Naropa
fue
un
erudito
del
siglo
X.
Existen
diferentes
opiniones
en
cuanto
al
lugar
de
su
nacimiento,
algunos
biógrafos
dicen
que
nació
en
Bangladesh,
pero
de
acuerdo
a
Marpa,
uno
de
sus
principales
discípulos,
nació
en
Lahore,
India.
Su
familia
fue
muy
poderosa
y
rica,
en
esa
época
era
común
que
la
gente
que
trabajaba
para
esas
familias,
se
refirieran
al
amo
como
rey,
por
tal
motivo
algunos
biógrafos
sostienen
que
Naropa
fue
un
príncipe.
En
la
primera
parte
de
su
vida,
el
joven
Naropa
estudiaba
de
acuerdo
a
la
tradición
Brahmín,
pero
probablemente
su
padre
era
Budista,
ya
que
Naropa
recibió
un
entrenamiento
Budista
en
el
hogar.
Un
día
Naropa
pidió
permiso
para
tomar
la
ordenación
de
monje
y
su
padre
la
Rechazó.
Buscando
el
permiso
de
su
padre,
Naropa
dijo:
"Si
no
puedo
convertirme
en
monje,
quiero
casarme
con
una
muchacha
que
venga
de
una
familia
Brahmín,
que
sea
Hindú,
amorosa
y
compasiva.
Debe
ser
rubia
y
su
nombre:
Sangmo."
Además,
agregó
que
debía
tener
16
años
de
edad.
Su
padre
pensó
que
nunca
podría
encontrar
a
una
muchacha
como
la
descrita
y
consultó
con
un
amigo.
El
amigo
le
dijo
que
no
se
preocupara,
que
la
India
era
un
país
grande
y
que
debería
ser
posible
encontrar
a
la
muchacha
en
alguna
parte.
El
amigo
comenzó
la
búsqueda
en
todas
partes
y
un
día
vio
un
grupo
de
muchachas
que
recogían
flores.
En
esos
tiempos,
recoger
flores
significaba
que
se
estaba
preparando
una
ofrenda
a
los
dioses
o
deidades,
lo
cual
indicaba
que
eran
Hindúes.
Comenzó
a
llover
y
todas
las
muchachas
se
levantaron.
Tenían
que
cruzar
un
río
y
para
hacerlo
levantaban
sus
faldas,
una
de
ellas
no
lo
hizo
y
simplemente
caminó
a
través
del
agua,
por
este
hecho,
el
amigo
se
dio
cuenta
de
que
ella
era
diferente
a
las
otras.
En
el
otro
lado
del
río
estaba
un
mendigo
sentado
en
el
camino
y
la
muchacha
le
dio
un
poco
de
comida,
también
vio
que
era
rubia.
Fue
y
le
preguntó
de
cual
familia
venía
y
ella
dijo
que
venía
de
una
familia
Brahmín,
que
su
nombre
era
Sangmo
y
que
tenía
16
años.
El
amigo,
muy
feliz,
regresó
para
dar
la
buena
noticia.
El
padre
de
Naropa,
lleno
de
gozo,
le
dijo
a
Naropa
que
la
muchacha
había
sido
encontrada
y
que
la
invitarían
a
venir.
Una
delegación
fue
enviada
a
los
padres
de
la
muchacha
para
pedir
su
mano
como
esposa
de
Naropa.
La
delegación
llevó
cien
elefantes
cargando
toda
clase
de
regalos:
plata,
oro,
cualquier
cosa
preciosa.
En
esta
forma
ella
se
casó
con
Naropa.
Naropa
fue
jefe
de
familia
hasta
los
25
años,
hasta
que
él
y
su
esposa
estuvieron
de
acuerdo
en
que
ambos
debían
ordenarse.
Entonces,
Naropa
se
fue
a
la
Universidad
de
Nalanda.
En
Nalanda,
Naropa
estudió
filosofía
Budista
(Sutra
y
Tantra),
convirtiéndose
en
un
gran
erudito.
En
esos
tiempos
existía
la
tradición
de
que
eruditos
de
otras
religiones
(ej:
la
religión
Hindú)
retaban
a
los
eruditos
Budistas
a
debatir,
quien
ganara
el
debate
se
convertía
en
el
maestro
del
perdedor
y
de
sus
estudiantes.
En
consecuencia,
era
esencial
que
los
debatientes
conocieran
los
tópicos
muy
bien.
En
toda
la
India
era
de
ésta
manera
y
si
un
erudito
no
estaba
calificado,
significaba
un
gran
riesgo.
Por
esta
razón,
se
seleccionaban
los
cuatro
mejores
eruditos
de
la
Universidad
de
Nalanda
para
los
debates.
Cada
uno
era
responsable
de
una
de
las
cuatro
puertas
de
la
universidad
ubicadas
en
las
cuatro
direcciones.
Naropa
fue
un
gran
erudito
de
la
puerta
norte
que
ganó
muchos
debates,
enseñó,
adquirió
discípulos
y
llegó
a
convencerse
él
mismo
de
su
gran
erudicción.
Un
día
cuando
estaba
sentado
leyendo
sus
textos,
una
sombra
cayó
de
repente
del
libro.
Naropa
volvió
el
rostro
y
encontró
una
mujer
extremadamente
vieja
y
fea,
que
le
preguntó:
"¿Qué
estás
estudiando?
¿Qué
estás
leyendo?".
Él
respondió:
"Estoy
estudiando
el
Guhya-Samaja
Tantra,".
Ella
dijo:
"¿Me
puedes
leer
las
palabras?".
Naropa
contesto:
"Si",
y
empezó
a
recitar
el
texto.
Al
oír
el
texto,
la
mujer
se
puso
tan
feliz
que
saltó
alrededor
y
comenzó
a
bailar.
Naropa
pensó:
"Esta
mujer
se
puso
muy
feliz
cuando
le
dije
que
podía
leer,
también
debería
decirle
que
yo
entiendo."
Y
él
dijo:
"También,
entiendo
el
significado".
En
este
momento,
la
mujer
se
puso
muy
triste
y
comenzó
a
llorar.
Naropa
dijo:
"Estabas
muy
feliz
de
que
pudiera
leer,
pero
ahora
estás
muy
triste
porque
dije
que
entendía
el
significado,
¿por
qué?"
Ella
contestó:
"Estoy
triste
porque
un
gran
erudito
como
tu
está
mintiendo,
esto
es
muy
triste.
Hoy
en
día,
en
todo
el
mundo,
no
existe
alguien,
excepto
mi
hermano,
que
entienda
el
significado
de
las
palabras."
Naropa
le
pregunto
quien
era
su
hermano
y
donde
vivía.
Ella
contestó:
"Mi
hermano
es
Tilo
Sherab
Sangpo,
es
incierto
donde
vive,
pero
si
quieres
conocerlo,
yo
te
ayudaré."
Al
oír
el
nombre
de
Tilopa,
Naropa
sintió
una
gran
devoción
que
jamás
había
experimentado.
El
único
pensamiento
que
tenía
en
su
mente
era
encontrar
a
Tilopa,
quería
ir
inmediatamente
y
verlo.
Después
de
este
suceso,
regresó
a
la
universidad
y
pidió
permiso
para
irse
a
conocer
a
Tilopa.
Todos
los
eruditos
de
la
Universidad
de
Nalanda
le
suplicaron
que
no
se
fuera
y
por
tres
meses
no
pudo
marcharse.
En
sus
sueños
aparecieron
muchos
signos
que
le
decían
que
debería
irse
y
finalmente,
dijo
que
lo
sentía
pero
que
se
iría
sin
importar
quien
le
pidiera
que
se
quedara,
aceptó
terminar
las
enseñanzas
que
había
comenzado,
pero
no
iniciaría
ninguna
nueva.
Naropa
dejó
la
Universidad
de
Nalanda
para
ir
en
busca
de
Tilopa.
Recibió
una
profecía
que
le
indicaba
que
debería
meditar
en
Chakrasamvara
y
que
al
completar
esta
meditación
obtendría
indicaciones
del
lugar
donde
encontraría
a
Tilopa.
Fue
a
un
cementerio
en
el
sur
de
la
India
donde
meditó
por
seis
meses
en
Chakrasamvara.
Finalmente,
recibió
una
profecía
por
parte
de
unas
dakinis
en
la
que
le
decían
que
para
conocer
a
Tilopa
debía
ir
al
este.
Soportando
muchas
penalidades
viajó
al
este,
pero
no
encontró
a
Tilopa.
Cuando
estaba
a
punto
de
renunciar
porque
todo
era
muy
difícil
y
ya
no
tenía
más
fuerzas,
escuchó
una
voz
que
le
decía
que
la
pereza
y
la
flojera
son
trabajo
de
los
demonios.
Solamente
si
abandonaba
la
flojera,
conocería
a
Tilopa
y
lograría
la
iluminación.
Desde
este
momento
en
adelante,
todos
los
eventos
y
todo
lo
dicho
en
relación
con
la
vida
de
Naropa
son
enseñanzas
acerca
del
camino
hacia
la
iluminación.
Estas
enseñanzas
describen
exactamente
lo
que
Tilopa
enseñó
a
Naropa
y
lo
que
es
necesario
para
que
cualquiera
alcance
la
iluminación.
El
primer
paso
es
dejar
la
flojera,
porque
de
otra
forma
uno
no
tendrá
chance
de
alcanzar
la
iluminación;
no
hay
iluminación
en
combinación
con
la
flojera.
Naropa
abandonó
la
flojera
y
fue
muy
diligente,
continuó
su
camino
y
oraba
a
Tilopa
día
y
noche.
1.
No
mucho
tiempo
después
de
esto,
Naropa
llegó
a
un
camino
muy
estrecho
con
una
roca
y
un
río
a
cada
lado.
Tendida
en
el
camino,
encontró
a
una
mujer
enferma
que
tenía
la
lepra
tan
avanzada
que
sus
pies
y
sus
manos
estaban
a
punto
de
desaparecer,
por
todas
partes
tenía
heridas
infectadas
con
sangre
y
pus.
Ella
estaba
bloqueando
el
camino
y
al
ver
a
Naropa
dijo:
"Lo
lamento
pero
no
puedo
quitarme,
tendrás
que
moverme,
caminar
sobre
mí
o
tomar
otro
camino."
No
había
nada
que
él
pudiera
hacer,
por
lo
que
tapo
su
nariz,
miró
hacia
otra
parte
porque
le
disgustaba
verla
y
la
saltó.
Inmediatamente,
ella
desapareció
y
una
voz
que
provenía
del
cielo
dijo:
"Si
uno
practica
el
camino
Mahayana,
uno
debe
tener
amor
y
compasión.
Si
no
se
tiene
amor
y
compasión,
no
se
practica
el
camino
Mahayana,
no
será
posible
obtener
resultados
de
ese
camino
y
uno
nunca
podrá
encontrar
a
su
maestro.
Todos
los
seres
con
conciencia
son
como
nuestros
propios
padres
y
por
esto
para
practicar
el
Mahayana
uno
no
puede
excluir
a
ningún
ser
con
conciencia
por
simple
y
pequeño
que
sea."
Naropa,
luego
de
esto,
continuó
desarrollando
su
Boddichitta
y
trató
de
incrementar
su
amor
y
compasión.
2.
Naropa
siguió
hacia
el
este,
llegó
a
un
río
donde
se
encontró
con
un
furioso
perro
con
heridas
llenas
de
gusanos,
era
agresivo
y
ladraba
a
Naropa
con
rabia.
Naropa
trató
de
enviar
al
perro
lejos
pero
no
se
movió.
A
lo
último
saltó
al
perro
porque
quería
continuar
buscando
a
Tilopa.
Inmediatamente
una
voz
le
dijo:
"Si
uno
no
entiende
que
todos
los
seres
del
mundo,
de
los
seis
reinos
de
existencia,
han
sido
nuestros
padres
en
este
o
en
otro
momento,
entonces
uno
nunca
podrá
conocer
a
un
buen
maestro,
ni
siquiera
a
uno
malo."
Todos
estos
eventos
eran
enseñanzas
de
Tilopa.
3.
La
siguiente
persona
que
encontró
Naropa
estaba
llevando
una
carga
muy
pesada.
Naropa
le
preguntó
si
conocía
a
Tilopa
y
su
paradero.
El
hombre
le
informó
que
tenía
que
ir
al
otro
lado
de
la
montaña
donde
encontraría
a
alguien
que
podría
responder
esa
pregunta.
Esa
persona
estaría
cortando
y
aplastando
las
cabezas
de
sus
padres
contra
unas
rocas.
Naropa
fue
adonde
le
habían
indicado
y
encontró
al
hombre
ocupado
aplastando
las
cabezas
y
le
preguntó
acerca
de
Tilopa.
El
hombre
dijo
que
conocía
donde
estaba
Tilopa,
pero
que
sólo
podría
darle
la
información
si
Naropa
aplastaba
algunas
cabezas.
Naropa
pensó:
"Soy
un
monje,
un
pandit
y
provengo
de
una
casta
muy
alta,
¿cómo
podría
aplastar
la
cabeza
de
alguien?"
Al
pensar
esto,
todo
desapareció
y
de
nuevo
escuchó
una
voz
proveniente
del
cielo
que
le
decía
que
para
obtener
cualquier
clase
de
realización
tenía
que
abandonar
el
aferramiento
a
su
ego
y
a
su
orgullo.
Sin
el
entendimiento
de
que
aquello
no
era
real
en
sí
mismo,
de
que
no
hay
un
individuo
real,
nunca
podría
lograr
ninguna
realización.
En
este
punto
Naropa
comprendió
que
todo
el
tiempo,
cuando
se
había
encontrado
a
alguien,
había
una
lección
que
aprender,
y
se
prometió
a
sí
mismo
que
desde
ese
instante
en
adelante
trataría
de
aprenderla.
4.
Naropa
continuó
su
camino
y
se
topó
con
dos
personas
que
habían
capturado
a
una
tercera
a
la
que
habían
atado
y
cortado
su
estomago,
sus
intestinos
se
estaban
derramando
y
él
estaba
gritando.
Naropa
fue
hacia
ellos
y
les
preguntó
si
conocían
a
Tilopa.
Uno
de
los
hombres
le
dijo
que
sí
lo
conocían,
pero
que
para
darle
la
información
primero
tenía
que
cortar
los
intestinos
del
hombre
capturado.
Naropa
no
pudo
aguantar
el
dolor
de
la
persona
y
rechazó
cortar
los
intestinos.
Las
personas
se
desvanecieron
y
una
voz
le
dijo
que
toda
la
raíz
del
Samsara
es
el
apego,
los
conceptos
arraigados
y
el
asirse
a
la
noción
de
un
yo
real,
lo
cual
debería
dejar
ir.
Tilopa
estaba
confrontando
a
Naropa
con
algunas
situaciones
muy
extremas
para
darle
enseñanzas
muy
directas.
Abandonar
pequeños
apegos
y
pequeñas
emociones
perturbadoras
no
es
tan
difícil,
pero
en
situaciones
muy
extremas
uno
debe
ser
capaz
de
mantener
la
mente
clara
sin
caer
en
ninguna
clase
de
reacciones,
y
esto
es
muy
difícil.
5.
Naropa
llegó
a
un
lugar
donde
vio
una
escena
muy
terrible
de
una
persona
derramando
agua
caliente
dentro
del
estomago
abierto
de
otra
persona,
la
sangre
fluía
y
la
víctima
estaba
gritando.
Naropa
preguntó
si
sabían
donde
estaba
Tilopa
y
para
obtener
la
respuesta
primero
tenía
que
derramar
más
agua
en
el
estomago
y
nuevamente
no
lo
pudo
hacer.
Al
desvanecerse
las
personas,
le
fue
dicho
por
la
voz
que
venía
del
cielo
que
las
enseñanzas
de
los
lamas
son
como
el
fluir
del
agua
y
que
ellas
debían
ser
usadas
para
purificar
las
impurezas
de
la
propia
mente,
y
que
esto
no
puede
ser
logrado
purificando
alguna
cosa
en
el
exterior.
En
ese
momento
la
impureza
que
él
tenía
que
purificar
en
su
mente
era
el
aferramiento
al
concepto
de
él
mismo
como
monje.
6.
Naropa
prosiguió
y
llegó
a
un
hermoso
pueblo
donde
un
rey,
que
sabía
sobre
Tilopa,
le
pidió
que
se
quedara
en
el
palacio
por
un
tiempo
antes
de
darle
alguna
respuesta.
Naropa
aceptó
y
estuvo
allí
por
un
largo
tiempo,
haciendo
oraciones
por
el
bienestar
de
la
familia
y
viviendo
en
condiciones
muy
confortables.
Un
día,
el
rey
le
pidió
que
se
casara
con
su
hija.
Como
monje,
Naropa
rechazó.
El
rey
insistió
y
finalmente
se
sintió
muy
trastornado
por
los
rechazos
y
golpeó
a
Naropa,
éste
sintió
mucha
rabia
y
odio
y
empezó
a
realizar
la
recitación
de
Chakrasamvara
para
hacer
magia
negra
en
contra
del
rey.
Justo
cuando
comenzó
la
recitación
todo
el
pueblo
desapareció
y
sólo
quedó
la
arena.
La
enseñanza
de
esto
fue
que
uno
debe
abandonar
el
deseo
y
la
ira,
de
otra
forma
no
será
posible
encontrar
a
un
maestro
y
sin
un
maestro,
la
liberación
no
es
posible.
Naropa
había
demostrado
su
deseo
al
quedarse
en
el
pueblo
por
tanto
tiempo,
y
su
ira
al
sentir
rabia
cuando
fue
golpeado.
Una
vez
más
él
no
había
entendido
que
aquello
no
era
real
y
le
fue
enseñado
que
debería
entender
la
naturaleza
irreal,
como
sueño,
de
todo.
Cualquier
cosa
que
uno
experimenta
es
creada
por
nuestras
propias
emociones
de
deseo
e
ira,
éstas
crean
el
mundo
que
nosotros
experimentamos,
el
cual
no
tiene
una
esencia
verdadera
ni
real,
desde
un
tiempo
sin
comienzo
nunca
ha
existido.
7.
A
partir
de
entonces,
Naropa
estuvo
convencido
de
que
era
Tilopa
a
quien
había
conocido
todo
el
tiempo.
Orando
a
Tilopa,
continuó
viajando
al
este
hasta
que
finalmente
llegó
a
un
gran
bosque
donde
había
una
estampida
de
venados
perseguida
por
perros
ladrando
y
un
cazador.
Naropa
le
pregunto
al
cazador
sí
conocía
a
Tilopa
y
dónde
podría
encontrarlo.
El
hombre
respondió:
"sí
lo
conozco,
pero
primero
tu
tienes
que
matar
uno
de
estos
antílopes."
Naropa
todavía
tenía
algunas
dudas
en
su
mente
porque
era
un
monje
y
se
suponía
que
no
debía
matar
a
ningún
ser
vivo.
En
ese
momento
los
antílopes
y
los
perros
desaparecieron
y
el
cazador
le
dijo
que
tenía
que
dominar
el
aferramiento
a
su
sí
mismo.
Tal
como
una
flecha
mata
a
un
venado,
su
entendimiento
debía
ponerle
fin
al
aferramiento
a
la
idea
de
un
yo,
debía
liberarse
a
sí
mismo
de
cualquier
duda;
mientras
tuviera
alguna
duda,
no
le
sería
posible
conocer
a
su
maestro.
8.
Naropa
llegó
a
un
lago
donde
conoció
a
una
pareja
de
viejos
y
les
preguntó
sobre
Tilopa
y
donde
podría
encontrarlo.
Ellos
dijeron
que
lo
conocían
pero
que
primero
lo
invitarían
a
comer
en
casa.
La
esposa
estaba
preparando
la
comida,
poniendo
ranas
y
peces
vivos
en
agua
hirviendo
y
le
ofrecieron
esta
sopa
a
Naropa,
viendo
a
los
animales
ser
hervidos,
tuvo
dudas
de
si
un
monje
podría
comer
eso.
Además,
como
monje,
él
no
debía
comer
en
la
noche.
Entonces
el
esposo
le
dijo
a
su
señora:
"
Este
hombre
está
siguiendo
la
pequeña
escuela
del
Buddhismo,
el
Theravada,
por
lo
que
no
le
está
permitido
comer
en
la
noche."
Tomó
las
ranas
y
los
peces
y
los
tiró
al
aire
donde
se
disolvieron
en
arcoiris.
El
viejo
le
dijo
a
Naropa
que
mientras
tuviera
el
más
mínimo
concepto
del
pequeño
camino
en
su
mente,
no
encontraría
a
su
Lama.
Antes
de
desaparecer,
le
dijo
que
encontraría
a
alguien
matando
a
sus
propios
padres
al
día
siguiente,
esta
vez
él
estaba
preparado
y
determinado
a
hacer
cualquier
cosa
que
se
le
pidiera
para
así
encontrar
a
Tilopa.
9.
Al
día
siguiente
encontró
a
una
persona
matando
a
su
padre
con
un
tridente
y
cavando
un
agujero
en
la
tierra
para
enterrar
a
su
madre
viva.
Los
padres
gritaban
a
Naropa:
"Por
favor,
ayúdanos.
Nosotros
hemos
sido
bondadosos
con
nuestros
hijos
y
ahora
él
quiere
matarnos.
Por
favor,
¡ayúdanos!"
Nuevamente,
Naropa
preguntó
por
Tilopa.
El
hombre
sabía
sobre
él
pero
quería
que
Naropa
lo
ayudara
a
enterrar
a
su
madre
primero.
Los
gritos
y
las
plegarias
de
los
padres
fueron
demasiado
para
Naropa;
él
todavía
tenía
algunas
pequeñas
dudas
en
su
mente.
Inmediatamente
los
padres
desaparecieron
y
el
hombre
le
enseñó
que
tenía
que
disolver
cualquier
clase
de
concepto
dual
y
cualquier
clase
de
aferramiento
a
objeto
y
sujeto.
Este
hombre
le
dijo
a
Naropa
que
al
siguiente
día
debería
ir
mendigando
limosnas.
10.
Naropa
pensó
que
esto
significaba
que
encontraría
a
un
monje
mendigante
que
podría
ayudarlo
a
encontrar
a
Tilopa.
Por
lo
tanto
fue
a
un
monasterio
y
cuando
llegó
encontró
a
unos
pocos
monjes.
Uno
de
ellos
viviendo
en
el
monasterio
conocía
a
Naropa
de
antes
y
los
otros
habían
oído
sobre
él
porque
fue
un
famoso
erudito
de
Nalanda,
por
lo
cual
lo
invitaron
a
entrar.
Otra
vez,
preguntó
si
habían
escuchado
sobre
Tilopa
y
donde
podría
encontrarlo.
Ellos
nunca
habían
escuchado
sobre
este
gran
maestro,
pero
sabían
sobre
un
pobre
pordiosero
llamado
Tilopa.
Naropa
estaba
seguro
que
conocería
a
su
maestro.
Con
algunos
monjes
del
monasterio,
fue
a
un
lugar
donde
un
hombre
estaba
sentado
en
la
tierra,
algunas
veces
tomaba
una
rana,
la
tiraba
en
el
fuego
y
se
la
comía.
Como
Naropa
estaba
convencido
que
este
era
Tilopa,
su
maestro,
y
comenzó
a
postrarse
enfrente
de
él
y
le
pregunto
si
podía
ser
su
discípulo.
El
hombre
acepto,
tomo
un
puñado
de
piojos
de
su
cuerpo,
se
lo
dio
a
Naropa,
le
dijo
que
tenía
que
abandonar
todo
concepto
y
después
le
pidió
que
echara
los
piojos
al
fuego.
Los
monjes
del
monasterio
estaban
viéndolo
y
por
eso
Naropa
dudaba.
El
pordiosero
entonces
le
dijo
que
si
el
no
quemaba
los
51
eventos
mentales
que
aparecen
en
la
mente
funcionando
en
su
nivel
ordinario,
el
no
podría
encontrar
al
lama
correcto.
11.
Naropa
continuó
su
jornada
y
al
día
siguiente
llegó
a
un
lugar
muy
extraño
con
mucha
gente
que
no
parecían
personas
ordinarias
ni
normales.
Una
persona
hablaba
sin
lengua;
otra
era
sorda
pero
podía
oír
sonidos;
un
hombre
ciego
que
estaba
observando;
alguien
caminando
sin
piernas
y
algunos
cadáveres
estaban
bailando.
Había
toda
clase
de
apariciones
sobrenaturales
que
ligeramente
lo
habían
distraído.
De
pronto,
comprendió
que
estaba
distraído
y
que
debería
concentrase
en
encontrar
a
Tilopa.
En
el
momento
que
comprendió
esto,
todo
desapareció
y
le
fue
dicho
que
la
manera
como
estaba
buscando
a
su
lama
no
era
correcta.
"El
lama
que
tu
quieres
encontrar
es
un
ser
realizado,
para
encontrarlo
tienes
que
concentrar
tu
mente
en
él.
En
cualquier
momento
que
lo
hagas,
él
estará
allí.
Ahora,
estabas
viendo
éstas
extrañas
apariciones
y
te
distrajiste."
"Estos
extraños
seres
que
estabas
viendo
simbolizan
que
no
existe
un
objeto
o
sujeto
real.
El
hombre
ciego
observando
simboliza
que
si
quieres
entender
la
naturaleza
de
la
mente,
el
Mahamudra,
debes
comprender
que
no
hay
alguien
mirando
algo,
debes
ir
más
allá
de
la
idea
de
alguien
mirando
algo.
La
persona
hablando
sin
lengua
y
el
sordo
escuchando
sonidos
simbolizaban
la
realización
que
nunca
puede
ser
expresada
con
palabras.
El
hombre
caminando
sin
piernas
simbolizaba
que
la
naturaleza
de
la
mente
está
más
allá
del
ir
y
venir,
que
no
viene
de
ninguna
parte
y
tampoco
va
a
ninguna
parte.
Los
cadáveres
bailando
simbolizaban
que
debes
liberarte
a
ti
mismo
de
la
idea
de
un
objeto
percibido
y
de
una
mente
que
percibe."
Naropa
comprendió
que
esto
había
sido
una
creación
de
su
lama
y
que
él
no
había
entendido
realmente
que
estaba
sucediendo,
se
sintió
triste
y
lamentando
no
poder
entender
esto,
decidió
que
desde
es
momento
en
adelante
tenía
que
quedarse
en
ese
lugar
y
meditar.
Así
lo
hizo,
pero
como
no
había
conocido
todavía
a
su
maestro,
perdió
todo
valor,
pensó
que
no
podría
conocer
a
Tilopa
en
esta
vida
y
planeado
suicidarse,
decidió
hacer
muy
fuertes
deseos
de
poder
conocerlo
en
su
siguiente
vida.
Tomó
un
cuchillo
y
lo
puso
en
su
garganta,
pero
en
ese
momento,
un
hombre
azulado
con
ojos
rojos
apareció
enfrente
de
él.
Comprendiendo
quien
era
y
lleno
de
devoción
se
abrió
a
Tilopa
y
le
preguntó
porque
no
había
aparecido
antes
y
por
qué
no
le
había
sido
posible
verlo.
Tilopa
dijo
a
Naropa
que
desde
el
primer
momento
cuando
comenzó
a
buscarlo
siempre
había
estado
con
él.
Cualquier
persona
que
había
encontrado
en
el
camino
era
el
mismo
Tilopa.
Solamente
los
oscurecimientos
de
la
mente
de
Naropa
le
habían
impedido
ver
a
su
maestro.
Ahora,
libre
de
oscurecimientos,
era
capaz
de
ver
a
Tilopa.
Tilopa
le
dio
a
Naropa
la
transmisión
completa
de
los
cuatro
linajes
y
Naropa
comenzó
a
practicar
las
enseñanzas.
Las
siguientes
doce
penalidades
que
tuvo
que
soportar
sucedieron
en
el
tiempo
en
que
estuvo
junto
a
Tilopa,
quien
estuvo
guiándolo
y
ayudándolo
a
dominar
todos
los
obstáculos
que
iría
encontrando
mientras
practicaba.
Como
fue
explicado
en
la
primera
parte
del
artículo,
a
través
de
estás
24
penalidades,
Naropa
fue
conducido
a
través
del
camino
de
la
conexión.
En
relación
con
la
práctica
Vajrayana,
esto
corresponde
a
recibir
los
cuatro
empoderamientos:
el
empoderamiento
del
cuerpo
como
vasija,
el
empoderamiento
del
habla
secreta,
el
empoderamiento
de
la
sabiduría
consciente
y
el
empoderamiento
de
la
palabra.
Cada
empoderamiento
fue
dado
a
Naropa
a
través
de
diferentes
signos
y
símbolos,
indicando
su
respectivo
significado.
Finalmente,
habiendo
conocido
a
Tilopa,
Naropa
ofreció
un
mandala
y
le
pidió
que
le
diera
el
empoderamiento.
Desde
ese
entonces
cada
vez
que
Naropa
ofrecía
un
mandala,
Tilopa
le
mostraba
un
signo.
En
total
le
mostró
once
diferentes
signos
los
cuales
significaban
que
le
había
transmitido
el
empoderamiento
del
cuerpo
como
vasija.
1.
La
primera
vez
que
Naropa
ofreció
un
mandala,
Tilopa
le
pidió
que
tomara
un
metro
de
tela
de
algodón
y
que
derramara
un
poco
de
aceite
de
sésamo
sobre
la
misma.
Cada
uno
sostuvo
una
de
las
puntas
y
pusieron
la
tela
sobre
el
fuego.
Tilopa
le
preguntó
a
Naropa
que
entendió.
Naropa
respondió
que
había
entendido
que
el
fuego
es
como
las
instrucciones
del
lama
y
el
algodón
como
los
conceptos
de
la
mente;
la
quema
del
algodón
muestra
que
los
conceptos
deben
ser
abandonados;
las
cenizas
de
la
tela
del
algodón,
las
cuales
son
todavía
parte
del
algodón
mismo,
muestran
que
las
cosas
aparecen
pero
que
al
mismo
tiempo
no
existen.
Igualmente,
en
términos
del
proceso
de
generación
de
la
meditación
en
un
Yidam,
uno
debería
entender
la
unión
de
la
apariencia
y
el
vacío
del
Yidam.
2.
Tilopa
sostuvo
un
cristal
en
sus
manos
y
se
lo
mostró
a
Naropa
y
le
preguntó
que
entendió.
Naropa
explicó
que
la
mente
del
discípulo
debe
ser
completamente
pura,
que
no
debería
ser
roto
el
compromiso
en
la
relación
entre
discípulo
y
maestro.
El
discípulo
debería
también
estar
libre
de
cualquier
clase
de
malicia.
3.
Entonces,
Tilopa
sostuvo
una
cuerda
llena
de
nudos
y
le
pidió
a
Naropa
que
los
desatara.
Así
lo
hizo
y
se
la
regresó.
Tilopa
la
tiro
a
un
lado
y
le
preguntó
a
Naropa
qué
había
entendido.
Naropa
respondió:
"Todos
los
seres
están
atados
por
los
ocho
dharmas
malignos
y
nosotros
necesitamos
desatarlos."
(Los
ocho
dharmas
malignos
son:
elogio/critica;
fama/desgracia;
ganancia/pérdida;
felicidad/miseria)
"Una
vez
hayamos
hecho
esto,
nosotros
debemos
mantenernos
natural
y
descansar
la
mente
en
sí
misma,
sin
ser
artificial.
Tenemos
que
abandonar
todas
nuestras
expectativas,
esperanzas
y
miedos."
"Siempre
esperamos
ser
elogiados
y
tenemos
miedo
de
ser
criticados."
"Estamos
buscando
la
fama
y
tenemos
miedo
de
la
desgracia."
"Queremos
ganar
algo
y
tenemos
miedo
de
perderlo."
"Estamos
esforzándonos
por
la
felicidad
y
tenemos
miedo
de
la
miseria."
4.
Tilopa
tomo
una
joya
preciosa
y
se
la
puso
en
su
cabeza,
luego
la
puso
enfrente
de
él
y
enfoco
su
mente
sobre
la
joya
por
un
largo
tiempo
sin
moverse.
Después,
le
preguntó
a
Naropa
que
entendió.
Naropa
dijo
que
entendió
que
eso
significaba
que
el
lama
es
como
una
joya
que
cumple
todos
los
deseos,
porque
a
través
de
él
es
posible
desarrollar
todos
los
siddhis
ordinarios
y
extraordinarios
y
cualquier
otro
logro.
Poner
la
joya
en
su
cabeza
significaba
que
uno
nunca
debería
estar
separado
del
lama;
uno
debería
pensar
siempre
que
él
está
allí.
Observar
la
joya
por
un
largo
tiempo
sin
moverse
significaba
que
nuestra
devoción
y
fe
en
el
lama
debería
ser
incambiable
y
que
esto
es
necesario
hasta
que
uno
alcanza
la
completa
iluminación.
5.
Naropa
ofreció
otro
mandala
y
suplicó
por
el
empoderamiento.
Tilopa
llenó
una
tasa
de
arcilla
con
agua
y
dándosela
a
Naropa
le
pidió
que
tomara
su
contenido.
Tilopa
nuevamente
preguntó
que
había
entendido.
Naropa
dijo
que
eso
significaba
que
la
mente
del
estudiante
está
influenciada
por
todos
los
sentimientos
perturbadores
y
por
lo
tanto
las
instrucciones
del
lama
son
para
calmar
la
mente
perturbada;
la
mente
necesita
ser
lavada
usando
las
instrucciones.
6.
Cuando
Naropa
pidió
el
empoderamiento
del
cuerpo
como
vasija,
Tilopa
tomo
agua
de
un
recipiente
y
la
puso
en
muchos
recipientes
más
pequeños.
Luego,
colocó
el
agua
nuevamente
en
el
recipiente
grande
y
preguntó
a
Naropa
que
entendió.
Naropa
contestó
que
para
el
ojo
ordinario
hay
variedad
de
apariencias,
pero
que
la
esencia
vacía
de
cualquier
apariencia
es
la
misma,
sólo
hay
una
esencia.
7.
En
otro
instante
Tilopa
le
mostró
el
mudra
(gesto
con
la
mano)
del
triángulo,
el
cual
representa
la
fuente
de
todos
los
dharmas
y
entonces
preguntó
a
Naropa
que
entendió.
Naropa
dijo
que
entendió
que
esto
significaba
que
todo
fenómeno,
interno
y
externo,
no
implica
características
definidas;
la
segunda
cualidad
es
que
la
naturaleza
del
fenómeno
es
vacía;
y
tercero,
que
no
debería
haber
esperanza,
miedo
o
aspiraciones.
8.
Entonces
Tilopa
mostró
el
mudra
del
anillo
y
preguntó
a
Naropa
qué
entendió.
Naropa
dijo
que
esto
significaba
que
todo
está
incluido
en
el
Dharmakaya
y
que
nada
es
diferente
de
este
verdadero
cuerpo.
9.
Tilopa
apuntó
con
sus
dedos
su
corazón
y
entonces
dejo
caer
su
cabeza.
Le
preguntó
a
Naropa
que
entendió.
Naropa
dijo
que
entendió
que
esto
significaba
que
la
cualidad
del
Dharmakaya
no
es
diferente
de
la
naturaleza
de
nuestra
propia
mente.
10.
Entonces
Tilopa
trajo
una
serpiente
hizo
un
nudo
con
su
cuerpo
y
la
puso
sobre
la
tierra.
La
serpiente
desató
el
nudo
por
sí
misma.
Tilopa
preguntó
a
Naropa
qué
entendió.
Naropa
respondió
que
esto
significaba
que
aunque
nuestra
mente
es
el
Dharmakaya,
el
verdadero
cuerpo,
está
atado
por
la
ilusión
de
que
la
mente
que
percibe
y
el
objeto
percibido
son
diferentes.
Con
la
mente
desatándose
a
sí
misma,
es
posible
ser
liberado
de
los
conceptos
impuros.
De
hecho,
este
es
el
único
camino
de
hacerlo,
no
puede
ser
hecho
desde
afuera,
debe
ser
hecho
por
la
mente
misma.
11.
Tilopa
pretendió
que
no
era
capaz
de
hablar.
Naropa
interpretó
que
esto
significaba
que
una
vez
que
la
mente
se
desata
a
sí
misma
de
esos
nudos
de
la
visión
dualista,
muchas
experiencias
vienen,
sin
embargo,
estas
experiencias
y
realizaciones
son
algo
que
no
se
puede
expresar
con
palabras.
Después
de
haber
mostrado
estos
once
signos,
Tilopa
tomó
una
rama
con
frutas,
la
sostuvo
arriba
y
se
la
mostró
a
Naropa
preguntándole
que
había
entendido.
Naropa
dijo
que
esto
significaba
que
cuando
se
experimenta
el
fruto
de
la
meditación,
no
se
debería
mantener
para
sí
mismo.
Este
fruto
es
algo
que
debería
ser
posible
para
todos
los
seres,
debería
ser
compartido
con
los
otros
así
como
los
frutos
de
un
árbol
pueden
ser
comidos
por
todos.
Todos
estos
diferentes
signos
y
símbolos
fueron
dados
en
un
período
de
muchos
años.
Cada
vez
que
Naropa
pedía
el
empoderamiento,
Tilopa
daba
alguna
clase
de
signo
y
para
cada
uno
de
los
once
signos
que
le
mostraron
a
Naropa,
Tilopa
nunca
confirmó
o
rechazó
la
respuesta.
Nunca
dijo
a
Naropa
si
había
entendido
de
la
manera
correcta
o
no,
tan
solo
dejo
que
fuera
de
la
manera
que
fue.
Más
tarde,
cuando
Tilopa
estaba
sentado,
comenzó
a
sonreír
y
reír,
entonces
le
dijo
a
Naropa:
"¿Sabes?
esto
es
exactamente
como
la
profecía
de
las
dakinis,
entendiste
todo
de
la
manera
correcta.
Hacia
cualquier
cosa
que
te
mostré,
tuviste
el
correcto
entendimiento."
Entonces
le
dijo:
"deberías
entender
que
todas
las
apariencias
no
son
diferentes
de
tu
propia
mente.
Aún,
cuando
cualquier
yidam
o
aspecto
del
Buda
en
que
medites
aparece,
la
esencia
de
ese
yidam
o
aspecto
del
Buda
no
es
diferente
de
tu
propia
mente."
De
esta
forma,
Tilopa
le
dio
a
Naropa
el
primero
de
los
empoderamientos,
el
cual
es
el
empoderamiento
del
cuerpo
como
vasija.
El
significado
de
este
empoderamiento
es
entender
que
las
apariencias
y
el
vacío
son
inseparables.
El
segundo
y
el
tercer
empoderamiento,
la
palabra
secreta
y
la
sabiduría
consciente,
fueron
dados
cada
uno
también
a
través
de
once
signos
diferentes.
Tilopa
le
dio
a
Naropa
el
segundo
empoderamiento,
el
empoderamiento
de
la
palabra
secreta,
el
cual
se
refiere
a
que
el
sonido
y
el
vacío
son
inseparables.
Él
le
explicó
a
Naropa
que
todos
los
sonidos
y
todos
los
mantras
son
en
esencia
vacíos.
Le
dio
el
permiso
de
practicar
los
métodos
que
trabajan
con
las
energías
en
los
canales
internos
y
le
dijo
que
hiciera
esa
práctica.
Luego,
le
dio
el
tercer
empoderamiento,
el
empoderamiento
de
la
sabiduría
consciente,
lo
introdujo
en
el
significado
de
la
más
alta
sabiduría
original,
que
significa
el
entendimiento
que
la
claridad
y
el
vacío
son
inseparables.
El
cuarto
empoderamiento
otorgado
por
el
significado
de
doce
penalidades
mayores
Naropa
meditó
en
el
significado
de
los
empoderamientos
y
después
de
un
año
vino
a
Tilopa
de
nuevo
y
le
dijo:
"Ahora
he
logrado
el
significado
de
los
tres
empoderamientos,
los
cuales
son
llamados
los
empoderamientos
que
maduran
la
mente
inmadura
o
imperfecta."
1.
Naropa
entonces
pidió
el
cuarto
empoderamiento
que
libera
la
mente,
la
introducción
al
Mahamudra.
Tilopa
miró
a
Naropa
de
una
manera
especial
y
se
fue,
Naropa
lo
siguió.
Fueron
a
un
templo
que
tenía
muchas
historias
y
Tilopa
subía
por
el
templo
seguido
a
la
derecha
por
Naropa.
Al
llegar
al
tope,
Tilopa
sólo
se
sentó
a
descansar
recostado
de
una
pared
y
dijo:
"Bueno,
si
yo
tuviera
un
estudiante
realmente
devoto,
él
saltaría
desde
aquí."
Inmediatamente,
Naropa
saltó.
Cuando
aterrizó,
todos
sus
huesos
se
habían
roto
y
estaba
tendido
en
dolor,
realmente
sufriendo.
Entonces
pensó,
"No
alcanzaré
la
iluminación
en
esta
vida."
y
empezó
a
hacer
oraciones
para
poder
conocer
a
Tilopa
en
la
siguiente
vida.
Mientras
estaba
orando,
Tilopa
apareció
a
su
lado
y
preguntó:
"¿Qué
te
pasa?"
Naropa
contesto:
"Salté,
porque
mi
lama
me
dijo
que
lo
hiciera
y
ahora
estoy
tendido
aquí
con
mucho
dolor
y
con
todos
mis
huesos
rotos.
Es
terrible,
siento
como
si
estuviera
medio
muerto."
Tilopa
entonces
le
dijo:
"Tu
cuerpo
es,
de
hecho,
el
resultado
de
tus
acciones
y
tus
emociones
perturbadoras.
Esto
es
lo
que
crea
tu
cuerpo
físico.
De
cierta
manera,
no
es
muy
importante
si
lo
tienes
o
no,
sin
embargo
conozco
algunos
métodos
que
aprendí
de
las
dakinis."
Tilopa
pasó
su
mano
sobre
la
piel
de
Naropa
y
lo
curó
completamente
y
después
de
eso
le
dio
todas
las
enseñanzas
del
Tantra
Demchog.
Luego,
Tilopa
le
dijo
a
Naropa:
"Lo
que
deberías
meditar
ahora
es
el
liberarte
del
aferramiento
de
la
mente."
Naropa
contestó:
"Yo
sé
que
lo
que
necesito
es
liberarme
de
este
aferramiento,
pero
estoy
atado
por
mi
ignorancia.
Siempre
caigo
en
la
creencia
de
que
las
cosas
existen
o
no
existen.
Realmente
no
puedo
ir
más
allá
de
eso.
¿Qué
debería
hacer?
Conozco
la
meta
pero
no
el
camino."
Tilopa
dijo:
"
Tienes
que
entender
que
la
idea
de
que
las
cosas
existen
es
falsa,
y
que
la
idea
de
que
las
cosas
no
existen
también
es
falsa.
Cualquier
cosa
que
aparece
es
ilusoria.
En
lo
que
deberías
enfocar
tu
mente
es
en
el
entendimiento
de
esta
ilusión
y
este
entendimiento
es
la
continuidad
de
tu
mente."
Naropa
meditó
en
esto
por
una
año
y
durante
ese
tiempo
Tilopa
se
comportaba
algunas
veces
como
un
niño
y
otras
como
una
persona
loca,
haciendo
toda
clase
de
cosas
misteriosas
durante
ese
año.
Nunca
había
certeza
de
lo
que
haría.
Tilopa
mostró
este
comportamiento
para
enfatizar
que
todo
es
ilusión
e
irreal,
cualquier
cosa
que
pasa,
si
uno
esta
sano
o
insano.
2.
Después
de
un
año,
Tilopa
vino
a
donde
Naropa
y
dijo:
"¿Por
qué
no
me
pides
más
instrucciones?"
Inmediatamente,
Naropa
empezó
a
ofrecer
un
mandala
y
pidió
instrucciones.
Nuevamente,
Tilopa
se
alejó
y
Naropa
lo
siguió.
Llegaron
a
un
gran
campo
abierto
y
solo,
en
medio
de
este
campo
había
un
gran
incendio.
Tilopa
fue
hacia
el
fuego
y
dijo:
"Si
tuviera
un
estudiante
que
fuera
realmente
devoto,
saltaría
dentro
del
fuego."
Naropa
de
inmediato
se
lanzó
dentro
del
fuego
y
fue
quemado,
lo
cual
le
causó
un
sufrimiento
terrible.
Tilopa
vino
hacia
él
y
le
preguntó:
"¿Qué
te
sucede
ahora?"
Naropa
contestó:
"Bueno,
mi
cuerpo
ha
sido
quemado
y
mi
mente
está
sufriendo."
Tilopa
replicó,
"Bueno,
quemar
el
aferramiento
al
ego
es
muy
bueno
y
yo
tengo
la
práctica
y
las
instrucciones
sobre
la
ecuanimidad
de
los
elementos."
Entonces
tocó
la
piel
de
Naropa,
lo
curó
completamente
y
el
fuego
desapareció.
Después
de
esto,
Tilopa
instruyó
a
Naropa
de
manera
que
realizara
que
todo
tiene
un
solo
sabor,
que
no
hay
diferencia
respecto
al
placer
o
la
miseria,
a
la
salud
o
a
la
enfermedad.
Tilopa
enseño
seis
clases
de
ecuanimidades,
en
el
sentido,
de
que
la
esencia
de
todo
fenómeno
es
la
misma.
Así,
Naropa
se
quedó
con
Tilopa
en
el
bosque,
quien
se
comportaba
de
distintas
maneras.
Algunas
veces
se
comportaba
como
un
animal,
algunas
como
un
gran
yogui,
algunas
como
una
persona
loca.
Durante
este
tiempo
Naropa
estuvo
haciendo
su
práctica,
algunas
veces
iba
a
una
villa
cercana
a
mendigar
por
comida,
y
la
traía
de
vuelta
a
Tilopa,
de
esta
forma
Naropa
también
estaba
sirviendo
a
Tilopa.
Ellos
vivieron
de
esta
forma
por
algún
tiempo.
3.
Un
día
cuando
Naropa
fue
a
mendigar
comida,
había
una
gran
fiesta
en
el
pueblo.
Él
tomó
muy
buena
comida,
que
llevó
a
Tilopa.
Éste
estaba
disfrutando
realmente
la
comida
y
dijo:
"Oh,
esto
es
delicioso,
esto
es
muy
bueno."
Estaba
hablando
mucho
y
disfrutando
la
comida.
Naropa
pensó,:
"He
estado
mucho
tiempo
con
Tilopa
y
esta
vez
parece
realmente
disfrutar
lo
que
le
traje;
me
ha
estado
hablando;
parece
estar
muy
feliz.
Quizás
debería
ir
y
obtener
más
comida
para
él."
Le
preguntó
a
Tilopa,
quien
le
dijo:
"Uno
puede
ir
a
mendigar
por
comida
solamente
una
vez
al
día.
Esta
es
la
tradición
aquí.
Si
tu
vas,
probablemente
obtendrás
algunos
problemas.
Pero
puedes
ir,
¿por
qué
no?
Toma
esta
agua,
si
tienes
algún
problema
debes
esparcirla.
Si
ellos
están
detrás
de
ti
todavía,
toma
esta
espada
de
madera
y
haz
círculos
en
el
aire,
entonces
estarás
bien.
¡Ve
y
trae
la
comida!"
Naropa
llegó
al
pueblo
y
como
no
podía
mendigar
de
nuevo,
tenía
que
robar
la
comida.
Cuando
trataba
de
salir,
la
gente
vio
que
estaba
robando
y
fueron
tras
él.
Entones
Naropa
tiró
el
agua
que
le
había
dado
Tilopa
y
apareció
un
lago
entero
entre
él
y
la
gente
que
lo
cazaba.
Después
uso
la
espada,
pero
al
usarla,
quedó
rodeado
por
una
cerca
de
hierro,
por
lo
que
fue
muy
fácil
para
la
gente
atraparlo.
Primero
le
prendieron
fuego
y
como
pudo
escapar
corrieron
detrás
de
él
y
logrando
atraparlo
nuevamente,
lo
golpearon
sin
misericordia.
Finalmente,
regresó
con
Tilopa
completamente
destrozado
y
herido,
casi
medio
muerto.
Tilopa
dijo:
"No
es
problema,
yo
tengo
las
instrucciones
sobre
las
diferentes
clases
de
compromisos."
Lo
curó
primero
y
entonces
le
dio
las
instrucciones
llamadas
El
espejo
mental
de
los
compromisos.
4.
Naropa
se
quedó
con
Tilopa
y
continuó
su
práctica.
Un
día,
Tilopa
de
pronto
se
alejó
de
él,
caminó
a
un
lugar
donde
había
un
charco
muy
profundo
lleno
de
sanguijuelas.
Naropa
lo
siguió
y
cuando
llegó
a
la
charca,
Tilopa
estaba
sentado
en
la
orilla
meditando.
Naropa
fue
hacia
él
y
ofreció
un
mandala,
se
postró
y
pidió
instrucciones.
Tilopa
dijo:
"Si
tuviera
un
buen
estudiante,
él
haría
un
puente
de
manera
que
yo
pudiera
cruzar
la
charca."
Naropa,
inmediatamente,
hizo
de
él
mismo
un
puente
para
que
Tilopa
pudiera
pasar.
Mientras
Tilopa
cruzaba,
pisaba
fuerte
sobre
la
espalda
de
Naropa
y
luego
saltó
sobre
ella
hasta
que
Naropa
cayó
dentro
del
agua.
Fue
una
experiencia
terrible,
el
agua
estaba
fría
como
el
hielo
y
casi
se
ahogó,
fue
cubierto
por
las
sanguijuelas,
las
cuales
le
succionaban
su
sangre.
Tilopa
le
preguntó:
"¿Qué
sucede
ahora?
¿Duele?
¿Qué
está
mal?"
Naropa
replico:
"Si,
es
muy
doloroso.
Las
sanguijuelas
me
están
comiendo
y
hay
mucho,
mucho
frío.
Es
tremendo."
Tilopa
dijo:
"No
es
problema,
te
puedo
dar
instrucciones
que
te
ayudaran
a
calentarte
y
a
no
sentir
ningún
dolor.
Yo
tengo
las
instrucciones
del
Calor
Interno,
basado
en
el
vacío."
Tilopa
sanó
a
Naropa
y
le
dio
la
completa
transmisión
de
la
práctica
del
Tummo.
5.
Otro
año
paso
mientras
Naropa
practicaba
las
enseñanzas
del
Tummo.
Tilopa
estuvo,
como
usualmente,
actuando
de
manera
extraña.
Luego,
Naropa
ofreció
un
mandala
y
pidió
más
instrucciones.
Tilopa
le
dijo
que
tomara
diez
piezas
de
Bambú,
pusiera
mantequilla
derretida
sobre
ellas,
las
calentara
para
hacerlas
muy
duras
y
luego
las
afilara.
Cuando
Naropa
terminó,
Tilopa
tomó
las
varas
afiladas
y
las
clavo
todas
en
Naropa,
agujereando
su
cuerpo
y
lo
dejó.
Naropa
estaba
sufriendo
terriblemente.
Tilopa,
después
de
un
tiempo,
regresó
y
preguntó:
"¿Qué
te
sucede?"
Naropa
respondió,
"Estoy
agujereado
por
este
Bambú
y
es
extremadamente
doloroso.
Creo
que
voy
a
morir."
Tilopa
entonces
lo
tocó
con
sus
manos
y
las
heridas
y
el
dolor
desaparecieron.
Tilopa
entonces
transmitió
a
Naropa
las
enseñanzas
sobre
el
Cuerpo
Ilusorio.
Naropa
practicó
estas
enseñanza
por
un
año
y
durante
el
mismo
Tilopa
se
comportó
como
era
usual.
6.
El
siguiente
año,
Tilopa
vino
a
Naropa,
mirándolo
le
preguntó:
"¿No
me
vas
a
pedir
más
instrucciones?"
Naropa
rápidamente
se
levantó,
comenzó
a
postrarse
frente
a
Tilopa
y
pidió
instrucciones.
Inmediatamente
Tilopa
se
alejó,
Naropa
lo
siguió
y
llegaron
a
un
gran
llano
con
arena.
No
lejos
de
ellos
había
un
hombre
caminando
en
la
arena.
Tilopa
dijo,:
"Bueno,
si
tuviera
un
buen
discípulo,
él
iría
inmediatamente
a
atrapar
a
ese
hombre,
de
otra
manera
ese
hombre
me
va
a
hacer
daño."
Naropa
fue
a
atrapar
al
hombre,
pero
no
podía,
corrió
y
corrió,
pero
nunca
pudo
alcanzar
al
hombre.
Finalmente,
Naropa
cayó
completamente
exhausto
al
piso.
Tilopa
vino
hacia
él
y
le
preguntó:
"¿Qué
sucede?"
Naropa
le
dijo
que
había
tratado
de
atrapar
al
hombre
pero
que
no
pudo
alcanzarlo,
era
como
un
fantasma
o
espejismo.
Entonces
Tilopa
le
dijo:
"Bueno,
así
es
como
es
en
el
samsara.
Todo
el
mundo
esta
corriendo
tras
cosas
ilusorias
y
siempre
están
tratando
de
agarrar
algo
que
no
está
realmente
allí,
éste
es
el
problema
del
samsara.
Ahora
te
daré
las
instrucciones
del
Yoga
del
Sueño,
que
todo
es
como
un
sueño."
Tilopa
transmitió
las
instrucciones
del
Yoga
del
Sueño.
7.
Naropa
meditó
por
un
año
en
el
Yoga
del
Sueño,
durante
este
tiempo
Tilopa
estuvo
en
meditación,
no
comía,
no
hablaba.
Al
transcurrir
un
año,
Tilopa
se
alejó
y
Naropa
fue
tras
él,
ofreció
mandalas
y
pidió
más
instrucciones,
pero
Tilopa
todavía
no
hablaba.
Ellos
continuaron
y
encontraron
una
procesión
nupcial
del
hijo
de
un
ministro.
Tilopa
vio
eso
y
le
dijo
a
Naropa:
"Bueno,
si
yo
tuviera
un
buen
discípulo,
él
iría
a
empujar
al
novio
de
su
caballo,
jalaría
por
el
cabello
a
su
mujer
y
trataría
de
obtenerla."
Naropa
no
tenía
dudas
e
hizo
lo
que
Tilopa
había
dicho.
Por
supuesto,
la
gente
saltó
sobre
él
y
lo
golpeó.
Tilopa
vino
a
Naropa
cuando
ya
estaba
medio
muerto,
lo
tocó
y
nuevamente
lo
curó
de
todas
las
heridas.
Esta
vez
le
transmitió
las
enseñanzas
de
la
Clara
Luz.
El
siguiente
año,
ellos
estuvieron
juntos
y
Naropa
práctico
el
Yoga
de
la
Clara
luz.
Tilopa
se
comportó
de
formas
graciosas,
algunas
veces
como
niño,
otras
como
loco.
8.
Llego
el
tiempo
cuando
Naropa
pidió
nuevamente
instrucciones.
Esta
vez,
Tilopa
sólo
le
dijo
que
cualquiera
que
quisiera
más
instrucciones
tenía
que
seguirlo,
entonces
se
alejó
y
Naropa
fue
tras
él.
Ellos
estuvieron
caminando
por
largo
rato,
y
esta
vez
encontraron
una
procesión
con
un
rey
y
una
reina.
Tilopa
dijo:
"Si
tuviera
un
buen
discípulo,
iría
a
empujar
al
rey
de
su
caballo."
Naropa
lo
hizo
y
está
vez
estuvo
muy
cerca
de
morir.
Tilopa
vino,
lo
curó
y
dijo:
"La
razón
por
la
que
todavía
hay
dolor
es
porque
no
has
disuelto
el
aferramiento
al
ego,
todavía
tienes
algunos
hábitos
de
aferramiento
al
Yo.
Ahora,
te
daré
las
instrucciones
del
Phowa
y
durante
el
siguiente
año
Naropa
practicó
el
Phowa.
9.
Después
de
ese
tiempo,
Tilopa
partió
y
a
Naropa,
que
quería
más
instrucciones,
le
fue
dicho
que
tenía
que
seguirlo,
cuando
llegaron
a
un
gran
plano,
encontraron
un
príncipe
con
unos
pocos
sirvientes,
quienes
habían
salido
para
divertirse.
Tilopa
dijo
a
Naropa:
"Bueno,
esta
vez
no
hay
muchas
personas,
deberías
ir,
pegarle
al
príncipe,
tomar
sus
ornamentos
y
traérmelos
y
en
caso
de
que
haya
cualquier
problema,
llámame."
Naropa
golpeó
al
príncipe,
tomó
sus
ornamentos
y
corrió
de
vuelta,
pero
los
sirvientes
del
príncipe
llamaron
por
ayuda
y
muchos
soldados,
que
estaban
muy
cerca,
comenzaron
a
correr
detrás
de
Naropa.
Naropa
gritó:
"Tilopa,
ayúdame,
¡protéjeme!"
y
llegó
a
donde
Tilopa
justo
cuando
los
soldados
vinieron.
Tilopa
preguntó
a
los
soldados:
"¿Qué
hizo?"
Ellos
replicaron:
"Golpeó
al
príncipe
y
robó
sus
ornamentos."
Tilopa
respondió:
"Eso
es
muy
malo;
nosotros
deberíamos
golpearle."
Juntos
golpearon
a
Naropa
y
estuvo
muy
cerca
de
morir.
Entonces
Tilopa
preguntó
que
había
sucedido,
Naropa
dijo:
"Bueno,
fui
golpeado
y
aunque
dijiste
que
me
ayudarías,
no
lo
hiciste.
Creo
que
esta
vez
voy
a
morir."
Tilopa
lo
tocó,
curándolo
y
entonces
le
dio
el
Phowa
Donjug,
una
clase
de
Phowa
donde
se
trasmite
la
conciencia
en
otro
ser
que
esta
a
punto
de
morir.
Naropa
meditó
por
un
año
en
esta
práctica
especial
y
entonces
nuevamente
pidió
más
instrucciones.
10.
Tilopa
le
dijo
a
Naropa
que
tomara
como
esposa
a
una
linda
muchacha
que
también
era
practicante
del
Dharma,
siguiendo
su
consejo
Naropa
se
casó.
Al
principio
ellos
se
gustaban
pero
después
de
algún
tiempo,
surgieron
algunos
problemas
y
tenían
muchas
discusiones.
Naropa
estaba
muy
aburrido
de
esta
situación.
Durante
este
tiempo,
Tilopa
vino
a
visitarlos
y
le
preguntó
a
Naropa
que
andaba
mal,
Naropa
explicó
que
él
y
su
esposa
estaban
teniendo
tiempos
muy
difíciles.
Tilopa
replicó:
"Estos
problemas
están
causados
por
tus
aferramientos
duales.
Tienes
que
abandonar
los
aferramientos
y
las
pasiones
duales
y
entonces
confiar
en
una
consorte
Tántrica."
Tilopa
le
transmitió
a
Naropa
las
instrucciones
de
la
práctica
del
Mudra
del
Karma.
Después,
Tilopa
le
dijo
a
Naropa
que
él
había
roto
sus
votos
monásticos
porque
había
tenido
interacción
sexual
con
su
esposa,
en
consecuencia,
tenía
que
castigarse.
Naropa,
por
ende,
tomó
una
piedra
y
golpeó
su
pene
muchas
veces
hasta
que
se
desmayó.
Entonces
Tilopa
lo
tocó,
lo
curó
completamente
y
le
pidió
a
Naropa
que
le
diera
a
su
esposa
como
una
ofrenda,
Naropa
lo
hizo,
y
la
esposa
estuvo
algún
tiempo
junto
con
Tilopa.
Sin
embargo,
ella
todavía
estaba
enamorada
de
Naropa
y
Tilopa
se
puso
muy
molesto
y
golpeó
a
ambos.
No
obstante,
Naropa
no
perdió
su
confianza
en
Tilopa
y
como
resultado,
Tilopa
le
dio
las
instrucciones
sobre
la
Sabiduría
Iluminadora
del
Mahamudra.
11.
Tilopa
se
alejó
y
Naropa
lo
siguió.
Después
de
un
largo
tiempo
cuando
Naropa
estaba
realmente
cansado,
Tilopa
se
sentó,
Naropa
ofreció
un
mandala,
pero
había
mucho
sucio.
No
había
agua,
por
lo
cual
no
era
posible
limpiar
el
terreno.
Entonces,
Tilopa
dijo:
"Usa
tu
sangre
para
eso".
Naropa
se
cortó
y
con
su
propia
sangre
roció
el
terreno
para
que
el
sucio
desapareciera.
De
esta
forma
él
ofreció
el
mandala
y
Tilopa
le
dio
las
instrucciones
del
Bardo.
12.
Naropa
practicó
estas
enseñanzas
por
un
año.
Un
día,
ellos
iban
juntos
al
río
y
Naropa
pidió
a
Tilopa
más
instrucciones.
Había
llegado
la
instrucción
final.
Tilopa
tomó
su
zapato
y
golpeó
a
Naropa
en
la
cabeza.
Entonces
dijo
que
no
había
nada
más
que
enseñar:
"La
realización
final
está
en
tu
propia
mente."
En
ese
momento,
los
últimos
velos
de
la
mente
de
Naropa
se
disolvieron.
Todo
lo
que
Tilopa
había
realizado
de
la
naturaleza,
Naropa
también
lo
realizó,
había
logrado
el
Mahamudra.
Naropa
había
pasado
doce
años
junto
a
Tilopa,
recibiendo
y
practicando
sus
enseñanzas.
Durante
ese
tiempo,
él
aguantó
estas
doce
penalidades
mayores,
las
cuales
eran
métodos
para
ayudarlo
a
conquistar
los
obstáculos
para
que
no
recayera
en
el
samsara.
De
hecho,
fue
gracias
a
que
la
habilidad
de
Naropa
de
seguir
a
Tilopa
sin
ninguna
duda,
que
pudo
utilizar
su
vida
para
lograr
la
completa
realización.
Este
es
el
ejemplo
del
camino
Vajrayana.
Si
el
lama
en
un
maestro
calificado
y
su
discípulo
es
calificado,
las
condiciones
están
dadas
para
que
mediante
los
métodos
Vajrayana
se
logre
la
iluminación
en
el
transcurso
de
una
vida.
Naropa
estuvo
los
tres
años
siguientes
con
Tilopa.
Éste
le
instruyó
sobre
la
conducta
de
un
yogui,
mientras
entrenaba
su
realización
en
toda
clase
de
diferentes
situaciones.
Después
de
eso,
Naropa
estuvo
en
Pulahari
por
21
años,
el
tiempo
en
que
enseño
a
sus
discípulos.
Cuando
tenía
85
años,
murió
y
fue
a
la
tierra
pura
de
las
dakinis.
Hay
muchas
descripciones
de
la
muerte
de
Naropa.
Algunos
dicen
que
su
cuerpo
se
quedó
y
otros
que
se
disolvió.
Discípulos
muy
cercanos
a
él
dicen:
"Antes
de
morir,
se
manifestó
así
mismo
en
la
forma
de
Hevajra
(uno
de
los
Yidams
más
importantes
en
el
Tantra
Buddhista).
En
esta
forma,
confirió
el
empoderamiento
de
Hevajra
a
todos
sus
discípulos.
Después
de
eso,
todo
el
Mandala
de
Hevajra
se
disolvió
en
él
y
su
forma
de
Hevajra
se
disolvió
en
la
letra
tibetana
"AH"
y
finalmente
el
AH
se
disolvió.
Entonces
se
había
ido.
Las
'Seis
Doctrinas
de
Naropa'
son
llamadas
así,
porque
Naropa
fue
quien
esparció
esta
enseñanza.
De
echo,
ellas
no
deberían
ser
llamadas
ni
Las
Doctrinas
de
Naropa
ni
de
Tilopa
sino
las
Doctrinas
de
Buddha,
ya
que
pertenecen
al
completo
estado
del
Tantrayana,
que
envuelve
técnicas
de
visualización.