijo.
Este
chicho
luego
se
hizo
conocer
como
el
gran
gurú
Indio
"Tipupa"
quien,
eventualmente,
dio
profundas
enseñanzas
orales
a
Rechungpa,
el
hijo
de
corazón
de
Milarepa.
Marpa
continuó
enseñando
el
Dharma
budista
a
través
de
Tíbet.
Para
entonces,
muchos
de
sus
estudiantes
se
habían
convertido
en
lamas
reconocidos
por
si
mismos,
con
sus
propios
estudiantes.
Marpa
a
los
80
años
de
edad
y
acercándose
al
final
de
su
vida,
había
alcanzado
completos
los
siddhis
o
poderes.
Él
mostraba
incontables
milagros,
apareciendo
en
formas
de
luz,
multiplicando
su
cuerpo
y
al
final
no
necesitaba
de
puertas
para
entrar
o
salir
de
la
casa.
Se
dice
que
su
esposa
principal
Dagmema
se
disolvió
a
sí
misma
en
luz
y
entró
en
el
corazón
de
Marpa
y
de
esa
manera
dejó
el
mundo.
Interpretando
los
sueños
auspiciosos
de
su
estudiante
cercano,
Marpa
escogió
a
Milarepa
como
su
sucesor
del
linaje.
Con
profundas
instrucciones,
Milarepa
fue
enviado
a
las
soledades
de
la
montaña
para
meditar.
Marpa
cantó
una
canción
de
despedida
a
Milarepa
mostrando
el
orgullo
de
sus
realizaciones.
Esta
fue
como
sigue:
"Porque
no
podría
mi
linaje
ser
afamado
Si
poseemos
el
ojo
del
dharma
de
la
dakini.
Por
que
no
podrían
ser
los
ancestros
afamados,
Si
Tilopa
no
es
otro
más
que
el
Buddha.
Porque
no
podría
ser
afamado
mi
maestro
Si
Naropa
es
una
antorcha
del
dharma
porque
no
podría
ser
yo
afamado,
si
soy
el
hijo
de
corazón
de
Naropa
Porque
no
podrían
las
enseñanzas
orales
ser
afamadas
Si
esas
joyas
que
cumplen
los
deseos
del
linaje
escuchado
Es
el
dharma
especial
que
nadie
mas
posee."
Cuando
vino
el
momento
de
abandonar
su
cuerpo,
Marpa
explicó
a
sus
amigos
que
el
señor
Naropa
vendría
a
escoltarlo.
Lama
Marpa
entró
en
profunda
meditación
y
finalmente
falleció
en
medio
de
una
lluvia
de
flores
cayendo
del
cielo
y
los
sonidos
de
música
etérea.
Su
cuerpo
fue
tomado
eventualmente
por
su
estudiante
lama
Ngokpa
y
colocado
en
una
estupa
en
la
región
tibetana
de
Shung.
En
esta
forma
Marpa,
considerado
una
reencarnación
del
Mahassidha
Indio,
Dombi
Heruka,
vivió
como
un
budista
laico
y
hombre
de
familia
libre.
Él
puso
de
manifiesto
el
Dharma
del
gran
linaje
Kagyu,
el
cual
hoy
en
día
florece
a
lo
largo
de
la
mayoría
del
mundo.
Traducido de Buddhism Today Volume 4 1998