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Capítulo 8

 

La Inocencia es la Puerta

 

28 de Agosto de 1974

 

 

  OCTAVO VERSÍCULO...

PRIVATE

 

Jesús vio niños siendo amamantados.

Y les dijo a sus discípulos:

"Estos niños que están siendo amamantados

son como aquellos que entran en el reino".

 

Ellos le dijeron:

"Entonces, ¿siendo niños,

entraremos en el reino?".

 

Jesús les dijo:

"Cuando hagas a los dos en uno,

y cuando hagas a lo interno como lo externo,

y lo externo como lo interno,

y lo de arriba como lo de abajo,

y cuando hagas

lo masculino y femenino en uno solo,

de tal modo que lo masculino no sea masculino

y lo femenino no sea femenino,

entonces entrarás en el reino".

 

 

         Este es uno de los versículos más profundos de Jesús, y uno de los más básicos a ser entendidos por un buscador, y también uno de los más difíciles de lograr, porque si esto es logrado nada más queda por lograr, primero trata de entender unas cuantas cosas y luego entraremos en el versículo.

         El hombre, si vive con la mente, no podrá jamás ser inocente -y sólo en la inocencia desciende lo divino, o tú asciendes a lo divino. La inocencia es la puerta. La mente es astuta, calculadora, es lista, y por esta astucia lo pierdes -pierdes el reino de Dios.

         Logras el reino de este mundo a través de la mente, porque aquí la astucia es necesaria. Tienes que ser astuto: cuanto más astuto más éxito; cuanto más calculador más eficiente en los manejos del mundo.

         Pero exactamente lo opuesto es la puerta al reino de Dios. Ahí no es necesario calcular, no es necesario ser listo. La mente no es necesaria en absoluto, porque la mente es tan solo un mecanismo para calcular, un mecanismo para ser listo. Si no necesitas ninguna astucia, ningún cálculo, la mente es inútil. Entonces el corazón se vuelve la fuente de tu ser y el corazón es inocencia.

         ¿Por qué seguimos siendo astutos? ¿Por qué la mente va pensando cómo engañar? Porque esa es la única manera de triunfar en el mundo. Así que aquellos que quieren triunfar en el mundo serán fracasos en el reino de Dios. Si estás listo para aceptar tu fracaso en este mundo, entonces estás listo para entrar en el otro mundo. En el momento en que uno está listo para reconocer que: "El éxito de este mundo no es para mí, yo no soy para eso", inmediatamente sucede una conversión, un giro. Entonces, la consciencia no se mueve hacia afuera, comienza a moverse hacia adentro.

         Jesús enfatiza la inocencia muchísimo. Por lo tanto, él va hablando sobre la belleza de los niños, o la inocencia de las flores, de las lilas o de la inocencia de los pájaros. Pero este tipo de inocencia no será útil, tú ya la has perdido. Así que no lo imites verbalmente, no trates de entenderlo literalmente, simplemente es simbólico.

         Tú no puedes ser un niño de nuevo -¿cómo va a ser posible eso? Una vez que ya has probado el conocimiento, no puedes regresar. Puedes trascenderlo, pero no puedes regresar, no hay manera de regresar. Puedes ir hacia adelante, puedes ir más allá de eso, pero ahora no puedes ir hacia atrás -no hay forma. No puedes ser un niño común de nuevo. ¿Cómo? ¿Cómo puedes perder aquello que has conocido? Pero sí puedes ir más allá, puedes trascender.

         Recuerda esto, de otro modo puedes comenzar imitando a un niño, y esa imitación será una astucia, será de nuevo un cálculo. Porque Jesús dice: "Sé como un niño", entonces comienzas a practicar cómo ser como un niño -pero un niño nunca lo practica. Un niño es simplemente un niño, él ni siquiera sabe que es un niño, él no está consciente de su inocencia. Su inocencia está ahí, pero él no es consciente de eso. Pero si tú lo practicas, entonces tu consciencia estará focalizada en eso, entonces esta niñez será algo falso. Puedes actuar, pero no puedes ser un niño de nuevo en el sentido literal.

         Pero un santo, un sabio, se vuelve como un niño en un sentido totalmente diferente. El ha trascendido, ha ido más allá de la mente, porque ha entendido su inutilidad. Ha entendido toda la tontera de ser un hombre de éxito en este mundo -ha renunciado al deseo de triunfar, al deseo de impresionar a otros, al deseo de ser el más grande, el más importante, al deseo de satisfacer al ego. El ha llegado a comprender la absoluta inutilidad de eso. La misma comprensión hace trascender, el mismo entendimiento -e inmediatamente estás transformado en una dimensión diferente.

         Entonces de nuevo una niñez -a eso se le llama la segunda niñez. Los hindúes han llamado a esa etapa "el vuelto a nacer", dwij. De nuevo has nacido, pero éste es un nacimiento diferente, no es producto de un padre y una madre. Esto es por tu propio ser, no como resultado de la unión de dos cuerpos, no de una dualidad. Es a través de tu ser que has nacido.

         Este es el significado del nacimiento de Jesús, que nació de una virgen. Pero la gente toma todo literalmente y entonces yerra. Nacido de la virgen quiere decir nacido de lo uno: no está el otro, entonces ¿quién puede corromper? ¿Quién puede entrar ahí? La virginidad permanece absolutamente pura porque no hay el otro. Cuando el otro está ahí, has perdido tu virginidad. En la mente el otro está presente... has perdido la inocencia. Así que estar consciente del otro, el deseo por el otro, es perder la virginidad. Este segundo nacimiento puede ser virginal; el primer nacimiento tiene que ser por el sexo -no hay otra manera, no puede haber.

         Jesús nace del sexo como todos los demás, y está bien que deba ser así. Jesús es como tú en la semilla, pero en el florecimiento él es absolutamente diferente, porque le ha sucedido un segundo nacimiento; un nuevo hombre ha nacido. Jesús, el que nació de María, ya no está ahí, él se ha dado nacimiento a sí mismo. En la antigua secta de los Esenios se dice que cuando un hombre es transformado se vuelve su propio padre. Este es el significado cuando decimos que Jesús no tiene padre: quiere decir que ahora Jesús se ha vuelto su propio padre. Parece absurdo, pero así es como es.

         El segundo nacimiento es un nacimiento virginal -entonces eres inocente de nuevo. Y esta inocencia es mayor a la de un niño, porque el niño tendrá que perder su inocencia, porque es un regalo de la naturaleza, no ha sido ganada por el niño, tiene que ser arrebatada. Cuando el niño crezca perderá su inocencia -¡y tiene que crecer! Pero un sabio permanece inocente. Ahora esta inocencia no le puede ser arrebatada, porque es el clímax, el crescendo del crecimiento; no hay crecimiento más allá. Si fuera posible más crecimiento, entonces las cosas cambiarían; si has alcanzado la meta más allá de la cual no existe nada, sólo entonces las cosas no cambiarán.

         Un niño tiene que crecer todos los días: perderá su inocencia, se volverá experiencia; tendrá que lograr conocimiento, tendrá que volverse astuto, calculador, Pero si te obsesionas demasiado con tu mecanismo de cálculo, entonces permaneces nacido del sexo, de la dualidad. Y entonces siempre habrá un continuo conflicto interno -porque eres dos.

         Cuando naces de dos vas a continuar siendo dos, porque ambos están ahí: un hombre no sólo es un hombre, también es una mujer; una mujer no sólo es una mujer, también es un hombre -porque ambos nacen de dos. Tu padre continúa existiendo en ti, tu madre continúa existiendo en ti, los dos participaron; en tu cuerpo ambos se encontraron, sus corrientes siguen fluyendo -tú eres dos. Y si eres dos ¿cómo puedes estar en tranquilidad? Si eres dos va a haber un conflicto constante. Si hay dos polaridades opuestas en ti, siempre va a permanecer una tensión. Esta tensión no se puede perder, y tú continúas tratando de estar en silencio, de estar en paz, de lograr la bienaventuranza. Es imposible porque eres dos.

         Para estar en silencio la unidad es necesaria, así que tienes que nacer de nuevo -esto es lo que Jesús le dijo a Nicodemus. Nicodemus le preguntó: "Qué debo hacer?".

         Jesús le dijo: "Primero tienes que nacer de nuevo, sólo entonces podrá suceder algo. En este momento, tal como estás, no se puede hacer nada".

         Y lo mismo te digo: en este momento, tal como estás, no se puede hacer nada. A menos que renazcas, a menos que te vuelvas padre de ti mismo, a menos que tu dualidad desaparezca, que se vuelva uno... La mujer dentro de ti y el hombre dentro de ti se encuentran, se vuelve un círculo. No están en lucha, desaparecen, el uno niega al otro, y entonces queda la unidad. Esta unidad es virginidad.

         Eso es lo que Jesús quiere decir: "Sean como niños". No lo tomen literalmente. ¿Pero por qué "como niños"? Porque cuando un niño es concebido, por las primeras cuatro semanas él no es ni masculino ni femenino. Pregúntale a los biólogos, ellos te dirán que no es ninguno.

         Por unas cuantas semanas el niño no es ni masculino ni femenino -él es ambos o ninguno. La división todavía no se ha hecho. Por eso es que ahora la ciencia médica es capaz de cambiar el sexo del niño. Unas cuantas inyecciones pueden lograrlo, porque ambos están presentes -lo masculino y lo femenino. El equilibrio se perderá pronto, predominará lo masculino o lo femenino. Y cualquiera que predomine, ese será el sexo del niño. Pero al principio hay un equilibrio, ambos están presentes. Ahora dependerá de las hormonas.

         Si inyectamos hormonas masculinas el bebé será hombre; si inyectamos hormonas femeninas el bebé será mujer. El sexo puede ser cambiado porque el sexo es algo externo, no pertenece al ser; pertenece sólo a la circunferencia, al cuerpo; es algo hormonal, físico. El ser permanece totalmente diferente a él. Pero entonces surge la diferenciación: el niño comienza a ser masculino o femenino.

         En el principio la unidad, luego el niño nace: en lo que concierne al cuerpo ahora es masculino o femenino. Pero en lo profundo de la consciencia, la distinción no ha penetrado; en la consciencia todavía no es ninguno -el niño todavía no sabe si es masculino o femenino. Unos cuantos meses más y entonces la distinción entrará en la mente, entonces el niño tendrá una visión diferente -el niño se hará consciente de sí mismo.

         El cuerpo era uno al principio, después el cuerpo se separa. Aun cuando el cuerpo se separa, el niño es uno. Después el niño también se separa: el ser humano desaparece, te identificas con ser hombre o mujer y eso continúa toda tu vida. Eso significa que nunca alcanzas la fuente de nuevo, el círculo permanece incompleto. Un sabio alcanza la fuente de nuevo, el círculo se vuelve completo. Otra vez en la mente desaparece la distinción -¡justo al revés!

         En el niño la diferenciación viene primero en el cuerpo, después en la mente. En cambio en el sabio, primero la diferenciación desaparece de la consciencia, después en el cuerpo, y antes de que muera, de nuevo él es una unidad. Esta es la segunda niñez: de nuevo se ha vuelto inocente -pero esta inocencia es muy rica.

          La inocencia de un niño es pobre porque no hay experiencia; la inocencia de la niñez es tan solo como una ausencia de algo. Pero la inocencia de un sabio es la presencia de algo, no la ausencia. El ha conocido todos los caminos del mundo, ha experimentado todo lo que había que experimentar. Se fue exactamente al extremo opuesto: se volvió un pecador, se sumergió en el fango, se entregó a los placeres, experimentó todo lo que este mundo puede dar, y ahora ha salido de eso. Su inocencia es muy, muy rica -hay experiencia. No la puedes destruir ahora, porque ha conocido todo lo que puede ser conocido -¿cómo lo puedes destruir? Ahora ya no lo puedes tentar, toda la tentación ha desaparecido.

          Si alcanzas esta etapa -al principio eras un niño y al final de nuevo te vuelves un niño- tu vida ha sido un círculo completo; esto es lo que es perfección. Si no llegas a la fuente de nuevo, tu vida ha sido incompleta. Siendo incompleta hay sufrimiento. Eso es lo que Buda llama dukkha, la desgracia. Si estás incompleto hay desgracias, si estás completo estás satisfecho.

         Un sabio muere satisfecho -entonces ya no hay nacimiento, porque entonces ya no hay necesidad de regresar al mundo de la experiencia. Tú mueres incompleto y por eso tienes que volver a nacer. Tu ser persistirá una y otra vez hasta estar completo; y a menos que estés completo tendrás que nacer y morir una y otra vez. Esto es lo que los hindúes han estado llamando "la rueda de la vida y la muerte". Un sabio salta fuera de la rueda porque él mismo se ha vuelto un círculo, ahora la rueda ya no es necesaria.

          Pero ¿qué le sucede a la mente común? La distinción permanece hasta el mismo fin, el sexo permanece hasta el mismo fin. Aun si el cuerpo se vuelve débil, la mente continúa -y el sexo es la dualidad básica. Así que a menos que el sexo desaparezca; la unidad, la no dualidad, el Brahma no te va a suceder. Recuérdalo: la no dualidad, -la adwaita, el Brahma, lo uno- no es una hipótesis, no es una teoría, no es una doctrina. No es algo filosófico sobre lo cual puedas discutir, no es una creencia -es una trascendencia del sexo. Es un fenómeno biológico profundo, es alquímico porque todo tu cuerpo necesita una transformación.

         Tres ancianos estaban sentados en la banca de un jardín hablando sobre sus desgracias -porque los ancianos no tienen otra cosa más de qué hablar. El anciano de setentitres años dijo: "Mi oído se está yendo, la gente tiene que gritarme a los oídos y aun así no puedo escuchar correctamente".

         El otro dijo: "Mis ojos cada vez ven menos" -tenía setentiocho años- ya no puedo ver bien, y además ¡no puedo diferenciar entre una rubia y una pelirroja!".

         Entonces ambos le preguntaron al otro anciano, le dijeron: "Mulla Nasruddin, ¿y cuál es tu problema?".

         Nasruddin, quien tenía noventitrés años... dijo: "Mi problema es más profundo que el de ustedes dos. Sucedió anoche: tuvimos una cena, luego un poco de vino, después descansamos en el sofá y me quedé dormido. Media hora más tarde me di cuenta de que mi esposa se había ido a la cama. Así que fui al dormitorio y le dije a mi esposa: 'Hazme un espacio, déjame entrar en la cama y ¡nos vamos a divertir!' Mi esposa dijo: '¿Qué? ¡Acabamos de divertirnos hace veinte minutos!'".

         Y entonces Nasruddin se golpeó la cabeza tristemente y dijo: "Caballeros, mi problema es que ¡estoy perdiendo la memoria!".

         El sexo te va siguiendo hasta el mismo fin, hasta el último. Y puedes no haberlo observado, puedes no haber pensado sobre eso, pero si un hombre no ha trascendido la mente, lo último en la mente, cuando muere será el sexo -porque eso fue lo primero cuando nació y está supuesto a ser lo último, es natural.

         ¡Trátalo! En la noche, cuando vayas a dormir, simplemente observa el último pensamiento, el último, exactamente el último; después del cual te quedas dormido. Recuérdalo, y en la mañana te sorprenderás: ese será el primer pensamiento, obsérvalo. O puedes hacerlo de otro modo: en la mañana observa el primer pensamiento y recuérdalo. En la noche, ese será el último pensamiento, porque la vida es cíclica. El sexo es lo primero en la vida y va a ser lo último. Si no lo trasciendes, eres una simple víctima, no eres tu propio amo.

         Sabes... que cada vez que una persona va a ser ahorcada ¿qué sucede? Si un hombre es ahorcado, el semen es liberado inmediatamente. Esto sucede en toda prisión, donde sea que ahorquen, lo último: cuando está muriendo el semen es liberado. ¿Cuál es el significado de esto? ¿Por qué tiene que ser así? La vida es un ciclo, se completa: eso fue lo primero a través de lo cual ingresó a la vida, eso va a ser lo último, lo último a través de lo cual entrará de nuevo en otra vida.

         Un sabio trasciende el sexo, pero el sabio no ha reprimido el sexo, recuérdalo, porque la represión no es trascendencia. Si lo reprimes todavía estás en eso, si lo reprimes aún estás dividido. Un sabio no ha reprimido nada. Mas bien al contrario, las energías masculinas y femeninas dentro de él se han vuelto una unidad, ahora él ya no es ni masculino ni femenino. Eso es lo que Jesús ha dicho: "Eunucos de Dios". Esto es lo que los hindúes quieren decir cuando representan a Shiva como Ardhanarishwar -mitad hombre, mitad mujer-   se ha vuelto uno.     Y los hindúes dicen que Shiva es el Dios más perfecto,   el más grande

-Mahadeva. ¿Por qué lo llaman Mahadeva, el más grande? Porque es mitad hombre y mitad mujer, y cuando eres mitad hombre y mitad mujer conscientemente, ambos se vuelven un círculo y ambos desaparecen. La dualidad ha desaparecido -se ha vuelto uno.

         Jesús está hablando sobre esta unidad -Ardhanarishwar, mitad femenino y mitad masculino. Entonces no eres ninguno, entonces una nueva niñez ha comenzado, la segunda niñez, eres dwij, vuelto a nacer. Un nuevo mundo de inocencia es descubierto.

         Ahora entraremos en este versículo:

 

         Jesús vio niños siendo amamantados. Les dijo a sus discípulos: "Estos niños que están siendo amamantados son como aquellos que entran en el reino".

         Ellos le dijeron: "Entonces, ¿siendo niños entraremos en el reino?".

 

         Es así como los discípulos siempre se equivocan: toman las cosas literalmente, entienden las palabras demasiado -y el mensaje es sin palabras. Se aferran a los símbolos demasiado, los hacen demasiado concretos, mientras que cuando un Jesús habla, sus símbolos no son concretos, son líquidos. Muestran algo, no dicen nada -son como indicaciones, como dedos señalando la luna, sin decir nada.

         Cuando Jesús dice: "Estos niños... son como aquellos que entran en el reino", inmediatamente pensamos que si nos volvemos como estos niños, entonces seremos capaces, entonces podremos entrar en el reino de Dios.

         Los discípulos dijeron: "Entonces, ¿siendo niños entraremos en el reino?".

         Jesús dijo: "¡No! Simplemente el ser niños no les ayudará".

 

         Jesús les dijo: "Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno, y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas lo masculino y femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

 

         Esto es lo que quiere decir cuando dice ser niños de nuevo. Trata de entender cada frase:

         "Cuando hagas a los dos en uno...".

         Este es el problema básico ¿Has observado que si un rayo de sol pasa por un prisma, inmediatamente se vuelve siete? Entonces aparecen todos los colores del arco iris. Así es como sucede un arco iris: cada vez que el aire está lleno de vapor o con pequeñas gotas de agua en la estación lluviosa, esas gotas de agua suspendidas en el aire se comportan como un prisma. Un rayo de sol pasa, e inmediatamente es dividido en siete. Así es como sucede el arco iris. En la estación lluviosa, cuando el sol está fuera de las nubes, aparecerá un arco iris. El rayo de sol es blanco, puro blanco, pero a través de un prisma se vuelve siete; la blancura se ha perdido, aparecen siete colores.

         Tu mente funciona como un prisma. El mundo es uno, la existencia es puro blanco; a través de tu mente se divide en lo mucho. Todo lo visto a través de la mente se convierte en lo mucho. Si estás muy alerta verás siete cosas en cada concepto mental. La mente divide tal como un prisma, en siete. Por eso es que hemos dividido la semana en siete. Mahavira, a causa de esta actitud de la mente dividió toda su lógica en siete pasos. Son llamados los "siete aspectos de la lógica", y si tú le hacías una pregunta a Mahavira, te daba siete respuestas.

         Haces una pregunta y te dará siete respuestas al mismo tiempo. Era muy confuso, porque le hacías una pregunta y te daba siete respuestas -lo deja más confundido que cuando llegó. Y por esos siete, Mahavira no pudo ser entendido; era imposible entenderlo, pero estaba absolutamente correcto, porque decía: "Tú preguntas a través de la mente y yo tengo que responder a través de la mente -y la mente divide todo en siete". Y aquellos siete se contradicen entre sí. Tiene que ser así, porque la verdad sólo puede ser una, la verdad no puede ser siete.

         Cuando dices siete tienes que contradecir. Si preguntas a Mahavira si Dios existe él dirá: "Sí, Dios existe"; dirá: "No, Dios no existe; luego dirá "Si y No, ambos -Dios existe y no existe"; y luego dirá: "Ambos no" -y en esta forma continuará hasta siete...

         La mente divide como un prisma. Cada vez que miras a través de la mente todo se volverá siete. Si observas en forma aguda, entonces siete; si no observas en forma aguda, entonces en dos. Si le preguntas a un hombre común él dirá: "Sólo dos respuestas son posibles". Si preguntas sobre Dios: Dios existe o no existe, sólo hay dos posibilidades. Pero él está omitiendo cinco, porque no está muy alerta. De otro modo hay siete posibilidades, no dos. Así que dos es el principio de lo mucho, siete es el fin de lo mucho.

         Jesús dice: "Cuando hagas a los dos en uno..."

         El está hablando a gente muy común; Mahavira les hablaba a los más grandes eruditos y filósofos. Esa es la diferencia entre la audiencia: Jesús le está hablando a gente pobre y común -a las masas; Mahavira les estaba hablando a unos cuantos muy selectos. El podía hablar sobre los siete, Jesús hablaba sobre los dos -pero ambos se refieren a lo mismo.

         Jesús dice: "Cuando hagas a los dos en uno..." Mahavira dice: "Cuando hagas a los siete en uno, cuando desparezcan los siete y quede lo uno, lo has logrado". Jesús dice: "Cuando desaparezcan los dos y quede lo uno, lo has logrado". La diferencia está en la audiencia, pero ellos quieren decir lo mismo.

         ¿Cómo pueden desaparecer los dos? ¿Qué hacer? Nada puede ser hecho a través de la mente, porque si la mente está presente los dos permanecerán. ¿Cómo desaparecerá el arco iris? ¿Cómo puede desaparecer? Simplemente bota el prisma y no hay arco iris, simplemente bota la gota de agua suspendida en el aire y el arco iris desaparece. No mires a través de la mente y el mundo de lo mucho desaparece.

         Mira a través de la mente, está ahí. No mires a través de la mente, ponlo a un lado ¡y observa! Los niños miran al mundo sin la mente, porque la mente demora en desarrollar. El cuerpo llega primero, después le sigue la mente. Realmente toma muchos años. Cuando nace el niño, el primer día mira al mundo; el mundo es uno, no puede hacer ninguna diferenciación. ¿Cómo puede hacerlo? No puede decir: "Esto es verde y esto es rojo". No conoce el rojo, no conoce el verde, simplemente observa -el mundo es uno. Es tan "uno" que no puede hallar diferencia entre su propio cuerpo y el de su madre.

         Jean Piaget ha trabajado mucho en el desarrollo de la mente del niño. Por toda su vida ha estado trabajando en eso, y él ha llegado a revelar muchas verdades: el niño no puede hallar  diferencia entre su propio cuerpo y las cosas. Por eso es que se puede agarrar el dedo del pie y comenzar a chupárselo, porque no puede diferenciar. No puede pensar que éste es su propio pie, que es inútil chuparlo, pero él lo coge como si cogiera cualquier cosa -no hay diferencia. El puede defecar y comenzar a comerlo, ni malo ni bueno. Nosotros diríamos: ¡Qué suciedad! -pero no hay diferencia. Así que, ¿qué puede hacer?

         Por esto, en la India ha existido mucha gente que por siglos ha estado tratando de imitar al niño. Así que ellos comen en el mismo sitio donde defecan, y la gente torpe los llama Paramahansas -aquellos que se han realizado.  Simplemente están imitando al niño,  pretenden no diferenciar.   Pero sí diferencian

-de otro modo ¿cuál es la necesidad de hacerlo? Hacen la diferenciación, pero se esfuerzan a sí mismos a no hacerla. Buda no lo haría, Jesús no lo haría, Krishna no lo haría, pero a estos llamados Paramahansas los puedes encontrar en todo el país, en cualquier parte, se esfuerzan a sí mismos a no hacer diferencia.

         Pero ya sea que hagas las distinciones o que te esfuerces a ti mismo a no hacerlas, la mente permanece siendo el foco: la diferenciación está ahí, estás reprimiendo la diferenciación. Te estás comportando de una manera infantil, pero no eres inocente.

         Cuando los dos se vuelven uno, tal como el niño... Un niño nace, abre sus ojos, mira, pero no puede pensar; mirar viene primero, pensar viene después. Tomará tiempo, a veces años, para que el niño sea capaz de hacer diferenciaciones. Un niño inmediatamente arranchará un juguete de las manos de otro niño y tú dirás: "¡No hagas eso! ¡Eso no es bueno, ese juguete no es tuyo!". Estás haciendo una diferenciación de propiedad porque tú crees en la propiedad privada. Piensas: "Esto es mío y eso no es mío". Para un niño no existe distinción -un juguete es sólo un juguete, no puede pensar que no sea de él. Si mi mano puede alcanzar y tomarlo ¡es mío! Mío y tuyo, aún no están claramente delineados. Un niño no puede diferenciar entre un sueño y la realidad. Así que un niño en la mañana puede estar llorando y gritando porque el tenía un lindo juguete en su sueño. "¿Dónde se ha ido?". Quiere que inmediatamente se lo devuelvan. No puede diferenciar entre el sueño y lo real, no puede diferenciar. Su inocencia es porque aún es incapaz de distinguir.

         La inocencia de un sabio llega cuando ha dejado de hacer distinciones. No es que no pueda ver que el verde es verde y que el rojo es rojo, no es que no pueda distinguir que esto es un pan y esto es una piedra, sino que él ha dejado la mente. Ahora vive a través del ver y no a través del pensar. Por eso es que los hindúes han llamado a las filosofías darshanas. Darshan quiere decir ver, no pensar; y filosofía no es una traducción correcta, porque la filosofía significa pensar; es justo lo opuesto.

         Darshan quiere decir ver, ver como un niño, y filosofía quiere decir pensar -son justamente opuestos, no pueden estar unidos en ninguna forma. Cuando las diferenciaciones se han dejado: "Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno...". Porque esto: lo "externo" e "interno" es también una diferenciación.

         Yo mismo tengo que hablar así: Deja lo externo, ve a lo interno; entra hacia adentro, ¡deja lo de afuera! Pero puedes malentender todo el asunto, porque cuando dejas lo externo, lo interno también lo dejarás automáticamente. Cuando lo externo ya no existe ¿cómo puede existir lo interno? Ellos son términos relativos. Lo interno existe sólo como opuesto de lo externo; cuando lo externo ya no existe, ya no hay lo interno. Primero dejas lo externo, y lo interno desaparece automáticamente por sí mismo; no hay "adentro" y no hay "afuera" -te has hecho uno. Si aún hay adentro y afuera entonces todavía eres dos, aún no uno, todavía estás dividido.

          Por eso es que los monjes Zen han dicho una de las cosas más extrañas que se hayan afirmado, dicen que este mundo es el Dios; dicen que la vida ordinaria es religión; dicen que todo está bien como está. Nada hay que cambiar, porque el mismo concepto de cambio crea la dualidad: aquello que va a ser cambiado en algo que debería ser; A tiene que cambiarse a B, se crea la dualidad. Ellos dicen que este mundo es divino; Dios no está en alguna otra parte, porque esa alguna otra parte crea una dualidad. Dios no es el creador y tú no eres lo creado -tú eres Dios. Dios no es el creador -esta misma creación es divina, la misma creatividad es Dios.

         La mente siempre trata de diferenciar, esa es la especialidad de la mente. Cuanto más distinciones puedas encontrar más hábil es tu mente. Y la mente siempre dirá que estos místicos son un poco tontos, porque los límites no son claros. Por eso es que llaman a la religión misticismo, y al decir misticismo no se refieren a algo bueno. Se refieren a algo vano, como niebla, algo nublado, algo como un sueño, no como una realidad clara.

         Estos místicos son tontos para los especialistas en lógica, porque no hacen distinciones -y distinción es todo lo que tienes que hacer; tienes que saber ¡qué es qué! Y cuanto más distinciones puedas hacer, piensa la lógica, más cerca estarás a la realidad. Por eso es que la ciencia -la cual sigue a la lógica, la que es la aplicación de la lógica y nada más- ha llegado hasta el átomo; haciendo distinciones, poco a poco, separando todo, han alcanzado al átomo.

         Y la religión -no separando sino uniendo, borrando las divisiones, no haciéndolas- ha alcanzado lo último, lo uno. La ciencia ha llegado al átomo, lo que significa lo mucho, lo infinitamente mucho; la religión ha alcanzado lo uno, lo infinitamente uno. El enfoque es: la ciencia usa la mente, la mente crea divisiones, distinciones claramente definidas; la religión no usa la mente, entonces todas las divisiones desaparecen, entonces todo se convierte en todo lo demás, las cosas se unen. Los árboles se unen con el cielo, el cielo cae en los árboles; la tierra se encuentra con los cielos, el cielo alcanza la tierra.

         Y si miras profundamente a la vida, encontrarás que estos místicos están correctos. Todas las divisiones están hechas por el hombre, en realidad no hay divisiones. Son útiles, utilitarias, pero no verdaderas; ayudan en ciertas formas, pero también impiden en algunas otras formas.

         Trata de distinguir: durante la última semana te has estado sintiendo muy infeliz; ¿puedes señalar con exactitud el momento en que sentiste la infelicidad? ¿Puedes trazar una línea? ¿Puedes decir: "Exactamente este día a las nueve y media en punto sentí la infelicidad"? No, no lo puedes señalar. Si buscas, de pronto encontrarás que todo es vago, no puedes decir cuándo sentiste la infelicidad. Después estarás feliz, observa cuando te sientas de nuevo feliz. Puedes no haberte dado cuenta porque no estabas consciente en el pasado, pero ahora estás infeliz y en algún momento estarás feliz, porque la mente no puede permanecer en el mismo estado para siempre. No puedes hacer nada. Aun si quisieras permanecer infeliz permanentemente, no podrías. Entonces observa exactamente en qué momento te volverá la felicidad de nuevo. Te vendrá la felicidad y de nuevo se te escurrirá el momento, será vago.

         ¿Qué quiere decir? Significa que la felicidad e infelicidad no son dos cosas. Por eso es que no puedes hacer la distinción: la una se disuelve en la otra. Se unen entre sí, sus límites se disuelven entre sí. Realmente no tienen límites, son como una ola, son como la montaña y el valle: el valle sigue a la montaña; la ola viene y el vacío le sigue a la ola. ¿Dónde comienza la montaña y donde termina el valle? En ninguna parte. ¡Ambos son uno!

         Es tu mente la que dice: "Este es el valle y ésta es la montaña". ¿Puedes tener una montaña sin el valle? Puedes tener un valle sin la montaña? ¿Puedes tener felicidad sin infelicidad? Si lo estás tratando, entonces estás tratando lo imposible. ¿Puedes tener infelicidad sin felicidad? ¡Olvídalo! -porque esta felicidad e infelicidad es más poética. Salud, enfermedad, es más fisiológico. ¡Observa! Cuando te enfermas, exactamente ¿dónde puedes trazar el límite? Y cuando sanas, nadie puede trazar una línea de demarcación... la enfermedad se vuelve salud y la salud se vuelve enfermedad; el amor se vuelve odio y el odio se vuelve amor; la cólera se vuelve compasión y la compasión se vuelve cólera -puede ser incómodo imaginarse esto pero los místicos están en lo cierto.

         Fuiste un niño: ¿cuándo te volviste joven? ¿Cuándo te comenzó la juventud? Estás joven, algún día te volverás viejo. Observa y marca eso en el calendario: "Este día me volví viejo". Y si no puedes hacer la distinción de cuándo te volviste viejo, ¿puedes hacer la distinción de cuando estuviste vivo, de cuándo moriste? Aun los científicos están en muchas dificultades sobre eso, de cuándo declarar muerto a un hombre. Todo lo que se sabe hasta ahora es sólo utilitario, no la verdad.

         ¿Cuándo declarar muerto a un hombre? ¿Cuándo no está respirando? Pero han existido yoghis, que han demostrado en los laboratorios científicos, que pueden permanecer sin respirar aun por diez minutos. Así que: "Cada vez que un hombre muere ya no respira" -ese no puede ser el criterio de la muerte. Puede ser que no vuelva a respirar de nuevo, pero éste no es el criterio, porque la gente ha demostrado que puede permanecer por diez minutos sin respirar. Este hombre puede ser un yoghi, puede ser que no desee regresar, pero no tienes derecho ha declararlo muerto. Pero tenemos que declararlo muerto porque tiene que disponerse de los muertos.

         ¿Cuándo está realmente muerto un hombre? Cuando su corazón deja de latir o cuando su cerebro deja de funcionar. Actualmente hay cerebros en laboratorios científicos sin el cuerpo -y están funcionando. ¿Quién sabe qué es lo que están pensando? ¿Pueden estar soñando? Ni siquiera pueden estar conscientes de que han perdido el cuerpo. Y los científicos que han estado observando los cerebros sin el cuerpo, dicen que tienen también el mismo ritmo: que duermen, que despiertan, duermen y despiertan; y tienen señales de que están soñando y muestran señales de que ahora no están soñando. Muestran señales de que están pensando, muestran señales, a veces, de que están molestos, agitados, tensos y a veces relajados. Adentro ¿qué estarán pensando? No deben estar conscientes de que el cuerpo ya no está pero ¿puedes decir que esas mentes están muertas? Están funcionando bien. ¿Qué parte puede ser el criterio? ¿En qué momento puede ser el criterio?

         En la segunda guerra mundial, en Rusia, se dio el caso de por lo menos seis personas, quienes aún están con vida, que fueron declaradas muertas a causa de ataque al corazón. Se les declaró muertas, pero se les bombeó sangre y revivieron. Y ellos todavía están vivos ¿qué sucedió? ¡Se les recuperó!

         ¿Existe realmente un límite donde la vida termine y la muerte comience? ¡No! Un simple fenómeno ondulatorio, la vida sigue a la muerte tal como una ola es seguida por un vacío. No están separados, son uno -el ritmo de lo uno.

         Los místicos dicen que para propósitos utilitarios está bien que dividas, pero la realidad es indivisible.    ¿Qué hacer para conocer lo indivisible?   Simplemente pon a un lado el mecanismo que divide

-esto es lo que es la meditación. ¡Pon la mente a un lado y observa! ¡Observa sin la mente! ¡Estate consciente sin la mente! ¡Ve! -y no permitas que los pensamientos se pongan como una cortina entre tú y el universo. Cuando las nubes y el pensamiento no están presentes, y el sol brilla con total consciencia, el mundo es uno.

 

         "Cuando hagas a los dos en uno, y cuando hagas a lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno, y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagas lo masculino y femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

 

         Y la mayor y más profunda distinción es entre lo masculino y lo femenino. ¿Has observado que nunca te olvidas de que alguien es hombre o mujer? Puedes olvidar su nombre, puedes olvidar su religión, puedes olvidar su cara completamente, pero nunca olvidas si es un hombre o una mujer. Parece que es imposible olvidarlo. Esto significa que el impacto más profundo en tu memoria es hecho por esta división.

         Alguien que conociste hace veinte años; no puedes recordar nada -el rostro ha desaparecido, el nombre ha desaparecido- pero era hombre o mujer, eso permanece, se pega. Eso hizo el impacto más profundo en ti, como si lo primero que vieras en el otro es si es un hombre o una mujer. Lo primero que ves y lo último que permanece contigo. Puede ser que no lo estés haciendo conscientemente, pero cada vez que ves a una persona lo primero que notas es si es un hombre o una mujer. Si es mujer te comportas de una manera, si es hombre te comportas de otra forma diferente. Si es mujer, entonces tu hombre interior es atraído ya sea que lo sepas o no. Puedes estar inconsciente de eso, pero tu comportamiento se vuelve más tierno.

         Ahora la gente que administra supermercados lo sabe bien. Así que todos los vendedores son reemplazados poco a poco por vendedoras. Tiene que ser así: si los compradores son hombres; entonces es mejor tener vendedoras, porque entonces el comprador no puede decir no tan fácilmente como puede decírselo a un hombre. Cuando una mujer te pone un zapato al pie, cuando te toca los pies -una mujer bella- de pronto el zapato ya no es importante, el zapato se vuelve secundario. Te puede estar ajustado pero dices: "¡Hermoso! Está bueno", tienes que comprarlo. Estás comprando a la mujer no al zapato.

         Por eso es que con todo anuncio -razonablemente o no razonablemente, relacionado o no relacionado; consistente o inconsistente; no importa qué tengas que vender, un carro, zapatos o cualquier cosa- tienes que poner una mujer desnuda. Porque el carro no es lo que has comprado sino a la mujer -en el carro. El sexo es comprado y vendido, todo lo demás es superficial.

         En lo profundo estás buscando sexo en todas partes, Jesús dice: "Y no serás inocente si permaneces buscando sexo". Entonces permaneces dividido: si eres hombre, entonces estás buscando una mujer, si eres mujer estás buscando un hombre. Entonces la búsqueda continuará interesada en lo externo, no puede volverse interna, no puedes moverte hacia adentro, no puedes estar meditativo. La mujer te perturbará, te seguirá. Si resistes, si luchas, si cierras tus ojos, se volverá más y más bella, te tentará.

         ¿Qué hacer? ¿Cómo trascender esta dualidad? Muchos métodos han sido usados. La mayoría de ellos son simples engaños. La gente dice: "Piensa que toda mujer es tu madre". No habrá mucha diferencia, es un engaño. "Piensa que toda mujer es tu hermana" -no hay diferencia, porque ella permanece siendo mujer. Hermana o madre, no hay diferencia, sigue siendo una mujer y tú sigues siendo un hombre. Y la búsqueda profunda continúa, y esa búsqueda es tan biológica que está atrás de tu consciencia, es una "subcorriente".

         ¡Observa! Estás sentado en tu cuarto, entra una mujer. Obsérvate a ti mismo, qué es lo que sucede. ¡De pronto eres una persona distinta! Y si es bella, entonces estás aun más transformado. ¿Qué sucede? Inmediatamente ya no eres tú, sólo el hombre existe; tú ya no eres, sólo las hormonas sexuales. Ellas comienzan a funcionar y te ponen de lado, tu consciencia se pierde, te vuelves casi inconsciente, te comportas como si estuvieras ebrio.

         Hasta ahora no hemos podido descubrir un alcohol mayor que el sexo, una droga mayor que el sexo: inmediatamente cambia todo. Si tomas LSD las cosas se vuelven más coloridas -el sexo es un LSD estructural. Cada vez que estás sexual las cosas se vuelven más coloridas; todo tiene una apariencia diferente, un brillo diferente; estás con más vida, no caminas, corres; no dices nada, cantas. Tu vida se ha vuelto un baile, estás viviendo en una dimensión diferente.

         Cada vez que no hay sexo de pronto estás de nuevo en el mundo llano. En el mundo de las cosas descoloridas, sin brillo. No puedes cantar, no puedes correr, todo se ha vuelto aletargado. De nuevo entra una mujer en tu vida o un hombre, y todo toma nuevo color, se vuelve un romance, se vuelve una poesía. ¿Qué está sucediendo? Y si esto continúa sucediendo entonces estarás de nuevo en una dualidad -la más profunda- y esta dualidad no permitirá que veas lo real. Y lo real es bienaventurado, no es feliz ni infeliz.

         Lo real está más allá de la felicidad, de la infelicidad. No es ni tenso ni relajado; no es ni oscuridad ni luz, está más allá. Toda la dualidad ha cesado, entonces estás bienaventurado -los hindúes han llamado a eso ananda- está más allá de la dualidad. No puedes decir que un sabio esté feliz. No está feliz, porque la felicidad tiene que ser seguida por la infelicidad. No puedes decir que un sabio esté infeliz. Un sabio está en bienaventuranza, él ha pasado la dualidad. Ahora no hay montañas ni valles; se mueve en lo plano, se mueve en un solo nivel. No hay subidas ni bajadas, porque las "subidas" y "bajadas" existen como dualidad.

         Así que Jesús dice: "Cuando no hay nada arriba ni abajo, ni subida ni bajada, cuando no hayan dos, no puedes escoger, simplemente existes. Y la existencia está en un solo nivel: no hay olas, el océano es absolutamente silencioso y sin olas, ni siquiera una pequeña onda, porque nada sube y nada baja. El océano se ha convertido en algo como un espejo, sin ondas, toda la agitación ha cesado.

         Toda la agitación es a través de la dualidad, y el sexo es la base de toda la dualidad. Puedes dejar todas las otras cosas muy fácilmente, pero la cosa básica que ha de dejarse es el sexo. Y eso es lo más difícil, porque está en cada célula del cuerpo, cada célula de tu ser -eres un ser sexual, naces como un ser sexual. Por eso es que Jesús dijo: "A menos que nazcas de nuevo, nada ayudará". Tal como estás, permanecerás tenso; tal como estás permanecerás en desgracia.

 

         "Y cuando hagas los masculino y lo femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

 

         Entonces ¿qué se debe hacer? Internamente un círculo tiene que ser creado. Jesús no ha dicho exactamente qué es lo que tiene que hacerse, porque esos secretos no se pueden dar abiertamente, esos secretos pueden ser dados sólo a discípulos. Jesús se los debe haber dado a sus discípulos, porque simplemente diciendo: "Vuélvete uno", nadie se va a volver uno. Simplemente diciendo que lo masculino debería ser femenino y lo femenino debería ser masculino, nadie va a volverse uno, simplemente porque esta sea la meta. ¿Cuál es el método?

         Jesús debe haber mantenido ese método secreto. El debe habérselo dado a sus discípulos como clave secreta, porque aquellos grandes secretos que te pueden hacer uno son muy peligrosos también. Si fallas, si los aplicas en una forma aunque sea ligeramente errada, te volverás loco. Ese es el problema, y ese es el temor.

         Normalmente, como estás, eres un ser dividido; tu energía masculina buscando la energía femenina afuera, tu energía femenina buscando la energía masculina afuera -éste es el ser humano normal. Pero para que llegues a ser un todo integrado, todo debe ser transformado: tu energía masculina buscando la energía femenina internamente. Cuando el hombre dentro de ti está tratando de encontrar la mujer dentro de ti, es muy peligroso, porque la naturaleza no te ha dado ese impulso.

         La naturaleza te ha dado un impulso para buscar a la mujer, para buscar al hombre, ese impulso es natural. Pero tratar de que este suceso ocurra dentro de ti por sí solo, no es natural. La clave tiene que ser aplicada muy, muy delicadamente. Puede ser hecho sólo bajo un Maestro, alguien que ha recorrido el camino. Por eso es que los secretos más profundos de la religión no se pueden dar a través de las escrituras, pueden ser dados sólo a través de la iniciación.

         Sin embargo, les daré ciertas pautas de cómo puede ser hecho. Pero recuérdalo bien, si lo quieres hacer sé cuidadoso de no desviarte en ninguna forma... cualquier pauta que yo te diga, no te desvíes porque te irá mal. Entonces es mejor ser normal, porque mucha gente religiosa se vuelve loca. Esta es la razón: tienes la clave pero no sabes cómo usarla, pero puedes usarla erradamente. Y si una vez usas la llave erradamente, la cerradura es perturbada; entonces será muy difícil reparar la cerradura.

         Estos métodos deben ser hechos sólo bajo un Maestro, de tal manera que el Maestro va continuamente observando lo que te está sucediendo. Les doy algunas cosas porque estoy aquí, y si quieren trabajar pueden trabajar.

         Lo primero: cada vez que le estés haciendo el amor a una mujer o a un hombre, ese es el momento preciso para buscar a la mujer interna o al hombre interno. Cuando le hagas el amor a una mujer, hazlo con los ojos cerrados, conviértelo en una meditación. La mujer externa siempre ayuda a que la mujer interna se despierte. Y  cuando haces el amor tus energías internas masculinas y femeninas, ambas, llegan a un pico. Y cuando sucede el orgasmo, no es entre ti y la mujer externa, siempre sucede entre ti y la mujer interna.

         Así que si estás alerta te harás consciente del fenómeno, que internamente está sucediendo un encuentro de energías. Y cada vez que esto sucede, el orgasmo se extenderá por todo el cuerpo; no será local, no será limitado al centro sexual. Si está limitado al centro sexual es simplemente una masturbación, nada más. Orgasmo quiere decir todo el cuerpo, todas las fibras de tu cuerpo vibran con una nueva vida, con una nueva energía, porque mucha energía es liberada en el encuentro. El encuentro está sucediendo internamente, pero si vas mirando hacia afuera te lo perderás.

         La mujer externa o el hombre externo es sólo un representante de lo interno. Cuando te enamoras de una mujer o de un hombre, te enamoras sólo porque esa mujer o ese hombre corresponden en alguna forma con el interno. Por eso es que no puedes dar ninguna razón: "¿Por qué me he enamorado de esta mujer?" -porque no es algo racional en absoluto.

         Llevas una mujer internamente. Cada vez que una mujer se ajusta a la mujer interna, repentinamente te enamoras. Ese amor no es manipulado por ti, no es tu mente la que está enamorándose, es algo muy inconsciente. En esta mujer tienes un vislumbre, repentinamente sientes que ésta es la persona apropiada.

         ¿Qué la hace a esta mujer la persona apropiada? Porque para otros ella no es la persona apropiada: habrá gente que la odia, habrá gente que la siente repulsiva. Habrá gente que nunca más la vuelve a mirar; habrá gente que no reconocerá que tiene algo. Y habrá gente que se reirá de ti y te dirá: "¿Cómo te has podido enamorar de esa mujer? ¿Estás loco?". Pero esta mujer en alguna forma o este hombre en alguna forma,  se ajusta con lo interno.   Por eso es que el amor es algo irracional, cuando sucede, sucede

-no puedes hacer nada sobre eso; si no sucede, no puedes hacer nada sobre eso.

         Cuando haces el amor a una mujer la energía interna llega a un pico, llega a un crescendo. En ese crescendo no estés mirando hacia afuera, de otro modo te perderás algo bello que está sucediendo, algo muy misterioso que está sucediendo internamente: te estás volviendo un círculo. Ambos, tu hombre y mujer se están uniendo, te estás volviendo Ardhanarishwar. En este momento todo tu cuerpo vibrará de pies a cabeza. Cada nervio de tu cuerpo vibrará con vida, porque este círculo se expande sobre todo tu cuerpo. No es sexual, es más que sexo. ¡Obsérvalo! Observa cuando alcances el clímax, la unión de las energías internas. Después observa cuando la ola ha bajado y comienza el abismo. Observa poco a poco la separación de las energías de nuevo...

         Si lo haces por unas cuantas veces, inmediatamente te harás consciente de que la mujer externa o el hombre no son necesarios. Esto se puede hacer sin el externo, porque esto está sucediendo sin el externo; el externo es sólo un disparador. Ese disparador puede ser hecho internamente, y una vez que sepas cómo, lo puedes hacer internamente. Esto tiene que ser experimentado, sólo entonces sabrás  -no puedo decir cómo. Tienes que observar, mirar, y sabrás la manera en que las energías llegan, cómo sucede el orgasmo; cómo se separan nuevamente, de nuevo llegan a ser dos.

         Por un solo momento, lo uno sucede en ti. Por eso tanta atracción por el sexo, por eso es que tanto placer se deriva del orgasmo -porque por un solo momento llegas a ser uno, la dualidad desaparece. Y en el momento del orgasmo no hay mente. Si la mente está presente, el orgasmo no puede suceder. En el momento del orgasmo no hay ni un solo pensamiento, todo el prisma es puesto de lado. Tú eres, pero sin pensamientos. Tú existes, pero no la mente. Esto sucede por tan pequeño momento que lo puedes perder fácilmente, lo has estado perdiendo por muchas vidas. Es tan pequeño el intervalo que si estás interesado en lo exterior, lo pierdes.

         Así que, cierra los ojos, mira hacia adentro lo que está sucediendo. No trates de hacer que suceda algo, simplemente observa cualquier cosa que esté sucediendo. Poco a poco sucede, tal como cuando entras a un cuarto... después de estar bajo el sol, entras a un cuarto, todo está oscuro, no puedes ver nada porque tus ojos aún no están acostumbrados a este cuarto oscuro. ¡Espera! Siéntate y continúa mirando silenciosamente. Poco a poco la oscuridad desaparecerá y te harás consciente de las cosas; ahora tus ojos están acostumbrados.

         Ir de lo exterior a lo interior es un gran problema, sólo porque tus ojos están acostumbrados a ver afuera. Adentro se ve oscuro -y para cuando estés listo, el momento se ha perdido. Así que medita más y más con los ojos cerrados y mira hacia adentro para que te puedas sintonizar con la oscuridad interna. No es oscuro, te parece oscuro porque estás acostumbrado a la luz externa. Poco a poco viene una luz difusa, las cosas se vuelven claras; llega un momento en que las cosas se vuelven tan claras que cuando abras los ojos verás que afuera está en oscuridad.

         Se dice que Arvind dijo: "Cuando por primera vez llegué a conocer lo que hay adentro, la luz de afuera se volvió como oscuridad. La vida de afuera se volvió como muerte, porque ahora algo superior, algo más grande, algo de la fuente está sucediendo".

         Observa cómo el círculo interior llega, cómo las dos energías se vuelven una. Y en esa unidad no hay mente ni pensamiento. ¡Observa! Poco a poco podrás ver lo que está ocurriendo. Y una vez que sepas lo que está ocurriendo, lo externo puede ser abandonado -no hay necesidad de dejarlo, pero puede ser dejado.

         Una mujer es bella, un hombre es bello. El amor es bueno, no hay nada de malo, da salud y te hace un todo. No hay necesidad de dejarlo, pero puede ser dejado, y ya no sigues siendo dependiente. Ahora puedes permitir que el fenómeno suceda adentro, y llega un momento que este círculo interno permanece por siempre. Porque con la ayuda de lo externo no puede permanecer por siempre, porque lo externo tiene que separarse, la separación es una obligación. Con lo interno no hay necesidad de separarse; si el matrimonio interno sucede, no hay divorcio, no hay posibilidad, porque siempre está ahí, ambos están ahí. Una vez que se han unido no hay problema de divorcio. Con lo externo el divorcio sucede continuamente, en un momento están juntos y en el siguiente momento tienen que separarse.

         Cuando este círculo permanece continuamente en ti, éste es el estado de Ardhanarishwar -y eso es lo que Jesús quiere decir:

 

         "Y cuando hagas lo masculino y femenino en uno solo, de tal modo que lo masculino no sea masculino y lo femenino no sea femenino, entonces entrarás en el reino".

 

         Entonces has entrado: te has vuelto perfecto, no estás dividido, te has vuelto indivisible. Ahora tienes un ser: ahora tienes libertad e independencia, ahora no te falta nada, eres completo en ti mismo. A menos que este círculo te suceda, te faltará algo y dependerás de los demás para satisfacerlo.

         Por eso es que el sexo parece una atadura -¡lo es! Parece una dependencia y cada vez que sientes que hay dependencia te resientes. De ahí las continuas peleas con el amado: te resientes, no puedes dejar al otro porque dependes.

         Y nadie quiere depender de otro, porque toda dependencia es una limitación, porque el otro trata de dominar, el otro trata de poseer -y si eres dependiente, tienes que permitir cierta dominación al otro porque tienes temor. Este es un acuerdo mutuo que: "Yo dependeré de ti, tú dependerás de mí, así que ambos podemos poseernos en ciertas formas, ambos podemos dominarnos en ciertas formas".

         Pero a nadie le gusta la dominación y la posesión. Por eso es que el amor es tal desgracia. Y si amas a una persona y también le tienes resentimiento, ¿cómo puedes ser feliz? Aun la persona más bella se vuelve horrible.

         Mulla Nasruddin estaba sentado con un amigo. Su esposa llegó y el amigo dijo: "¡Supongo que ésta es tu esposa más graciosa!". Mulla Nasruddin miró tristemente y dijo: "Esta es mi única esposa".

         Esa tristeza siempre está presente con los amantes porque ninguna mujer puede ser suficiente. Aun si consigues todas las mujeres del mundo no te dará plenitud, porque lo interno es "más que todas". Todos los hombres en el mundo no serán capaces de satisfacer a una mujer -¡no! ¡No es posible! Alguna cosa siempre faltará, y también el problema del tiempo... porque solamente por un solo momento el encuentro puede suceder, y luego la separación, porque ningún hombre puede ser exactamente como el interno.

         A menos que logres la unidad interna, irás de desgracia en desgracia, de una mujer a otra, de un hombre a otro, de una vida de desgracia a otra vida de desgracia. El cambio puede darte esperanza -pero es inútil, todo el asunto no tiene esperanza.

         Cuando este círculo ocurre de nuevo te vuelves uno, inocente como un niño; más que el niño, más que ningún niño pueda serlo -te has vuelto un sabio.

         Reflexiona sobre estas palabras de Jesús, y lo que te he dicho inténtalo. Pero si quieres probarlo avísame. Si comienzas a trabajar en el círculo interno, entonces continuamente avísame lo que está ocurriendo -porque si algo falla y las dos energías se unen en una manera errada, te volverás loco.

         Ese es el temor de volverse sabio: si caes, caes hasta el mismo fondo, te vuelves loco. Si lo logras, alcanzas la misma cima, te vuelves un sabio. Siempre es así... si alguien quiere caminar en las alturas uno tiene que tener valor, porque si caes, caerás en la  profundidad. Cerca a las alturas, el abismo siempre está presente.

         Así que recuerda que un esfuerzo muy equilibrado es necesario, y muchas otras cosas. Si quieres trabajar en eso te lo diré, pero eso tiene que ser hecho sólo personalmente. Por eso es que Jesús habla sobre la meta, pero nunca habla sobre el método. El método tiene que ser dado personalmente, es una iniciación.

 

Capítulo 9

 

¿Qué Anda Mal con mi Esposa?

 

29 de Agosto de 1974

 

 

  NOVENO VERSÍCULO...

PRIVATE

 

Jesús dijo:

"La astilla que está en el ojo de tu hermano

tú la ves,

pero la viga que está en tu ojo

no la ves".

 

"Cuando te saques la viga de tu ojo,

entonces verás claramente

para sacar la astilla del ojo de tu hermano".

 

 

         El auto-conocimiento es la cosa más difícil -no porque sea difícil, sino porque tienes miedo de conocerte a ti mismo. Un profundo miedo existe. Todo el mundo está tratando de escapar, de escapar de sí mismo. Este miedo tiene que ser entendido. Y si este miedo existe, cualquier cosa que hagas no te será muy útil. Puedes pensar que quieres conocerte a ti mismo, pero si este miedo inconsciente está presente, continuamente lo evitarás,  continuamente tratarás de esconderlo, de engañarte. Por un lado tratarás de conocerte a ti mismo, y por el otro te crearás todo tipo de impedimentos de tal manera que no puedas conocerte.

         Conscientemente puedes pensar: "Me gustaría conocerme a mí mismo", pero inconscientemente, lo que es más grande, más fuerte, más poderoso que el consciente, evitarás el auto-conocimiento. El temor debe ser entendido. ¿Por qué tienes temor? Una cosa: si realmente penetras dentro de ti, tu imagen que has creado para el mundo probará ser falsa. Todo tu pasado no significará nada, porque ha sido como un sueño. Y has invertido tanto en él, has vivido para él, y ahora saber que ha sido un fenómeno falso te va a hacer sentir herido -entonces toda tu vida es un desperdicio.

         Si lo que has estado viviendo ha sido una seudo vida, no auténtica; si nunca has amado y tan solo has hecho creer que amabas, ¿cómo puedes encontrarte contigo mismo? Porque entonces llegarás a saber que todo el asunto ha sido una farsa: no sólo que has hecho creer que amabas, has hecho creer que eras feliz cuando amabas. No has engañado a nadie, sino a ti mismo. Y ahora mirar hacia atrás, mirar hacia adentro, te sobrecoge el miedo.

         Has estado pensando que eres algo único -todo el mundo lo piensa. Eso es lo más común en el mundo, creerse uno mismo extraordinario, algo especial "el elegido". Pero si te miras a ti mismo te darás cuenta de que no hay nada, de que no hay nada para sentirse egocéntrico. Entonces, ¿en qué se apoyará el ego? Caerá y se hará polvo.

         El miedo está presente para que no te mires a ti mismo... Al no mirarte puedes continuar creando sueños sobre ti mismo, imágenes sobre ti, y es muy fácil y barato crear una imagen, es muy difícil y duro ser realmente algo. Uno siempre escoge lo barato -y tú has escogido lo más barato. Ahora, mirarlo es difícil.

         A medianoche, en una casa, el teléfono suena; -era las cuatro de la madrugada. El hombre se levantó, estaba furioso, contestó el teléfono gritando: "¿Qué quieres?".

         El otro hombre contestó: "¡Nada!".

         Entonces se puso aun más furioso y dijo: "¿Entonces porque me llama en plena madrugada?".

         El hombre dijo: "¡Porque la tarifa es más barata!".

         Si la tarifa es más barata, puedes comprar incluso "nada". Y eso es lo que has hecho. Crear una imagen de que eres único es barato, pero ser único es arduo, muy duro. Muchas, muchas vidas de lucha, de esfuerzo, muchas vidas de esfuerzo culminan en algo cuando te vuelves único. Pero creer que eres único es simplemente barato, puedes hacerlo en este mismo momento, ni siquiera hay necesidad de moverse. Y has estado creyendo en cosas baratas -por eso es que existe el miedo.

         No puedes mirarte a ti mismo. Todo lo que has creído ser no lo encontrarás ahí, y lo sabes bien. ¿Quién más lo puede saber mejor que tú? Si piensas que eres bello, entonces no puedes mirar en el espejo si esta belleza es sólo una idea. ¡Y tú lo sabes bien¡ En lugar de mirar al espejo romperás los espejos. Cada vez que un hombre feo o una mujer fea mira al espejo, él o ella piensan que hay algo malo en el espejo -porque es tan doloroso darse cuenta de que no eres nadie.

         Eres alguien ante tus ojos. Todo el resto puede saber que no eres nadie, pero no tú. Aun un loco piensa que todo el mundo está loco. Todo el mundo le dice: "¡Estás loco!". Pero él no va a escuchar esto porque es demasiado doloroso. Creará todo tipo de argumentos, de racionalizaciones de que "No estoy loco".

         Sucedió que Mulla Nasruddin entró corriendo una tarde en una granja y le preguntó al granjero: "¿Has visto pasar por aquí a una mujer lunática?".

         El granjero dijo: "¿Cómo es ella?".

         Nasruddin la describió diciendo: "Mide un metro noventa, es muy gorda y pesa veinte kilos".

         El granjero miró un poco extraño y dijo: "Si mide un metro noventa y es muy gorda ¿cómo puede pesar sólo veinte kilos?".

         Nasruddin se rió y dijo: "No seas tonto -¿no te dije que es media loca?".

         Es siempre el otro el que está mal, el que está loco. Es así como proteges tu llamada cordura, ésta es una protección. Y una persona que no se puede mirar a sí misma, básicamente no puede mirar, porque no solamente tiene miedo de mirarse a sí misma -básicamente tiene miedo de mirar. Porque cuando miras al otro, el otro puede volverse un espejo: cuando miras al otro, el otro puede indicarte algo de ti mismo. En los ojos del otro tú eres reflejado, así que no puedes mirar al otro. Creas una ficción sobre ti mismo y luego creas un ficción sobre los otros. Y entonces vives en un mundo de sueños -así es como todo el mundo está viviendo.

         Y entonces preguntas ¿cómo ser bienaventurado? Tu pesadilla es natural: todo lo que has hecho sólo puede hacer florecer pesadillas. Y preguntas cómo estar en tranquilidad. Con ficciones nadie puede estar en tranquilidad. Sólo los hechos, por más duro que sea aceptarlos, pero solamente los hechos pueden hacerte no tenso, solamente los hechos pueden conducirte a la verdad. Si niegas la realidad de los hechos entonces no hay verdad para ti, e irás dando vueltas y vueltas sin llegar nunca al centro.

         Escuché, sucedió una vez que un doctor fue a ver a un paciente, a una mujer muy enferma. Entró en el dormitorio; después de cinco minutos salió y le pidió al esposo, quien estaba esperando ahí: "¡Deme un tirabuzón!". El esposo estaba un poco preocupado pensando para qué necesitaba el tirabuzón. Pero luego el doctor salió de nuevo, después de cinco minutos, sudando y dijo: "Ahora ¡deme un desarmador!". El esposo se puso muy nervioso pero aún se mantuvo en silencio -porque el doctor sabe lo que hace. Después de cinco minutos el doctor volvió a salir y le pidió un cincel y un martillo. Esto ya era demasiado y el extrañado esposo ya no lo podía soportar y dijo: "¿Qué anda mal con mi esposa?". Y el doctor dijo: "Todavía no lo sé, porque todavía ¡no he podido abrir mi maletín!".

         Y te digo, ¡todavía estás luchando con el maletín! Y no sólo eso -que no lo puedes abrir- no quieres abrirlo. Todos estos tirabuzones, abridores, cinceles y martillos que llevas contigo son falsos. Ni siquiera quieres abrir el maletín,   porque una vez que lo abras entonces   ¿qué vas a hacer?    Entonces el paciente

-que eres tú- tiene que ser diagnosticado, entonces tienes que mirar dentro de ti.

         Así que todo el mundo está ocupado con el maletín- eso es tu negocio, tu profesión, tu ocupación. Puedes ser un poeta, un pintor, un músico, todas tus ocupaciones son sólo para permanecer ocupado en lo externo. Por eso es que nadie está listo para estar solo, ni siquiera por un solo momento. Da tanto miedo porque cuando estás solo puedes tropezarte con tu ser. Cuando estás solo ¿Qué vas a hacer? Cuando estás solo estás contigo -y la realidad puede estallar.

         Así que todo el mundo trata de estar continuamente ocupado, veinticuatro horas ocupado -cuando estás ocupado pareces un poco contento, cuando no estás ocupado te vuelves descontento. Los psicólogos dicen que si a un hombre se le deja sin ocupación por un largo período, se volverá loco. ¿Pero por qué? ¿Por qué si estás sano vas a volverte loco cuando se te deje sin ocupación por un período largo? Si estás sano, entonces un período largo de descanso, un período largo en el que no hagas nada, te volverá más sano, ¡crecerás! Pero ¿por qué te vas a volver loco si se te deja solo por un período largo? ¡Porque ya estás loco! Tu ocupación simplemente esconde el hecho.

         Mira a tu alrededor, porque es difícil que te mires a ti, pero mira alrededor, ¡mira a la gente! Un hombre que está constantemente ocupado con el dinero: ¿qué está haciendo realmente? Focalizando su mente en el dinero de tal modo que pueda evitarse a sí mismo. Va pensando en el dinero de tal manera que pueda evitarse. Va pensando en el dinero en la mañana, en la tarde y en la noche. Aun en su cama piensa en el dinero, en el banco y en el saldo. ¿Qué está haciendo con el dinero? Por eso es que cuando consigue el dinero está perdido -¿qué hacer ahora? Así que en el momento en que consigue el dinero en el que estaba pensando, comienza a pensar en más dinero -porque el dinero no es lo que estaba buscando. De otro modo, cuando lo obtiene debería de sentirse satisfecho, pero ni siquiera un Rockefeller o un Ford están satisfechos.

         Consigues el dinero, inmediatamente exiges más -porque la motivación básica no es el dinero, la motivación básica es cómo permanecer ocupado. Cada vez que no hay ocupación te sientes incómodo, una profunda intranquilidad surge en ti. ¿Qué hacer? Si no hay nada qué hacer leerás el mismo periódico una y otra vez -el mismo periódico que ya lo has leído completamente. Si no hay ocupación puedes ponerte a hacer cualquier cosa que no sea necesaria en absoluto, pero no puedes permanecer tranquilo. De ahí la insistencia de todos los Maestros en que si te sientas por unas cuantas horas sin hacer nada, pronto llegarás a ser iluminado.

         La mente desocupada es meditación; la mente ocupada es el mundo, el sansar. No importa qué tipo de ocupación -ya sea que estés interesado en dinero, o en política, en servicio social o en revolución, no hay diferencia- tu cordura es la misma. Aun si lo dejas a Lenin solo se volverá loco: necesita la sociedad y la revolución. Si no hay nada que hacer, será imposible existir para él, su cordura se perderá. Está cuerdo a través tuyo. Porque tanto trabajo... la energía se pierde en el trabajo; estás extenuado, puedes ir a dormir.

         Los ancianos parecen casi locos y excéntricos y sin ninguna razón. La ancianidad no es la razón, ahora ellos están desocupados, no son necesitados, están retirados. La gente retirada siempre se vuelve un poco excéntrica. Algo ha ido mal con ellos. El hombre estaba bien, -pudo haber sido el presidente de un país o el primer ministro. Jubílalo y verás qué sucede, inmediatamente se deteriora. Su cuerpo y su mente, ambos se deterioran y comienza a volverse un poco excéntrico, loco. Porque ahora no hay ocupación, nadie lo mira, nadie está interesado en él, no hay trabajo que hacer, no hay donde focalizar su mente. Todo el torbellino va hacia adentro -él se vuelve un torbellino.

         Los psicólogos dicen que las personas jubiladas mueren diez años antes de lo que hubieran muerto si aún se mantuvieran ocupadas. ¿Qué sucede? ¿Por qué es tan difícil estar contigo mismo? Y siempre piensas que los demás deberían sentirse felices contigo -tu esposa debería sentirse feliz contigo, tu esposo debería sentirse feliz contigo. Tú mismo nunca te sientes feliz contigo mismo, ¿cómo podría algún otro sentirse feliz contigo? Si tienes una personalidad tan aburrida que tú mismo te aburres contigo mismo, ¿cómo es posible que otros te puedan tolerar? Ellos te toleran por otras razones -no porque tú seas una persona muy amorosa, ¡no! te toleran porque les das ocupación. Un esposo es suficiente ocupación para una esposa, una esposa es suficiente ocupación para un esposo. Esto es un engaño mutuo: han acordado engañarse mutuamente el uno al otro ayudándose a permanecer ocupados.

         Tú no puedes mirarte a ti mismo, no puedes llegar a tu auto-realización, porque esa es una meta muy lejana. No puedes dar un giro y ver la realidad de los hechos sobre ti mismo, y la razón es: una imagen  falsa, una identidad falsa, una idea falsa de que tú eres alguien muy importante, con mucho significado -todo el mundo se detendrá si mueres. ¿Qué le pasará al mundo cuando ya no estés presente? Cuando no estabas ¿qué estaba sucediendo? El mundo tenía un poco más de paz, eso es todo. Cuando ya no estés habrá un poco menos de problemas en el mundo, eso es todo -porque una persona intranquila ha desaparecido, y estaba creando intranquilidad en otras. Pero para apoyar al ego todas estas ficciones son necesarias.

         Napoleón llegó a ser un prisionero en sus últimos días. Se le mantenía prisionero en una pequeña isla Santa Elena, ya no era nada -nunca nadie, es alguien, pero entonces continuar aún con la ficción era muy difícil. El había sido un emperador, uno de los más grandes conquistadores: "¿Qué hacer ahora? ¿Cómo aceptar este hecho de que ahora ya no soy nadie, sólo un prisionero, un prisionero común?". Pero él no podía mirar los hechos, continuaba con la antigua ficción. No se cambió la ropa por seis años, porque la prisión no le daba un vestido adecuado para un emperador. Su vestido estaba completamente deshecho, desteñido y sucio, pero él no quería cambiarse.

         El doctor de la prisión le dijo: "Te podemos dar un vestido mejor, más limpio, ¿por qué no te cambias este abrigo? -¡está tan sucio! Napoleón lo miró y le dijo: "Este es un abrigo de un emperador, puede estar sucio pero, ¡no lo puedo cambiar por un abrigo ordinario!". Caminaba como si aún fuera el emperador, hablaba como si aún fuera el emperador, daba órdenes -no había nadie que escuche sus órdenes pero continuaba dando órdenes. Escribía cartas y órdenes, y había traído su papel especial de escribir cartas. En su mente él todavía se consideraba el emperador.

         ¿Qué le estaba sucediendo a este pobre hombre? Y desocupado comenzó a enfermarse. El doctor que estaba con él ha escrito un diario, y en el diario escribe: "Siento que él realmente no está enfermo, ahora la enfermedad es sólo una ocupación. A veces dice: 'mi estómago', a veces 'mi cabeza', a veces 'mis piernas'". Y el doctor pensaba que no había nada... el cuerpo estaba absolutamente bien. Pero ahora no tiene nada para permanecer ocupado, ahora el cuerpo simplemente es el otro. Todo el otro mundo ha desaparecido, él está solo. Ahora su cuerpo es el otro, así que se mantiene ocupado con su cuerpo.

         Mucha gente está enferma como una ocupación: en el mundo, cincuenta por ciento de las enfermedades existen como una ocupación. Permaneces ocupado, entonces no tienes la necesidad de confrontarte contigo mismo. De otro modo ¿qué le habría sucedido a Napoleón, si él hubiera afrontado que en ese entonces él era un mendigo? ¡Eso era demasiado! El murió sintiéndose un emperador. Antes de su muerte ordenó cómo se le debería dar la última despedida, con todos los detalles. No hubo nadie que siguiera los detalles porque ahora a nadie le interesaba. Pero él dio las órdenes y debe haber muerto en tranquilidad pensando que le iban a dar la última despedida como a un emperador.

         Con Napoleón la cosa es muy clara  porque él había sido un  emperador.  Eso también es una ficción

-apoyada por la sociedad. Ahora nada ha cambiado, Napoleón es el mismo, sólo que el apoyo ha desaparecido. Esto es difícil de entender: hay ficciones cuando la sociedad te apoya, y hay ficciones cuando nadie te apoya. Esta es la diferencia entre una persona cuerda y una persona loca. Una persona cuerda es alguien cuya ficción es apoyada por la sociedad. El ha manipulado a la sociedad para que apoye su ficción. Un hombre loco es uno... nadie apoya su ficción. El está solo, así que tienes que ponerlo en el manicomio.

         Pero tu apoyo no hace que algo sea real -si es una ficción, es una ficción. Si te miras a ti mismo, inmediatamente sentirás que no eres nadie, nada importante. Entonces toda la tierra, la base debajo de tus pies es retirada, te quedas en un abismo. Mejor no mirar ahí -simplemente continuar en tus sueños. Pueden ser sueños, pero te ayudan a vivir de una manera cuerda.

         No es tan solo que no puedas mirarte a ti mismo, tampoco puedes mirar a los otros, porque los otros también son representativos. Así que sobre los otros también creas ficciones: a través del odio creas la ficción de que el otro es un demonio, a través del amor creas la ficción de que el otro es un ángel o un Dios. Sobre el otro también creas ficciones; no puedes mirar directamente, no puedes mirar a través, tu percepción no es directa. Vives en maya, en una ilusión creada por ti mismo. Así que cualquier cosa que veas es exagerada: si odias a una persona, inmediatamente se convierte en el demonio; si amas a una persona, inmediatamente se vuelve un Dios. Exageras: si lo ves mal, entonces exageras y lo transformas en lo sumo de la maldad; si lo ves bien, se vuelve lo sumo de la bondad, Dios.

         Pero es difícil mantener estas ficciones, así que tienes que cambiar una y otra vez. ¿Por qué eres tan exagerado en tus percepciones? ¿Por qué no ves claramente lo que hay? Porque tienes miedo de ver con claridad. Quieres nubes a tu alrededor para que todo permanezca en neblina. Tú no quieres conocerte a ti mismo. Y todos aquellos que han llegado, insisten: "¡Conócete a ti mismo!". Buda, Jesús, Sócrates, ellos van insistiendo ¡conócete a ti mismo! Toda la insistencia de la religión es para conocerse a uno mismo.

         Y tú insistes en no conocerte. Y a veces incluso haces el juego de conocerte a ti mismo. Me tropiezo con muchas personas que están haciéndose el juego de conocerse a ellos mismos, y no quieren conocerse. Este es un juego: ahora quieren crear de nuevo una ficción. Esta será una ficción. Esta será una ficción religiosa, y vienen hacia mí para que los apoye. Dicen: "He realizado esto, he realizado aquello", y me miran con ojos suplicantes.

         Si les digo: "Sí, has experimentado esto", se sienten apoyados, se van felices. Y si digo: "No", se sienten infelices, nunca regresan a mí otra vez. Simplemente desaparecen porque tienen que encontrar a alguien, a alguna otra autoridad. Pero, ¿por qué estás en busca de una autoridad? ¿Por qué necesitas de un testigo? Si has realizado algo, lo has realizado -no hay necesidad de ninguna autoridad, porque la experiencia en sí misma es auto-evidente.

         Si realizas tu alma, no necesitarás el reconocimiento de nadie, ni un certificado. Aun si todo el mundo dice que te has realizado, no habrá diferencia; el voto no es necesario, tú sabes que ha sucedido. Si un ciego ha comenzado a ver, no necesita de que nadie testifique que ahora él puede ver -él puede ver y eso es suficiente. Pero si el ciego está soñando de que puede ver, entonces necesitará alguna autoridad para que certifique el hecho de que esto es verdad, de que él puede ver.

         La gente hace juegos, incluso existen juegos espirituales. Y a menos que dejes de jugar y te vuelvas sobrio sobre el hecho de que las ficciones deben abandonarse, y que la dura verdad tiene que ser confrontada tal como es, nada será posible -porque ésta es la puerta. Y si nadie te apoya, entonces tú mismo apóyate a ti mismo. Entonces dejas de hablar con la gente porque no te pueden entender.

         Un hombre vino a verme hace algunos meses y dijo: "Tú me puedes entender, nadie me entiende, porque he estado recibiendo mensajes de Dios todas las noches". Y tenía un gran archivo consigo ¡absoluta tontería! Pero él piensa que está recibiendo mensajes de Dios, y piensa que eso es el último Corán -después de Mahoma nadie lo ha recibido. Ahora el Corán pasó de moda. Si los mahometanos llegan a escucharlo, lo matarán, porque ellos creen en otra ficción y él está tratando de destruir su ficción. Y este hombre que recibe mensajes de Dios, estaba tan nervioso, temblando y mirándome -qué es lo que voy a decir- porque todos los que lo ven se ríen y piensan: "¡Te has vuelto loco!". Pero él dijo: "Yo sé que tú eres un hombre realizado". Ahora él ¡me está sobornando! y continuamente suplicando: "Simplemente di sí, él está correcto".

         Pero yo le dije: "Si Dios te está dando mensajes no necesitas venir hacia mí. Dios es suficiente".

         Entonces le entró la duda, la incertidumbre y dijo: "Pero ¿quién sabe? Puede ser sólo mi mente haciéndome juegos". Esto lo sabe bien. Cada vez que estás haciendo juegos, en lo profundo lo sabes, no necesitas de nadie que te lo muestre -pero quieres esconder los hechos.

         Le dije: "¡Esto es locura!". Entonces él nunca más regresó a mí -¡ahora ya no soy un hombre realizado! El quería un acuerdo mutuo: si le digo: "Sí, estás recibiendo el mensaje", él habría ido y dicho: "Este hombre ha alcanzado la realización".

         Si acepto tu ficción entonces vas a apoyar mi ficción: éste es el juego mutuo que está sucediendo. Y este juego es tan satisfactorio que no lo quieres romper. Pero un profundo descontento le sigue como una sombra. Tiene que ser así porque todo el asunto es una ficción.

         Un mendigo así piense que es un emperador sabe que es un mendigo. Este es el problema: piensa que es el emperador, hace creer que es el emperador, pero sabe en lo profundo que es un mendigo -se siente muy satisfecho de ser un emperador, pero un profundo descontento le sigue como una sombra: "Soy sólo un mendigo". Este es el problema: piensas algo sobre ti mismo y sabes que no es verdad.

         Nunca has amado, has fingido; nunca has sido honesto, has fingido; nunca has sido verdadero, has fingido -toda tu vida es una larga serie de fingimientos. Y ahora... pero has invertido tanta vida en eso, reconocer que todo el asunto ha sido sólo una ficción es demasiado. Ahora piensas: "De algún modo llévalo hasta el mismo fin". Pero si no lo terminas... aun llevado hasta el mismo fin, no te va a dar nada. Es un simple desperdicio y al final toda la frustración estallará.

         Por eso es que la muerte es tan difícil. La muerte no tiene nada peligroso en sí, es uno de los fenómenos más bellos en el mundo -¡simplemente vas a dormir! Y todo lo demás va a dormir: una semilla germina y entonces hay un árbol; y luego de nuevo surgen las semillas y caen y van a dormir; entonces de nuevo brotarán. Después de toda actividad es necesario un descanso. La vida es una actividad, la muerte es un descanso. Tiene que estar presente para que la nueva vida surja de ella. No hay nada de malo en la muerte, no hay nada peligroso en la muerte.

         ¿Pero por qué todo el mundo tiene temor de morir? Porque en el momento de la muerte todas tus ficciones desaparecerán; en el momento de la muerte verás que toda la vida ha sido un desperdicio. ¿Por qué en la hora de la muerte la gente dice que uno vuelve a ver toda su vida? Sucede, es verdad: en el momento de la muerte uno tiene que confrontar toda su vida, porque ahora ya no hay futuro, ya no puede crear ninguna ficción más.

         Para las ficciones es necesario el futuro, porque las ficciones están en la esperanza, las ficciones son para el mañana. La muerte trae a casa el hecho de que ahora ya no hay un mañana; los mañanas han acabado, ahora ya no hay futuro. ¿Dónde puedes soñar? ¿Dónde puedes proyectar tus ficciones? ¡Ahora no hay dónde ir! De pronto te encuentras anclado y toda la vida has estado creando ficciones para el futuro. Ahora estás anclado, no hay futuro -¿adónde vas a mirar? Tienes que mirar al pasado, y en el momento de la muerte la sociedad está desapareciendo; tienes que mirarte a ti mismo, no queda nada. Entonces llegas a darte cuenta del hecho doloroso, angustioso, de que toda tu vida ha sido desperdiciada.

         Si te sucede antes de la muerte, te vuelves un hombre religioso. Un hombre religioso es alguien que se ha dado cuenta de aquello que todo el mundo se da cuenta sólo al morir. Un hombre religioso es alguien que lo ha observado mientras aún está vivo -que lo ha observado en el pasado, que ha visto a través de todo el juego, que ha comprendido toda la ficción de la vida. Ha observado dentro de sí mismo.

         Si miras dentro de ti mismo, el cambio es seguro, absolutamente seguro, porque una vez que la ficción es comprendida como ficción, comienza a desvanecerse. Para mantener una ficción tiene que ser mantenida como un hecho; aun algo no verdadero, si es aceptado se tiene que creer que es algo verdadero. En el momento en que te das cuenta, va penetrando en ti que esto no es verdadero, comienza a desvanecerse -ya está fuera de tus manos, no lo puedes coger. Para continuar el sueño uno tiene que creer que esto no es sueño, ¡es la realidad! En el momento en que te haces consciente de que esto es el sueño, el sueño ya está desapareciendo.

         Todo tu esfuerzo es para no saber, lo evitas; por eso es que nunca estás tranquilo cuando estás solo. Aun si vas a los Himalayas llevas el radio portátil contigo, y el radio contiene a todo el mundo; aun si vas a los Himalayas, tu esposa, tus amigos, tus hijos están contigo. Te vas de vacaciones, pero realmente no vas -te llevas toda la atmósfera contigo, a la playa, a las montañas y otra vez estás rodeado de toda la tontera.

         Sucedió una vez: Un marinero sobreviviente de un naufragio fue a dar a una isla desierta. Por cinco años tuvo que vivir ahí -no pasó ningún barco. Construyó una pequeña choza, vivió ahí, pero continuamente pensaba en el mundo. Todo estaba en tanta paz como nunca lo había estado. Ni siquiera había imaginado que tal paz fuera posible. La isla estaba completamente desierta, no había nadie -ese era el único problema. De otro modo había de todo: los riachuelos eran hermosos, los árboles cargados de frutas; podía comer, podía descansar, no había preocupaciones, nadie por quién preocuparse, nadie quien creara problemas. Y siempre había pensado que algún día le gustaría ir a algún sitio lleno de paz -¡y repentinamente se encontró ahí! Y era insoportable. El silencio es insoportable, uno tiene que ser capaz de soportarlo -te puede matar.

         Era tan difícil para este hombre, y él era un arquitecto así que comenzó a construir pequeñas cosas, pequeñas maquetas, sólo para mantenerse ocupado. Hizo una pequeña calle y le puso nombre; no sólo hizo una iglesia, sino dos -una cerca a su casa, la otra al otro extremo de la ciudad; hizo pequeñas tiendas donde uno podía ir de compras. Creó toda la ciudad.

         Y después de cinco años, cuando llegó un barco y ancló en la bahía, él se puso muy feliz. Un pequeño bote con un hombre vino hasta la orilla. Corrió desde su choza y llegó a la orilla muy entusiasmado porque ahora regresaría al mundo de nuevo. Pero se quedó muy extrañado; porque el hombre del bote bajó con un gran paquete de periódicos. Entonces le dijo: "¿Para qué son estos periódicos? ¿Para qué los has traído hasta aquí?".

         El capitán del barco dijo: "Primero revísalos, mira lo que está sucediendo en el mundo -¡y después dinos si realmente quieres ser rescatado!". El hombre tiró los periódicos al mar y dijo: "¡Qué tontería! Pero antes de subir al bote me gustaría mostrarte mi ciudad".

         Así que le mostró la ciudad, pero el capitán se quedó sorprendido cuando le mostró la segunda iglesia y le dijo: "Puedo entender que hayas hecho una iglesia para rezar, pero ¿para qué esta otra?".

         Así que le dijo: "Esta es la iglesia a la cual voy, y ésta es la iglesia a la cual no voy".

         Necesitas dos iglesias, por lo menos dos religiones, porque la mente es una dualidad: "Esta es la iglesia a la que le digo sí y esa es la iglesia a la que le digo no. Esta es la iglesia falsa, la gente errada va ahí, aquellos que no me pertenecen" -y él está solo, pero ha creado todo el mundo. Y está ansioso de ir de regreso al mundo, no está listo para mirar los periódicos. E hizo bien, porque una vez que miras los periódicos no te gustaría ser rescatado.

         ¡Mira tus periódicos! ¿Qué le está sucediendo al mundo? ¿Vale la pena vivir en él? Pero tú lees, no observas, tu lectura no es una observación, lees medio dormido. No te das cuenta de lo que está sucediendo en el mundo, de lo que el hombre le ha hecho al hombre, de lo que el hombre está continuamente haciéndole al hombre: tal violencia, tal interés, tal envenenamiento de todo aquello que tiene significado, de todo lo que es verdadero, bello y bueno; todo es envenenado. ¿Te gustaría vivir en él? Si observas, entonces será muy difícil decidir vivir en él, así que es mejor no mirar, simplemente ir como si estuvieras en hipnosis.

          Para no observarse a uno mismo otra técnica ha sido usada, de la cual Jesús habla en este versículo, y esa técnica es: mira en el otro todo lo que tiene de malo, de tal modo que puedas inferir que tú eres bueno. Hay dos maneras de ser bueno: ser bueno -eso es difícil; y luego hay otra manera de ser bueno -relativamente: probando que el otro está mal. Tú no necesitas estar bien, simplemente prueba que el otro está mal; eso te da la sensación de que tú estás bien.

         De ahí que todos nosotros tratemos de demostrar que el otro es el ladrón, que el otro es el asesino, que el otro es el malo. Y entonces cuando has demostrado que todos están mal, de pronto tienes la sensación de que tú eres bueno. Este es un fenómeno relativo: no hay necesidad de transformarte, simplemente demuestra que el otro está mal. Y esto es muy fácil -nada es tan fácil como esto. Puedes magnificar lo malo en el otro; y puedes magnificarlo y nadie puede impedírtelo. Y ante esa maldad proyectada y magnificada simplemente luces inocente. Por eso es que si alguien te dice acerca de otro: "¡El es un hombre malo!", nunca lo discutes, nunca, simplemente lo aceptas. Mas bien al contrario, dices siempre: "Sabía que era así". Pero si alguien dice algo bueno de otro, lo discutes, pides pruebas.

         ¿Has observado el hecho de que han habido millones de personas que han dicho: "Creeremos en Dios, pero primero danos pruebas"? Pero nadie todavía ha escrito un libro que exija pruebas para el demonio -¡nadie! Nadie requiere pruebas para el demonio, nadie dice: "Creeré en el demonio, sólo cuando sea probado". No, del diablo, ya lo sabes que está en todas partes. Sólo falta Dios, él no está presente.

         ¿Por qué lo bueno necesita prueba y lo malo no necesita prueba? Observa la tendencia: encontrarás un hermoso fenómeno, uno de los misterios de la mente humana. En lo profundo todo el mundo busca ser bueno,   pero es  difícil,   así que   ¿qué hacer?   prueba  que el  otro es malo;  "Tú eres más malo que yo,

-¡entonces yo por lo menos soy un poco bueno!".

 

         Jesús dice: "La astilla que está en el ojo de tu hermano tú la ves, pero la viga que está en tu ojo no la ves".

         "Cuando te saques la viga de tu ojo, entonces verás claramente para sacar la astilla del ojo de tu hermano".

 

         Tú vas viendo al otro con oscuridad. Esto puede darte una sensación ilusoria de que tú eres luz, pero esto no puede darte  luz. Y si tratas de dar luz a otro porque piensas que está en la oscuridad, eso va a empeorar las cosas -eso es insultar después de herir. Porque en primer lugar la oscuridad es proyectada por ti, y en segundo lugar tú mismo no eres una luz, no puedes dar luz a nadie.

         Así que la gente que trata de transformar la sociedad son los que más daño hacen; la gente que trata de cambiar a los demás es siempre peligrosa. En una manera muy sutil son asesinos, su crimen es tan sutil que no lo pueden detectar. No te matan directamente, pero te mutilan, te cortan - y "por tu propio bien", así que no puedes decir nada contra ellos. Los mal llamados santos simplemente están tratando de destruir la oscuridad que no hay en ti, puede no estar en ti, pero ellos ven que sí está en ti. Ven un infierno en ti porque esa es la única manera de ver y sentir que ellos son celestiales.

         Mulla Nasruddin murió. Tocó a las puertas del cielo. San Pedro abrió la puerta, miró a Nasruddin y le dijo: "No estoy esperando a nadie hoy día, porque no hay nadie en mi lista de reservaciones ¡nadie va a venir hoy día! Así que ¿cómo...? Me sorprendes ¿cómo has llegado? ¡Dime tu nombre en voz alta! Deletréalo para verificarlo".

         Así que Nasruddin deletreó su nombre en voz alta: "M-U-L-L-A  N-A-S-R-U-D-D-I-N". San Pedro fue adentro, buscó su lista, pero no había nadie que fuese a llegar en ese día.

         Regresó y dijo: "¡Oiga! No está en la lista para hoy día, todavía no le toca hasta dentro de diez años más. Así que dígame ¿quién es su doctor?".

         Los doctores pueden matar antes de tiempo, los bienhechores pueden matarte antes de tiempo, los bienhechores son siempre peligrosos. Pero todos ustedes son bienhechores en su propia forma, pequeña o grande. Todo el mundo quiere cambiar al otro,  porque todo el mundo piensa que el otro está mal; todo el mundo quiere cambiar el mundo. Y ésta es la diferencia entre una mente política y una mente religiosa.

         Una mente  política siempre  quiere cambiar  al  mundo porque  no puede pensar que él esté errado

-todo el mundo está errado. Si él está errado es a causa de que todo el mundo está errado, y de que toda la situación esté tan mal. El tiene que estar mal, de otro modo es un santo. Y una persona religiosa mira la situación desde el otro extremo, él piensa: "Porque estoy mal, por eso es que el mundo está mal, porque contribuyo con el mal. Con mi participación el mundo está mal, a menos que me cambie a mí mismo, no podrá haber cambio".

         Los políticos comienzan por el mundo; nunca llegan a ninguna meta porque el mundo es tan grande -y el mundo no es el problema. Crean más problemas: con su medicina surgen más enfermedades que no estaban presentes, a través de sus esfuerzos crean más desgracias. Un hombre religioso se cambia a sí mismo. El sólo se cambia a sí mismo, porque eso es lo único que es posible.

         Tú puedes cambiarte solamente a ti, y desde el momento en que te has cambiado el mundo empieza a cambiar, porque tú eres una parte vital en él. Y cuando llegas a ser iluminado, transformado, totalmente transformado -te vuelves más vital; tienes ahora la suprema energía en ti. Un Buda se sienta simplemente bajo su árbol bodhi y el mundo es transformado. Y el mundo nunca volverá a ser el mismo otra vez como era antes de Buda.

         Un Jesús es crucificado pero eso llega a ser una marca: la historia se divide desde ese día, la historia nunca volverá a ser igual como fue. Así que es bueno que sepamos y dividamos los años  en nombre de Jesús: así que decimos "antes de Cristo y después de Cristo". Porque antes de Cristo una humanidad totalmente diferente existía; y después de Cristo una humanidad diferente surgió. El fenómeno es tan vital: que cada vez que hay un Cristo, cada vez que una consciencia se eleva tan alto como la consciencia de Jesús, todas las demás consciencias son afectadas simultáneamente. Ellas también se elevan, ellas también tienen un vislumbre -y no pueden ser las mismas de nuevo, no se puede regresar al mismo nivel antiguo.

         El hombre religioso simplemente se transforma a sí mismo: pero la transformación es posible si es que observas, la transformación es posible si abandonas las ficciones. Si llegas a darte cuenta de que no eres nadie, si llegas a darte cuenta de que no eres nada, si llegas a darte cuenta de tu vida inauténtica, inmediatamente comienza a desvanecerse.

         El conocimiento es revolución -no el conocimiento que acumulas con la mente, sino el conocimiento que llegas a poseer cuando encuentras tu ser. El auto-conocimiento es una fuerza transformadora, nada más se tiene que hacer. Esto tiene que  entenderse; la gente piensa: "Primero vamos a saber y después cambiaremos". ¡No! Desde el momento en que lo sabes el cambio ocurre. El conocimiento en sí mismo es transformador; no es que primero tengas que saber y que luego haces algo para cambiar. El conocimiento no es un método, no es un medio, el conocimiento es el fin en sí mismo.

         Pero cuando uso la palabra "conocimiento" quiero decir auto-conocimiento... Todo el otro conocimiento es un medio: primero tienes que saber la técnica y luego tienes que hacer algo al respecto. Pero con el auto-conocimiento la esencia es absolutamente diferente; sabes y el mismo saber te cambia.

         Deja las ficciones. Ármate de valor para conocerte a ti mismo. Abandona el miedo y no trates de escapar de ti mismo.

         Y Jesús dice: "Cuando te saques la viga de tu ojo, entonces verás claramente..." ¡Sólo cuando las ficciones son abandonadas!  Ellas son la viga en tu ojo, ellas se han vuelto una niebla, un humo, una nube en tu ojo. No puedes ver claramente, no puedes ver nada claramente, todo está borroso. Cuando te saques la viga de tu ojo verás claramente. La claridad debe ser la meta -simplemente claridad en los ojos para que puedas mirar directamente, para que puedas penetrar a los hechos sin crear ninguna proyección en torno a ellos, pero es muy difícil, porque te has vuelto tan automático, tan mecanizado.

         Miras a una flor e inmediatamente tu mente comienza a hablar: "Una bella flor, nunca vista antes". Algo de poesía surge, prestada por supuesto. La flor se ha perdido, la claridad no está presente. Las palabras enturbian -¿no puedes ver una flor sin tener que nombrarla? ¿Es una necesidad el nombrarla? ¿El nombrar una flor va a ayudar de alguna manera? ¿Va a ser más hermosa la flor si conoces su nombre botánico? Esa es la diferencia entre un hombre botánico y un poeta: un botánico sabe acerca de la flor, el poeta conoce la flor. El botánico simplemente es ignorante -él sabe mucho, pero sólo superficialmente- el poeta ve.

         En sánscrito sólo hay una palabra para rishi y kavi, para el vidente y el poeta. No hay dos palabras, porque dicen que cada vez que hay realmente un poeta, es un vidente; cada vez que hay un vidente, él es un poeta. Claridad... entonces la vida se vuelve una poesía. Pero entonces tienes que mirar a la flor sin nombrarla -¿es una rosa o alguna otra cosa?

         ¿Por qué son necesarias las palabras? ¿Por qué dices: "Son hermosas"? ¿No puedes ver la belleza sin hablar? ¿Es necesario repetir que es bella? ¿Qué quieres decir al mencionar? Quieres decir que la flor no es suficiente -necesitas una insinuación de que es bella, entonces podrás crear belleza en torno a ella. No ves la flor, la flor es sólo una pantalla, tienes que proyectar la belleza.

         Mira la flor y no digas nada. Será difícil, la mente se sentirá intranquila porque está tan acostumbrada. Constantemente va parloteando. Mira la flor, hazla una meditación. Mira al árbol y no lo nombres, no digas nada. No hay necesidad, el árbol está ahí -¿para qué...?

         Escuché que sucedió una vez: Lao Tse, uno de los místicos chinos más grandes, solía dar un paseo todas las mañanas diariamente. Un vecino acostumbraba a seguirlo, pero el vecino sabía que Lao Tse era un hombre silencioso. Así que por años el vecino lo seguía en su paseo diario, pero nunca pronunció una sola palabra, nunca dijo nada. Un día llegó un visitante a la casa del vecino, un invitado, y él también quería acompañarlos. El vecino dijo: "No hables nada porque Lao Tse quiere vivir directamente. ¡No digas nada!".

         Fueron, y la mañana era tan bella, tan silenciosa, y los pájaros estaban cantando, y sólo por la costumbre el invitado dijo: "¡Qué bello!". Sólo esto, no mucho para un paseo de una hora, esto no es mucho: "¡Qué bello!". Pero Lao Tse lo miró como si hubiera cometido un pecado.

         De regreso a casa, entrando por la puerta, Lao Tse le dijo al vecino: "Nunca más vengas ¡y nunca traigas a nadie! Este hombre parece ser muy hablador", -y solamente había dicho: "¡Qué bello!"- demasiado hablador. Y Lao Tse dijo: "La mañana estaba bella, estaba tan silenciosa. Este hombre perturbó todo".

         "¡Qué bello!". Cayó como una piedra en un lago silencioso. "¡Qué bello!" cayó como una piedra en un lago silencioso y toda la cosa se agitó.

         Medita cerca al árbol, medita con las estrellas, con el río, con el océano; medita en el mercado, entre la gente -no digas nada. No juzgues, no uses palabras, simplemente observa. Si puedes clarificar tu percepción, si puedes lograr claridad en tu visión, todo se alcanza. Y una vez que se logre esta claridad, serás capaz de verte a ti mismo.

         El auto-conocimiento le sucede a una mente clara, no a una mente llena de conocimiento, no a una mente llena de juicios de bueno o malo; no a una mente llena con belleza o fealdad, sino a una mente que está sin palabras. El auto-conocimiento le ocurre a una mente sin palabras. Siempre está ahí, sólo que necesitas una claridad en la mente para percibirlo de tal manera que pueda reflejar; necesitas una mente como un espejo para que el reflejo se haga posible. Una vez que esto sucede, entonces podrás ayudar a tu vecino, nunca antes. ¡Así que no aconsejes a nadie! Todos tus consejos son peligrosos porque no sabes lo que estás haciendo.

         No trates de cambiar a nadie, ni siquiera a tu hijo, ni siquiera a tu hermano. Nadie necesita de tu cambio, porque eres peligroso. Puedes mutilar, puedes matar, puedes lisiar, pero no puedes ayudar en transformar. Pero a menos que tú te hayas transformado, no entres en la vida de nadie. Cuando estés lleno de luz podrás ayudar. Realmente, entonces no habrá necesidad de hacer ningún esfuerzo en ayudar. La ayuda fluye de ti, como la luz fluye de una lámpara, o la fragancia de una flor, o la luz de la luna en la noche, sin ningún esfuerzo de parte de la luna, naturalmente fluye.

         Alguien le preguntó a Basho, un Maestro Zen: "Dinos algo sobre tus charlas". Continúas hablando pero sin embargo hablas en contra de las palabras. Continúas hablando y en lo que hablas vas hablando contra las palabras y contra el hablar. ¡Así que dinos, algo sobre eso!".

         ¿Qué dijo Basho? Basho dijo: "Los otros hablan ¡yo florezco!".

         No hay esfuerzo, entonces es un florecimiento. Entonces es justo como cuando una flor florece, no hay esfuerzo en florecer. Un Basho habla, un Buda habla -sin esfuerzo ¡simplemente sucede! Es un fenómeno natural cuando Buda habla. Cuando tú hablas, no es un fenómeno natural, hay otras cosas involucradas: quieres impresionar a los otros, quieres cambiar a los otros; quieres controlar, manipular al otro, quieres dominar al otro; quieres dar la impresión de que eres un hombre de conocimiento -quieres alimentar tu ego. Muchas otras cosas están involucradas. Tú no estás floreciendo. Es un gran juego político cuando hablas, hay una estrategia, una táctica.

         Pero cuando un Basho habla, él florece. Si alguien está presente será beneficiado -pero beneficiar al otro no es la meta, el beneficio puede suceder sin esfuerzo. La flor florece no para ti. Si pasas por el camino la fragancia te llegará, puedes disfrutarla, puedes sentirte extático, puedes estar agradecido -pero la flor nunca floreció para ti, la flor simplemente floreció.

         Un Buda florece, un Jesús florece y todo el mundo se beneficia. Y tú vas tratando de beneficiar a los demás y nadie se beneficia, más bien al contrario, haces daño. El mundo estaría mejor si hubiera menos malhechores cambiando y transformando. Todas las revoluciones simplemente han hecho daño y toda reforma ha conducido a un caos más profundo.

         D.H. Lawrence una vez sugirió que por un ciento de años detuviésemos todas las revoluciones, que detuviésemos todas las universidades, todas las reformas y toda charla sobre eso, y que por cien años viviésemos como primitivos. La sugerencia es hermosa. Entonces la humanidad podría llegar de nuevo a estar viva, entonces la energía podría surgir y la gente podría lograr claridad.

         Las palabras han oscurecido, se han vuelto una carga demasiado grande, y cargas tanto conocimiento que no puedes volar en el cielo. Estás demasiado cargado, no estás sin peso, tus alas no están libres. Y a las cosas que se han vuelto tus prisiones y ataduras, tú te aferras, porque crees que son muy valiosas. ¡Cosas sin valor! -no sólo sin valor sino peligrosas para ti: palabras, escrituras, conocimientos, teorías, "ismos"- todas ellas te mutilan. La claridad no se puede lograr a través de ellas. Pon a un lado todas las escrituras, pon a un lado todos los juicios.

         Mira la vida como un niño, sin saber a lo que está mirando, simplemente mirando -y esa mirada te dará una nueva percepción, sobre esa nueva percepción Jesús está hablando. Repetiré sus palabras:

 

         "La astilla que está en el ojo de tu hermano tú la ves, pero la viga que está en tu ojo no la ves".

         "Cuando te saques la viga de tu ojo, entonces verás claramente para sacar la astilla del ojo de tu hermano".

 

 

         Sólo eso puede ayudarte. Si te vuelves una luz para ti mismo llegas a ser una luz para otros. Pero eso es un florecimiento, y todos serán beneficiados -sabiéndolo o no sabiéndolo, todos serán beneficiados. Te vuelves una bendición.

 

 

 

Capítulo 10

 

Simplemente Disfrutarte a Ti Mismo

 

30 de Agosto de 1974

 

 

  DECIMO VERSÍCULO...

PRIVATE

 

Jesús dijo:

"Es imposible que un hombre

monte dos caballos

y que tire de dos arcos;

y es imposible que un sirviente

sirva a dos amos,

porque entonces honrará a uno

y ofenderá al otro".

 

 

         Todo el mundo ya está montado en dos caballos, todo el mundo ya está tirando de dos arcos -no sólo de dos sino de muchos. Así es como la angustia se crea, así es como estás constantemente en ansiedad. La ansiedad muestra que de alguna manera estás montado en dos caballos. ¿Cómo puedes estar en tranquilidad? ¡Imposible! Porque dos caballos están corriendo en dos direcciones, y tú no puedes ir a ningún sitio.

         Con un caballo el movimiento es posible, puedes llegar a alguna parte. Con dos caballos el movimiento es imposible, se negarán mutuamente y no llegarás a ningún sitio. Y ésta es la ansiedad -que no llegarás a ninguna parte. En lo profundo ésta es la angustia: que la vida se te está escurriendo de las manos. El tiempo cada vez se hace menos y menos, y la muerte se acerca y no estás llegando a ninguna parte, como si te hubieras vuelto un charco, simplemente secándose y secándose y muriendo; sin meta, sin satisfacción... Pero, ¿por qué está sucediendo? Porque has estado tratando de hacer lo imposible.

         Trata de comprender a la mente, cómo funciona dentro de ti, entonces serás capaz de entender lo que Jesús quiere decir.   Quieres ser tan  libre  como un pobre,    porque  sólo un  pobre  puede estar libre

-porque no lleva cargas, porque no tiene nada que proteger, porque no le puedes robar. No tiene miedo. No le puedes arranchar nada porque no tiene nada. Sin nada él está tranquilo; sin ninguna posesión, nada se le puede robar. Nadie es su enemigo porque no es un competidor en absoluto, no está compitiendo con nadie.

         Quieres ser tan libre como un pobre, como un mendigo, pero también quieres estar tan seguro como un rico, tan seguro como un emperador. El hombre rico está seguro, el hombre rico está en la seguridad, se siente más enraizado. Exteriormente él ha hecho todo los arreglos, no es vulnerable: contra la muerte tiene protecciones, no le puedes asesinar tan fácilmente, tiene una armadura. Y te gustaría ser tan libre como un mendigo y estar tan protegido como un emperador -¡entonces estás montado en dos caballos y es imposible llegar a ninguna parte!

         Amas a una persona, pero quieres que esa persona se comporte como una cosa completamente en tus manos. Pero no puedes amar a una cosa, porque una cosa está muerta y no puede responderte. Así que si el otro es realmente una persona no puede ser poseído, es como el mercurio: cuanto más tratas de agarrarlo en tu mano, ¡más se escapa! Porque ser una persona quiere decir ser libre. Si es una persona no lo puedes poseer; si puedes poseerlo ya no es más una persona y no serás capaz de amarlo. Entonces es simplemente una cosa muerta. ¿Quién puede amar una cosa muerta?

         Estás montado en dos caballos. Quieres a una persona como una cosa, ¡lo cual es imposible! Una persona tiene que ser libre y viva, y sólo entonces la puedes amar. Pero entonces la sientes difícil, comienzas a poseerla, comienzas a matarla; la estás envenenando. Si te permite este envenenamiento, tarde o temprano será tan solo una cosa. Así que las esposas se vuelven unas piezas decorativas en casa, los esposos se vuelven tan solo guardianes -pero el amor desaparece. Y esto está sucediendo en todas las direcciones.

         Hay duda en ti, porque la duda tiene sus beneficios: te da más poder calculador, te da más protección, nadie puede engañarte tan fácilmente. Así que dudas -pero entonces la duda crea ansiedad porque en lo profundo estás intranquilo. La duda es tal como la enfermedad. A menos que tengas confianza no puedes estar en tranquilidad, porque la duda significa vacilación y la vacilación es intranquilidad. La duda significa: "¿Qué hacer, esto o aquello?". La duda significa: "¿Ser o no ser?". Y es imposible decidir.

         Ni siquiera en un solo punto es posible decidir con la duda. A lo más, puedes decidir con la parte de la mente que llega a ser la mayoría. Y la minoría está ahí, y no es una pequeña minoría. Y contra la minoría has escogido, la minoría estará por siempre buscando la situación donde te pueda decir que has hecho una elección errada. Y la minoría está ahí para rebelarse -es un torbellino constante dentro de ti.

         Con la duda hay intranquilidad. Es una enfermedad, es tal como cualquier otra enfermedad -es una enfermedad mental. Así que un hombre que duda se vuelve más y más enfermo. Pero no puedes engañarlo tan fácilmente, él es más astuto, es más listo en los quehaceres del mundo. No lo puedes engañar, pero él está enfermo. Así que hay un beneficio: no puede ser engañado. Pero hay una pérdida, una gran pérdida. El beneficio es a un costo muy grande: él permanece vacilante, intranquilo, no puede decidir. Aun si decide, esa decisión es sólo una porción mayor decidiendo contra una menor. El está dividido, siempre hay conflicto.

         La confianza también la quieres. También quieres tener fe, porque la fe te da salud, no hay indecisión, estás completamente seguro. La certeza te da felicidad: no hay vacilación, no estás vacilante; eres un todo sin dividir -y totalidad y salud. La confianza te da salud, pero entonces te vuelves vulnerable, cualquiera puede engañarte. Si confías estás en peligro, porque hay gente por todas partes que querrá explotarte, y puede explotarte sólo cuando confías. Si dudas no pueden explotarte.

         Así que estás montado en dos caballos: la duda y la fe -pero estás haciendo lo imposible. Permanecerás constantemente en ansiedad y angustia, te deteriorarás. En este conflicto de dos caballos morirás. Algún día va a haber un accidente -ese accidente será tu muerte: estarás acabado antes de que hayas llegado a ninguna parte; estarás acabado antes de que broten las flores, estarás acabado antes de que llegues a saber lo que era la vida, lo que quiere decir ser. El ser ha desaparecido.

 

         Jesús dice: "Es imposible que un hombre monte dos caballos...".

 

         Pero todo el mundo está tratando de hacer lo imposible, por eso es que todos los hombres están en problemas. Y digo que esto sucede en todas las direcciones -así que no sólo son dos caballos, hay millones de caballos juntos y en todo momento estás haciendo la contradicción. ¿Por qué ocurre? El mecanismo tiene que ser entendido, sólo entonces podrás dejarlo. Pero ¿por qué sucede? La manera en que todos los niños son criados es la causa. La causa es la forma en que todos los niños entran a este mundo de gente loca por todas partes. Ellos crean contradicciones, te enseñan cosas contradictorias.

         Por ejemplo, te han enseñado: "Ama a toda la humanidad, sé fraternal con todos, ama a tu prójimo como a ti mismo" -y simultáneamente se te ha educado, se te ha criado, se te ha condicionado para competir, para competir con todo el mundo. Cuando compites el otro es tu enemigo, no tu amigo. Tiene que ser vencido, tiene que ser derrotado, realmente tiene que ser destruido. Tienes que ser despiadado, de otro modo el otro te destruirá. Si eres un competidor, entonces toda la sociedad es el enemigo, nadie es un amigo, nadie es un hermano. Y no puedes amar, tienes que odiar, tienes que ser envidioso, tienes que ser colérico. Y tienes que estar listo para pelear continuamente y ganar, y es una lucha dura -si eres tierno de corazón estás perdido.

         Así que sé fuerte, violento y agresivo. Antes de que el otro te ataque, ataca primero. Antes de que sea demasiado tarde, ataca y gana, de otro modo estarás perdido, porque millones están compitiendo por lo mismo, no estás solo. ¿Y cómo una mente que está en competencia puede amar al prójimo? ¡Es imposible! Pero ambas enseñanzas te han sido dadas: se te ha enseñado que la honestidad es la mejor política, y también que ¡negocios son negocios! Ambas cosas juntas, ambos caballos te han sido dados conjuntamente. Y un niño inconsciente de las maneras del mundo, no puede ver ni sentir la contradicción.

         Para sentir la contradicción es necesario una inteligencia muy madura; un Jesús, un Buda, es necesario para sentir la contradicción. Un niño es inconsciente de las maneras y los maestros son personas a quienes él ama. Al padre, a la madre, a la familia -él los ama. ¿Cómo puede pensar que están creando contradicciones en él? Ni siquiera puede imaginárselo porque ellos son los benefactores: son bondadosos con él, lo están criando. Son la fuente de energía, de vida, de todo. Así que ¿por qué van a crear contradicciones? Un padre ama, una madre ama, pero el problema es que ellos también fueron criados de la misma manera errada, y ellos no saben qué hacer excepto repetir. Cualquier cosa que sus padres les enseñó, ellos están enseñando a sus hijos. Están simplemente transfiriendo una enfermedad de una generación a la otra. La enfermedad está siendo transferida. Pueda que la llames "el tesoro" o "tradición", pero es una enfermedad. Es una enfermedad porque nadie se vuelve sano a través de ella.

         Toda la sociedad se hace cada vez más y más neurótica, y un niño es tan simple, tan inocente, que puede ser condicionado en formas contradictorias. Para cuando se de cuenta de las contradicciones será demasiado tarde. Y sucede que se pierde casi toda la vida y nunca te das cuenta que estás montado en dos caballos. Piensa en esta contradicción y encuéntrala, trata de encontrarla en tu vida. Encontrarás millones de contradicciones -¡eres una confusión, un desorden, un caos!

         Cuando la gente viene a verme y me pide silencio, los miro y siento mucho porque es casi imposible -porque el silencio sólo puede existir cuando todas las contradicciones han sido abandonadas. Necesita un esfuerzo arduo, una inteligencia muy penetrante, comprensión, madurez. No hay nada ahí ¿y piensas que sólo repitiendo un mantra llegarás al silencio? Si fuera tan fácil, entonces todo el mundo habría llegado al silencio. ¿Simplemente repitiendo "ram ram" te volverás silencioso? Montado en millones de caballos, repitiendo el mantra ¿te volverás silencioso?  Ese mantra de nuevo se volverá un caballo más, eso es todo -más confusión será el resultado. Se ha agregado un caballo más, estarás más confundido con él.

         Por lo tanto mira a los así llamados hombres religiosos, están más confundidos que los mundanos porque se ha agregado nuevos caballos. El hombre que vive en la plaza pública, en el mundo de los mercados, está menos confundido, porque por lo menos puede estar teniendo muchos caballos, pero todos pertenecen a este mundo; por lo menos algo es igual, similar -todos pertenecen a este mundo. Y este hombre religioso tiene todos estos caballos: aquellos que pertenecen a este mundo y ha agregado algunos caballos nuevos que no pertenecen a este mundo. El ha creado una división más grande: el otro mundo, Dios, el reino de Dios, y continúa moviéndose en este mundo. Se vuelve más confundido, más conflictos surgen en su ser. Y está hecho pedazos, no es un todo, todos los fragmentos volando por todas partes, toda su integridad destruida -esto es neurosis.

         La manera en que te han criado es errada, pero no se puede hacer nada ahora porque ya has sido criado, no puedes retroceder. Así que tienes que entenderlo y dejarlo a través del entendimiento. Si lo dejas  sólo  porque  yo  lo digo,  entonces agregarás más caballos.   Si lo dejas a través del entendimiento

-porque tú entiendes todo el asunto y por lo tanto es abandonado- entonces no se agregarán más caballos. Al contrario, antiguos caballos serán liberados, puestos en libertad, de tal forma que puedan irse y llegar a sus metas, y que tú puedas proseguir y alcanzar tu propia meta.

         Porque no sólo tú estás en dificultad, tus caballos también están en una gran dificultad a causa tuya; ellos tampoco no pueden llegar a ninguna parte. Ten piedad de ti y de tus caballos, ¡de ambos! Pero esto debe ser hecho a través del entendimiento -de tu entendimiento, no de mi enseñanza o la de Jesús o la de Buda. Ellos pueden mostrarte el camino, pero si los sigues sin entender, nunca llegarás a la meta.

         Ahora trata de entender:

 

         Jesús dijo: "Es imposible que un hombre monte dos caballos y que tire de dos arcos; y es imposible que un sirviente sirva a dos amos, porque entonces honrará a uno y ofenderá al otro".

 

         ¿Por qué es imposible? ¿Y qué es imposibilidad? Imposibilidad no es algo que es muy difícil, ¡no! Cualquier cosa que pueda ser muy difícil, no es imposible, lo puedes lograr. Imposibilidad quiere decir algo que no se puede alcanzar hagas lo que hagas; no hay manera, no hay posibilidad de hacerlo.

         Cuando Jesús dice imposible, quiere decir imposible; no quiere decir muy difícil -y tú estás tratando de hacer lo imposible. ¿Que pasará? No puede ser hecho, sólo tú serás deshecho a través de eso. ¡No puede ser hecho! ¿Pero qué te sucederá a ti que has estado haciendo un esfuerzo para hacer lo imposible? Caerás en pedazos. No es posible hacerlo, pero haciéndolo estás deshaciendo tu propia vida. Esto sucederá, esto ha sucedido.

         Observa a la gente cuando tiene duda: ¿Has visto a un hombre que tiene duda y no tiene fe? Si has visto a un hombre que sólo tiene duda, él no puede vivir, es imposible vivir. Anda a los manicomios: ahí encontrarás gente que tiene dudas acerca de todo. Entonces, ni siquiera pueden moverse, porque dudan aun sobre la mínima acción.

         Conocí a un hombre que tenía tanta duda que no podía ir al mercado -y el mercado estaba sólo a unos cuantos metros de distancia. Regresaba una y otra vez a verificar la cerradura. Y cuando éramos niños solíamos hacerle bromas a este pobre hombre. El estaba yendo y le preguntábamos: "¿Has visto si la puerta está con llave?". Le daba cólera, pero de todas maneras regresaba a verificar. Y estaba solo, no había nadie más cerca de él -¡y tanto miedo! El estaba tomando su baño en el río y alguien le decía: "¿Has visto si la puerta está con llave?". Le daba mucha cólera, pero estando a medio baño inmediatamente salía y corría a la casa a comprobar. Este es el perfecto escéptico. Si la duda aumenta demasiado entrarás a un manicomio, porque entonces dudarás de todo. Este es un tipo de hombre completamente roto en pedazos.

         Si escoges la fe contra esto, te volverás absolutamente ciego. Entonces cualquiera puede llevarte a cualquier parte, entonces no tienes inteligencia propia, ni percepción propia. Rodeando a Hitler encontrarás este tipo de gente -han confiado y por confiar han perdido.

         Por esto estás tratando lo imposible, estás transando: para no ir al extremo, por que ahí te viene la neurosis; ni ir al otro extremo porque te viene la ceguera. Entonces ¿qué hacer? Entonces el razonamiento común dice: "Transa con ambos, mitad y mitad -un poco de duda y un poco de fe". Pero entonces te montas en dos caballos. ¿No es posible vivir sin duda y sin fe?

          ¡Es posible! En realidad esa es la única posibilidad para crecer: la de vivir sin duda y sin fe; simplemente vivir, espontáneamente, con consciencia. Y esto es realmente lo que es confianza -no el confiar en algún otro- esto es confiar en la vida: donde sea que te conduzca, sin duda, sin fe, simplemente fluyes, vas inocentemente.

         Un hombre que duda no puede ir inocentemente. Antes de que vaya pensará, y a veces pensará tanto que se perderá la oportunidad. Por eso es que los pensadores nunca hacen mucho. No pueden hacer, se vuelven simplemente cerebrales, porque antes de la acción deben decidir, deben llegar a una conclusión; y ellos no pueden llegar a una conclusión. Así que ¿cómo actuar? Entonces es mejor no actuar y esperar. Pero la vida no te va a esperar. O te vuelves creyente y tienes fe, un hombre ciego, entonces cualquiera, cualquier político, cualquier loco, cualquier Papa, cualquier cura puede conducirte a cualquier parte. Y ellos mismos están ciegos y cuando los ciegos conducen tiene que haber catástrofe. ¿Qué hacer? El razonamiento dice, el razonamiento común dice: "Transa".

         Un científico, B.F. Skinner, hizo un experimento digno de mencionarse. Un ratón blanco fue el objeto del  experimento:  al ratón se  le  dejó  dos o  tres días  sin  alimento,  así  que  estaba  muy  hambriento

-realmente era el mismo hambre, listo a saltar y comer cualquier cosa a la vista. Y al ratón blanco se le puso en una plataforma, y justo debajo de la plataforma habían dos cajas, similares, del mismo color, del mismo tamaño, y ambas contenían comida. Podía saltar la caja derecha o sobre la izquierda.

          El ratón saltó inmediatamente, sin darse ni un momento para pensarlo. Pero cada vez que saltaba sobre la caja de la derecha recibía un shock eléctrico. Y había una trampa, así que caía dentro de otra caja a través del hueco de la trampa, y no podía llegar a la comida. Cada vez que saltaba a la caja izquierda no había shock y no había trampa, podía llegar a la comida. En dos o tres días aprendió el truco: saltaba sobre la caja izquierda y evitaba la derecha.

         Después Skinner cambió, cambió los sitios de las cajas. Y el ratón saltó sobre la caja de la izquierda y se encontró con un shock eléctrico. Ahora estaba perturbado, confundido, ¡qué hacer y qué no hacer! Así que antes de saltar temblaba, vacilaba, dudaba. Así es como es un filósofo -un ratón blanco temblando, dudando sobre qué hacer: izquierda o derecha, y ¿cómo escoger? ¿Y quién sabe? Pero después se volvió a acostumbrar. Entonces Skinner cambió otra vez. Se volvió tan confundido que aun estando con hambre esperaba temblando, mirando esta caja y la otra -¿y cómo decidir? Entonces decidió lo que tú has decidido: saltó entre las dos cajas -pero ahí no había comida, esto va a ser inútil. Y después de unas cuantas semanas del experimento, el ratón blanco se volvió loco, neurótico.

         Esto es lo que te está sucediendo a ti: has llegado a confundirte -¿qué hacer, qué no hacer? Y la única cosa que llega a la mente es que es difícil escoger esto, que es difícil escoger aquello, entonces es mejor transar, saltar al medio. Pero no hay comida. Por supuesto no hay shock eléctrico, pero tampoco hay comida.

         Pierdes la vida si saltas al medio. Si hubiera sido posible que el ratón blanco se monte en ambas cajas, lo habría hecho. Estas son las dos posibilidades abiertas al razonamiento: monta sobre ambos caballos o simplemente salta al medio. Inteligencia, inteligencia muy penetrante y aguda es necesaria para entender, para entender el problema -no hay otra solución. No te voy a dar ninguna solución, ningún Jesús ha dado ninguna solución a nadie, simplemente el entendimiento del problema es la solución. Entiendes el problema y el problema desaparece.

         ¿No es posible vivir sin fe, sin duda y sin transar? Porque transar va a ser un veneno: son tan contrarios, toda tu vida se volverá una contradicción, y si hay contradicción estarás dividido, partido; esquizofrenia será el resultado final. O si escoges uno y niegas al otro, entonces los beneficios que habrían sido posibles del otro te son negados.     La duda te da protección contra la explotación, la fe te da certeza

-deja una de ellas y dejarás también el beneficio que te da. Si escoges ambas te montas en dos caballos; si transas creas una división dentro de tu ser -eres dos, te vuelves una multitud. Entonces ¿qué hacer?

         Simplemente entiende el problema y bájate de ambos caballos -no transes. Entonces se da un tipo totalmente distinto del ser, una cualidad totalmente diferente de consciencia. Pero ¿por qué no estás haciendo eso? Porque para esa cualidad necesitas estar alerta, para esa cualidad necesitas consciencia. Entonces no necesitas dudar de nadie, simplemente tienes que estar completamente alerta. Tu estado de alerta será la protección contra la explotación.

         Si un hombre totalmente alerta te mira, no lo puedes engañar, su misma mirada te desarmará. Y si él permite que lo explotes, no es porque tú seas astuto y lo estés engañando, sino porque él es generoso y te lo permite. Pero no puedes engañar a un hombre completamente alerta. Es imposible porque él mira a través tuyo, eres transparente; él tiene tal consciencia que te haces transparente. Si él te permite que lo engañes es por su compasión. Tú no puedes engañarlo.

         Esta consciencia parece ser difícil, por eso es que has escogido lo imposible. Pero lo imposible, es lo imposible -sólo estás haciendo creer que puede suceder; nunca ha sucedido, nunca sucederá. Has escogido lo imposible porque parece más fácil. Transar, siempre parece más fácil. Siempre que estás en dificultad transas. Pero transar nunca ayuda a nadie, porque transar significa que dos contrarios existirán dentro de ti; y ellos siempre estarán en tensión y te dividirán. Y un hombre dividido nunca puede ser feliz.

         Esto es lo que Jesús quiere decir, pero los cristianos lo han malentendido. Los cristianos han malentendido a Jesús completamente, porque como de costumbre tu mente va interpretando. ¿Qué es lo que han interpretado? Piensan que Jesús está diciendo:  "¡Escoge un caballo!  Ya sea este mundo o el otro

-¡escoge uno! No te montes en dos caballos porque estarás en dificultad y es imposible. Así que escoge un caballo". Eso es lo que han llegado a concluir y a interpretar.

         Escuché que sucedió una vez: "Una noche la esposa de Mulla Nasruddin estaba sintiendo hambre, así que se puso a buscar algo de comer pero no encontró nada -sólo una galleta para perros. Así que tentativamente la probó y la encontró buena, sabía bien, así que se la comió. Y le gustó tanto que en la mañana le dijo a Nasruddin: "¡Anda y compra una buena provisión!". Nasruddin fue y compró muchas galletas para perros. El vendedor le dijo: "¿Qué estás haciendo? Porque sé que tu perro es muy pequeño, no necesitas tanta provisión".

         Nasruddin dijo: "No es para mi perro, es para mi esposa".

         El vendedor dijo: "Debo recordarte que estas galletas son estrictamente para perros, y si tu esposa las come, morirá porque son venenosas". Y después de seis meses la esposa murió.

         Entonces Nasruddin tuvo que reconocer ante el vendedor; un día le dijo: "Mi esposa está muerta".

         El vendedor dijo: "Te advertí que esas galletas matarían a tu esposa".

         Nasruddin dijo: "Esas galletas no la han matado -estuvo persiguiendo un carro y la mató, ¡no las galletas!".

         Tu mente se aferra a sus propias conclusiones, porque un vez que se falla en una conclusión, se pierde la confianza. Así que cualquiera que sea la situación te aferras a tus conclusiones. Eso le da a tu ego y a tu mente una base donde sostenerse.

         Un día Mulla Nasruddin estaba caminando con un palo muy grande, demasiado largo para él. Un amigo le sugirió: "Nasruddin ¿por qué no lo cortas de ahí abajo unos cuantos centímetros?". Nasruddin dijo: "Eso sería inútil -porque es este otro extremo el que está demasiado largo".

         Tu razonamiento puede ser suicida ¡lo es! Piensas que es razonamiento, no es razonamiento, es simple engaño -engaño a ti mismo. Pero no quieres perder terreno, quieres tener confianza; y toda la confianza que te llega a través de la mente es falsa, porque la mente no te puede dar confianza. Sólo puede darte cosas falsas; puede proveerte sólo de cosas falsas. No tiene la cosa real consigo, es tan solo una sombra. La mente es sólo pensamientos, sombras, nada sustancial en sí. Pero puede ir haciendo racionalizaciones, y te sentirás bien.

         Los cristianos han malentendido todo el asunto. Pensaron que Jesús estaba diciendo: "¡Escoge!". Jesús nunca pudo haber dicho: "¡Escoge!" -Jesús se refiere al estado de no elección. Porque si escoges la mente selectiva es fortificada, no destruida; la mente que va escogiendo se vuelve más fuerte a través de la elección. ¡No, no es asunto de elección! Y por medio de la elección nunca puedes ser total, porque tienes que negar algo.

         Si eliges la fe, tendrás que negar la duda. ¿A dónde irá esta duda? No es algo externo que lo puedas tirar -está profundamente en ti. ¿A dónde irá? Simplemente puedes cerrar tus ojos, eso es todo; puedes reprimirla en el subconsciente, eso es todo. Pero está ahí, como un gusano, comiendo tu consciencia. Estará ahí, y algún día saldrá a la superficie. ¿Qué puedes hacer? ¿Cómo puedes eliminarla? Si escoges la duda ¿a dónde irá tu fe? ¡Es parte de ti! Así que transarás: te volverás una amalgama de muchas cosas juntadas de alguna forma; no una síntesis sino una transacción.

         Jesús quiere decir completamente lo contrario. El quiere decir: "¡No escojas!".

 

         "Es imposible que un hombre monte dos caballos y que tire de dos arcos; y es imposible que un sirviente sirva a dos amos, porque entonces honrará a uno y ofenderá al otro".

 

         Mira la última frase:

         "...porque entonces honrará a uno y ofenderá al otro".

 

         Si eliges uno, honras a ese y ofendes al otro -y la parte ofendida se vengará. Se volverá rebelde.

         Sucede que la ciencia depende de la duda, totalmente de la duda, ninguna creencia es permitida ¿Has conocido, has observado a los científicos? Fuera de sus laboratorios son muy crédulos. No puedes encontrar gente más crédula que los científicos, más fáciles de ser engañados que ningún otro, porque su parte de duda funciona en el laboratorio y su parte de credulidad funciona afuera. Y son gente simple en lo que concierne al mundo externo. En sus laboratorios son muy astutos y listos.

         Puedes engañar muy fácilmente a un científico. No es tan fácil engañar a los llamados hombres religiosos. En el templo están con una credulidad profunda, fuera del templo son muy astutos. Observa a la llamada gente religiosa: fuera del templo no los puedes engañar, y dentro del templo no existe la oportunidad de engañarlos o explotarlos. Adentro del templo son muy simples. Usan su parte de credulidad ahí, su parte de duda en el mundo. Son buenos negociantes, acumulan dinero, explotan al mundo entero.

         Un científico nunca puede ser un buen negociante, no puede ser un buen político. Eso no es posible, porque su parte de duda se acaba en el laboratorio. Afuera funciona su parte de credulidad. Un científico en casa es totalmente distinto que un científico haciendo trabajo de investigación. Puedes haber escuchado muchas historias sobre lo despistados que son. Ocurren, realmente ocurren, no son ficciones. Porque usan su atención en el laboratorio, entonces fuera del laboratorio pierden toda su atención -han usado una parte, se ha terminado. Así que tienen una vida doble: en el laboratorio son muy atentos, fuera del laboratorio se vuelven despistados.

         Se cuenta de Albert Einstein que una vez estaba visitando  un amigo, cenaron, hablaron de esto y aquello. Y no había mucho de qué hablar porque Einstein no era un hombre de muchas palabras, no era muy hablador, así que el amigo comenzó a sentirse aburrido. Y cada vez se estaba haciendo más y más oscuro, era las once de la noche, y ahora quería que Einstein se fuese. Pero no era cortés decírselo a tan gran hombre, así que esperó y esperó. Por momentos incluso daba insinuaciones, decía: "La noche está muy oscura", y decía: "Parece que ahora son las once y media". Pero Einstein miraba y bostezaba y quería dormir. Luego llegó las doce y el amigo dijo: "Creo que estás con sueño porque estás bostezando". Y esa fue la última insinuación.

         Einstein dijo: "Sí, me estoy sintiendo con mucho sueño, pero estoy esperando... cuando te vayas entonces ¡podré ir a dormir!".

         El amigo dijo: "¿Qué estás diciendo? ¡Tú estás en mi casa!".

         Einstein se paró y dijo: "¡Lo siento! Porque continuamente estaba pensando: '¿Cuándo se irá este hombre para poder ir a dormir?'".

         Este hombre en el laboratorio es perfecto en lo que concierne a la atención, a estar presente. Pero esa parte es consumida; fuera del laboratorio es un hombre totalmente distinto, justo lo opuesto.

         Por eso es que sucede: encuentras una contradicción en la vida de la llamada gente religiosa -y es natural. En el templo los ves rezando ¡y mira sus caras! Se les ve tan inocentes, con los ojos llenos de emociones profundas, de lágrimas que fluyen. No puedes imaginarte al mismo hombre afuera, cómo se le verá, cómo estará en su tienda, cómo se comportará cuando vayas a su tienda. La parte emocional, la parte de credulidad se acabó en el templo, en la mezquita, en la iglesia; cuando sale él está libre de esta parte. Entonces tiene tanta duda como cualquier científico puede tener en su laboratorio, es tan escéptico como puede ser posible.

         Es así como vivimos una vida doble, esto es transigir. Jesús no está diciendo: "Escoge uno y niega el otro". Si escoges uno y dejas al otro, la otra parte se sentirá ofendida, y la parte ofendida de tu ser se vengará. Y hace a la vida muy difícil, hace a la vida casi imposible de vivir. Cuanto más tratas de vivir con una parte, la otra parte perturbará más tus planes y proyectos; sale a la superficie una y otra vez. Entonces ¿qué hacer?

         La solución, lo que se tiene que hacer es no escoger. La cosa es comprender toda la contradicción de tu ser. No escoger, sino llegar a un estado de no elección; no dejando uno a costa del otro -porque no puedes dejar un aspecto de una cosa.

         Tienes una moneda, tiene dos caras. No puedes dejar una de ellas, no puedes dejar un lado. Puede no gustarte el otro lado, pero tienes que llevar ambos; si quieres llevar uno tienes que llevar los dos, entonces toda la moneda estará contigo. Lo único que puedes hacer es: la cara que no te gusta puedes esconderla, la cara que te gusta puedes ponerla hacia arriba, eso es todo. Es así como el consciente y el inconsciente son creados.

         El consciente es esa parte, ese caballo que te gusta, y el inconsciente es ese caballo, esa parte que no te gusta. El consciente es aquello que has escogido, el inconsciente es aquello contra lo cual has escogido. Esas son las dos iglesias, una es a la que vas y la otra es a la que no vas. De otro modo, en un hombre como Buda, el consciente, el inconsciente, ambos desaparecen, porque él no ha escogido, no ha escogido en contra. La moneda íntegra se deja. Y sólo la moneda íntegra puede dejarse, la mitad nunca podría dejarse.

         La duda y la credulidad son dos aspectos de la misma moneda, tanto como el frío y el calor; parecen contrarios pero pertenecen a lo mismo. Son polaridades dentro de un todo, tal como la electricidad positiva y negativa, tal como el hombre y la mujer. Parecen opuestos pero son polaridades de un sólo fenómeno. No puedes dejar la electricidad negativa sin dejar la electricidad positiva, no puedes retener una y dejar la otra. Si haces eso, tu ser será dividido: la parte dejada de lado, la reprimida, la negada, se volverá el inconsciente; la parte aceptada, la parte bienvenida se volverá el consciente. Y entonces habrá una continua lucha entre el consciente y el inconsciente.

         Pero tú aún estás montado en dos caballos. El único camino es dejarlo todo, y el secreto no está en dejarlo -porque el "dejarlo" puede volverse también una elección. Y ésta es la cosa más compleja y sutil: puedes dejarlo, y elegir dejarlo contra no dejarlo -entonces de nuevo hay dos caballos. No, esto tiene que ser hecho por medio del entendimiento. Dejarlo no es el asunto, entenderlo es el asunto.

         Entiende toda la locura: lo que te has hecho a ti mismo, lo que has permitido que te suceda a ti mismo, los tipos de contradicciones que has estado acumulando -simplemente ve a través del asunto. No estés ni a favor ni en contra, no condenes, no juzgues -simplemente ve a través de todo lo que tú eres. No escondas, no ofendas, no juzgues: "Eso es bueno y esto es malo", no evalúes. No seas un juez sino un observador imparcial, un testigo. Simplemente ve todo lo que tú eres, sea lo que seas; cualquier caos en el que estés, simplemente velo tal como es.

         De pronto surge una comprensión que te hace dejarlo... Es tal como si hubieras estado tratando de entrar en la pared y de pronto te das cuenta que es la pared y que no hay puerta. ¿Ahora necesitas dejar ese esfuerzo? ¡Simplemente actúas! Ese movimiento es simple, no es ni en contra ni a favor -simplemente entiendes que esto es absolutamente inútil, imposible. Ese es el significado de Jesús: simplemente observas... es imposible... lo dejas. No hay elección de parte de la mente, no haces ningún esfuerzo.

         Cada vez que hay comprensión es sin esfuerzo. Y cada vez que algo es sin esfuerzo es bello, porque es total. Cada vez que hay esfuerzo hay fealdad, porque siempre es una parte, nunca el todo. Esfuerzo quiere decir que en lo profundo estás luchando contra algo. Pero ¿por qué estás luchando? Porque aquello por lo que estás luchando todavía tiene significado para ti. Y el enemigo también tiene significado, tal como el amigo -el significado opuesto, pero tiene significado. ¿Y alguna vez has pensado? -cada vez que tu enemigo muere, algo en ti muere inmediatamente. No sólo sufres por la muerte de tus amigos, sufres por la muerte de tus enemigos -no puedes ser el mismo.

         Sucedió en India: Mohammed Ali Jinnah y Mahatma Gandhi estaban en continua lucha mutua. Cuando Gandhi fue asesinado, se cuenta que Jinnah dijo: "Me siento muy triste. Algo en mí ha muerto". Ahora, ¿contra quién puede luchar Jinnah? ¿Contra quién puede ser un luchador? ¿Contra quién aceptar el reto? El ego se desvanece si el enemigo no está presente, tú estás constituido por tus amigos y por tus enemigos, eres una contradicción.

         Sólo es íntegro aquél que no tiene ni enemigos ni amigos, quien no ha elegido, quien no tiene inclinación a favor de esto o a favor de aquello; quien simplemente fluye momento a momento con una consciencia sin elección, y cualquier cosa que la vida le traiga la permite. El flota, no está nadando; no es un luchador, está en un estado de dejarse fluir. Si puedes entender esto, entonces serás capaz de entender el significado de Jesús.

 

         "Es imposible que un hombre monte dos caballos y que tire de dos arcos; y es imposible que un sirviente sirva a dos amos, porque entonces honrará a uno y ofenderá al otro".

 

         Pero el significado común será: "Elige un amo, no elijas dos". Si eliges nunca serás un todo, así que no es asunto de elegir un amo contra otro, porque aún permanecerás siendo esclavo, no puedes ser libre. Sólo el estado de no elección te puede dar libertad. Entonces no eliges, simplemente dejas todo el esfuerzo -cae por sí mismo cuando entiendes. Entonces eres el amo.

         En la India hemos estado llamando sannyasins, 'swami'. Swami quiere decir amo de sí mismo, quiere decir aquél que ha dejado de elegir, quiere decir que ahora él no acepta ningún amo. Y ésta no es una comprensión egocéntrica, ésta es una comprensión muy profunda, que si eliges entre contrarios eres una víctima; si eliges entre los contrarios permanecerás dividido en los contrarios. Un Sannyasin no está contra este mundo ni a favor, un Sannyasin simplemente no está ni a favor ni en contra - simplemente va sin amigos y sin enemigos.

         Hay una hermosa historia Zen: Una mañana estaba un Sannyasin solo en la cumbre de una montaña, estaba de pie. Tal como la montaña, él estaba solo, de pie sin moverse, y tres personas estaban pasando, estaban dando un paseo matutino. Miraron a este hombre y cada uno tuvo su propia opinión de lo que estaba haciendo. Un hombre dijo: "Conozco a ese monje, a veces se le pierde su vaca, así que debe estar parado ahí buscando su vaca por los alrededores de la montaña".

          El segundo hombre dijo: "Pero en la forma en que está de pie, no puede ver nada. No se mueve en absoluto, sus ojos parecen estar casi fijos. Esa no es la forma en que uno busca algo. Pienso que debe haber venido  por un paseo  en la mañana con algún amigo,   y el amigo debe haberse quedado rezagado

-debe estar esperando que el amigo lo alcance".

          El tercer hombre dijo: "Esa no parece ser la razón, porque cada vez que uno espera, tiene que voltear atrás para ver si el amigo está viniendo o no. Pero él no se mueve, no mira hacia atrás. No está esperando, esa no es la postura de un hombre que está esperando. Pienso que está orando o meditando".

         Estaban en tal desacuerdo, y se habían puesto en tal estado emocional acerca de las explicaciones de lo que estaba haciendo, que pensaron que sería mejor ir y preguntarle al mismo hombre. Era difícil subir la montaña, pero fueron de todas maneras. Llegaron hasta donde estaba el hombre y el primero le preguntó: "¿Estás buscando tu vaca? Porque sé que a veces se te pierde y tienes que ir a buscarla".

         El hombre abrió sus ojos y dijo: "Yo no poseo nada, así que nada puede perderse. No estoy buscando ninguna vaca ni nada". Entonces cerró sus ojos.

         El otro hombre dijo": "Entonces yo debo tener razón: estás esperando a un amigo que se ha quedado atrás".

         El hombre abrió sus ojos y dijo: "No tengo enemigos ni amigos, así que ¿cómo puedo esperar a alguien? Estoy solo y no he dejado a nadie atrás, porque no hay nadie. Estoy solo, totalmente solo".

         Entonces el tercero dijo: "Entonces yo debo estar absolutamente correcto porque no hay otra posibilidad. Espero que estés orando, meditando".

         El hombre se rió y dijo: "Tú eres el más tonto, porque no conozco a nadie a quien pueda orar y no tengo ningún objetivo que alcanzar, así que ¿cómo puedo meditar?".

         Entonces los tres preguntaron simultáneamente: "Entonces ¿qué estás haciendo?".

         El hombre dijo: "Simplemente estoy de pie, no estoy haciendo nada en absoluto".

         Pero esto es lo que es meditación y esto es lo que es el sannyas: ¡simplemente ser! Entonces tienes una libertad -libertad de amigos y de enemigos; libertad de pertenencias y de no pertenencias; libertad de este mundo y del otro; libertad de la materia y de la mente- libertad de todas las elecciones y divisiones. Entonces se deja lo imposible y te vuelves natural, te vuelves Tao, entonces flotas.

         Cuando el esfuerzo imposible se desvanece, la ansiedad desaparece, entonces ya no estás en angustia. Y cuando ya no estás en angustia, surge la bienaventuranza. La bienaventuranza no es algo que tiene que ser logrado, sólo es necesario crear la capacidad. Cuando no estás en angustia, la bienaventuranza sucede. Has creado la capacidad, has abierto la puerta y los rayos de sol entran y te llenan. Tal como estás, cargado de ansiedad, dividido, montado en dos caballos, tratando de tirar dos arcos al mismo tiempo, estás esquizofrénico, estás enfermo, estás titubeando. O a lo más, has transado y te has vuelto normalmente neurótico.

         Un ser normal, de alguna manera desempeña el trabajo, la neurosis no interfiere en su desempeño, eso es todo; un ciudadano adaptado, eso es todo, ¡pero sin valor! Aun si eres un ciudadano adaptado, un buen ciudadano, un ser humano normal, no te ocurrirá ningún éxtasis, permanecerás triste. Y cualquier cosa que logres en este mundo, te dará más tristeza. Observa a la gente que ha triunfado, que está delante de ti,  que ha llegado a la cima,  y verás que está más triste que la gente que no tiene tanto éxito

-porque sus esperanzas se han perdido.

         Una mañana Mulla Nasruddin estaba yendo al mercado muy triste. Y un amigo le preguntó: "Qué te ha ocurrido?".

         Nasruddin dijo: "¡No me preguntes! Estoy tan triste y  deprimido que me podría poner a llorar".

         Pero el amigo insistió: "¿Pero qué sucede? Nunca te hemos visto ¡tan triste! Tú has estado en tantas dificultades, financieras y de otros tipos, pero nunca te hemos visto tan triste y deprimido. ¿Qué te sucede? ¿Qué te ha ocurrido?".

         Mulla Nasruddin dijo: "Hace dos semanas murió uno de mis tíos y me dejó cien mil rupias".

         El amigo dijo: "Nasruddin ¿te has vuelto loco? Si tu tío te ha dejado cien mil rupias deberías estar feliz ¡y no triste!".

         Nasruddin dijo: "Si, así es, pero la semana pasada murió mi otro tío y me dejó doscientas mil rupias".

         El hombre dijo: "Entonces estás completamente loco, porque deberías estar bailando, regocijándote y celebrando, porque ¡no hay razón de sentirse infeliz! ¡Eres el hombre más feliz del pueblo!".

         Nasruddin dijo: "Sí, lo sé, pero el problema es que ¡ya no tengo más tíos! Esto me da pena".

         Eso es lo que sucede cuando el hombre triunfa: cuando ya no tienes más tíos, entonces de pronto no hay esperanza. Un hombre que es un fracaso todavía espera, puede esperar; todavía tiene tíos, la posibilidad existe. A más éxito, más ansiedad -porque el éxito te hará sufrir tu neurosis, el éxito te revelará, revelará tu esquizofrenia. Por eso es que en Norteamérica hay más esquizofrenia, más locura que en ningún otro país, porque Norteamérica ha triunfado en muchas formas.

         En un país pobre no hay tanta locura; la gente aún puede tener esperanza. Y cuando puedes esperar, nada sucede -vas corriendo y corriendo. Cuando se logra el objetivo, entonces te detienes y tienes que mirarte a ti mismo y al caos que has creado en tu ser, al caos. De pronto te vuelves loco. Siempre has estado loco, pero se te revela cuando triunfas, porque cuando no hay nada más en qué soñar, tienes que confrontarte a ti mismo. La bienaventuranza no es posible tal como estás, la felicidad es imposible. Sólo puedes esperar que venga y tolerar el dolor, el sufrimiento que te has creado a ti mismo.

         Pero  la  bienaventuranza es posible;  le ha sucedido a un Jesús,  a un Buda,  te  puede suceder a ti

-pero entonces tienes que dejar lo imposible a un lado. Piensa en lo natural, en lo posible, en lo fácil. No pienses en lo imposible, en lo difícil, en los retos. Al ego siempre le gusta hacer lo imposible. Es un fracaso, tiene que ser un fracaso. Pero al ego le gusta tomar el reto de lo imposible, porque entonces sientes que eres alguien. Contra una meta imposible te vuelves un gran luchador.

         Y la religión es simple, fácil, natural -¡no es en absoluto montarse en un caballo! Tan solo es un paseo matutino, no ir a ninguna parte; el fin es simplemente caminar, no hacer nada en particular, simplemente disfrutar de la brisa matutina, del sol, de las aves -simplemente disfrutarte a ti mismo.

 

 

Capítulo 11

 

Tú Eres el Blanco,

Tú Eres la Meta

 

31 de Agosto de 1974

 

 

 DECIMO PRIMER VERSÍCULO...

PRIVATE

 

Jesús dijo:

"Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada,

no puede caer ni puede ser jamás escondida".

 

Jesús dijo:

"Lo que escuches con tu oído

y con el otro oído,

aquello pregónalo desde los techos de las casas;

porque nadie enciende una lámpara y la pone bajo un barril,

ni tampoco la pone en un lugar escondido,

sino que la instala en un poste

para que todos los que vengan y los que vayan

puedan ver su luz".

 

Jesús dijo:

"Si un ciego guía a otro ciego,

ambos caen en el hoyo".

 

 

         Todo el problema humano consiste en elegir entre lo momentáneo y lo eternal. Si eliges lo momentáneo estás construyendo tu casa sobre la arena -va a caer. Si eliges lo eternal, entonces algo que va existir por siempre y por siempre es logrado.

         Y nada menos puede satisfacerte, sólo lo eternal puede satisfacerte. Lo momentáneo no puede satisfacerte. Mas bien al contrario, te hará más hambriento y más sediento. Es como si alguien echara mantequilla al fuego para apagarlo... se volverá comida para el fuego y el fuego aumentará. Lo momentáneo es tal como la mantequilla en el fuego de tu mente -deseo; lo ayuda, es su comida. Sólo lo eternal puede saciar la sed. No hay otra forma.

         Pero cuando digo: "Si escoges lo eternal, sólo entonces estás construyendo tu casa en la cima de la montaña, en algo rocoso que se mantendrá ahí y tu esfuerzo no será desperdiciado". ¿Qué quiero decir cuando digo: "Si escoges lo eternal"? Porque lo eternal no se puede escoger. Si escoges, escogerás siempre lo momentáneo; la elección es de lo momentáneo. Entonces, ¿qué quiero decir cuando digo: "Escoge lo eternal"? Quiero decir: si puedes entender que lo momentáneo es inútil -al siguiente momento, estarás con sed de nuevo, y esta agua no va a destruir tu sed; si entiendes esto, lo momentáneo se extingue -se vuelve inútil, simplemente llegas a entender su falta de significado. Simplemente se extingue y lo eternal es elegido -tú nunca lo eliges.

         Cuando se deja lo momentáneo, lo eternal entra en tu vida. Pero lo momentáneo debe volverse absolutamente estéril, sin ningún significado; con lo momentáneo tu fracaso debe ser total. "Bienaventurados son aquellos que fracasan en este mundo" -esta bienaventuranza debe ser agregada en las otras bienaventuranzas de Jesús.

         ¡Sé un fracaso en este mundo! Estás tratando justamente lo opuesto: de triunfar en él. Si triunfas, ese será el fracaso real, porque entonces permanecerás con lo momentáneo -pero nadie jamás triunfa. Afortunados somos, porque nadie jamás triunfa. A lo más puedes ir posponiendo el fracaso, eso es todo. Puedes posponerlo hasta una vida futura, puedes posponerlo por millones de vidas, pero nadie jamás triunfa en este mundo, porque ¿cómo puedes triunfar con lo momentáneo, con aquello que es transitorio? ¿Cómo puedes construir una casa ahí? Aquello que está pasando momento a momento, saliendo de la existencia, ¿cómo puedes hacer una casa, una residencia ahí? Para cuando la casa esté lista, el momento habrá pasado. Por eso es que en cada momento te sientes frustrado -pero otra vez comienzas a hacer la misma cosa.

         Parece  que no  estuvieras  consciente,  parece que no  estuvieras  alerta de lo  que  estás  haciendo

-parece que no has aprendido nada de la vida. Has permanecido ignorante de la vida, no has logrado ninguna experiencia. Puedes tener mucho conocimiento, puedes saber cómo construir la casa -puedes ser un ingeniero, un arquitecto- pero no has aprendido a través de la experiencia que sobre lo momentáneo la casa no puede ser construida. Esto es la primera cosa que dice Jesús:

 

         Jesús dijo: "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada, no puede caer ni puede ser jamás escondida".

 

         Muchas cosas: primero, "Una ciudad... construida en una montaña alta...".

         ¡Siempre haces algo en el valle! Estos son símbolos: "valle" significa la noche oscura; "cima alta" quiere decir más consciencia, cuanto más consciente estás, más alto vas. Cuando te vuelves perfectamente consciente, estás en el Everest. Por eso es que los hindúes han estado diciendo que Shiva vive en el Gourishankar, la más alta cima: Shiva es la consciencia más alta; Shiva no es una persona, Shiva significa la consciencia perfecta. La consciencia perfecta vive en el Gourishankar, la cima más alta.

         Cuando estás inconsciente caes al valle oscuro -tu noche es un valle, tu dormir es un valle. Cuando estás consciente comienzas a ir hacia la altura; cuando estás completamente inconsciente, ese es el punto más bajo de la existencia. Las rocas están existiendo ahí, en el peldaño más bajo, porque las rocas son perfectamente inconscientes. No están muertas -tienen vida, crecen; se vuelven jóvenes, luego envejecen, mueren. Pasan a través de todas las fases que tú pasas, pero no tienen consciencia -el peldaño más bajo de la escalera. Eres como una roca: cuando estás durmiendo profundamente, ¿cuál es la diferencia entre tú y una roca? Cuando ni siquiera un solo rayo de consciencia está presente; ¿cuál es la diferencia entre tú y la tierra? Has retrocedido.

         Cuando duermes vas hacia el valle. "Pecador" quiere decir alguien que vive constantemente durmiendo; "santo" quiere decir alguien que no duerme, aun cuando duerme. Krishna le ha dicho a Arjuna que: "Cuando todo el mundo duerme, el yoghi aún está despierto. Cuando todo el mundo está dormitando, el yoghi aún está alerta". La totalidad del yoghi nunca duerme. Un punto de consciencia siempre permanece; él presencia su propio sueño. Cuando duermes caes, cuando estás consciente te elevas alto. Cuando nada duerme en ti, cuando la totalidad de tu consciencia se vuelve una luz, cuando ni siquiera un solo fragmento está inconsciente, cuando tu ser completo está lleno de luz -eso es lo que quiere decir ser un Buda, ser un Cristo: no existe la inconsciencia- éste es el pico más elevado. De ahí el significado simbólico: "Una ciudad construida en una montaña alta".

         Tú estás construyendo tus ciudades, tus casas en un valle, y el sueño común no es suficiente para ti, buscas drogas para dormir más profundamente; buscas métodos de hipnosis para que te de más sueño, más inconsciencia -porque la consciencia es un dolor, es una angustia. ¿Porque es una angustia? Y Buda y Jesús dicen que es ¡la más grande bienaventuranza posible! Para ti, ¿por qué la consciencia es dolorosa? ¿Y por qué quieres olvidarte de todo? ¿Por qué la consciencia es dolorosa?

         Es dolorosa si sólo uno por ciento de ti se vuelve consciente y el noventinueve por ciento restante permanece inconsciente, entonces ese uno por ciento sufre viendo el caos en todo el rededor. Viendo ese noventinueve por ciento en un estado de locura, ese uno por ciento de consciencia sufre, ese uno por ciento de consciencia busca el alcohol, las drogas, el LSD, la marihuana o cualquier otra cosa -el sexo, música o un mantra- para crear una autohipnosis. Así que ese uno por ciento retrocede y se vuelve parte del resto. Entonces no estás preocupado porque no hay nadie a quién conocer, entonces no hay nadie que esté alerta y consciente -entonces no hay problema.

         Esto es lo que llaman la lógica de la avestruz. Cada vez que la avestruz ve que un enemigo está viniendo, mete la cabeza en la arena. Cuando ya no ve, su lógica es: "Si ya no puedo ver al enemigo ¿cómo puede estar el enemigo ahí?". El avestruz parece ser un ateo perfecto; eso es lo que los ateos han estado diciendo. Ellos dicen: "Si no podemos ver a Dios ¿cómo puede estar ahí? Sólo cuando vemos, algo entonces existe", -como si la existencia dependiera de tu capacidad de ver, si tú no ves, entonces la cosa desaparece.

         La avestruz esconde su cabeza, cierra sus ojos e inmediatamente se le quita el miedo, porque el enemigo ya no está. Pero el enemigo no cree en tu lógica. Al contrario, estás jugando en sus manos cuando tus ojos están cerrados; estás jugando en las manos de tu enemigo, te estás volviendo una víctima por ti mismo. Podrías haber escapado, pero ahora no hay escape, porque piensas que no hay enemigo. Puedes sentir una felicidad momentánea porque el enemigo no está presente -no es que el enemigo no esté presente, sino que tú así lo sientes... Es así como cuando te vuelves inconsciente usando drogas y sientes una felicidad momentánea: no existen problemas; todos los enemigos han desaparecido, no hay ansiedad -porque para que haya ansiedad necesitas estar alerta, consciente.

         Cuando el cien por ciento de tu ser se vuelve consciente, entonces hay bienaventuranza porque el conflicto desaparece -Buda está correcto. Tú también estás correcto porque tu experiencia te dice que cuanto más alerta estás, más sientes los problemas a tu alrededor. Así que es mejor permanecer en una larga somnolencia: durmiendo toda la vida. Por eso es que construimos nuestras ciudades en los valles y no en las cimas de las montañas.

         Luego, hay otra razón.

 

         "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada, no puede caer ni puede ser jamás escondida".

 

         Construimos nuestras ciudades de tal modo, en tan fugaz existencia, en lo momentáneo, en lo temporal, que para el momento en que están listas ya se están cayendo; en el momento en que están listas ya se han vuelto ruinas. ¿Por qué? Porque sólo lo momentáneo podemos ver, no tenemos una visión total. Podemos ver sólo lo que está más cerca, sólo lo muy cercano. Sólo el momento está cerca -ves un momento, luego pasa, entonces otro momento, después pasa. Ves los momentos que pasan, no puedes tener una visión total.

         Para la visión total es necesaria una consciencia perfecta. Con una visión total puedes ver la vida en su totalidad; no sólo toda la vida, sino también todo el mundo. Eso es lo que quieren decir los jainas cuando dicen que cuando Mahavira se iluminó, él podía ver el pasado, el presente y el futuro -todo el tiempo. ¿Qué es lo que quiere decir? Quiere decir que la totalidad de la existencia se vuelve clara para ti, y cuando la totalidad es clara, sólo entonces puedes hacer una ciudad fortificada. De otro modo, ¿cómo la puedes hacer?

         No sabes lo que va a suceder en el momento próximo. Cualquier cosa que hagas, al momento siguiente lo puedes deshacer -y cualquier cosa que hagas dependía en lo momentáneo, no en la totalidad. La totalidad puede rechazarlo, puede volverse absolutamente insignificante en la totalidad.

         Había una vez un Maestro chino que tenía un discípulo norteamericano. Cuando el discípulo estaba por irse, el Maestro le dio un obsequio, una pequeña cajita de madera tallada, y le dijo: "Hay una condición que siempre debe ser cumplida; si le das la cajita a alguna otra persona, entonces la condición tiene que ser cumplida. ¡Promételo! Porque esta promesa la he estado cumpliendo -y esto no es algo nuevo, es algo muy antiguo y por muchas generaciones la condición ha sido cumplida".

         El discípulo dijo: "¡La cumpliré!". Era un cosa tan bella, tan valiosa, tan antigua, que dijo: "Cualquiera que sea la condición...".

         El Maestro dijo: "La condición es simple: tienes que ponerla en tu casa en la dirección Este. Y esto siempre ha sido hecho, y sé respetuoso con la tradición".

         El discípulo dijo: "Eso es muy simple, lo haré".

         Pero cuando puso la cajita en la dirección Este, entonces se dio cuenta de que era muy difícil; porque todo el arreglo en su cuarto de dibujo, parecía absurdo. Esa cajita orientada al Este no concordaba. Así que tuvo que cambiar todo el arreglo del cuarto de dibujo para que esté en armonía con la cajita. Pero entonces toda la casa quedó absurda; entonces tuvo que cambiar toda la casa. ¡Entonces el jardín quedó absurdo! Entonces él quedó extenuado. Escribió al Maestro: "¡Esta caja es peligrosa! Tendré que cambiar todo el mundo -porque si también cambio mi jardín, entonces la vecindad...".

         Y él era un hombre de mucha sensibilidad, por eso es que lo sintió.

         Si haces tu vida sobre lo momentáneo vas a estar en dificultades con la totalidad porque nunca concordará. Nunca estará armoniosa, alguna cosa u otra siempre estará mal. El todo debe ser observado antes de que hagas tu ciudad, antes de que hagas tu residencia; la totalidad tiene que ser consultada y tomada como referencia. Con la visión de la totalidad deberías crear tu vida y el patrón de tu vida; deberías vivir con la visión de la totalidad. Sólo entonces tu vida será una armonía, una melodía -de otro modo siempre estarás de alguna forma ridículo, excéntrico.

         Todo hombre es excéntrico. Esta palabra es hermosa: "excéntrico" quiere decir fuera del centro, en alguna forma desequilibrado, no exactamente como debería ser. ¿Por qué todo hombre es excéntrico, fuera del centro, fuera de foco, fuera de ritmo con la vida? Porque todo el mundo está tratando de hacer la vida de acuerdo al momento, y el momento no es la totalidad. El momento es un fragmento, un pequeño y trivial fragmento de la eternidad. ¿Cómo puedes armonizar con la eternidad si haces tu vida de acuerdo al momento? Por eso es que Jesús dice: Haz tu vida, crea tu vida de acuerdo a la totalidad, a lo eternal, no a lo momentáneo".

 

         "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada, no puede caer ni puede ser jamás escondida".

 

         Tu ciudad siempre se caerá, tu ciudad siempre estará en ruinas. ¡Así es! No necesitas preguntarle a Jesús, simplemente puedes observar tu vida: es una ruina; antes de que la hayas construido, ya es una ruina. Eres una ciudad en ruinas. ¿Por qué está sucediendo? Por lo momentáneo. Ten una visión de lo eternal, de lo que no pertenece al tiempo.

         ¿Cómo vendrá esa visión? Cuanto más alta es tu consciencia, mayor es tu visión; cuanto más baja es tu consciencia menor es tu visión.     Anda y párate en la calle bajo un árbol y observa: tienes una visión

-puedes ver la esquina más cercana de la calle, luego se da la vuelta y ya no puedes ver. Entonces anda, súbete al árbol y mira  desde  el  árbol  -entonces tienes un visión mayor.        Luego ve en  un  aeroplano

-entonces tendrás la visión de un pájaro, de toda la ciudad. A mayor altura mayor visión; cuanto más bajo menor es la visión. Hay peldaños en la escalera de la consciencia. Si estás en el pico de tu consciencia, mira desde ahí: la eternidad es revelada.

         ¿Has observado un pequeño detalle? Estás parado bajo un árbol, mira hacia el Este -no ves nada. Alguien está sentado sobre el árbol y dice: "Ahí viene una carreta".

         Tú dices: ¡No hay carreta! No la puedo ver -y si no la puedo ver ¿cómo puede estar ahí? La carreta está en el futuro para ti, pero para el hombre que está sentado sobre el árbol la carreta está en el presente. Así que no creas que el presente significa lo mismo para todo el mundo. Tu presente está limitado a ti, no puede ser el presente para mí; mi presente está confinado a mí, no puede ser presente para ti. Depende de la escalera de la consciencia.

         Para Buda todo es presente, porque no hay futuro -su visión es completa. Para Jesús todo es presente: no hay pasado porque él puede ver, no hay futuro porque él puede ver. Desde el pico más alto de la consciencia, la totalidad es visible, así que nada es pasado, nada es futuro; todo está en el aquí ahora. El futuro existe por tu visión limitada, no porque el futuro sea una necesidad en el mundo, en la existencia. Simplemente demuestra que tienes una visión estrecha: algo que sale de tu visión se vuelve pasado, aquello que todavía no ha entrado en tu visión se vuelve futuro. Pero las cosas en sí mismas están en la eternidad.

         El tiempo es tu invención porque vives en el valle. De ahí que todas las tradiciones en el mundo hayan estado enfatizando que cuando entras en samadhi, en éxtasis, en meditación profunda, el tiempo desaparece. ¿Qué quieren decir? Quieren decir que el pasado, el presente, el futuro, su división desaparece. La existencia es, pero sin divisiones -sin tiempo. Haz tu ciudad en lo que no pertenece al tiempo, no la hagas en lo momentáneo. De otro modo siempre será un ruina, porque el presente es fugaz y se convierte en pasado. ¿Qué quiero decir cuando digo que será una ruina antes de que siquiera la hayas construido? Porque el momento en que la construyes, ese momento ya ha pasado, y se ha ido ¡ya no está en tus manos! La tierra bajo tus pies está moviéndose continuamente.

 

         "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada...".

 

         Tal como estás, en el valle, siempre con miedo, con inseguridad, siempre en peligro... El valle está lleno de fantasmas, de sombras, de enemigos a tu alrededor, de odio.

         Escuché de una mosca que pasaba por un supermercado. En una vitrina se estaban exhibiendo insecticidas. Leyó un gran aviso en letras rojas que decía: "Nuevo atomizador ¡garantizado en matar moscas inmediatamente!". La mosca leyó el aviso y conforme se alejaba murmuró para sí misma: "Hay demasiado odio en el mundo!".

         Vives en el mundo del valle. Ahí todo está garantizado en matar -inmediatamente. Vives en el valle de la muerte -nada más se garantiza ahí, sólo la muerte se garantiza.

         ¿Has observado el hecho de que en la vida todo es incierto excepto la muerte? Podría ser de otra manera, pero la única certeza es que tienes la garantía de morir, eso es todo. Eso es todo lo que puede ser dicho en el valle: que morirás,   por lo menos eso es  cierto.   Todo lo demás  es  incierto  y  accidental

-puede suceder, puede no suceder. ¿Qué tipo de vida es ésta donde sólo la muerte es garantizada? Pero es así, porque en la oscuridad sólo la muerte puede existir; en la inconsciencia sólo la muerte puede existir. La inconsciencia es el camino hacia la muerte.

         Cada vez que quieres ser inconsciente quieres morir. Un profundo impulso a morir hay en ti, de otro modo comenzarías a ir hacia las alturas. Freud, en la última fase de su vida, tropezó con un hecho muy profundo: lo llamó "thanatos" -el deseo hacia la muerte. Toda su vida él había estado pensando en torno al "libido"- una teoría que dice que el hombre existe como un deseo de vivir; pero cuanto más penetraba en el deseo de vivir, más se volvía incierto. Cuanto más comenzaba a entender el deseo de vivir, encontró que en lo profundo, hay un deseo de morir.

         Fue muy difícil para Freud, porque él era un pensador lineal -unidimensional, y era un aristotélico, un lógico. Esto era muy contradictorio, que detrás del libido -las ansias de vivir, la voluntad de vivir- existe la voluntad de morir "thanatos". Se puso muy perturbado. Pero eso es lo que Buda ha estado diciendo por siempre y por siempre, eso es lo que Jesús ha estado diciendo: que tal como estás, eres tan inservible, toda tu vida es tan inútil, sólo llena de frustraciones, quisieras morir.

         Cuando tomas algo que te hace inconsciente, el deseo de morir está presente -porque la inconsciencia es una muerte temporal. No puedes vivir sin dormir ni siquiera por unos cuantos días, porque dormir es un tipo de muerte temporal. Lo necesitas, lo necesitas muy profundamente. Si no puedes morir todos los días por ocho horas, no serás capaz de vivir el próximo día -porque toda tu vida es tal caos, y ser no es una bienaventuranza, al contrario, no ser parece ser bienaventuranza. Así que donde sea que puedas perderte te sientes bienaventurado. Si te puedes perder en un movimiento político, si puedes llegar a ser un nazi y te puedes perder en una muchedumbre, te sientes bien porque esto es una muerte, -ya no estás presente, sólo la multitud existe.

         Por eso es que los dictadores triunfan -por tu deseo de morir. Aun en el siglo veinte los dictadores triunfan, porque te dan una oportunidad de morir tan fácilmente. Por eso es que las guerras han existido siempre y van a continuar existiendo, porque no estás cambiando en ninguna forma. El hombre no se está transformando a sí mismo. Las guerras existirán porque son un profundo deseo de morir. Quieres matar y quieres que te maten. La vida es tal carga que el suicidio parece ser la única solución. Si no has cometido suicidio hasta ahora, no creas que eres un amante de la vida. ¡No! Simplemente tienes miedo. No eres un amante de la vida, porque un amante de la vida siempre irá hacia las alturas -porque cuanto más alto el pico, más vida. De ahí que Jesús pueda prometer: "Ven a mí, ¡y te daré vida en abundancia!".

         De ahí que Jesús diga: "Soy vida, gran vida. ¡Ven a mí!". Pero ir donde Jesús es muy difícil porque tienes tantas inversiones en el valle, en los oscuros caminos de la vida, y tienes tanto temor a estar vivo. Haces muchos arreglos para no estar demasiado vivo, existes con el mínimo de vida. Existes como un autómata, todo lo conviertes en algo mecánico de tal forma que no necesites preocuparte por eso -no necesitas vivir en eso.

         Las guerras continuarán, la violencia continuará, y los hombres continuarán matándose entre sí. Y todo el esfuerzo ha sido en crear un mecanismo que pueda convertirse en un suicidio global, ahora lo hemos descubierto -la bomba H. ¿Para qué están trabajando los científicos continuamente, dedicando todas sus vidas en crear artefactos destructivos? Porque ese es el deseo más profundo en el hombre: morir, morir en alguna forma. Este deseo no es muy consciente porque si se vuelve consciente comenzarás a transformarte. Muchas veces afirmas: "¡Habría sido mejor si no hubiera nacido!".

         Se dice que un filósofo griego Philo, dijo: "La primera bienaventuranza es no haber nacido; la segunda bienaventuranza es morir tan pronto como sea posible". Y dice que sólo estas dos son las únicas bienaventuranzas. Primero no haber nacido -pero nadie es tan afortunado porque todos ya han nacido. Así que sólo la segunda está disponible, morir tan pronto como sea posible. El mismo Philo vivió hasta los noventisiete años. Alguien le preguntó: "¿Pero cómo es que no has cometido suicidio?". Así que él dijo: "He estado soportando la vida para pasar el mensaje a otros -el mensaje de que morir es la única solución".

         El suicidio es un instinto profundamente enraizado. Apenas sientes que algo anda mal, inmediatamente sientes el deseo de cometer suicidio, de destruirte a ti mismo. Un hombre religioso es alguien que se vuelve alerta sobre eso -que un deseo profundo por la muerte está escondido ahí. ¿Por que está ahí? Tienes que traer más luz al hecho, para que puedas ser consciente de los recovecos donde se está  escondiendo  la  muerte  carcomiéndote  continuamente.     No  es que repentinamente muero un día

-lentamente en setenta años vas muriendo. La muerte no es un fenómeno que llegue al final, comienza con el nacimiento. Entonces cada aliento y cada momento, no es nada sino simplemente una continuidad de morir, morir y morir. Se completa en setenta años porque es un proceso muy lento.

         Pero has estado muriendo, y en lo profundo estás esperando ser liquidado -cuanto antes mejor. No has cometido suicidio porque tienes mucho temor, miedo: ¿qué sucederá? Así que toleras la vida, no la estás disfrutando como un regalo de Dios. Simplemente la estás tolerando, simplemente la estás cargando de alguna manera, esperando el momento para cuando te puedas bajar del tren.

         Sucedió una vez: Thomas Edison fue invitado a una cena. Se habían reunido algunos amigos, él era un hombre de pocas palabras y siempre se perturbaba cuando había una multitud. El era un trabajador solitario en su laboratorio; era un investigador, un hombre contemplativo; la presencia de otros siempre era una perturbación. Y había mucha gente y estaban tan ocupados en comer, en chismear, en discutir, que sintió que: "Ahora es el momento en que me puedo escapar!". Así que justo había comenzado a buscar la puerta por la cual podía escaparse -cuando fue sorprendido. El anfitrión lo sorprendió y le preguntó: "Señor Edison, ¿en qué está trabajando ahora?". Y él respondió: "¡En la salida!".

         Pero todos están trabajando en la salida. ¡Estate alerta sobre eso!

         Pero, ¿por qué no puedes disfrutar de la vida, la cual es un regalo? No la has ganado, por eso es que digo que es una gracia. La existencia te la ha dado -puedes llamarla Dios- es un simple regalo, puro regalo; no has hecho nada para lograrla, para ganarla. ¿Por qué no puedes estar bienaventurado, agradecido y gozarla? Deberías de gozarla bailando. Pero ¿cuál es el problema? Porque para disfrutar la bienaventuranza, es necesario una consciencia mayor; para sufrir la angustia, no hay necesidad de estar consciente. Para sufrir la angustia, es necesaria más oscuridad; menos consciencia es necesaria -la noche es necesaria, no el día. Pero para gozar de la bienaventuranza, más consciencia es necesaria.

         Así que si ves a un santo que está triste, sábelo bien que no es un santo. Porque la consciencia le dará un estado de bienaventuranza, la consciencia le dará una risa más profunda a todo su ser, la consciencia le dará algo... se volverá como niño: puede correr siguiendo una mariposa, puede disfrutar de la comida simple, puede disfrutar de las cosas comunes de la vida -tanto que todo se convierte en un regalo. Todo se vuelve una gracia de Dios y puede estar agradecido momento a momento -aun por su respiración. Puede disfrutar aun de su respiración, de su simple respiración -¡es tal bienaventuranza! Si encuentras a un santo que está triste, sábelo bien que algo anda mal... él aún vive en el valle, no ha ido al pico. De otro modo habría un brillo, una ingravidez, un goce de niño, despreocupado, sin miedo... Está fortificado en su consciencia.

         ¿Por qué la consciencia te fortifica? Porque cuanto más consciente te vuelves, más sabes que no puedes morir, que no hay muerte. La muerte existe sólo en los valles oscuros y si estás fortificado contra la muerte estás verdaderamente fortificado. Cuanto más consciente eres, más sabes que eres lo eterno, lo divino. En este momento no sabes quién eres. Este es el valle de la ignorancia y ahí sólo ocurre la muerte, nada más; y vives temblando, sacudiéndote de miedo. Si miras hacia adentro encontrarás sólo miedo y nada más, porque a tu alrededor sólo hay muerte, nada más. Así que esto es natural: la muerte por todas partes, el miedo adentro es una contraparte natural.

         Si vas a las alturas, el amor estará adentro y la eternidad en todo el rededor. No habrá miedo -no puede haber, porque tú no puedes ser destruido, eres indestructible. No hay posibilidad de tu muerte, eres inmortal. Esta es la fortificación sobre la cual habla Jesús.

 

         "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada, no puede caer ni puede ser jamás escondida".

 

         Esto es muy paradójico: en el valle constantemente caes, en la cima nunca. Esto es paradójico porque vemos caer a la gente desde arriba. En el valle ¿por qué tendría que caer uno? Uno está caminando en un terreno plano, la gente cae de las alturas -¡eso es un mito! En el mundo interno nadie cae de las alturas; una vez que la altura interna es lograda, uno nunca cae de ahí. Nada se te puede arrebatar si lo has logrado en tu interior. Afuera, tu mito es verdadero.

         La gente cae cada vez que está en lo alto, pero esas alturas pertenecen al valle, no son verdaderas alturas. Si tienes fama, puedes estar seguro que tarde o temprano serás difamado; si estás en el trono, tarde o temprano serás destronado. Cualquier cosa que logres en este mundo te será arrebatada. Pero en el mundo interno, cualquier cosa que logres, la logras para siempre, no te puede ser arrebatada. Lo que has conocido no puede desaparecer; una vez logrado, se vuelve parte de ti. No es algo que poseas, -se vuelve tu ser y no puedes dejar de saberlo.

         Una vez que sabes que eres inmortal ¿cómo puedes dejar de saberlo? No hay manera de desaprenderlo -ya lo has aprendido. Y sólo eso es el conocimiento real, el que no puede ser desaprendido. El que puede ser desaprendido es solamente memoria, no conocimiento; el que puede ser olvidado, es sólo memoria, no conocimiento.

         Conocimiento es aquello que nunca puedes olvidar, no hay manera de olvidarlo. Se ha vuelto tu ser, es parte de ti, tu misma existencia. No necesitas recordarlo -necesitas recordar sólo aquellas cosas que no son parte de ti.

 

         "Fortificada, una ciudad que es construida en una montaña alta no puede caer ni puede ser jamás escondida".

 

         Y no la puedes esconder. Una ciudad construida en la cima será conocida -por la eternidad será conocida, no puedes esconderla. ¿Cómo puedes esconder a un Buda? ¡Es imposible! ¿Cómo puedes esconder a un Jesús? ¡Es imposible! El fenómeno es tan tremendo, la existencia es tan penetrante que el impacto perdurará.

         Puedes crucificar a un Jesús pero no puedes ignorarlo. Y aquellos que lo crucificaron todavía sufren por esa crucifixión. Tan solo un hombre, el simple hijo de un carpintero fue muerto -nada de importancia. Los judíos deben haber pensado en esta forma. Nadie se preocupó: si matas al hijo de un carpintero, y lo matas de acuerdo a la ley, no hay problema. Pero los judíos han sufrido por dos mil años a causa de esa crucifixión, generación tras generación. Han permanecido crucificados, sólo por este hombre. Parece muy ilógico, y los judíos siguen diciendo: "!No hemos hecho nada!". En cierto modo tienen razón porque aquellos que lo hicieron murieron hace mucho.

         Pero una persona como Jesús pertenece a lo sin tiempo. En lo que respecta a Jesús, la crucifixión va a permanecer por siempre y por siempre. No está en el pasado, porque una persona como Jesús nunca está en el pasado -es un hecho de este momento: el está crucificado. Los judíos pueden pensar que: "Lo hicimos en el pasado, y aquellos que lo hicieron ya no existen. Y nosotros nunca lo hicimos -podemos pertenecer a aquellos que lo hicieron, ¡pero nosotros mismos nunca lo hicimos!". Pero la crucifixión de Jesús va a ser ahora un acto eterno. Ahora no puede ser borrado del pasado, va a estar como una herida viva; la herida va a permanecer ahí en el corazón. Y los judíos han sufrido, han sufrido demasiado, así parece, porque tan solo por un hombre millones de judíos han sido muertos en estos veinte siglos. Sólo por un hombre ¿millones de judíos? Parece injusto.

         Pero tú no conoces a este hombre, por eso es que parece injusto. Este hombre vale más que millones de hombres. El día en que crucificaron al hijo del carpintero estaban jugando con un inmenso fuego. Trataron de esconderlo, pero no puede ser escondido. Trataron de esconderlo: no existe ningún registro oficial en el cual Jesús haya sido crucificado. Existen registros cristianos, pero los judíos no han hecho el registro del hecho aun cuando fue crucificado. Pero no lo puedes esconder, y los judíos comenzaron a desaparecer, sufrieron, porque trataron de cerrar los ojos ante el sol. Y ésta es la desgracia de todo el asunto: que ellos dieron nacimiento a Jesús.

         Jesús fue judío y permaneció siendo judío hasta el último momento -nunca fue cristiano. Y los judíos habían estado esperando a este hombre por muchos miles de años. Sus profetas en el pasado les habían dicho: "Un hombre vendrá, quien los redimirá. Pronto vendrá un hombre que será su salvación". Desde los techos de las casas, por miles de años los profetas habían estado anunciando a los judíos y los judíos estaban esperando y esperando. Oraban y esperaban y esperaban -y ésta es la ironía: cuando el hombre llegó ¡lo rechazaron! Cuando el hombre llegó y tocó a sus puertas le dijeron: "¡No! Tú no eres el hombre prometido". ¿Por qué?

         Es fácil esperar para la mente, porque la mente puede seguir esperando, deseando, soñando. Pero cuando Dios toque a tu puerta, recuérdalo, tú también lo rechazarás. Puedes haber estado orando -pero cuando Dios toque a tu puerta ¿cuál es el problema? ¿Por qué lo rechazas? Porque solamente uno puede existir en la casa. Cuando Dios toque a tu puerta, tú tienes que desaparecer -ese es el problema.

         Esperando tú existes, tu ego existe. Los judíos fueron muy egocéntricos sobre el hecho de que el hombre prometido iba nacer en su raza. Ellos eran los escogidos. Dios los ha escogido y el hijo de Dios va a nacer en una familia judía -el ego se sintió muy bien. Pero cuando el hombre escogido llegó y tocó la puerta y dijo: "He venido a cumplir la promesa", ellos dijeron: "No, ¡tú no eres el hombre escogido! Y si intentas decir que tú eres ¡te mataremos!". ¿Cuál fue el problema?

         El problema es humano. El problema es: que si Jesús existe, entonces tú tienes que desaparecer, tú tienes que disolverte en él -tienes que entregarte. Era bueno para el ego pensar que el hombre prometido vendría a nosotros, la raza escogida del mundo, pero fue muy difícil aceptarlo cuando el hombre llegó.

         Mataron a Jesús, pero ni siquiera lo han registrado. Quisieron olvidar todo el asunto para poder seguir esperando de nuevo -y aún están esperando. Los judíos aún están esperando al hombre prometido. Y te lo digo, si vuelve a venir -no vendrá, porque debe haber aprendido por experiencia- si vuelve a  venir, lo crucificarán de nuevo. Y han sufrido mucho sólo porque trataron de ignorar la ciudad construida en la cima.

         Trataron de esconder una ciudad construida en la cima, trataron de esconder el sol -trataron de esconder la verdad. Crucificaron la verdad. Pero la verdad no puede ser crucificada, no la puedes matar; es eternal, es inmortal. Y hasta ahora no se han hecho conscientes de por qué han sufrido tanto. ¡La culpa! Aún se sienten culpables en lo profundo, un judío nunca se siente sin culpa -la culpa lo sigue como una sombra. La culpa es que cuando vino el hombre prometido lo rechazaste. Y los judíos saben en lo profundo que han cometido el más grande pecado que es posible: rechazar a Dios cuando toca tu puerta.

         Y él no va a satisfacer tus expectativas -cuando sea que venga será un extraño. Porque si satisface tus expectativas, entonces ya no es un Dios, Dios es siempre un extraño, siempre lo desconocido tocando la puerta de lo conocido. El no puede venir en la forma de lo conocido, no es posible -permanece siempre como lo desconocido, lo misterioso. Te gustaría que venga de acuerdo a una fórmula. No, él no sigue ninguna fórmula, él no está muerto -sólo la materia muerta sigue fórmulas. La vida vive como un misterio.

 

         "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada, no puede caer ni puede ser jamás escondida".

         Jesús dijo: "Lo que escuches con tu oído y con el otro oído, aquello pregónalo desde los techos de las casas; porque nadie enciende una lámpara y la pone bajo un barril, ni tampoco la pone en un lugar escondido, sino que la instala en un poste para que todos los que vengan y los que vayan puedan ver su luz".

 

         Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que hallas escuchado ve y pregónalo desde los techos de las casas, para que los otros lo puedan escuchar porque... nadie enciende una lámpara y la pone bajo un barril, ni tampoco la pone en un lugar escondido...".

         Jesús dice: "¡Ve y da las buenas nuevas! Ve y di que lo desconocido ha entrado en lo conocido; ve y di que en el mundo de rutina ¡lo misterioso ha ingresado! Ve y di desde los techos de las casas para que la gente pueda oír, y la gente pueda venir y saber y ser beneficiada ¡no seas tímido sobre eso!".

         Hay un profundo problema. Es muy difícil -debe haber sido difícil para los discípulos de Jesús, siempre es así- decirle a los demás que el hijo de Dios ha venido. ¡Muy difícil! Porque la gente se reirá, dirán que te has vuelto loco. No creerán que Jesús es el Cristo -creerán que estás loco. Si dices: "Jesús es el Dios", pensarán que te has vuelto completamente loco: "Necesitas un psicoanálisis -ve y visita a un doctor, ¡toma unas medicinas, descansa y relájate!", -porque piensan que hay algo mal, ¡que algo te está fallando!

         Es muy difícil decirle a la gente que alguien ha llegado a realizarse. ¿Por qué? Porque cada vez que alguien llega a realizarse se vuelve una profunda herida en ti, se vuelve una llaga profunda -tú podrías haber llegado a lo mismo, pero has fallado. Surge la comparación, tu ego se siente herido: "Ese Jesús, ¿es el hijo de Dios? -¿y por qué yo no lo soy? El caso debería haber sido de otro modo. Yo era... ¿Cómo es que Jesús se ha vuelto el hijo de Dios?". Y es más fácil negarlo que tener que cambiar tu ser y volverte hijo de Dios. Es más fácil, porque no es siempre lo más fácil del mundo: no tienes que hacer nada, dices no ¡y se acabó el asunto! Si dices sí todo comienza, nada está acabado. No es siempre el fin, sí es siempre el comienzo.

         Si dices: "Sí, Jesús es el hijo de Dios", entonces tienes que transformar tu ser. Entonces no puedes permanecer con este sí, tienes que moverte, tienes que hacer algo. Si dices no, el problema se resuelve. Entonces cualquier cosa que seas, dondequiera que estés -en el valle, en la oscuridad, en la muerte- estás tranquilo.  Jesús  crea  intranquilidad  en ti;  Buda va entre ustedes y  crea intranquilidad,  y nos vengamos

-porque si un hombre puede alcanzar tal altura, ¿cómo es que tú has fallado? Es mejor decir que no hay altura, que nadie jamás la ha alcanzado. Entonces estás tranquilo en tu oscuridad, entonces puedes estar cómodo.

         Los Jesuses y los Budas son grandes tensiones porque te sacan de raíz del valle, te sacuden de tus sueños y te dicen: "¡Muévete, éste no es lugar para quedarse!".

         Hay un dicho de Jesús: "Este mundo es sólo un puente ¡Avanza! Este no es lugar para que hagas tu casa. Crúzalo y no te detengas en él. Nadie hace una casa en el puente". Este mundo es tan solo un puente y tú has hecho una casa en él. No te gustaría saber el hecho de que éste es un puente, porque entonces ¿qué le pasaría a todos tus esfuerzos y trabajo, y a toda tu inversión y a toda tu vida dedicada a hacer esta casa? Y ahora alguien viene, un vagabundo, y dice: "Qué estás haciendo? ¡Este es un puente!". Así que es mejor no mirar hacia abajo, al río.

         ¿Por qué es un puente? Porque Jesús, o la gente como Jesús, nunca usa ni una sola palabra sin un significado profundo. Es un puente porque está sobre un río, y el río es de lo momentáneo. El tiempo es sólo un río momentáneo -continúa fluyendo y fluyendo. Heráclito ha dicho: "No puedes pararte en el mismo río dos veces" -porque si vienes a pararte la segunda vez, el río ya se ha ido; es otra el agua que está fluyendo ahora, la misma agua ya no está. El río te da la apariencia de que es el mismo río, pero no existe nada como el río. Un río significa cambio -está yendo y yendo, fluyendo. ¿Por qué Jesús llama a este mundo un puente? Porque está hecho en lo temporal: el tiempo, el río del tiempo, todo fluyendo. ¡Sal de este puente! Este no es lugar para hacer un casa.

         Pero si alguien viene y te dice... y por cincuenta años has estado haciendo la casa y ahora está casi lista -y recuérdalo, siempre está casi lista, ¡nunca está lista! No puede estarlo, no es su naturaleza. Cuando está casi lista y justo estabas a punto de descansar de todo el esfuerzo y tensión de construir la casa, este hombre viene y te dice: "Esto está en el río", en vez de creer a este hombre y mirar hacia abajo, te gustaría decir: "¡Fuera de aquí, eres un tonto!". O si este hombre insiste, como Jesús iba insistiendo, martillando, te dará cólera. De ahí que fuera crucificado -era demasiado problema.

         Sócrates fue envenenado, porque todo Atenas estaba incómoda por este hombre. El te detenía en cualquier parte, en el mercado, y te hacía preguntas incómodas y destruía tus cómodas mentiras. ¡Se volvió tal molestia! En el valle, un Buda siempre es una molestia. Creó tanta angustia y ansiedad que la gente no podía dormir, no podía hacer su trabajo bien, porque sembró dudas. Decía: "¿Qué estás haciendo? Este es un río y éste es un puente -y éste es el mercado- ¿y estás construyendo tu casa aquí? ¡Busca lo eternal, la verdad!". Se volvió tal molestia que tuvieron que envenenar a Sócrates.

         En el valle, eso ha estado sucediendo siempre. Si un hombre con ojos va al pueblo de los ciegos, ellos lo matarán -o si son generosos le sacarán los ojos. Pero harán algo porque ese hombre simplemente al ir ahí ¡los hace ciegos! Creían que no eran ciegos -no lo sabían- y este hombre viene y les dice: "¡Están ciegos, están locos!". Los hace conscientes de cosas sobre las que no quieren estar conscientes. Esas cosas crean ansiedad.

         Jesús les dice a sus discípulos: "¡Vayan y desde los techos de sus casas griten!". ¿Por qué desde los techos? Porque la gente está casi sorda, no oyen, no quieren oír. Aun cuando oyen no quieren escuchar, están en algún otro sitio. Aun cuando asienten están simplemente aburridos. Pueden tolerarla, pero nunca gozan de la verdad. Porque la verdad siempre te hará sentir incómodo, tiene que ser así -porque vives en el valle de las mentiras.

         Toda tu vida es tal mentira: has estado mintiendo a otros, a ti mismo, y has hecho mentira a todo tu alrededor. Y ahora alguien viene y dice la verdad. Un hombre que creía que estaba sano, pero que tenía todo tipo de enfermedades, y entonces alguien viene y le dice: "¡Qué tonteras estás hablando -estás enfermo!". Ese hombre piensa: "Este hombre es un mal presagio -me está enfermando. Estaba absolutamente bien". El ponerte alerta, el hacerte consciente de la verdad, destruye tus castillos, tus castillos de naipes.

 

         Jesús dice: "Ve y todo lo que me has escuchado decir... pregónalo desde los techos de las casas; porque nadie enciende una lámpara y la pone bajo un barril", -¡no seas tímido y no tengas miedo! La luz está ahí, ahora no la escondas- ni tampoco la pone en un lugar escondido, sino que la instala en un poste para que todos los que vengan y los que vayan puedan ver su luz".

 

         Este siempre ha sido un problema: Buda, Mahavira, Lao Tse, Jesús, Mahoma, Zoroastro, siempre tienen que insistir continuamente para que los discípulos vayan y le digan a los demás, porque la oportunidad no estará para siempre. Jesús no estará ahí en su cuerpo físico por siempre. Y si no lo puedes reconocer cuando aún está en su cuerpo físico, ¿cómo vas a ser capaz de reconocerlo cuando ya no esté? Si su presencia física no puede ser una revelación para ti, ¿cómo puede ser una revelación cuando haya desaparecido en lo universal?

         Sólo raramente uno llega a la iluminación, sólo raramente la oscuridad de uno desaparece. Y es un fenómeno tan raro y no va a durar por siempre -de ahí que Jesús siempre esté con prisa. Lo sabe bien. Y Jesús tuvo el tiempo más corto sobre la tierra. Murió cuando tenía treinta y tres años. Comenzó a predicar cuando tenía treinta, murió cuando tenía treinta y tres, sólo tres años. Tenía mucha prisa. Sabía qué iba a suceder, que la crucifixión iba a suceder, así que dijo: "Vayan y hagan alertas y conscientes a tanta gente como sea posible. La puerta está abierta ahora, pueden entrar a lo divino".

         Pero los discípulos siempre permanecieron vacilantes. Sólo cuando Jesús murió comenzaron a predicar -eso siempre sucede- porque cuando Jesús desapareció, sólo entonces se dieron cuenta de lo que había sucedido en sus vidas. Cuando Jesús está presente te acostumbras a la luz que es Jesús; cuando desaparece -entonces la oscuridad, y sientes qué luz has perdido- entonces vas pregonando desde los techos de las casas. Pero cuando Jesús estaba ahí algo era posible; ahora nada es posible.

         Continúas por siglos -la iglesia está haciendo eso: en todo el mundo van predicando, predicando que Jesús es la luz. Pero ahora no puede ser muy útil; la puerta ha desaparecido, ahora Jesús se ha hecho invisible. Puede ayudar, pero si no lo puedes ver cuando está visible... ¿cómo puedes verlo cuando Jesús se ha hecho invisible? Si no puedes entrar por la puerta cuando está abierta justo frente a ti, ¿cómo será posible que entres por una puerta que no es visible en absoluto? ¡Difícil!

         Pero los mismos discípulos se vuelven más alerta cuando la luz desaparece. Entonces comienzan a gritar y a llorar, y entonces saben. Porque sólo a través del contraste puedes llegar a saber; te haces consciente de que estabas vivo sólo cuando estás muriendo, cuando llegas al momento de la muerte, entonces te haces consciente de lo que fue la vida y cómo la has ido perdiendo. Se dice que sólo cuando la gente muere llega a darse cuenta de que ha estado viva -de otro modo no.

 

         Jesús dijo: "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo".

 

         ¡Así que no seas tímido! Anda... que hay un hombre que tiene ojos -la gente es guiada porque tiene la necesidad de que la guíen. Si no puedes encontrar a un Buda o a un Jesús, aun así seguirás a alguien porque hay una gran necesidad de seguir. Hay una gran necesidad porque no sabes dónde ir, y alguien dice: "Yo sé" -¿entonces qué hacer?

         No hay Jesuses disponibles todos los días, los Budas no nacen todos los días. ¡Pero la necesidad está presente! Si no puedes conseguir la comida buena entonces comerás la comida mala, porque el hambre está presente todos los días. Porque es fácil encontrar un ciego porque tú eres ciego -comprendes el lenguaje. Es muy fácil seguir a un ciego porque ambos pertenecen al mismo mundo de la oscuridad, al mismo valle. Es mucho más fácil ser convencido por un ciego de que él es el maestro, que ser convencido por un hombre que no está ciego -porque el que no está ciego usa un lenguaje diferente, habla acerca de un mundo diferente; es tan extraño que no lo puedes entender.

         Es siempre fácil seguir a un maestro falso porque tú estás errado; hay algo similar entre tú y el maestro. Pero, "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo".

         Sucedió que Mulla Nasruddin murió y sus dos discípulos cometieron suicidio -porque sin el maestro ¿qué podrían hacer? Los tres tocaron la puerta del otro mundo -Mulla adelante y los discípulos siguiendo- una hermosa puerta. Nasruddin dijo: "¡Miren! Esto es lo que les prometí -y siempre cumplo lo que prometo. ¡Hemos llegado al cielo!". Y entraron.

         El guía los llevó a un bello palacio y dijo: "Ahora van a vivir aquí eternamente, y cualquier cosa que necesiten simplemente díganmelo y sus deseos serán cumplidos inmediatamente". Mulla dijo: "¡Miren! Esto es lo que les prometí y he cumplido".

         Por siete días vivieron en delirio, porque cualquier cosa que querían, inmediatamente el deseo era satisfecho -cualquier cosa. Todos los deseos de millones de vidas fueron satisfechos en siete días, porque no había ningún esfuerzo en hacerlo, no se perdía tiempo. Pero en el séptimo día les entró una gran frustración, porque cuando lo consigues demasiado fácil no puedes disfrutarlo. Y cuando lo consigues tan inmediatamente, que no hay tiempo entre el deseo y su satisfacción, te llegas a hartar -por eso es que la gente rica está tan harta. Un hombre pobre puede tener un poco de danza en su vida, pero no un hombre rico. Mira a los reyes: están muertos, hartos de todo, porque todo está a su alcance. Tenerlo todo es un gran problema -mayor que la pobreza, mayor que la escasez.

         Al séptimo día ya estaban hartos porque ya habían gozado de las mujeres más bellas, del vino más costoso, de la mejor comida, de la ropa más cara -y vivieron como emperadores. Pero entonces ¿qué hacer? Al séptimo día Mulla le pidió al guía: "Nos gustaría mirar abajo, al mundo. Nos gustaría abrir una ventana para que  podamos mirar la tierra". Pero el guía dijo: "¿Para qué?". Mulla dijo: "Sólo para recuperar nuestro interés, para recuperar nuestro deseo, será útil". Así que el guía abrió una puerta, miraron hacia abajo a la gente de la tierra, nos miraron -la gente luchando toda su vida sin conseguir mucho- recuperaron su hambre por contraste.

         Gozaron otros siete días de nuevo, pero de nuevo se hartaron. Ahora la misma medicina no tendrá efecto, tan solo mirar el mundo no será muy útil, se volvieron inmunes. Así que Mulla dijo: "Ahora tengo otro pedido ridículo: nos gustaría abrir una puerta al infierno, para que podamos mirar al infierno y recuperar nuestro gusto. Pero nos ha dado miedo -porque ¿qué vamos a hacer después de eso?".

         El guía se comenzó a reír y dijo: "¿Dónde creen que están?". ¡Estaban en el infierno!

         Si todos tus deseos son cumplidos estarás en el infierno, porque no conoces la bienaventuranza de estar sin deseos, conoces sólo la lucha. Por eso es que los poetas dicen que el placer está en la espera, no en el encuentro; el placer está en el deseo, no en su satisfacción. ¡Y están correctos acerca de ti! Cuando todo sea satisfecho ¿qué harás? Entonces llegarás a saber que estás en el infierno.

         Pero esto sucede si sigues a un hombre ciego: aun si llegas al cielo resultará siendo el infierno, porque la ceguera nunca puede llegar al cielo. Porque el cielo no es realmente un sitio adonde llegar, es un estado de consciencia; no es un lugar en la geografía, no es geográfico -es algo en ti. El infierno y el cielo, ambos existen en ti. Y si sigues a un ciego ¿cómo un ciego puede conducirte a las alturas? Te conducirá al valle. Pero hay una necesidad de ser guiado -estate consciente de esa necesidad.

         Quieres ser guiado porque entonces la responsabilidad recae en el otro. Es mejor tener un líder ciego que ninguno -éste es tu estado mental. De ahí que Jesús diga: "Ve y desde los techos de las casas dile a la gente ¡que el Maestro está aquí!".

         Jesús ha aparecido, y la oportunidad es rara, y existe toda posibilidad de que puedas perder la oportunidad. Corre y agarra a este hombre, porque son pocos los momentos ¡cuando la puerta al cielo se abre! Esos son los momentos cuando un hombre llega a la iluminación. Entonces él es una puerta: entonces puedes mirar a través de él y puedes realizar toda la verdad.

         Un Maestro no es hombre que te enseña, un Maestro es un hombre que te despierta. Un Maestro no es un hombre que tenga una información que darte, un Maestro es un hombre que te va a dar un vislumbre de tu propio ser. Pero esto se volvió problema: si Jesús hubiera permanecido en silencio, nadie lo hubiera crucificado. Y él tenía prisa y comenzó a movilizarse en el país hablándole a la gente. Eso creó un problema porque nadie lo entendía -todo el mundo lo malentendió. Esto va a ser así, porque son dos dimensiones diferentes... la comunicación es imposible. El hablaba sobre el reino de Dios y la gente pensaba que estaba hablando sobre algún reino aquí.

         El decía: "Yo soy el rey", y la gente pensaba que él iba a destronar al rey aquí. El dijo: "Aquellos que son humildes heredarán la tierra", -él estaba hablando sobre otra cosa, y la gente pensó que estaba prometiendo a sus discípulos: "Ustedes heredarán la tierra". Entonces los políticos se llenaron de miedo, porque "reino", "rey", "heredarán la tierra", todos los términos son políticos. Los sacerdotes se llenaron de miedo porque todo lo que él decía parecía estar más allá de la ley.

         El amor está siempre más allá de la ley. El amor no puede seguir ninguna ley porque es una ley superior, la más alta. Cuando amas, todo está bien porque el amor no puede hacer nada mal. No hay ni normas ni reglas para eso; las normas y las reglas existen porque no puedes amar, porque eres incapaz de amar. Por eso es que hay tantas reglas -para que no puedas hacer daño a los demás, para que seas impedido de hacer daño a los demás. Pero cuando amas, ¿por qué harías daño a los demás? ¡Las reglas desaparecen!

         Y Jesús habló sobre la última ley, el amor. Entonces los sacerdotes se llenaron de miedo, entonces los jueces, los magistrados, el sistema legal, tuvo miedo de que él hiciera un caos, que creara una anarquía. Y fue crucificado porque se volvió un agitador.

         Esto no es necesario que suceda. Ha sucedido en el pasado -no tiene que suceder ahora, porque ahora, después de miles de años de experimentar Budas, Mahaviras, Zoroastros, Jesuses, Mahomas, ¡deberíamos habernos vuelto más alertas!

         ¡Pero no! Este es aun el caso -como si el hombre nunca aprendiera. Su estupidez parece ser extrema, final, y continúa racionalizando su estupidez. Fortifica su estupidez, su ignorancia, y quienquiera que venga a quitársela le parece como si fuera su enemigo. Los amigos parecen enemigos, los enemigos parecen amigos. Aquellos que verdaderamente pueden guiarte, te parece que te están guiando por el camino errado; aquellos que son ciegos, son tus líderes.

         Entiende primero tu necesidad de ser guiado. Es hermoso, porque muestra una búsqueda -pero no te apresures en seguir a cualquiera. ¿Cómo decidir? ¿Cuál es el criterio? Para el buscador ésta es una de las cosas más enigmáticas: ¿cómo decidir quién es Jesús y quién es un ciego? Tener absoluta certeza parece ser imposible, pero destellos de certeza son posibles. No puedes tener la absoluta certeza al comienzo, porque la propia naturaleza de la situación es tal: ¿cómo un ciego puede decidir que otro tiene ojos? La única decisión, la única certeza es posible cuando comience a ver. Entonces será capaz ¡pero entonces ya no habrá necesidad! Cuando te vuelves un Buda ya no hay necesidad de reconocer a un Buda; cuando eres como Jesús, no hay la necesidad de conocer a Jesús o de seguirlo. Esta es la paradoja.

         Estás ciego y tienes que escoger -¿cómo decidir? ¿Por las palabras? Entonces serás engañado, porque los escolásticos, los eruditos, los sacerdotes, ellos son muy hábiles con las palabras. Nadie los puede vencer, porque han estado en el negocio, han estado en el negocio desde mucho antes. Jesús parecería pobre de palabras -los altos sacerdotes de los judíos lo habrían vencido fácilmente. Eso no habría sido ningún problema. Kabir o Buda pueden ser vencidos fácilmente con argumentos, con lógica. No puedes juzgar por las palabras, serás engañado -no uses ese criterio.

         Un Jesús puede ser juzgado sólo por su ser: acércate a él -no trates de escuchar lo que está diciendo, trata de escuchar lo que él es. Esta es la clave: ¡simplemente estate cerca a él! Los hindúes lo han llamado satsang, estar simplemente cerca a la verdad. Sólo estate cerca -no escuches lo que esté diciendo, no te involucres intelectualmente- sólo escucha lo que él es.

         El ser vibra, el ser florece, el ser tiene una fragancia. Si puedes estar en silencio cerca a un Jesús comenzarás a escuchar su silencio. Y ese silencio te hará tan bienaventurado, y ese silencio te dará tanta plenitud, tan desbordante de amor y compasión -ese es el criterio. Si haces eso con un erudito, con un hombre de conocimientos, entonces te llenarás tan solo de desgracia -porque él es tan desgraciado como tú. Si escuchas sus palabras, parecerá muy grande. Si escuchas a su ser, a sus vibraciones, a su pulsación de vida, él es tan desgraciado como tú -tal vez más. Por eso es que se ha vuelto un hombre de palabras: para esconder su desgracia. Por eso es que él habla de teorías, de filosofías, de sistemas; por eso es que argumenta -porque no sabe.

         Un hombre que sabe realmente no argumenta, simplemente afirma, simplemente lo dice... Mira estos versículos de Jesús -él no está argumentando, no está dando ninguna razón, simplemente está haciendo afirmaciones, simples afirmaciones.

 

         "Una ciudad que es construida en una montaña alta, fortificada, no puede caer ni puede ser jamás escondida", -ningún argumento, sólo una simple afirmación de hechos.

         "Lo que escuches con tu oído y con el otro oído, aquello pregónalo desde los techos de las casas; porque nadie enciende una lámpara y la pone bajo un barril, ni tampoco la pone en un lugar escondido, sino que la instala en un poste para que todos los que vengan y los que vayan puedan ver su luz", -¡ningún argumento! Sin tratar de demostrar nada, simplemente haciendo una afirmación.

 

         Jesús dijo: "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo".

 

         ¡Simples afirmaciones de hechos¡ Estas palabras pueden ser usadas más hermosamente por un hombre con conocimientos; ahí serás engañado.

         Cuando estés en busca de un Maestro, escucha a su ser. Aprende el arte de escuchar a su ser; tan solo acércate a él, siéntelo -con el corazón. De pronto sentirás que estás cambiando porque él es una fuerza magnética. De pronto sentirás que algo está ocurriendo, un cambio profundo dentro de ti. Ya no eres el mismo, tu cuarto se llena de una luz desconocida -es como si hubieras dejado tu carga un momento, como si por medio de él tuvieras alas, puedes volar. Y esto es una experiencia. Sólo una persona verdadera, un hombre con ojos que pueda guiarte te dará esta experiencia.

         ¿A dónde te va a guiar? Te va a guiar hacia ti mismo. Un hombre con conocimientos siempre te conducirá hacia algún otro lugar, hacia un cielo en algún lugar en el espacio, hacia una meta en algún lugar en el futuro. Pero un hombre que ha logrado su ser, un Jesús, un Buda, no te guía a ningún otro lugar, sólo hacia tu ser- porque ahí está la meta. Tú eres el blanco, tú eres la meta.

         Y escucha con el corazón, satsang, ese es el criterio. Pero el caso es diferente: te han estado conduciendo por muchas vidas; y una y otra vez el líder ciego y tú, ambos han caído en el hoyo.

         El último aspecto sobre el hoyo: cada vez que Jesús dice: "Caen en el hoyo", el hoyo es el útero. Cada vez que un ciego te guía, ambos caen en el útero de nuevo -ese es el hoyo. Nacen de nuevo en la misma vida desgraciada, la misma angustia comienza en formas nuevas. Nada substancial cambia, la historia permanece igual; todo el asunto permanece igual, sólo las formas externas cambian. De nuevo estás en el infierno, de nuevo en la desgracia -el útero es el hoyo.

         Cuando un hombre que ha realizado su ser te guía, nunca caes en el hoyo. Entonces naces en otra dimensión, y en este mundo no vale la pena nacer de nuevo. Desapareces de aquí, apareces en alguna otra parte. Esa otra parte es Dios, esa otra parte es nirvana.

 

 

Capítulo 12

 

Sal y te lo Mostraré

 

1 de Setiembre de 1974

 

 

 DECIMO SEGUNDO VERSÍCULO...

PRIVATE

 

Jesús les dijo a sus discípulos:

"Hagan una comparación

y díganme cómo es que soy".

 

Simón Pedro le dijo:

"Tú eres como un ángel virtuoso".

 

Mateo le dijo:

"Tú eres como un sabio con entendimiento".

 

Tomás le dijo:

"Maestro, mi boca no es capaz

de decir cómo es que eres".

 

Jesús dijo:

"No soy su Maestro, porque han bebido,

se han vuelto ebrios con la fuente burbujeante

que he descartado".

 

Y lo llevó, se retiró,

le habló tres palabras.

 

Entonces cuando Tomás regresó donde sus compañeros,

ellos le preguntaron:

"¿Qué te dijo Jesús?".

 

Tomás les dijo:

"Si les digo una de las palabras que me dijo,

agarrarán piedras y me las tirarán;

y brotará fuego de las piedras

y los quemará totalmente".

 

 

         Cada vez que hay  un  hombre como Jesús  o  Buda,   tratas de escapar de él en toda forma posible

-porque él es como una muerte para ti. Por supuesto, racionalizarás tu escape, encontrarás razones muy ingeniosas de por qué te estás escapando. Argumentarás en tu mente: "Ese hombre no es un Cristo, ese hombre todavía no está iluminado". Encontrarás algún defecto en ese hombre de tal forma que te puedas sentir tranquilo. Evitarás a ese hombre. Es peligroso encontrarlo porque él puede vivir, él puede ver a través tuyo; tú te vuelves transparente para él. No puedes esconderte de él, no puedes esconder la falsedad que eres -ante él, eres como un libro abierto.

         Y toda tu vida te has estado escondiendo, toda tu vida has estado tratando de vivir una vida falsa, no auténtica; has estado viviendo en mentiras, y él las verá. Ante él te volverás una hoja temblorosa; ante él serás reducido a tu verdad; ante él no podrás manejar tu falsa imagen -él será una catástrofe. Así que sólo aquellos que son muy valerosos pueden acercarse a un Jesús. Es necesario el valor más grande para acercarse a un hombre como Jesús. Eso significa que estés listo para dar el salto al abismo, que estés listo a perderte.

         En la inseguridad de lo desconocido, en lo inexplorado, en el océano donde la otra orilla no es visible -para ir con Jesús es necesario tremendo valor. Y éste es el problema: que muy pocas personas seguirán a Jesús. Aquellos que escapan lo perderán, y perderán el verdadero significado de sus propias vidas. Porque en lo profundo, cuando tratas de escapar de Jesús, estás tratando de escapar de tu propia verdad. Porque él no es sino tu futuro -eres una semilla, él es el árbol, él ha llegado a florecer, él es tu futuro, él es tu posibilidad. Escapando de él, estás escapando de tu mejor oportunidad.

         Pero aquellos que se acercan, sólo por acercarse no van a contactar con Jesús. Aquellos que escapan, han escapado -¡está terminado! Pero aquellos que se acercan, que viven  cerca, aun viviendo cerca pueden evitar a Jesús, porque pueden estar cerca a él por razones erradas. Así que entre miles, unos cuantos lo escogerán, y entre aquellos pocos que lo escojan, no todos ellos estarán por razones verdaderas. Y aquellos que están por razones equivocadas también lo perderán.

         Puedes estar con una persona iluminada por motivos errados. Observa las razones por las que buscas, por las que vas donde un Maestro. ¿Cuáles son tus razones reales? ¿Estás buscando la verdad? Muy rara vez un hombre busca la verdad. Puedes estar buscando la felicidad, pero no la verdad. La felicidad ocurre cuando se logra la verdad. Pero si estás buscando la felicidad no podrás lograr la verdad, porque la felicidad es un subproducto; no la puedes lograr directamente, no hay manera para ello -llega a través de la verdad. Si llegas a lo verdadero, ocurrirá la felicidad; es su sombra, viene con la verdad. Pero si buscas la felicidad, entonces la felicidad no es posible y se pierde la verdad.

         De cien buscadores, noventa y nueve están buscando la felicidad. Han sufrido, la vida ha sido una desgracia, mucho dolor; están buscando el antídoto, están buscando lo opuesto. Estar con un Jesús o con un Buda en busca de la felicidad es perderlo nuevamente, porque tus ojos están cerrados. La felicidad nunca deber ser la meta; se logra, viene automáticamente, no necesitas preocuparte por ella. Es siempre un subproducto:  simplemente cuidas al árbol  ¡y las flores llegan!  No necesitas ir directamente a las flores

-si lo haces errarás. Si estás detrás de las flores, errarás; pero si cuidas el árbol, las flores llegarán a su debido tiempo. No necesitas preocuparte, ni siquiera necesitas pensar sobre ellas.

         En tu existencia ordinaria también se sabe esto, pero nunca lo haces una experiencia profunda. Siempre que estás feliz... has estado feliz por unos cuantos momentos; es difícil encontrar a un hombre que no haya estado feliz ni siquiera por unos cuantos momentos -porque si nunca has estado feliz por unos cuantos momentos, si nunca lo has probado, entonces no podrás buscar. Entonces  ¿por qué buscas la felicidad? Sin haberla probado, ¿cómo puedes hacerla tu meta? La has probado. Era momentánea, un vislumbre, y después otra vez la oscuridad; un vislumbre y luego otra vez la angustia. La mañana llega sólo por un momento y luego la medianoche de nuevo. La has probado, pero nunca has penetrado en ella. ¿Cómo sucede? Trata de penetrar en ella.

         Siempre que te sientes feliz, no lo estabas buscando. Eso es la primera cosa básica sobre la felicidad: sucedió, estabas buscando alguna otra cosa. Por ejemplo, has escuchado la historia de Arquímedes: estaba en busca de una verdad científica. Trabajó, experimentó, pensó, ponderó sobre eso por muchos días y noches. Se olvidó de sí mismo. Entonces repentinamente, cuando estaba en su baño un día, echado en su tina, sucedió, le subió como una burbuja -¡se dio cuenta! Estaba desnudo; se olvidó de que estaba desnudo. Cuando estás feliz, te olvidas de ti mismo; si no te puedes olvidar, no estás feliz. La felicidad significa que tú ya no estás más ahí; sucede sólo cuando tú no eres.

         El problema había sido resuelto, toda la tensión relajada. Salió corriendo a la calle gritando: "¡Eureka, eureka! ¡lo encontré, lo encontré!". La gente pensó que estaba loco. Siempre había sospechado de este hombre, de este Arquímedes, y ahora su sospecha probaba estar correcta. "Pensar demasiado es malo" -siempre habían tenido esta idea, y este hombre estaba pensando demasiado. Ahora se ha vuelto loco y está gritando: "¡Eureka!" en la calle- "¡Lo encontré!".

         ¿Qué sucedió? ¡Cuán extático estaba en aquel momento! Y no era la última verdad, era tan solo un problema ordinario. Ahora es común -una vez descubiertas las verdades científicas se vuelven ordinarias, comunes. Pero la descubrió. En ese momento de descubrimiento, toda la tensión se relajó, y estaba tan feliz, tan extático, que se olvidó de sí mismo. Cada vez que estás feliz, lo primero  básico a recordar es que estabas buscando alguna otra cosa, no la felicidad. Si buscas la felicidad directamente, la perderás por siempre y por siempre. Es un subproducto: estás ocupado buscando alguna otra cosa, y descubres esa cosa. El descubrimiento te hace tan pleno, todo el esfuerzo se relaja; toda la tensión desaparece, estás en tranquilidad, en paz, en descanso, y te sientes lleno de felicidad. La felicidad es un subproducto.

         La segunda cosa a recordar: si la buscas directamente, ¿cómo puedes desaparecer tú? El que busca nunca puede desaparecer; el ego permanece, tú permaneces siendo un punto de referencia. Cada vez que la felicidad ocurre, tú no estás ahí. Recuerda los momentos de felicidad: tú no estabas presente. Puede haber sucedido en profundo amor, puede haber sucedido en un descubrimiento, o puede haber sucedido simplemente cuando estabas jugando a las cartas -pero te perdiste tan totalmente... ¡y de pronto surge la felicidad! Cualquier cosa puede desencadenarla, pero una búsqueda directa es peligrosa. La perderás.

         Si vas donde un Maestro en busca de la felicidad, te has acercado por motivos errados. Entonces permaneces escondido en tu motivo errado. Permaneces cerca físicamente; espiritualmente hay mucha distancia. Tus ojos están ciegos, no serás capaz de conocer a este hombre, a Jesús o a Buda. Es imposible, porque tus ojos están llenos de objetivos errados.

         O puede ser que ni siquiera estés en busca de la felicidad, hay otros objetivos incluso más bajos. Puedes estar cerca a un Maestro para lograr poder, puedes estar cerca a él para lograr algún siddhi -puedes estar cerca a él para alcanzar un estado más egocéntrico. Entonces lo perderás completamente. Hay otros objetivos incluso más bajos. Y cuanto más bajo sea el objetivo, mayor es la posibilidad de perderlo, porque entonces estás más ciego. Puedes estar cerca a él sólo por razones muy ordinarias -buscando salud. Estás enfermo y Jesús te curará; o eres pobre y Jesús te dará dinero -su bendición se volverá dinero para ti; o no tienes niños y él te puede dar un niño.

         Cuanto más bajo sea el objetivo, más lo perderás, porque cuanto más bajo sea el objetivo, estás más en la profundidad del valle -y Jesús existe en la cima de la montaña; la distancia se va haciendo más y más.   Muchos  han escapado, pero aquellos que se acercaron, no todos ellos realmente se han acercado

-sólo el que viene por el verdadero motivo. Y ese motivo es la verdad. Pero, ¿por qué nunca la buscas?

         La verdad parece ser tan árida, la verdad parece ser tan seca, parece no haber motivación para buscarla. La felicidad parece valiosa, y si insisto en: "Busca la verdad y la felicidad será el subproducto", puedes incluso estar de acuerdo en buscar la verdad porque el subproducto es la felicidad; pero aún estás buscando la felicidad. Si llegas a saber que para encontrar la felicidad se tiene que buscar la verdad, puedes comenzar a buscar la verdad -pero no estás buscando la verdad, tu mente permanece focalizada en la felicidad. El enfoque está errado.

         Sólo cuando eres un buscador de la verdad llegas cerca a Jesús, a Buda, a Zoroastro; de otro modo nunca llegas cerca. Por cualquier otra razón, físicamente estás cerca, espiritualmente estás muy, muy lejos -vastos espacios existen.

         Ahora veamos estos versículos de Jesús:

 

         Jesús les dijo a sus discípulos: "Hagan una comparación y díganme cómo es que soy".

 

         ¿Por qué hizo Jesús esta pregunta? ¿Es que no sabe quién es? ¿Va a saberlo a través de sus discípulos? ¿Por qué quiere saber, a través de sus discípulos, quién es? Porque cualquier cosa que digan mostrará por qué están cerca a Jesús. Creas la imagen de tu Maestro de acuerdo a tu deseo. Si estás cerca a Jesús porque estás enfermo, Jesús será el terapeuta. Miras a través de tu deseo, proyectas tu deseo. Si estás en busca de poder, entonces Jesús es el omnipotente, el más poderoso, porque sólo cuando es el más poderoso te lo puede dar. Si estás buscando la inmortalidad, si estás buscando un estado de inmortalidad, si tienes miedo a la muerte, entonces la imagen de Jesús reflejará tu búsqueda.

         ¿Por qué Jesús le preguntó a sus discípulos: "Díganme quién soy"? Les preguntó sólo para saber qué estaban proyectando. Si proyectas algo errarás, porque para conocer a Jesús o a Buda, son necesarios ojos que no proyecten. No deberían proyectar nada, simplemente deberías observar los hechos.

         Jesús es un hecho, el hecho más vital que es posible en el mundo. Míralo directamente, inmediatamente. No interpongas tu deseo; no hagas una pantalla de Jesús. De otro modo verás, pero verás el reflejo de tu propio deseo.

 

         Jesús les dijo a sus discípulos: "Hagan una comparación y díganme cómo es que soy".

         Simón Pedro le dijo: "Tú eres como un ángel virtuoso".

 

         Este hombre debió haber sido un moralista, un puritano. Este hombre debe haberse sentido culpable de su inmoralidad, porque cualquier cosa que digas sobre otros, nunca muestra nada sobre los otros, simplemente muestra algo sobre ti. Cualquier cosa que juzgues no es un juicio acerca de otros, es un juicio sobre ti. Jesús dice una y otra vez: "¡No juzgues!", porque todos tus juicios van a estar errados -tú estarás ahí. Un ladrón es un pecador para ti. ¿Por qué? Porque estás demasiado apegado a tu propiedad privada. No muestra nada sobre el ladrón, simplemente muestra tu posesividad.

         Escuché que un inglés murió, se fue al infierno. El diablo le preguntó: "¿Qué infierno prefieres? porque tenemos todo tipo de infiernos aquí: el inglés, el alemán, el chino, el ruso, el hindú...".

         El inglés dijo: "¡Por supuesto que el hindú!".

         El diablo estaba extrañado y dijo: "Pareces ser inglés, así que ¿por qué escoges el hindú?".

         El dijo: "Soy un inglés, pero he estado en la India y sé muy bien que en el infierno hindú ¡la hoguera no va a funcionar!".

         Tu mente acumula experiencia. Cualquier cosa que digas sobre el infierno o el cielo, o sobre cualquier persona, es tu experiencia hablando; eres tú reflejado en cada palabra que afirmas.

         Este Simón Pedro dijo: "Tú eres como un ángel virtuoso".

         Dos cosas está diciendo: "virtuoso" -él debe haber estado siempre con miedo de lo errado, debe haber estado con miedo del pecado, debe haber estado con miedo de ser inmoral. Lo opuesto proyecta sobre Jesús -por eso es que está con Jesús.

         Recuerda una cosa: los opuestos se atraen entre sí. Si eres un hombre, eres atraído hacia una mujer -¡y eso es el problema! Porque ella es lo opuesto, por eso es que es atractiva. Pero vivir con una mujer será difícil, porque ella es lo opuesto. Así es como surge la desgracia del matrimonio: comienza por la atracción de lo opuesto, pero cuando tienes que vivir con lo opuesto, entonces hay problemas porque en todo ella es lo opuesto. Su lógica es totalmente diferente a la tuya. Un hombre nunca llega a entender a una mujer. Es imposible entenderla, porque un hombre piensa como un hombre, y una mujer piensa como una mujer; tienen dimensiones diferentes. Una mujer es más intuitiva; no es lógica, ella salta a conclusiones -y casi siempre ¡está correcta! Ese es el problema. Ella no puede convencerte; no puede convencerte de cualquier cosa que diga porque no tiene lógica para ello. Pero tiene intuición, lo ve inmediatamente.

         Una vez Mulla Nasruddin fue atrapado en un caso. Miró en la corte: doce mujeres de jurado. Y le dijo al juez: "¡Confieso! Porque no puedo engañar a una mujer en casa... ¿y doce en el jurado?... -¡imposible! He cometido este pecado; simplemente deme el castigo".

         Todo esposo sabe que es difícil engañar a una mujer. No importa cómo lo planees, todo va mal cuando llegas a casa. La esposa simplemente te detecta, te toca la herida exactamente. Ella tampoco está consciente de cómo funciona; su funcionamiento es diferente.

         Una mujer nunca puede entender a un hombre. Esta es también la razón por la que se atraen entre sí, porque sólo los misterios atraen. Pero vivir con alguien a quien no puedes entender tiene que crear problemas, entonces va a haber pelea. Así que donde quiera que haya amor, suceden continuas peleas, cada momento una pelea.

         Lo opuesto atrae: si eres una persona ambiciosa, serás atraído por un hombre que ha renunciado; irás donde un santo que haya renunciado a todo si eres una persona ambiciosa. Esto es muy difícil porque crea muchos problemas.

         Mira a los jainas en la India: ellos son los más ricos -y la riqueza no viene sin ambición, tienes que ser ambicioso- pero ellos veneran a santos que hayan renunciado a todo. No permitirán siquiera que sus santos se vistan. ¡No! Eso tampoco es permitido. El auténtico santo jaina Digamber permanece desnudo, sin ninguna posesión, ni siquiera ropa. Posee sólo su cuerpo, eso es todo. Tiene que recibir la comida en sus manos; no es permitido comer dos veces al día, una vez es suficiente. Duerme en el suelo, y por eso es que se le llama Digamber: el cielo es su única cubierta, el cielo es su única casa, su único techo. Pero ¿por qué este fenómeno? ¿Por qué sucede esto?

         Mahoma habló sobre la paz -la palabra "islam" significa paz- y mira a los mahometanos: han sido la gente más violenta sobre la tierra. ¿Por qué fueron atraídos a Mahoma y a la religión de la paz? Lo opuesto atrae. Lo opuesto siempre es atractivo porque éste es el patrón básico del sexo, y este patrón del sexo te sigue a todas partes, cualquier cosa que hagas.

         Este Simón Pedro le dijo Jesús: "Tú eres como un ángel virtuoso". Este hombre debe haberse sentido culpable sobre su inmoralidad -correcto o errado, pero él se sentía culpable. Fue atraído a Jesús porque le parecía como un ángel: puro, inocente, nunca ha cometido un pecado. Por eso es que los cristianos continúan insistiendo en que nació de una madre virgen, ¡lo cual es absurdo! ¿Por qué insisten en que nació de una madre virgen? Porque el sexo parece inmoral. Y si naces de la inmoralidad, ¿cómo puedes llegar a ser absolutamente moral? ¡Imposible! Si la propia fuente está envenenada, entonces ¿cómo vas a ser moral? Puedes intentarlo pero nunca puedes ser perfecto. En su misma fuente, la inmoralidad tiene que ser cortada. De ahí su insistencia en que Jesús nació de una madre virgen.

         Nadie nace de una madre virgen -es absolutamente errado, ¡no puede suceder! Pero ellos insisten, dependen de eso. Si finalmente se demuestra que Jesús tuvo un padre, entonces los cristianos lo abandonarán, inmediatamente escaparán: "¡Este hombre es simplemente como nosotros! Nosotros somos inmorales, hemos nacido en pecado, y él también ha nacido en pecado, entonces ¿cuál es la diferencia?".

 

         "Tú eres como un ángel virtuoso".

 

         Los ángeles son símbolos de perfección absoluta, de pureza, de inocencia. Esto muestra algo sobre Simón Pedro, y Simón Pedro llegó a ser la piedra de toda la iglesia cristiana, llegó a ser la base. De ahí que la iglesia cristiana está continuamente involucrada con lo que es moral y lo que es inmoral. Toda la iglesia se ha vuelto una moralidad, no una religión. Este Simón Pedro es la causa raíz: él creó la culpa, porque siempre que estás demasiado preocupado con lo que está mal, con lo que está bien, te sientes culpable -porque la vida no sabe nada.

         La vida es absolutamente amoral. No es moral ni inmoral, es amoral. No sabe nada... qué está mal y qué está bien. Se mueve en ambas direcciones, es ambas a la vez. Un río en inundación: ¿cómo lo llamarás, moral o inmoral? Miles de gentes se ahogan, cientos de gentes muertas, miles sin casa. ¿Cómo llamas a este río en inundación -malo? No, no vas a usar esa palabra, porque sabes que el río no sabe lo que es bueno ni lo que es malo. Y Dios existe en el río tanto como en ti. Un árbol cae sobre un santo meditando. El muere. ¿Cómo llamarás a este árbol -un pecador, un asesino? ¿Se forzará a este árbol a ir a la corte? No, simplemente dirás: "Este es un árbol. Nuestra moralidad, inmoralidad -pecado o no pecado- no se aplica a este árbol".

         La moralidad es creada por el hombre, Dios parece ser amoral. Toda la existencia es amoral. Amoral significa ninguno -o ambos. Pero si vas donde Jesús con una actitud moralista, lo perderás. San Pedro, este Simón Pedro, perdió a Jesús completamente. El está en busca de un hombre moral; está en busca de un santo, no en busca de un sabio.

         Y ésta es la diferencia entre un santo y un sabio: un sabio es tan amoral como la vida, él se ha vuelto uno con la vida, no piensa en términos de opuestos; un santo ha escogido lo bueno negando lo malo, él está medio vivo, no ha tomado la vida en su totalidad. Un santo realmente no es religioso, porque un hombre religioso aceptará la vida tal como es. No la negará, porque cualquier cosa que niegues es una negación de Dios. Entonces estás tratando de demostrar que tú eres ¡mejor que Dios! Observa, Dios crea el sexo -sino ¿quién lo ha creado? Y tú lo niegas; puedes llegar a ser un santo pero tu santidad será tan solo moral, no puede ser religiosa.

         Los hindúes lo comprendieron muy bien. Si regresas al tiempo de los vedas, los rishis vivían una vida muy común: tenían esposas, hijos; tenían su hogar, no habían renunciado. La renunciación comenzó con los jainas y los budistas. De otro modo los rishis hindúes han vivido siempre en una forma muy común, porque saben, llegaron a saber, que la vida tiene que ser aceptada en su totalidad; nada debe ser negado, todo tiene que ser aceptado. Esto es lo que el teísmo realmente significa: astika significa alguien que dice sí a la vida en su totalidad, no es un negador. Este San Pedro puede llegar a ser un buen sacerdote, puede llegar a ser un santo, pero no puede llegar a ser un sabio. Tiene sus propias concepciones, por eso es que ha llegado donde Jesús.

         Cuando estás lleno de demasiados conceptos morales ¿qué haces? Te condenas a ti mismo porque hay cosas que sólo por decir que están mal no van a desaparecer, permanecen. Este hombre se sentirá atraído por las mujeres; son hermosas, y el deseo existe -es un regalo de Dios. Está profundo en cada uno de tus poros, en cada célula de tu cuerpo. Los científicos dicen que hay setenta millones de células en tu cuerpo y cada célula es un ser sexual. ¡Todo tu cuerpo es un fenómeno sexual!   Cualquier cosa que hagas

-puedes cerrar tus ojos, puedes escapar a los Himalayas, pero siempre la belleza te atraerá.

         Una flor se ve tan hermosa -¿has observado? Eso también es sexual. Un ave cantando en la mañana cerca a la cabaña de un santo o ermitaño parece hermoso, ¿pero has observado que este canto del ave es una invitación sexual? El está invitando a la pareja, buscando una pareja, a la amada. ¿Qué es una flor? La flor es un fenómeno sexual, la flor es tan solo un truco; porque el árbol no se puede mover, sus células sexuales tienen que ser llevadas por las abejas, las mariposas, y otros a otros árboles. Recuerda, hay árboles femeninos y árboles masculinos, y no se pueden mover porque están enraizados en la tierra. Las flores son los trucos para atraer a las abejas, a las mariposas y a otros insectos: vienen a las flores, y con las abejas la semilla sexual se va, luego irán a la planta femenina y esa semilla caerá ahí.

         Dondequiera que hay belleza hay sexo. Toda la vida es un fenómeno sexual ¿qué puedes hacer? Puedes rechazarlo, eso está en tus manos, pero cuando lo rechazas te sientes culpable, porque en lo profundo lo reprimido queda. Tú continuamente te sientes culpable; hay algo mal. No puedes ser feliz con culpa, recuérdalo, no puedes danzar con culpa. La culpa te paralizará: dondequiera que vayas no podrás reír, no podrás moverte en éxtasis, porque siempre tendrás miedo de lo reprimido.

         Porque si danzas, cantas, si te sientes bienaventurado ¿qué le sucederá a lo reprimido? Puede aflorar, así que siempre tienes que estar cuidando. Te vuelves un guardián, no un amo de tu vida, no el que disfruta de su vida; te vuelves tal como un guardián. Y todo el asunto se vuelve horrible porque hay conflicto, conflicto continuo. Tu energía se disipa en luchas internas. Y este tipo de hombre que ha reprimido su propio ser en alguna forma, siempre mirará a los otros con ojos de condena -¡tiene que ser así!

         Un moralista... es muy difícil vivir con él, porque sus ojos continuamente te están condenando: estás mal porque has tomado té. ¿Estás tomando té? Entonces eres arrojado al infierno -no puedes tomar té. Realmente, nada que pueda darte gozo...     En el ashram de Gandhi no se te permitía saborear la comida

-aswad, se seguía el principio de no gratificar al gusto, al paladar; puedes comer pero no debes saborear. ¿Por qué? ¿Por qué estar contra el gusto? Porque el gusto es un gozo y los santos están contra los gozos. No puedes encontrar un santo riéndose o sonriendo -¡imposible! Se le ve triste, siempre condenándose a sí mismo y a otros. Toda su vida está enferma, no puede ser feliz.

         Este Simón Pedro es simbólico. El dijo: "Tú eres como un ángel virtuoso". El está diciendo: "He venido a ti porque eres puro: nacido de una madre virgen, nunca casada, nunca disfrutó la vida, nunca vivió. Eres puro, así que te miro como un ángel".

 

         Mateo le dijo: "Tú eres como un sabio con entendimiento".

 

         Este Mateo no está en busca de moralidad, este Mateo está en busca de conocimiento -más científico. Y Jesús le parece un hombre con entendimiento, él piensa que puede conseguir de este hombre algunas pistas sobre el misterio de la vida: "Este hombre lleva algunas claves. El sabe, puedo reunir información de él". Mateo está en busca del conocimiento.

         Pero cuando vayas hacia Jesús o hacia un hombre como Jesús, no vayas en busca de conocimiento. Jesús le parece un hombre sabio porque cualquier cosa que dice acierta directamente, cualquier cosa que dice suena verdadero. Cualquier cosa que dice es muy significativa, pero estás prestando demasiada atención a sus palabras y no a su ser. Este Mateo es un erudito, un escolástico; está en busca de principios, teorías, sistemas, filosofías. Si te acercas a Jesús con esa mente, lo perderás, porque Jesús no es un hombre de conocimiento, es un hombre que ha realizado su ser. ¿Y cuál es la diferencia?

         El conocimiento es superficial, prestado, muerto. Jesús está vivo, ¡absolutamente vivo! no se ha prestado nada de nadie -él ha llegado a realizarse a sí mismo. El puede compartir su ser contigo, y eres tonto si tan solo te llevas sus palabras. Estas palabras pueden ser tomadas de los libros, no había necesidad de llegar a Jesús. Una biblioteca habría sido mejor, hay más conocimiento en una biblioteca, acumulada por siglos.

         Llegas a este hombre donde tu ser podría haber saciado su sed y simplemente te llevas palabras. Vienes donde un emperador y él te dice: "Pide y se te dará", y sólo pides un pan y te vas feliz. Todo el imperio estaba a tus pies con tan sólo pedirlo -llevas palabras, aprendes teorías, te vuelves un teólogo. Este Mateo es el teólogo raíz para los cristianos.

         Y entonces toda la iglesia se enredó en dos cosas -por eso es que se mencionan las dos: Pedro se volvió la base de la moralidad de la iglesia, de la anti-sexualidad, y continúa siendo la base; y Mateo se convirtió en la base de la teología. Continúa siendo la base y el cristianismo está envuelto en dos cosas, no con Cristo en absoluto: con la moralidad -lo que está mal y lo que está bien; y con la teología, teoría sobre Dios. Teología quiere decir teoría sobre Dios -y no pueden haber teorías sobre Dios.

         Dios no es una teoría, no es una hipótesis que tiene que demostrarse o refutarse, no puedes argumentar sobre eso. Y cuando Jesús estuvo presente pudiste haber contactado a Dios. Dios estaba ahí, él ha penetrado en este hombre -pero entonces la búsqueda del conocimiento es una barrera. No debes pedir a Jesús conocimientos, debes pedirle el ser. Pero acumular conocimientos es fácil, porque no necesitas transformar tu ser. Simplemente escuchas palabras y las almacenas, no se requiere ninguna transformación de tu parte. Pero si pides el ser, entonces tienes que estar silencioso, entonces tienes que estar en profunda meditación, entonces tienes que convertirte sólo en silencio, en presencia. Sólo entonces podrá Jesús verter su ser en ti.

         Este Mateo le dijo: "Tú eres como un sabio con entendimiento".

         Jesús no es hombre sabio. El es la misma sabiduría, pero no un hombre sabio -porque tú puedes ser sabio sin haber llegado a la iluminación. Hay hombres sabios: Confucio es un hombre sabio pero no un iluminado; Manu es un hombre sabio pero no un iluminado. Buda es un iluminado, Lao Tse es un iluminado. Su sabiduría viene de una fuente totalmente distinta. Ellos han llegado al mismo centro de la vida -ellos han sabido. Su conocimiento no es a través del intelecto, su conocimiento es por medio del ser. Por eso es que llamo a Jesús un hombre que ha realizado su ser, no un hombre con conocimiento.

         La sabiduría la logras por la experiencia -cualquier anciano se vuelve sabio. Aun un tonto se vuelve sabio, porque dicen que si persistes en tu tontera te volverás sabio. Simplemente el tiempo te puede dar sabiduría, simplemente vivir la vida, cometer errores, saliéndote del camino, regresando, acumulando muchas experiencias, te vuelves sabio.

         Jesús no es sabio en esa forma: no era un anciano, tan solo tenía treinta años, era un hombre muy joven. Realmente no había tenido mucha experiencia de la vida, no es sabio en esa forma. Pero él ha conocido algo, algo que es la misma base de la vida. El no se ha ido por las ramas del árbol de la vida, ha alcanzado la raíz. Esto es una cosa totalmente diferente -Mateo lo perderá. Tomará notas; todo lo que Jesús diga él lo reunirá. Creará un evangelio de eso, tejerá teorías. Estos dos hombres lo perdieron totalmente.

         Tomás, el tercero, quien ha reportado estos versículos, es el discípulo más cercano a Jesús. Pero sus versículos no están incluidos en la Biblia, porque Jesús y sus discípulos más cercanos tuvieron que ser excluidos -son peligrosos.

 

         Tomás le dijo: "Maestro, mi boca no es capaz de decir cómo es que eres".

 

         "Es imposible decirlo. Eres tantas cosas y eres tanto -eres tan rebozante, tan multidimensional, la boca no podrá decirlo. Soy incapaz de decir nada, las palabras no son suficientes. No puedes ser comparado a nada, eres incomparable. Y cualquier cosa que diga estará errada, porque no será suficiente. Las palabras son muy estrechas; ¡tú eres vasto!".

         Así dice Tomás: "Maestro, mi boca no es capaz de decir cómo es que eres. ¡No, imposible! No diré nada porque no puede ser dicho. No puede ser atrapado en palabras, ¡eres inexpresable!".

         Tomás es el que llega más cerca, pero aun el más cercano está muy distante, hay una brecha.

         Una historia similar existe con Bodhidharma. El vivió en la China por nueve años. Enseñó a la gente, muchos meditaban, muchos se acercaron más y más, y cuando se estaba yendo le preguntó a sus cuatro discípulos que digan algo sobre el dharma, que digan algo sobre la verdad. Los tres primeros son justo como estos tres: Simón Pedro, un hombre de moralidad -el más superficial; luego Mateo, el hombre en busca de conocimientos -un poquito más profundo que Simón pero aún muy lejos; luego Tomás le dijo: "No puedo decir nada".

         Pero Bodhidharma fue más afortunado que Jesús, porque hubo un cuarto que realmente permaneció en silencio. Ni siquiera dijo: "No puedo decirlo". Porque cuando dices: "No puedo decirlo", ¡ya lo has dicho! Esto tiene que entenderse: el cuarto permaneció absolutamente en silencio. Simplemente miró a los ojos de Bodhidharma, se inclinó a sus pies, y Bodhidharma dijo: "Uno tiene mis huesos, otro tiene mi carne, otro tiene mi sangre ¡y tú eres mi propia médula!". Este cuarto discípulo ni siquiera dijo tanto como Tomás. Llegó lo más cerca, se convirtió en la médula.

         Jesús no fue tan afortunado. Hay motivos: el ambiente no era bueno, la situación era absolutamente diferente. La China había conocido a Lao Tse; los judíos nunca habían conocido un hombre como Lao Tse. Lao Tse creó el terreno en el cual la semilla de Buda pudo germinar bellamente. Cuando Bodhidharma fue a la China, el terreno estaba listo, fue preparado por Lao Tse, Chuang Tse -¡raros fenómenos! Y luego la semilla de Buda fue llevada por Bodhidharma. Floreció bellamente. Jesús no fue tan afortunado, el terreno no estaba listo. Habían habido profetas en la cultura judía, pero no sabios como Lao Tse y Chuang Tse, no. Habían habido santos, así que Simón Pedro estaba disponible. Habían habido moralistas, porque en la propia base de la cultura judía Moisés había puesto la moralidad: los diez mandamientos -ellos son la base.

         Hubieron hombres como Simón Pedro porque nada existe sin una causa, nada existe sin una larga tradición. Un Simón Pedro no es tan solo un accidente, es necesaria una larga historia detrás de él. Moisés es la causa más profunda, la raíz desde la cual Simón Pedro ha venido: los diez mandamientos, la actitud moral hacia el mundo, hacia la vida. Pero no hubo ningún hombre como Lao Tse -que dijera: "Todas las distinciones son falsas; en el momento en que digas 'esto es bueno y eso es malo', has dividido la vida y la has matado", -quien estaba por el todo no por la división. Bodhidharma fue afortunado, y esa es la razón por la que tuvo cuatro discípulos, no tres.

         En una cultura judía, a lo más pudo ser posible un Tomás. Mira el fenómeno de Tomás, lo que está diciendo -y éste es uno de los problemas básicos. Hay gente que dice: "Nada puede ser dicho sobre Dios", pero lo has dicho. Aun si dices: "Nada puede ser dicho sobre Dios", has dicho algo. Si estás correcto -nada puede ser dicho- entonces esto tampoco debería ser dicho, deberías permanecer completamente en silencio. Has creado un dilema: por un lado dices nada puede ser dicho; si esto puede ser dicho ¿entonces por qué no un poco más? ¿Cuál es el problema? Si eso puede ser afirmado, entonces ¿por qué no más? Si una afirmación es posible, entonces más afirmación se hace posible.

         Por eso es que Buda permanecía absolutamente en silencio, ni siquiera dirá: "Nada puede ser dicho sobre Dios". Ni siquiera dirá tanto como eso. Preguntas sobre Dios y él hablará algo diferente. Preguntas sobre Dios y él no escuchará -como si no hubieses preguntado sobre Dios -simplemente no se referirá al asunto, hablará sobre otra cosa. No dirá ni siquiera que nada puede ser dicho, porque esto es absurdo. Entonces ¿por qué lo estás diciendo? Aun con la negación lo indicamos. No sólo una afirmación positiva es una afirmación, una afirmación negativa también es una afirmación.

         Dices: "Dios no tiene forma". ¿Qué quieres decir? ¿Lo has conocido? ¿Y lo has conocido tan totalmente que puedes decir: "El no tiene forma"? Si lo has conocido totalmente, entonces él tiene forma. Por ejemplo, dices que este océano no puede ser medido; es tan profundo que no puede ser medido. Entonces hay sólo dos posibilidades: ya sea que lo has medido, sólo entonces puedes decir que es tan profundo que no puede ser medido; y si no lo has medido ¿cómo puedes decir que es tan profundo que no puede ser medido? A una profundidad es medible -tiene que ser, no puede ser inmedible; no importa cuán profundo, pero es medible, se puede medir.

         Cuando dices: "Dios no tiene forma", ¿has llegado a sus límites y has visto que no hay forma? Si has llegado a sus límites, él tiene forma. Y si no has llegado a sus límites, entonces no digas que no tiene forma, porque puede tener forma. Cuando llegues a los límites, sólo entonces puedes saber. Así que aquellos que realmente se han tropezado con Dios -es un tropiezo- quienes han caído en él, no dirán nada, ni siquiera esto, porque esto es contradictorio.

         Uno de los lógicos más agudos de este siglo, Wittgenstein, ha escrito una hermosa frase en su libro Tratado Lógico Filosófico, tiene muchas frases bellas. Esta es la mejor: "Nada debe ser dicho sobre aquello que no se puede decir. Si nada se puede decir sobre algo, uno debería permanecer en silencio".

         Tomás es el que más se acerca, pero aún permanece distante. El ha tratado de decir, ha tratado de expresar lo inexpresable.

 

         Tomás le dijo: "Maestro, mi boca no es capaz de decir cómo es que eres".

         Jesús dijo: "No soy su Maestro... porque nadie me entiende, así que ¿cómo puedo ser su Maestro?".

 

         Si entiendes, sólo entonces puedes ser un discípulo. Si entiendes, sólo entonces puedes entrar en el templo. Si entiendes, sólo entonces puedes entrar en el ser del Maestro.

 

         Jesús dijo: "No soy su Maestro...".

 

         A los tres les dijo: "No soy su Maestro". Tomás es el que más cerca ha llegado pero aun así erró. El es el mejor, pero aun así no perfecto -sólo aproximadamente el mejor; llega más cerca pero queda una barrera; aún cree en las palabras, porque trata de expresar aquello que no puede ser expresado.

 

         "No soy su Maestro, porque han bebido, se han vuelto ebrios con la fuente burbujeante que he descartado".

 

         Aquí él está diciendo una verdad muy profunda. Está diciendo: "Ustedes tres están hablando desde la mente, la fuente burbujeante que he descartado, que he trascendido, 'descartado'. Todavía están hablando desde la mente: uno está hablando desde la mente moralista, otro está hablando desde la mente teológica, el tercero está hablando desde la mente mística -pero todavía todos son parte de la mente. Y si hablan desde la mente Yo no soy su Maestro, porque todo el énfasis está en ¡dejar la mente!".

         Eso es en lo que un Maestro va insistiendo: ¡deja la mente! Y tú haces juegos: comienzas a hablar sobre el Maestro desde la misma mente que él ha estado insistiendo en que dejes. Por eso es que digo que Bodhidharma fue más afortunado: él tuvo un discípulo que permaneció realmente en silencio, no va a contestar.

         Maestros  aún más afortunados han  existido.    Uno de ellos fue Rinzai.  El hizo  la misma pregunta

-porque realmente es la misma historia una y otra vez: Buda y sus discípulos, Jesús y sus discípulos, Bodhidharma y sus discípulos, y Rinzai y sus discípulos- la historia es la misma. No puede ser diferente porque la relación es la misma, el fenómeno es el mismo. Rinzai es aún más afortunado. ¿Qué sucedió? ¿Cuándo le preguntó a su discípulo principal: "Di algo: ¿qué es la verdad?" -¿qué hizo el discípulo? ¿Sabes? Ni siquiera lo puedes concebir. ¡Le dio una bofetada al Maestro! y el Maestro se rió y dijo: "Correcto, hiciste bien, porque ¿cómo puede uno responder cuando la propia pregunta está errada?".

         Y éste es el más afortunado ¿cómo puedes responder una pregunta cuando la propia pregunta está errada? El discípulo está diciendo: "No seas tonto, no me hagas juegos, no trates de confundirme, ¡no me empujes en tonterías ilógicas! Porque si te respondo estará errado, y si no respondo, eso también estará errado -porque un Maestro está preguntando. Si respondo estará errado porque la propia naturaleza de la verdad es tal que no puede ser expresada. Si no respondo, eso será descortés -un Maestro está preguntando, tengo que responder". Esto es lo que  dijo cuando abofeteó al Maestro. Y Rinzai se rió y dijo: "¡Correcto! Cuando un discípulo puede abofetear al Maestro, se ha convertido en Maestro por derecho propio. Ahora ve y enseña a los demás".

 

         Jesús dijo: "No soy su Maestro, porque han bebido, se han vuelto ebrios con la fuente burbujeante que he descartado".

 

         Todos ustedes todavía están ebrios, ¡ebrios con la misma locura de la mente!

         La mente es la fuente de todas las locuras -pueden haber grados, pero todos los que tienen la mente están un poquito, o un poco más locos. La mente es equivalente a la locura. Puedes no estar demasiado,   puedes estar tan solo tibiamente loco,   así que no estás hirviendo,   no te estás evaporando

-nadie está pensando en enviarte al manicomio. Estás tan solo tibiamente loco, trabajablemente loco; puedes trabajar, puedes ir por todas partes y mantener tu locura dentro. Un hombre sale de la locura sólo cuando va más allá de la mente. Por eso es que Jesús les dice que están ebrios.

 

         "...se han vuelto ebrios con la fuente burbujeante que he descartado. Todos ustedes, los tres, están hablando desde la mente. No me han mirado a mí, porque cuando miras no hay mente".

 

         No lleves tu mente donde un Maestro. Es estupidez, porque si llevas la mente donde un Maestro, no estás yendo más cerca a él. No lograrás el satsang, no estarás en su presencia, estarás lleno de tu mente, estarás ebrio con tu mente. Cuando él esté ahí, estarás pensando, parloteando. Adentro, la mente irá dando vueltas y vueltas y vueltas y creará una pared, y es imposible que Jesús te penetre.

         Y llevó a Tomás -porque era el más cercano a lo mejor- se retiró a la soledad: le habló tres palabras.

 

         Entonces cuando Tomás regresó donde sus compañeros, ellos le preguntaron: "¿Qué te dijo Jesús?".

 

         Tuvo que trabajar con el segundo mejor, porque el mejor discípulo posible no se llegó a dar con Jesús. Tomás fue elegido, lo llevó y le dijo tres palabras.

 

         Entonces cuando Tomás regresó donde sus compañeros, ellos le preguntaron: "¿Qué te dijo Jesús?".

 

         Aún están interesados en lo que Jesús dice, y no en lo que Jesús es. Aún están interesados en el conocimiento, en palabras, no están interesados en el ser.

 

         Tomás les dijo: "Si les digo una de las palabras que me dijo, agarrarán piedras y me las tirarán; y brotará fuego de las piedras y los quemará totalmente".

 

         Esto es muy misterioso. Aquellas tres palabras no han sido registradas, y Tomás nunca les dijo a los otros discípulos cuáles fueron esas tres palabras. Pero da la indicación -porque cuando no estás listo, sólo se pueden dar indicaciones; cuando no estás listo, sólo se pueden dar insinuaciones. Si realmente eres un buscador, por medio de las insinuaciones llegarás al secreto. El último secreto no puede ser dado, tienes que estar listo para eso. Cuanto más listo estés, más se te revela. El da las insinuaciones, así que primero trata de entender las insinuaciones.

 

         "Si les digo una de las palabras que me dijo, agarrarán piedras y me las tirarán; y brotará fuego de las piedras y los quemará totalmente".

 

         Una cosa dice: "Si les digo una sola palabra" -él ha dicho tres, pero, "Si digo aun una sola palabra, inmediatamente agarrarán piedras y me las tirarán". ¿Qué quiere decir?

         El hombre vive en las mentiras, todo hombre, porque las mentiras son muy convenientes, cómodas. La verdad es dura, inconveniente, incómoda. Mentir es tal como ir cuesta abajo -vas fácilmente, con pies danzantes. La verdad es ir cuesta arriba -es difícil, arduo, sudas, no es cómodo. Las mentiras son convenientes, cómodas porque tú puedes hacerlas, tú puedes inventarlas. Puedes inventar tu propia mentira que encaje contigo, pero no puedes inventar la verdad. Este es el problema, la molestia.

         Puedes inventar mentiras: vas donde un sastre y te hace un traje a la medida; puedes fabricar mentiras como trajes a la medida, que se ajusten a ti. Pero la verdad no se va a ajustar a ti, no la puedes inventar, tú tendrás que ajustarte a la verdad -tú tendrás que cortarte a ti mismo. La verdad no se puede cortar como un traje; para ajustarte a la verdad, tú tendrás que cambiar. Las mentiras son hermosas porque no necesitas cambiar -simplemente cambias la mentira y se ajusta a ti. Es muy cómoda, se adapta a ti, nunca te fuerza a cambiar, puedes permanecer estático, estancado.

         La mentira siempre está a favor tuyo, nunca en contra tuyo. Y la verdad -a la verdad no le interesa: si quieres ser verdadero, tienes que cambiarte a ti mismo. La verdad no puede ser inventada, tiene que ser descubierta -ya está ahí. Por eso es que el hombre vive en mentiras, porque tú puedes inventar tus propias mentiras.

         Todo país tiene sus propias mentiras, toda raza tiene sus propias mentiras, toda religión, iglesia, templo, gurudwara, tiene sus propias mentiras. Y son muy cómodas, se te pegan -te protegen de la verdad. Por eso es que cada vez que se dice la verdad, comenzarás a tirar piedras al hombre que la dice: Porque si él dice la verdad, toda tu vida es falsa. Eso es muy difícil de darse cuenta. Has invertido tanto en eso, has vivido para eso. Tus sueños es todo lo que tienes, tus mentiras es todo lo que tienes, y alguien viene y te tira una verdad... Así que sólo hay dos posibilidades: ya sea que estés listo a derrumbarte completamente, o a tirar piedras a este hombre, porque al tirar piedras a este hombre no permitirás que su verdad destruya tus mentiras -puedes entrar de nuevo en tus mentiras.

         Los psicólogos han llegado a entender que el hombre no puede vivir sin mentiras. Y en lo que respecta al noventa y nueve por ciento de la gente, están en lo cierto; y el uno por ciento lo podemos dejar, porque es excepcional. Freud, Jung, Adler, los tres grandes descubridores de la mente del hombre, están absolutamente de acuerdo en una cosa: que en el estado en que está el hombre, no puede vivir sin mentiras, necesita mentiras -una necesidad básica como la comida, aun más básica. Puedes vivir sin comida por tres meses, no puedes vivir sin mentiras ni por tres segundos -es como respirar.

         ¡Observa en qué tipo de mentiras vives! Y cada vez que alguien apoya tu mentira y la hace aparecer como una verdad, te inclinas ante él. Tienes miedo de la muerte: crees en la inmortalidad del alma. Esa es una mentira para ti -tú no sabes nada, ni el ABC sobre el alma- tú no sabes si el alma existe o no, pero tú crees en la inmortalidad. Y alguien argumenta y demuestra que el alma es inmortal, tú te inclinas ante él, le rindes tributos y dices: "¡He aquí a un hombre que sabe!". ¿Qué ha hecho? Simplemente ha apoyado tu mentira; ahora él ha dado más vida a tu mentira. Tú permaneces igual: no sabes lo que es el alma, nunca te preocupaste en saberlo. Pero la mentira te ayuda a vivir. Entonces no tienes temor a la muerte porque no hay muerte -el alma es inmortal.

         De allí que haya ocurrido un fenómeno muy extraño: este país, la India, es el más cobarde de la tierra. De otro modo, ¿cómo es posible hacer esclavo a un país tan vasto por cientos de años? -y pequeñas razas como los ingleses, ¡ni siquiera igual a una provincia! Quinientos millones de gente siendo esclavizados por treinta millones parece ilógico. Pero quienquiera que viniera -los hunos, los mongoles, los turcos, los ingleses: quienquiera que viniera la India siempre estaba lista a ser esclava. ¿Por qué tanta cobardía? Y esta gente es la que "conoce el ser" y dice que  tiene el conocimiento raíz y que ¡sabe que el alma es inmortal!

         Si el alma es inmortal, ¿cómo puedes ser un cobarde? Si el alma es inmortal entonces nadie puede ser más valiente que tú, porque nada va a morir; aun si alguien te está asesinando, no tendrás miedo, porque nada va a morir. Pero así no es la cosa -justo es lo contrario: el alma es inmortal, pero aun así los hindúes son los más cobardes. Realmente, porque son cobardes esconden su cobardía en la filosofía de la inmortalidad del alma. Esta inmortalidad no es su conocimiento. Buda lo puede haber sabido, Yajnavalk puede haberlo sabido, pero éste no es un conocimiento que pueda ser transferido.

         El auto-conocimiento permanece siendo individual. Ningún país puede poseerlo, no se puede volver una herencia, no es una tradición. Un hombre lo sabe y cuando ese hombre muere ese conocimiento desaparece del mundo. Tiene que ser descubierto de nuevo una y otra vez, no lo puedes hacer una posesión.

         Este país es cobarde, pero tiene una hermosa teoría. Tienen tanto miedo a la muerte que no lo puedes imaginar. Aun para conquistar el Everest los extranjeros tienen que venir. Los hindúes no se van a molestar en esto porque todo el mundo dirá: "¿Qué tontera vas a hacer? ¿Y qué vas a conseguir ahí? ¿Para qué arriesgarte al peligro?". Los hindúes siempre tienen miedo del peligro; siempre que hay peligro se paralizan. Y esta gente piensa que sabe que el alma es inmortal. ¡No, esa es una mentira! No es que no sea verdad -para ti es una mentira, y tú estás protegiendo tu cobardía con eso.

         ¡Observa! La India es un fenómeno -mira alrededor. No puedes encontrar gente más ambiciosa, gente más avara, en ninguna parte del mundo. Y llaman a todo el mundo materialista -un hermoso truco de la mente. Ellos son espiritualistas y todo el mundo es materialista; cada vez que ven a un occidental, en lo profundo dicen: "¡Ustedes materialistas!". Y no podrás encontrar un hombre más materialista que en la India. Vive por el dinero, es ambicioso por posesiones; es imposible que él pueda dar nada, se ha olvidado de cómo dar, se aferra a todo. Pero llama a todo el mundo materialista: "Y nosotros somos espiritualistas", una mentira, una clara mentira, pero repetida tantas veces que parece verdad. Es falso.

         Cada uno inventa su mentira privada también. Estas son mentiras públicas, entonces inventas tus mentiras particulares, y vives con ellas. Te ayudan en alguna forma: puedes ser un cobarde, pero piensas que eres un hombre valiente, y tratas de actuar como un hombre valiente. Eso ayuda un poco, porque realmente, si eres cobarde y sientes que eres cobarde, no podrás hacer nada en la vida. Dirás: "Soy un cobarde", serás paralizado.

         Así que los psicólogos dicen que sin mentiras el hombre no puede vivir -aun un cobarde se desenvuelve en la vida. Y esto sucede casi siempre: que crearás la mentira opuesta de lo que eres, la exagerarás para hacer que otros la crean y para que tú mismo la creas. La exagerarás -un cobarde exagerará: se volverá un temerario, pero es un cobarde, de otro modo no habría exageración. Puede buscar el peligro aun cuando no haya necesidad, sólo para demostrar a otros y para convencerse a sí mismo de que: "No soy un cobarde". Pero en lo profundo tiene miedo de su cobardía, de su temor. Así que proyecta lo opuesto.

         Un hombre ambicioso puede renunciar al mundo, quedarse desnudo, sólo para convencerse a sí mismo de que: "No soy ambicioso". Pero esto no va a ser útil. Esto es una mentira. Sólo porque tiras la ropa y dejas la casa, no significa que dejes la ambición, porque la ambición no está afuera. No es parte de la casa, no es parte de tus tesoros, es parte de ti. Donde sea que vayas -desnudo o vestido- no hay diferencia. Ahora la ambición está tratando de esconderse exagerando, yendo al extremo opuesto: la renunciación.

         Un hombre que no tiene ambición no renunciará, porque no necesita exagerar. Un hombre que está sin miedo no tendrá la llamada valentía, porque no necesita exagerar. Un hombre que ha llegado a entender su ser, no estará ni en este extremo ni en el otro. Estará equilibrado, su vida será un equilibrio.

         ¿Qué crees? Un Buda está caminando y aparece una serpiente. ¿Qué hará? Simplemente ¡saltará fuera del camino! ¿Cómo lo llamarás, un cobarde o un hombre valiente? El sólo es un hombre sensible, un hombre con entendimiento. Te gustaría que ese hombre se quede ahí, que no le importe lo que está haciendo la serpiente -aun si la serpiente lo muerde que él se quede ahí- llamarás a ese hombre valiente. Pero él sería tonto, no valiente. Y en lo profundo debe ser cobarde; para esconder su cobardía se ha quedado ahí.

         Pero si ves a Buda saltando fuera del camino de la serpiente, sentirás: "¿A qué tipo de hombre he estado siguiendo? ¡Este es un cobarde!". El no es un cobarde. Cuando la serpiente está ahí, uno tiene que salir fuera del camino. Esto es simple inteligencia. Es como si alguien estuviera tocando la bocina y tú estás parado en el medio del camino y piensas que eres un hombre valiente. ¡Eres simplemente estúpido! Y parado ahí, ¿a quién estás convenciendo? A ti mismo, en lo profundo que: "Soy un hombre valiente".

         Un hombre con entendimiento nunca va al extremo opuesto -va con entendimiento. Cualquier situación que surja, cualquiera que sea la situación, responderá con consciencia, él no es ni valiente ni cobarde. Tú eres ya sea cobarde o valiente, pero el otro está escondido ahí: aun un hombre cobarde puede volverse valiente en ciertas situaciones, aun un hombre valiente demuestra ser un cobarde en ciertas otras situaciones.

         Mira este problema: el hombre más valiente cuando llega a casa se vuelve cobarde -aun Napoleón ante Josefina es un cobarde. ¿Por qué sucede que un esposo que es un gran luchador en el mundo, en la competencia, en el mercado, ante su pobre esposa se vuelve simplemente un cobarde? ¿Qué sucede? Y no creas que esto es cierto sólo para los demás, que tú no eres el hombre -¡todo esposo es dominado! Esto parece una afirmación exagerada. No lo es, porque por pura necesidad todo esposo tiene que ser dominado, porque todo el día es valiente, así que en la casa tiene que relajarse de la valentía; y si aun en la casa no está relajado, entonces ¿dónde va a encontrar relajación? Así que en el momento que llega a casa, se saca sus armaduras...

         El ha sido valiente en el mercado, peleando continuamente -competencia, enemigos. Hay una guerra, una guerra continua en el mundo; todo el día pelea. Cuando regresa a casa está cansado de pelear, cansado de ser valiente -no puede ser valiente las veinticuatro horas. Recuérdalo, nadie puede ser valiente las veinticuatro horas; pero sí puedes estar las veinticuatro horas consciente. A excepción de eso, todo se mueve con su opuesto.

         Llegas a casa, estás cansado, quieres descansar; ahora no puedes pelear -has estado peleando todo el día. ¿Y qué ha estado haciendo esa esposa todo el día? Ella no tiene competencia, no tiene una guerra en proceso; ella está solamente en la casa, protegida; todo el día ha estado descansando. En cierto modo, todo el día no hubo motivo para que ella pudiera mostrar su valentía. Así que ella está cansada de ser una cobarde, sólo una esposa. Llegas a casa -y ella está lista ¡saltará sobre ti!

         Una vez ocurrió: Había un domador de leones, un hombre muy valiente. Pero él siempre tenía miedo a su minúscula esposa. Y cada vez que llegaba tarde habían problemas. Una noche con sus amigos, se olvidó completamente, bebió demasiado, y entonces a la media noche se dio cuenta, recordó que tenía una esposa y un hogar. Pero ir de regreso a casa ahora es muy difícil, así que ¿dónde esconderse? No encontrando ningún lugar -porque era un pequeño pueblo y si iba a cualquier hotel, la esposa vendría y lo encontraría- no encontrando ningún lugar abierto, se fue a la jaula de los leones donde era un domador en el zoológico. Tenía la llave, abrió la jaula: ¡Seis leones enormes, feroces en la jaula! Durmió -usó el lomo de un león como almohada.

         Su esposa lo buscó por todo el pueblo. Temprano en la mañana, sin haberlo encontrado en ninguna parte, fue al sitio donde él trabajaba como domador. Estaba durmiendo, profundamente dormido y roncando. Introdujo su paraguas y tocó al hombre dentro de la jaula y dijo: "¡Cobarde! ¡Sal afuera y te enseñaré!".

         Esto tiene que suceder: si escoges un extremo, el otro te seguirá. Puedes ser un hombre valiente en alguna parte, serás cobarde en alguna otra. Tiene que ser así, porque la cobardía será una relajación. Así que por eso es que digo que por pura necesidad un hombre tiene que ser dominado. Sólo hay una manera en la que un esposo no es dominado: si funciona como una esposa en la casa y si la esposa va afuera a trabajar. Entonces él no es dominado, porque entonces él ya no es más un esposo -realmente él es la esposa y la esposa es el esposo.

         Todo extremo esconde en sí mismo al otro, y tienes que mostrarlo de alguna forma. De otro modo será demasiada carga, será imposible vivir bajo ella. Solamente la inteligencia, la consciencia -lo que los budistas han llamado prajnyan, un estado meditativo que es de equilibrio- están siempre relajadas.

         Un estado de consciencia es como un gato -aun cuando está durmiendo, está alerta. Tan solo un pequeño sonido en los alrededores y saltará fresco, alerta, despierto. Una mente que ha permanecido en el punto medio, equilibrada, aun si está dormida, permanece alerta. No hay relajación, porque la relajación no es necesaria -nunca ha estado tenso, nunca ha sido un hombre valiente ni ha sido un hombre cobarde. Ha entendido ambos extremos y ha ido más allá.

         El hombre vive en mentiras. Tiene que vivir así porque está tratando de no aceptar la totalidad de su ser, sólo una parte es aceptada. Entonces ¿qué hacer con la otra parte? Tiene que crear alguna mentira para esconderla.

 

         Tomás les dijo: "Si les digo una de las palabras que me dijo, agarrarán piedras y me las tirarán...".

 

         A la verdad siempre se le ha dado la bienvenida en esa forma. No es fácil expresar la verdad: quienquiera que la escuche se volverá tu enemigo, comenzarán a tirar piedras. Realmente no están contra ti, simplemente se están protegiendo a sí mismos, a sus mentiras: "... agarrarán piedras y me las tirarán...".

         Y luego dice algo muy hermoso: "... y brotará fuego de las piedras y los quemará totalmente".

         "Me tirarás piedras, tirarás piedras a la verdad -pero de las piedras brotará fuego y te quemará".

         Porque no puedes quemar a la verdad, no puedes crucificar a la verdad. Has crucificado a Jesús. Por eso es que dije ayer que cuando Jesús fue crucificado por los judíos, el no fue crucificado -ellos mismos se han crucificado. Y el fuego ha estado ardiendo desde entonces, y evitan y escapan del fuego -pero los sigue. Puedes tirar piedras, pero la verdad nunca es dañada.

         En el momento en que tires piedras a la verdad, tú serás herido finalmente, tú arderás; un fuego brotará de tus propias piedras. Y ésta es toda la historia de los judíos: por veinte siglos continuamente han estado ardiendo. Y no estoy diciendo que aquellos que los han estado torturando estén correctos. ¡No! No soy un seguidor de Hitler, ni de otros que han estado quemando y destruyendo judíos; no, no están actuando correctamente. Los judíos al llevar su herida internamente, crean a sus hitlers. Esto parecerá muy, muy difícil de entender.

         Un hombre que se siente culpable va buscando a alguien que lo castigue. Cuando nadie lo castiga siente que es más difícil vivir; cuando alguien lo castiga, se siente con tranquilidad. ¿Has visto a los niños? Si tú no los castigas, ellos mismos se castigarán; se darán una bofetada en su propia cara -esto los relaja. Han hecho algo errado y buscan que ya sea el padre o la madre o alguien, llegue a saberlo. Si llegan a saberlo podrán castigarlo y el niño estará tranquilo, porque ahora ha sido castigado. ¡Asunto acabado! La deuda está pagada; hizo algo errado y ya está castigado. Pero si nadie lo llega a saber, entonces está en problemas: algo permanece incompleto. Se irá a una esquina y se dará una bofetada en su propia cara. Ahora está tranquilo.

         Esto es lo que está sucediendo a la gente que practica el ascetismo: han hecho algo errado -sea errado o no, ese no es el asunto; ellos creen que han hecho algo errado- entonces van castigándose a sí mismos. Tú piensas que están yendo en un profundo tapascharya, ascetismo, que son grandes santos. Simplemente son gente que se siente culpable y está castigándose a sí misma. Pueden ayunar, pueden golpearse el pecho; pueden incluso quemarse vivos, pero simplemente son niños que se sienten culpables, inmaduros, y están castigándose a sí mismos; han hecho algo errado y quieren crear el equilibrio. Quieren decirle a Dios: "Me he castigado a mí mismo suficientemente, ahora no necesitas castigarme". Esto es lo que han estado haciendo los judíos. Esto es una de las complejidades más profundas de la mente humana.

         Los judíos siempre están en busca de sus Adolfos Hitlers, de alguien que los pueda matar -entonces se sienten tranquilos. Cuando nadie se preocupa de ellos, entonces se sienten intranquilos, el sentimiento de culpa los sigue. Cuando tiras piedras a la verdad esto tiene que suceder, y aun después de veinte siglos de sufrimientos los judíos no han confesado que cometieron un error; ¡no! Jesús permanece sin ser aceptado, van comportándose como si Jesús nunca hubiera existido; Jesús aún no es parte de ellos. Y les digo que a menos que rediman a Jesús, permanecerán en problemas. Y los problemas no son creados por los demás -ellos los buscan. Son gente que se siente culpable, y su sentimiento de culpa es muy grande.

         Crucificar a un Buda, crucificar a un Jesús, crucificar a un Krishna, -¿puedes concebir algo con más culpa? Jesús, quien debió haber sido seguido y venerado, Jesús quien debió haber sido seguido y vivido... hiciste justo lo opuesto. Jesús que debió haberse vuelto tu vida, tu misma vida, tu corazón palpitante -has hecho justo lo opuesto: ¡lo mataste! En vez de hacerlo tu vida, destruiste su vida. Esta herida seguirá a los judíos, es difícil deshacerse de ella -a menos que rediman a Jesús.

         Los hindúes son mejores. Por eso es que están cargados de menos culpa: nunca mataron a Buda. Buda era más peligroso que Jesús: él sacó de raíces todo el hinduismo, Jesús ha dicho: "No he venido a destruir la tradición sino a cumplirla". ¡Jamás Buda! -él dijo directamente: "He venido a extirpar toda la tradición. ¡Todos los vedas son basuras!". Pero los hindúes nunca lo mataron, por eso es que los hindúes pudieron vivir sin sentir culpa. No sólo que no lo mataron -son gente muy prudente y astuta- lo hicieron un avatar. Lo aceptaron -sólo que se había salido del camino, pero nada de qué preocuparse mucho. Lo aceptaron dentro de la tradición. Dijeron: "El es nuestro décimo avatar", fabricaron una historia en torno a él -por eso es que digo que es gente muy prudente y astuta.

         Ninguna otra raza es tan astuta, tiene que ser así, porque son los más antiguos, los más sabios. La experiencia les ha enseñado mucho: que si crucificas a un Buda nunca estarás libre de él porque te seguirá, te rondará como un fantasma, así que no lo crucifiques -ignóralo. Pero aun si lo ignoras, algo en ti mirará hacia atrás una y otra vez. El hombre está ahí, así que mejor acéptalo -¡y acéptalo en tal manera que lo rechaces! Esto es prudencia.

         Fabricaron una historia: que Dios creó el infierno y el cielo, pero que nadie por millones de años había llegado al infierno, porque nadie estaba pecando. Todo el mundo era religioso, virtuoso, todo el mundo estaba yendo al cielo. Entonces el demonio fue donde Dios y le dijo: "¿Por qué, para qué has creado el infierno? Esto es inútil. Nadie viene y estoy cansado de esperar y esperar. Así que has algo -¡o sino ciérralo...!".

         Dios dijo: "Espera, enviaré un hombre, Gautama el Buda, al mundo. El confundirá a la gente. Y cuando la gente esté confundida se saldrá del camino, comenzará a entrar al infierno". Y desde entonces el infierno está completamente lleno. Pero aceptaron a Buda como un avatar enviado por Dios -y lo rechazaron de una manera muy sutil. Nunca se han sentido culpables.

         Pero los judíos permanecieron culpables; la herida continúa, y aún no lo están redimiendo. Deberían redimirlo -el día en que rediman a Jesús... él fue judío: nació como judío, vivió como judío y murió como judío; nunca fue cristiano -pueden redimirlo. Y ningún otro judío ha llegado a ese calibre. Han nacido muchos grandes judíos, aun en este siglo. Los más grandes de este siglo han sido judíos -los judíos son gente con mucho potencial: Freud era judío, Marx era judío, Einstein era judío- los tres más grandes que han creado todo este siglo -¡pero ni punto de comparación con Jesús! Han rechazado al más grande de los judíos. Una vez que lo rediman estarán tranquilos, su herida sanará. Estarán sanos e integrados, entonces no habrá necesidad de Adolfo Hitler.

         Ellos crean a sus... y cuando te digo esto, tú también recuerda: cada vez que te sientes culpable creas al que te castiga. Buscas castigo porque el castigo te librará de culpa, entonces podrás descansar. No te sientas culpable, porque sino buscarás castigo.

         Disfruta la vida en su totalidad, de otro modo te sentirás culpable. Acepta la vida tal como es, y estate agradecido de lo que es, ten una profunda gratitud -eso es lo que hace a un hombre religioso. Y una vez que aceptas el todo, te vuelves un todo; todas las divisiones desaparecen, un profundo silencio asciende en ti... estás lleno de lo desconocido; porque cuando eres un todo lo desconocido toca a tu puerta.

 

Capítulo 13

 

 

El es un Secreto Abierto

 

2 de Setiembre de 1974

 

 

 DECIMO TERCER VERSÍCULO...

PRIVATE

 

Jesús dijo:

"Si aquellos que los guían dicen:

'Vean, el reino está en el cielo',

entonces las aves del cielo los precederán".

 

"Si les dicen:

'Está en el mar',

entonces los peces los precederán".

 

"Pero el reino está dentro de ti

y está fuera de ti".

 

"Si se conocen a sí mismos,

entonces serán conocidos

y conocerán

que son los hijos del padre viviente".

 

"Pero si no se conocen a sí mismos,

entonces están en pobreza

y son pobreza".

 

 

         El reino de Dios ha sido predicado como si siempre estuviera en alguna otra parte: en el tiempo, en el espacio, pero siempre en alguna otra parte -no aquí y ahora. ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Por qué el reino de Dios no está aquí y ahora? ¿Por qué en el futuro o por qué en alguna otra parte?

         Por la mente humana. La mente humana desaparece en el presente. Vive en el futuro, en la esperanza, en la promesa del futuro; se mueve a través del deseo. El deseo necesita tiempo, el deseo no puede existir si no hay tiempo. Si repentinamente llegas a un momento en que te das cuenta de que el tiempo ha desaparecido, y ahora ya no hay tiempo, ya no hay mañana, ¿qué sucederá con tu deseo? No se puede mover, desaparece con el tiempo.

         El tiempo básicamente no es un fenómeno físico, es psicológico. El tiempo no está fuera de ti, es el propio funcionamiento de tu mente lo que crea el tiempo. Un Jesús vive fuera del tiempo, tú vives en el tiempo. De ahí que todos los Budas -Jesús es un Buda, una persona iluminada- han estado enfatizando: "¡Estate sin deseo! Entonces de pronto las puertas del cielo se abren para ti". Pero para estar sin deseo tienes que estar en el aquí y en el ahora, porque entonces no hay puente para ir al futuro, para ir a ninguna parte -entonces no hay puente. El deseo es el puente.

         La mente necesita tiempo, la mente no puede existir sin el tiempo. Cuanto más tiempo tienes, la mente tiene más terreno para jugar, para tontear. Entonces puede crear muchos y muchos deseos y sueños y vivir en esos deseos y sueños. Los sacerdotes siempre han estado hablando como si el cielo estuviera en el futuro, porque sólo el futuro puede ser entendido por la mente, y sólo por ese futuro tú puedes ser explotado -y también te sientes tranquilo.

         Escuché que en una iglesia el sacerdote estaba alabando al reino de Dios y dijo: "¡Hay calles de oro y campos de esmeraldas!". Y lo alabó tanto como pudo; entonces preguntó e invitó: "¿Quiénes quisieran ir ahí?". Todos levantaron la mano excepto un anciano. El sacerdote no podía creerlo. ¿Por qué este anciano no levantó la mano? El debería ser el primero porque ya se está acercando a la muerte. Entonces condenó y pintó un cuadro del infierno, con toda su fealdad, tortura, dolor, sufrimiento y fuego. Otra vez retó: "Ahora, ¿quién quisiera ir al reino de Dios, al cielo?". Todos levantaron la mano -pero ese anciano estaba aún sentado sin levantar la mano. El sacerdote estaba extrañado. Le preguntó al anciano: "¿No me escucha? ¿Es usted sordo? ¿No quisiera ir al reino de Dios, al cielo?".

         El hombre dijo: "Eventualmente, sí. Pero en la forma en que lo está diciendo, pareciera que quiere llevar un cargamento en este mismo momento. Eventualmente sí, pero en este momento, ¡no!".

         Si te dicen: "El reino de Dios está aquí y ahora", no estás listo. Muchos son los deseos a ser satisfechos antes de que puedas ir; muchas cosas tienen que hacerse antes de que pienses en entrar al reino de Dios. Estás aún soñando y no estás listo para despertar, necesitas tiempo. Los sacerdotes te atraen, pero no un Buda, no un Jesús, porque Jesús habla en términos que no son de tiempo. El se vuelve un amigo que da intranquilidad. Vivir con Jesús es vivir en permanente incomodidad. El no te permite la comodidad de soñar, no te permite el tiempo, el futuro -él dice que no hay mañana.

         El mañana te ayuda de otra forma: tal como eres ahora, no te aceptas a ti mismo; sabes que no eres merecedor. Sabes, que tal como eres, aun tú mismo no te puedes aceptar -¿cómo te va a aceptar Dios? No, ¡es imposible! No lo puedes concebir. Te has condenado a ti mismo tanto, te sientes tan culpable que ¿cómo Dios te va a aceptar? Es imposible. En este momento, si el reino se abre, si la puerta te invita, no serás capaz de tener tanto coraje para entrar. Necesitas un poco más de tiempo para transformarte, necesitas un poco más de tiempo para ser bueno, necesitas un poco más de tiempo para ser un hombre santo. Necesitas un poco más de tiempo para hacer muchas cosas, para que tu ser se vuelva aceptable, de tal forma que aun Dios te pueda amar. Muchos deseos están presentes -necesitan tiempo. Y muchos "debería" están esperando -necesitan tiempo.

         Toda la moralidad del mundo -las formas difieren, pero la base esencial es la misma- te ha estado condenando: tú estás mal, algo se tiene que hacer, tienes que ser corregido, tienes que ser pulido, tienes que hacerte merecedor. Así que si alguien te dice: "La puerta está abierta en este momento", te sientes incómodo. Entonces no puedes entrar. Pero si dice: "Está en el futuro", entonces hay suficiente tiempo. Estás tranquilo, puedes trabajarlo, puedes pulirte a ti mismo. Puedes crear una imagen, un ideal, seguirás ese ideal... algún día u otro te volverás un santo. Y éste es el truco de la mente: si puedes posponer la mente permanece igual; para permanecer igual, la mente quiere posponer. Para no cambiar, son necesarios los ideales; para no dar al salto, es necesario tiempo para que puedas posponer.

         El posponer es la base de tu continuidad tal como eres. Si esta casa está en llamas no vas a posponer, simplemente saltarás afuera. Ni siquiera preguntarás: "¿Dónde está la puerta? ¿Dónde están las escaleras? ¿Por dónde ir?". No buscarás un profesor, un guía, simplemente saltarás afuera. En cualquier parte ¡estará la puerta! Donde sea que estés, desde ahí comienza el camino hacia afuera. Y no dirás: "¿Realmente merezco ser salvado? ¿Soy merecedor?". ¡No! Todas estas preguntas no surgirán.

         La filosofía es para momentos de lujo: puedes hacer preguntas y recibir respuestas y continuar posponiendo. Pero cuando hay peligro pones a un lado toda la filosofía. ¿Has observado que cada vez que estás en peligro pones tu mente a un lado? No piensas en absoluto, no hay suficiente tiempo para pensar -la casa está en llamas ¡saltas! Y cuando estés afuera, entonces puedes sentarte bajo un árbol y pensar de nuevo qué ocurrió. Pero en el momento cuando el peligro está presente, cuando la muerte está presente, el tiempo no existe. Simplemente tienes que actuar, no hay espacio para pensar; tienes que actuar, sólo la acción puede salvarte. El tiempo es posponer, y te gustaría posponer por millones de razones, una es: muchas cosas aún no satisfechas, no has saboreado este mundo. Has estado en este mundo millones de veces, lo has estado saboreando en millones de formas, pero aún permanece el hambre, la sed está presente. No es porque no haya habido suficiente tiempo... todo el pasado -y todo el pasado significa eternidad sin principio- desde la eternidad has estado aquí probando millones de formas, satisfaciendo millones de deseos, y aún permaneces con hambre y con sed. ¿Piensas que es necesario más tiempo? ¡Ya has tenido más que suficiente! No más tiempo, sino el entendimiento, la consciencia de que la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho.

         Cualquier cantidad de tiempo que se te dé, aun muchas eternidades, el deseo permanecerá insatisfecho. Es la propia naturaleza del deseo permanecer insatisfecho, surgirá una y otra vez, y cuanto más trates de satisfacerlo, más surgirá; simplemente estás alimentando el deseo cuando piensas que lo estás satisfaciendo. Entras al sexo, piensas que lo estás satisfaciendo -simplemente estás alimentando el deseo. Mañana regresará aun con más ambición, más lleno de lujuria, con más expectativas. Lo alimentas de nuevo, mañana tocará tu puerta otra vez, con más locura, con más esperanza -y cada día crecerá. Y conforme lo experimentas, te siente más y más hambriento. Lo estás alimentando, la satisfacción no está presente.

         Y esto es así con todos los deseos. Observa los deseos comunes, muy comunes: comes, el hambre desaparece, pero desaparece sólo para regresar de nuevo. ¿Puede desaparecer el hambre por siempre con la comida? ¿Hay alguna posibilidad de que sólo comiendo desaparezca el hambre por siempre? Tienes sed, tomas agua -¿piensas que la sed va a desaparecer por siempre? No, esa no es la naturaleza del deseo. Y estos son deseos comunes que puedes entender. Son repetitivos y cuanto más los repitas, más hipnotizado estás, porque la repetición es hipnosis: lo hiciste ayer, lo estás haciendo hoy día, lo esperas hacer mañana; estás repitiendo el deseo. Y cuanto más lo repitas, más entras en él.

         Por millones de vidas has estado deseando en tantas formas, y en la forma en que deseas, naces en esa forma particular. Y la satisfaces: un hombre que desea tener sexo con un perro nacerá como un perro; un hombre que es ambicioso como un cerdo nacerá como un cerdo, para que lo pueda satisfacer. Has nacido en toda forma posible porque has existido desde la eternidad -como un árbol, como un pájaro, como un animal... esto es lo que los hindúes llaman yonis. Ellos dicen que por millones de úteros has nacido; tu deseo ha tomado muchas formas, y por toda dimensión posible has probado.

         Nada ha sucedido hasta ahora, nada va a suceder jamás, porque la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho. Entendiendo esto... entonces el futuro no es necesario, entonces puedes permanecer en el aquí y el ahora. Y cuando el futuro desaparece, el deseo desaparece.

         Trata de entender desde otra dirección: has tratado en toda forma de transformarte a ti mismo -no recuerdas tus vidas pasadas, pero conoces esta vida- has hecho de todo para transformarte. ¿Te has transformado así sea un poquito? Aunque sea un poquito, digo: ¿te has transformado así sea un poquito? O simplemente permaneces siendo el mismo de antes -un poco pulido por aquí, un poco pulido por allá, un poco modificado aquí y allá - pero ¿hay realmente algún cambio? ¿Te ha sucedido alguna mutación? Y si no ha sucedido hasta ahora, ¿cuál es la razón para pensar que va a suceder en el futuro? Y si continúas viviendo en la misma forma que has vivido, posponiendo, entonces no va a suceder jamás. Porque posponer es un truco de la mente para no permitir que la transformación suceda.

         Este es el truco más profundo, y uno tiene que entenderlo. ¿Por qué pospones para mañana? Porque no lo quieres hacer ahora, en este momento. Realizas un juego lógico, dices: "En este momento es difícil, pero mañana será simple". Pero todo mañana viene como hoy día, y de nuevo cuando viene mañana será hoy día y dirás: "En este momento es difícil, ¡pero mañana lo haré!". Esta es la forma de la mente para sentirse tranquila -pero el mañana nunca llega.

         Posponer no es el camino de la transformación. Hasta ahora has estado posponiendo, has estado posponiendo una y otra vez. Cada momento has estado posponiendo, por eso es que has permanecido siendo el mismo. Si entiendes esto, la transformación es en este momento, porque no necesita esfuerzo, es un despertar. No es cuestión de modificar, no es cuestión de hacer algo con tu ser. Tal como eres, eres perfecto: tal como eres, eres divino; tal como eres, no te falta nada en absoluto -simplemente es necesario despertar. Simplemente sal de tus sueños y deja de dormir, sólo abre los ojos y ve el hecho, y el hecho transforma: de pronto, ¡ya no eres más el pasado!

         Cuando dejas el futuro, el pasado cae inmediatamente. Esta es una de las leyes más fundamentales de la vida: si puedes dejar el futuro, el pasado cae inmediatamente porque no puede permanecer ahí. Es como cuando haces un puente en un río: el puente necesita dos orillas para existir. Si una orilla desaparece, la otra orilla sola no puede soportar el puente -el puente cae, todo desaparece. El pasado y el futuro son las dos orillas, y entre estos dos has hecho un puente de deseos. Siempre estás yendo a alguna parte, siempre yendo a alguna parte. Si no llegas, entonces la mente dice: "¡Anda más rápido!".

         Por eso es que toda la tendencia moderna es por la velocidad, porque la mente dice: "No estás alcanzando porque la velocidad no es suficiente. La meta tan solo está ahí. Puedes verla, es mañana o pasado mañana a lo más; la meta está ahí, puedes verla en el horizonte. Tu velocidad no es suficiente. ¡Ve rápido, corre! Crea nuevos mecanismos para aumentar la velocidad -llegarás".

         Hemos llegado a la luna debido a esta lógica -y no hemos logrado ninguna meta. La velocidad continúa siendo más y más y más rápida; tarde o temprano estaremos alcanzando la velocidad de la luz; actualmente nos estamos moviendo con la velocidad del sonido. Mientras más velocidad, estarás más perdido, porque entonces será muy difícil regresar a casa. Ahora mismo, no puedes ir muy lejos; mientras más velocidad, es más difícil regresar a casa.

         Por eso es que el auto-conocimiento se ha vuelto casi imposible en esta época. Época de velocidad. Buda se realizó a sí mismo fácilmente, Jesús se realizó a sí mismo fácilmente, porque vivieron en la época de la no velocidad -simplemente caminaban. La carreta era la cosa más rápida posible, y puedes caminar más rápido que una carreta; caminaban sobre la tierra. Nosotros estamos volando en los cielos, hemos penetrado el espacio y cuanto más rápido vayamos más difícil será regresar a casa.

         Escuché que sucedió una vez: Dos mendigos encontraron una motocicleta en la calle -alguien se había olvidado de llevarse la llave- la motocicleta tenía acoplado un carrito a un lado; uno de los vagabundos saltó sobre la motocicleta y el otro en el carrito, y fueron a velocidad con destino al otro pueblo. Después de quince minutos el hombre que estaba manejando miró a su amigo. La cara de su amigo estaba completamente roja, como si se hubiera vuelto loco o como si estuviera muriendo. Entonces preguntó: "¿Qué te sucede?". El otro amigo dijo: "Baja la velocidad un poco, porque este carrito en el que estoy no tiene fondo, ¡y he estado corriendo todo el camino!".

         Esta cosa, deseo, no tiene fondo. Estás muriendo porque has estado corriendo todo el tiempo, y más rápido y más rápido y más rápido, y esta cosa no tiene fondo. El deseo no tiene fondo, por eso es que no puede ser satisfecho. Si tratas de llenar una vasija con agua y no tiene fondo ¿cuándo la podrás llenar? ¡Es imposible! ¿Por qué no puedes llenar esta vasija del deseo sin fondo? Nunca has mirado si es que tiene fondo o no -simplemente saltaste. Y has estado corriendo tan rápido, que no hay espacio para detenerse y mirar lo que está sucediendo.

         Todos los sacerdotes explotaron esto. Pero Jesús no es un sacerdote -no puedes encontrar un hombre más antisacerdote que Jesús. Un hombre verdaderamente religioso nunca es sacerdote, no puede serlo, porque el sacerdote está explotando tus debilidades. Y un hombre verdaderamente religioso, un Maestro, quiere hacerte más fuerte. Y un sacerdote es tan solo un hombre astuto que sabe cuál es tu debilidad. La debilidad es mirar hacia el futuro, posponer: en alguna forma, eventualmente, entrarás en el reino de Dios -pero en este momento no. Muchas otras cosas más importantes tienen que hacerse, muchos deseos más importantes tienen que ser satisfechos. Dios es siempre el último artículo de tu lista, y la lista es infinita. No va a tener ninguna posibilidad, y él es el último artículo.

         Ahora mira estas palabras de Jesús:

 

         "Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo' -no aquí, en alguna parte arriba en el cielo, en alguna parte muy lejos; el reino de Dios está en alguna parte distante, muy alejado- "entonces las aves del cielo los precederán". Ellas llegarán antes que tú, entonces estarás perdido. Jesús está bromeando, está diciendo: "Entonces no esperen, ¡los pájaros del cielo llegarán antes que ustedes!".

 

          "Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán". Entonces ellos llegarán antes que tú, tú lo perderás.

 

         ¿Sobre quién está hablando Jesús? El está hablando de los sacerdotes. Los sacerdotes son los enemigos de la religión, pero se han vuelto los gerentes. Ellos la manejan en todas partes, entonces no permiten que una persona como Jesús entre en sus templos.

         Hay una hermosa historia en la novela de Dostoevsky, Los Hermanos Karamazov. Después de mil ochocientos años, Jesús pensó: "Ahora debo ir y visitar la tierra de nuevo, porque mil ochocientos años de cristianismo... ahora la tierra debe estar lista para recibirme. Ahora no me rechazarán como lo hicieron antes, porque cuando fui entonces no había un solo cristiano. Fui un extraño. Ahora la mitad de la tierra es cristiana; millones de iglesias y sacerdotes continuamente predicando la palabra de Jesús. Ahora voy a ser recibido, bienvenido; todas las puertas se me abrirán. ¡Ahora es el momento!    No debería haber ido antes

-¡ese no era el momento apropiado!".

         Regresó de nuevo, por supuesto un domingo por la mañana, porque es difícil descubrir quién es un cristiano y quién no si llegas otro día de la semana. Es imposible, ¡todo el mundo es igual! Sólo en domingo puedes hacer la distinción de quién es un cristiano, porque la religión es un asunto dominical. No tiene nada que ver con la vida, es tan solo un ritual a realizarse, una formalidad a cumplirse -sin nada de corazón. Y llegó al pueblo donde había estado mil ochocientos años antes; Belén. Se paró en la plaza pública, un poco aprensivo porque la gente lo miraba y nadie lo reconocía, y entraban y salían de la iglesia. Y entonces unas cuantas personas lo rodearon y comenzaron a decirle: "Te pareces a Jesús -has hecho una buena actuación, ¡eres un buen actor!".

         Jesús dice: "No soy un actor. Soy el verdadero Jesús". Así que se comenzaron a reír y dijeron: "Si eres el verdadero Jesús entonces escapa antes de que el sacerdote salga; porque si no vas a entrar en problemas". Y unos pequeños palomillas comenzaron a tirar piedras, y la gente comenzó a reírse diciendo que el verdadero Jesús ha venido, ¡el rey de los judíos! Este es el hombre al que crucificaron -¡él ha resucitado!

         Y bromeaban y se reían, y Jesús lo sintió mucho... porque ésta era su gente; ya no eran los judíos, eran los cristianos; lo seguían, y aun ellos no podían reconocerlo. Pero esperó, tuvo la esperanza de que: "Por lo menos mi sacerdote me reconocerá. Estos pueden ser gente tonta, ignorante -pero mi sacerdote sabe".

         Entonces salió el sacerdote. La gente dejó de reírse, sólo como respeto al sacerdote. Hicieron espacio para él, la multitud permitió que entrara, se inclinaron con profundo respeto. Jesús reía en su corazón: "No se han inclinado ante mí, no me han dado ningún respeto, pero respetan al sacerdote. Por lo menos ese es un buen signo, porque es mi sacerdote. Por medio de él me reconocerán. A través de él, no directamente, porque están ciegos y no pueden ver".

         Entonces   el   sacerdote   lo   miró  y   le dijo: "¡Ven aquí tú rufián!  ¿Qué crees que estás haciendo?

-¡insultando a nuestro Dios!".

         Jesús le dijo: "¿No puedes reconocerme?".

         El sacerdote lo agarró del cuello y le dijo: "Te reconozco muy bien. Ven y sígueme". Lo llevó a la iglesia, y lo encerró en una celda. Jesús estaba muy extrañado: "¿Qué va a suceder? ¿Mi propia gente me va a volver a crucificar?".

         Y entonces en la noche el sacerdote regresó con una pequeña vela en su mano y abrió la cerradura de la puerta. Echó llave a la puerta desde adentro, se inclinó, tocó sus pies y dijo: "¡Te reconozco muy bien! Pero no en medio de la plaza pública, no delante de los feligreses, porque eres un antiguo agitador. De alguna manera hemos estado administrando todo muy bien, pero tú perturbarás. Ahora todo está fluido, el cristianismo se ha establecido: la mitad de la tierra se ha convertido, la otra mitad tarde o temprano se convertirá. Simplemente espera ahí, ¡No necesitas venir aquí! todo va tan bien -tú no pudiste convertir  ni  a  un  solo hombre cuando estuviste aquí, y nosotros nos las hemos arreglado tan bien-deberías estar agradecido con nosotros.

         Y nosotros podemos reconocerte cuando no hay nadie, no podemos reconocerte delante de los demás porque tú estás contra los sacerdotes, contra la iglesia, estás contra el sistema. Y si insistes, entonces tendremos que crucificarte de nuevo. Podremos venerarte cuando no estás presente porque eso no perturba a nadie. Todo está fluido, suave, moviéndose bien- ¡mira cómo nos las hemos arreglado! La mitad de la tierra se ha convertido, millones de iglesias y sacerdotes predicando tu palabra. Deberías estar satisfecho. Escapa de aquí inmediatamente, y no vuelvas a regresar. Cualquier cosa que quieras hacer, nosotros somos los agentes aquí, la puedes hacer por medio de nosotros. Directamente, no se te puede permitir que vayas entre las masas. ¡Eres peligroso!".

         Este sacerdote está diciendo una de las verdades básicas: que el sacerdote no puede ser religioso. El puede ser un sacerdote de Buda, pero está contra Buda. Trabaja para él -así parece; cita sus palabras -así parece. Pero si Buda regresa, él se interpondrá entre tú y Buda, no te permitirá, porque un Buda, un Jesús, es siempre rebelde. No son conformistas, pueden crear una revolución, no pueden crear un sistema.

 

         Cuando Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen" -él se está refiriendo a los sacerdotes- "'Vean, el reino está en el cielo,' entonces, les digo, las aves del cielo los precederán. Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán". Y los sacerdotes siempre dicen que está en algún otro lugar.

 

         En India sucedió... Porque la India es el país más antiguo de sacerdotes. En ninguna parte surgió un sacerdocio como en la India -se volvió una casta, los brahmins, ellos son los sacerdotes. Ellos mismos se aislaron totalmente de la sociedad, lo hicieron todo secretamente, su idioma no era permitido para los demás. Nadie más era educado, porque cuando la gente es educada y puede leer las escrituras, es difícil esconder la verdad  de ellos.    Sólo el sacerdote era  permitido  en  el altar  más  interno del conocimiento

-nadie más.

         Estos brahmins gobernaron este país por miles de años. Primero decían que Dios estaba en los Himalayas, porque los Himalayas eran inalcanzables. Pero poco a poco la gente comenzó a llegar a los Himalayas y encontraron que Dios no estaba ahí. Así que dijeron: "Estos no son los Himalayas sobre los que hablábamos, estos tan sólo son copias de los Himalayas reales que existen en el cielo. Esto es sólo un reflejo -no encontrarán a Dios en el reflejo. El Kailash real, el Himalaya real, está en el otro mundo". Después sus dioses se mudaron a los planetas, a la luna, al sol.

         Cuando el hombre por primera vez llegó a la luna, los hindúes estuvieron muy perturbados, los jainas estuvieron muy perturbados. El Occidente no sabe cuán perturbados estuvieron, porque el Occidente no sabe cuánto se había invertido en la luna. En la India hubo mucha perturbación.

         Hay un sacerdote, uno muy erudito, que ha estado tratando de demostrar que todo el asunto, el viaje del hombre a la luna, fue falso. ¿Por qué? Un acto tan simple, ¡ha ocurrido! ¿Por qué lo está negando? El ha hecho un gran instituto. Muchos han donado centenas de miles de rupias al instituto para demostrar que esto es puro mito, que el hombre haya alcanzado la luna, nadie ha llegado a la luna. ¿Por qué? Porque tienen demasiadas inversiones en eso. Si el hombre ha llegado a la luna y el Dios no está ahí, entonces de nuevo cambia su residencia a alguna otra parte. Y estos científicos van a llegar a todas partes.    Ahora  no  vas a poder permitir que Dios  permanezca en  alguna parte por un período más largo

-dondequiera que digas que Dios está, el hombre va a llegar ahí. El cielo era inalcanzable, el mar era inalcanzable. Hay religiones primitivas que dicen que Dios vive en el mar, bajo el mar, y hay religiones que dicen que Dios vive en el cielo. Pero una cosa es cierta para el sacerdote: que Dios no vive aquí, porque si vive aquí, entonces es muy difícil -entonces ¿qué necesidad hay de los sacerdotes?

         El sacerdote es necesario como un agente intermediario. El es un agente, un intermediario. Si Dios existe aquí, entonces lo puedes contactar directamente -¿por qué es necesario el sacerdote? El sacerdote es necesario porque Dios está tan lejos que su voz no puede penetrarte directamente. El da su mensaje al sacerdote, entonces el sacerdote lo interpreta para ti. Y, a través de esta interpretación, él se vuele poderoso: él sabe las claves, tú eres ignorante; él te guiará, él es el maestro, el gurú -ustedes tienen que ser sus seguidores.

         La profesión más astuta sobre la tierra es la del sacerdote. ¿Por qué la más astuta? Porque está explotando a un corazón muy inocente. A un hombre que está buscando a Dios, a un hombre que está buscando la pureza, a un hombre que está buscando la verdad -a ese hombre lo está explotando. Si explotas a un hombre que está buscando dinero, no hay mucha diferencia entre tú y ese hombre, porque él también estaba buscando dinero; no hay mucha diferencia. Pero si explotas a un hombre que estaba buscando la verdad, esto es astucia -la cosa más astuta posible, la cosa más malvada posible. Los sacerdotes deberían pensar, decir y demostrar si son realmente los representantes de Dios o no. Si son representantes de algo, son representantes del demonio. Pero han capturado, se han vuelto los administradores.

 

         Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo,' no los escuches, de otro modo perderás ese reino por siempre y siempre".

 

         "Pero el reino está dentro de ti" -no está en ninguna otra parte, está exactamente donde estás en este momento- "y está fuera de ti". Está dentro de ti y está fuera de ti. Está dentro de ti como un centro, está fuera de ti como una circunferencia.

         ¿Qué está diciendo Jesús? Porque sumando afuera más adentro está todo el mundo, adentro más afuera es todo el universo, nada es omitido; Jesús está diciendo: "Dios es el universo, toda esta existencia. Tal como es, es divina. Dios se ha disuelto a sí mismo en su creación". No es como un pintor que pinta y luego permanece separado. Es como un bailarín que baila y se vuelve uno con el baile -no puedes separar al bailarín del baile. Puedes separar a un pintor de su pintura, puedes separar a un poeta de su poesía, pero no puedes separar a un bailarín de su baile. Por eso es que los hindúes llaman a Shiva Nataraj, el más grande bailarín: porque no hay separación, él está en el baile.

         Si puedes entender el baile, has entendido al bailarín; si puedes agarrar el baile, puedes agarrar al bailarín. Si puedes amar a este mundo, lo has amado a él. Si penetras aun en una flor, lo encontrarás a él. El está escondido ahí -y no está escondido porque está tratando de esconderse; está escondido porque tú no estás abierto. De otro modo él es un secreto abierto. El está en todas partes, en todo el rededor, dentro y fuera. El reino está dentro de ti, está fuera de ti.

 

         "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente. Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

 

         ¡Escucha! ¡El reino está dentro de ti! Entonces todos los templos se vuelven inútiles, porque tú eres el templo. ¡Entonces tú eres la iglesia! Entonces el Vaticano se vuelve inútil, entonces Roma es tan sólo una carga. Entonces no hay necesidad de una Meca ni de una Medina, no hay necesidad de una Girnar ni de una Kashi. ¡Tú eres el templo, el templo viviente de Dios! El está dentro de ti. Entonces ¿cuál es la necesidad de un sacerdote o de un intermediario? Entonces toda la profesión pierde sentido.

         Dios existe en ti tal como eres. Siempre ha estado existiendo en ti tal como eres.

         Alguien le dijo a Rinzai: "A mí me gustaría ser un Buda, ¿qué hacer?". Rinzai dijo: "Si buscas errarás -porque tú ya eres el Buda".

         Es absurdo que el Buda esté buscando, ¡que el Buda esté haciendo el esfuerzo de volverse un Buda! No puedes encontrar a Dios porque él no está en alguna otra parte, él está dentro de ti. Y ahí nunca miras porque todos los sacerdotes dicen; "¡Mira! Allá en el cielo, muy lejos, existe Dios. El camino es largo; el sacerdote será necesario para ayudarte".

         Jesús corta la propia base de todas las iglesias, templos, sacerdotes, intermediarios. El dice: "El está dentro de ti". Pero Jesús también dice algo muy hermoso que es raro, él también dice: "y él está fuera de ti".

         Hay tres tipos de religiones: una que dice: "Dios está afuera". Los hindúes, los mahometanos, su insistencia es en que Dios está afuera. Después hay otro tipo de religión que dice: "Dios está adentro". Jainismo, budismo, ellas dicen que tú eres el Dios, pero nunca dicen que Dios está afuera, no. Jesús dice: "Dios está adentro y afuera". Esa es la síntesis más grande, la más alta síntesis posible. El no está escogiendo un extremo.

         Un extremo es: Dios está afuera. Por eso es que los mahometanos están muy en contra si dices: "Yo soy Dios". Te matarán porque ésta es una de las afirmaciones más diabólicas; es kufra, blasfemia. De ahí que mataran a Mansoor, porque en su éxtasis bailó y afirmó, "Ana'l Haq, Aham Brahmasmi, yo soy el Dios". Esto es una blasfemia para un mahometano, no puede tolerarlo, porque Dios está afuera. A lo más puedes llegar más cerca y más cerca a él, pero nunca puedes llegar a ser él. ¿Cómo una criatura puede llegar a ser el creador? Una criatura permanece una criatura y el creador permanece el creador. Así que piensan que es irrespetuoso si afirmas que: "Yo soy Dios". Eso quiere decir que una criatura, un esclavo, una cosa creada, está afirmando: "Yo soy el creador" -esto es blasfemia, es irreligioso para ellos.

         Luego contra este polo está el jainismo. Ellos dicen que Dios está adentro; que tu alma es el Dios supremo y no hay otro Dios. Se han ido al otro extremo, así que no veneran a ningún Dios; la veneración ha perdido todo significado para ellos, no pueden orar. ¿A quién orar? -y la oración es una cosa tan hermosa. Ha perdido todo sentido.

         Mira a un mahometano en oración, es hermoso. Puede orar porque Dios está ahí. No hay nada como un mahometano orando. Si quieres ver, ve a un mahometano orando: se ve tan inocente, tan completamente rendido, pero él es peligroso. Si afirmas que tú eres Dios, te matará, el mismo hombre que estaba orando. Los jainas no pueden orar, no pueden venerar, la dimensión de la oración y de la veneración simplemente ha desaparecido. Sólo pueden meditar. La meditación es permitida porque el Dios está adentro; sólo tienes que cerrar tus ojos y meditar.

         Jesús llega al pico de la síntesis. Aquí él afirma una de las verdades más grandes: que Dios está adentro y afuera. La oración también es posible, la meditación también es posible; puedes cantar en éxtasis sobre lo de afuera, puedes estar en éxtasis, en silencio, sobre lo de adentro -él está en todas partes. No hay necesidad de dejar la oración, no hay necesidad de dejar la meditación. En la tradición mahometana no hay nada parecido a la meditación, no puede existir; sólo la oración es posible. En el jainismo no existe nada como la oración, sólo meditación existe. Ambos se han ido a los extremos.

         Jesús permanece equilibrado. El dice: "Dios, el reino de Dios está dentro de ti y está fuera de ti".

 

         "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

 

         Esta es la síntesis. Si te conoces a ti mismo, los jainas dirían, has conocido todo. ¡Asunto terminado! No hay más a dónde ir. Los mahometanos no pueden decir que tú puedes conocerte a ti mismo; pueden decir que puedes conocer a Dios y llenarte de su gracia. No hay posibilidad de auto-conocimiento, porque el auto-conocimiento te hará un Dios. Sólo Dios se conoce a sí mismo, no una criatura. El puede conocer a Dios, eso es todo. El puede existir en su gloria, puede llenarse con su gracia, con su luz; puede permitirse a sí mismo ir y flotar con la fuerza divina, pero no es posible el auto-conocimiento. Los jainas dicen que sólo es posible el auto-conocimiento; si te has conocido a ti mismo, has conocido todo lo que hay que conocer, nada falta. Pero Jesús dice: "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

         Esto es muy sutil. ¿Qué quiere decir cuando dice: "...entonces serán conocidos"? Si te conoces a ti mismo toda la existencia te conocerá; en tu conocimiento, toda la existencia te mirará. No sólo tú estarás mirando la existencia, toda la existencia responderá, porque Dios está adentro y afuera.

         Porque cuando alguien llega a conocerse a sí mismo, no es solamente auto-conocimiento -toda la existencia te conoce a ti. En tu auto-conocimiento tú eres conocido. Dios te mira a ti desde cada flor, desde cada hoja, desde cada roca -tú no sientes que estás solo en tu auto-conocimiento. Realmente, hasta que te conozcas a ti mismo estarás solo. Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te conoce. Tu conocimiento no es un acto solitario, no es una cosa sola, es una sinfonía. Cuando te conoces todo lo demás te conoce; cuando te reconoces a ti mismo, todo lo demás te reconoce -este árbol será diferente, esta roca será diferente, incluso un pájaro reaccionará en forma diferente. ¿Por qué? porque lo mismo existe... una sola consciencia existe adentro y afuera.

         Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te reconoce y celebra. Y así debería ser, porque eres parte de la existencia. Toda la existencia debe celebrar tu conocimiento último, porque una parte se ha vuelto un conocedor, una parte se ha vuelto un Buda, una parte se ha vuelto un Cristo; por medio de esa parte, toda la existencia ha alcanzado un pico, un crescendo. Toda la existencia estará feliz, toda la existencia florecerá y florecerá en una manera diferente. Serás reconocido ¡serás conocido!

         No estarás solo en tu auto-conocimiento -va a ser una celebración del todo. Esta es la cosa más bella que Jesús afirmó: una celebración de la existencia con tu auto-conocimiento; y el todo bienaventurado porque una parte ha florecido, ha llegado a su plenitud.

 

         "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

 

         Hay una tendencia profunda a ser conocido, más profunda que para el auto-conocimiento. Tú quieres ser conocido, hay un profundo deseo de que todo el mundo te conozca. Puedes estar actuando en una dirección errada, puedes estar tratando de obtener la atención de la gente por medios errados, pero en lo profundo el deseo tiene una semilla, una semilla muy significativa. Dice que no serás satisfecho a menos que toda la existencia te reconozca, que esté feliz contigo.

         Tienes una necesidad de amar, y tienes una necesidad de ser amado. Tienes una necesidad de conocerte a ti mismo, y tienes una necesidad de ser conocido. Una respuesta es necesaria, sino toda la existencia está muerta; sino sólo tú has llegado a saber, y toda la existencia permanece en silencio como si nada hubiese sucedido. Un hombre ha llegado a ser un Cristo y toda la existencia permanece inconsciente, sin prestar atención, sin importarle en absoluto, no feliz en ninguna forma, como si nada hubiera sucedido. ¿Cómo puede ser esto así? Toda la existencia debe reconocer, porque nosotros no somos extraños a esta existencia. Esta existencia es una familia, esta existencia existe como un fenómeno inter-relacionado. Uno se ha iluminado, su luz llena todos los corazones, sabiéndolo o no, en todas partes habrá regocijo, celebración.

         Por eso es que Jesús dice:

 

         "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente".

 

         ¿Qué es lo que han estado diciendo los cristianos? Justamente lo opuesto. Ellos dicen: "Jesucristo es el único hijo de Dios". Todo su dogma gira en torno a esto "el único", porque si todos son hijos, entonces ¿qué es lo especial en Jesús? Entonces ¿en qué forma es único? Entonces ¿por qué debe ser venerado? Sólo para hacer especial a Jesús, y se han olvidado de que están yendo contra Jesús.

 

         Jesús dice: "...y conocerán que son los hijos del padre viviente".

 

         Dos cosas -una: todo lo que existe en este universo es hijo del todo, tiene que ser así. Naces en él, a través de él. Toda la existencia ha estado engendrándote -o aun sería mejor si pudiéramos decir que has estado en el útero. Habría sido mejor usar la palabra "madre" que "padre", pero era difícil porque los judíos han permanecido rindiendo culto al chauvinismo masculino. Era difícil decir "madre".

         Hay países y razas que rinden culto al chauvinismo masculino: los alemanes llaman a su país "el padre patria" -el único país conocido como el "padre patria"; todos los países se llaman a sí mismos "la madre patria". Estos alemanes son gente peligrosa -¿por qué "padre patria"? El hombre y su ego. ¿Por qué Dios debe ser el padre? ¿Por qué Dios no puede ser la madre? ¿Por qué él tiene que ser "él" y no "ella"? La madre parece ser más pertinente, porque el padre no interviene mucho en la creación del hijo. A lo más, él tan sólo desencadena el asunto, nada más. Y un padre es descartable. Aun una inyección común puede hacerlo; el trabajo del padre puede ser hecho por una jeringa, él es descartable. Toda la creación llega a través de la madre: ella lleva al niño por nueve meses; su sangre, todo su ser alimenta al niño. Tú existes en el universo como si existieras en un útero.

         Hay gente que ha usado la palabra "madre" para Dios. Ellos están más correctos, pero sólo "más correctos" -absolutamente correctos es imposible, porque entonces Dios tendría que ser ambos, padre y madre. No puede ser masculino, no puede ser femenino, porque ninguno puede desencadenar el asunto por sí mismo. El es ambos: ardhanarishwar, mitad hombre, mitad mujer; él es ambos: él y ella.

         Pero eso depende. Cuando Jesús estaba presente, habría sido muy difícil para él decir: "Dios la madre", porque nadie hubiera entendido. Su audiencia era judía, y ellos creían en un Dios padre muy feroz, muy vengativo -vas contra él y él se vengará. Una madre nunca puede ser vengativa, ella siempre perdona, ella siempre entiende. Una madre nunca insiste en que la obedezcan; un padre insiste en ser obedecido. Los diez mandamientos no pueden provenir de una madre, pueden provenir sólo de un padre. Mandamientos -la propia palabra es horrible, como si fuera un general y como si la existencia fuera algo como un campamento militar -¡mandamientos! Y si desobedeces es a tu propio riesgo y responsabilidad.

         Jesús usó el lenguaje corriente pero sé que él habría preferido "madre". La madre es más que el padre. La madre existe en el centro, el padre en la periferia -pero Dios es ambos. Recuerda esto: yo también uso la palabra "él" para Dios, pero recuérdalo siempre, cada vez que uso "él" es sólo por facilidad, él es ambos: él y ella.

 

         Y "...son los hijos del padre viviente".

 

         Todo el mundo es un hijo. Esto no es como los lógicos, los sociólogos y los psicólogos piensan -esto no es antropomorfismo. Se ve, parece que al pensar en Dios como el padre y la madre, y al pensar sobre uno mismo como el hijo, estás proyectando las relaciones humanas a lo cósmico, estás haciendo de todo el fenómeno cósmico un asunto familiar; estás pensando en términos humanos. Esto es una condena.

         Los sociólogos y psicólogos, quienes dicen que esto es antropocentrismo -el hombre piensa en sí mismo como si fuera el centro y proyecta sus propios términos, sentimientos sobre todo -cada vez que dicen que esto es antropocéntrico, están diciendo que esto está errado. Pero ellos no lo han entendido: parece antropocéntrico, tiene que parecerlo, porque cualquier cosa que diga el hombre tiene que ser humana. Aun una verdad objetiva tiene que estar teñida por la persona que la firma. Aun la objetividad no puede estar sin lo subjetivo; lo subjetivo va y la cubre.

         Aun las verdades científicas no son objetivas: el hombre que las descubrió ha entrado en ellas. No hay posibilidad de entrar a la verdad objetiva, porque el que llega a conocer casi siempre le dará un color. Todo el conocimiento es personal, y cada vez que el hombre dice algo, porque el hombre lo dice, va a ser humano. Y no hay necesidad de ser apologético al respecto -es hermoso.

         Cuando Jesús dice que todos nosotros somos hijos de Dios, esto es tan solo un símbolo, una comparación. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que entre el creador y lo creado la relación no es mecánica, es orgánica. La relación no es como la de un mecánico creando una máquina -él no es el padre porque permanece afuera, desvinculado. Este es el significado: Dios no puede estar desvinculado de ti. El es tal como tu padre, unido a ti, moviéndose a través tuyo, trabajando a través tuyo, cuidándote, amándote, buscándote, en toda forma creando un mundo bienaventurado a tu alrededor para que puedas llegar a la plenitud.

         Cuando Jesús dice: "Dios es el padre", él quiere decir todas estas cosas: que el universo cuida de ti, que te ayuda. No sólo tú estas buscando a Dios, Dios te está buscando. El universo no está muerto y separado, responde con un corazón amoroso. Si tú lloras, él llora contigo. Si ríes, ríe contigo. Si estás en dolor, la existencia siente el dolor. Si estás feliz, toda la existencia se siente feliz contigo. Entre tú y la existencia hay una profunda relación. Este es el énfasis: la relación de un padre a un hijo.

         Incluso si el padre muere, espera vivir a través del hijo; él estará en alguna parte en el hijo, el hijo se ha vuelto una nueva versión del padre. Este es el significado: El hijo es sólo un renacimiento del padre. Por eso es que Jesús dice una y otra vez: "Yo y mi padre somos uno". El quiere decir que el hijo representa al padre -él es el padre. Ellos están conectados; no son dos, son uno y la relación es orgánica. Y no necesitas sentirte solo.

         Ahora todo el mundo se siente en soledad. Todo el mundo se siente como un extraño, y todo el mundo se siente en dificultad. Y la gente viene hacia mí y me pregunta: "¿Cómo relacionarse?". ¿Qué ha sucedido? Esta es una pregunta muy nueva -nunca antes nadie preguntaba: "¿Cómo relacionarse?". Ahora todo el mundo pregunta: "¿Cómo relacionarse?". Las relaciones humanas han llegado a ser muy difíciles. Es una consecuencia lógica: si no te puedes relacionar con el todo, no puedes relacionarte con nadie; si puedes relacionarte con el todo, entonces puedes relacionarte con cualquiera. No puedes relacionarte con tu padre -imposible- si no puedes relacionarte con el universo, porque eso es la fuente de todo. La religión ha desaparecido, las relaciones humanas han desaparecido.

         El país que se haya vuelto irreligioso siempre sentirá dificultades en las relaciones. No puedes relacionarte  con  tu  esposa,  con tu hermano,  con tu hermana,  con tu hijo,  con tu padre,  con  tu  madre

-¡imposible! La relación es imposible porque la base de toda relación ha desaparecido. Tú has negado, has dicho: "Dios ya no está más, Dios está muerto". Entonces todo el universo se vuelve un extraño, y tú te sientes extraño, te sientes cortado, desvinculado; entonces no tienes raíces en él, y el universo no cuida de ti.

          El universo de un científico y el universo de un hombre religioso como Jesús son totalmente diferentes. El universo para el científico es tan sólo accidental: no existe relación entre tú y el universo; no cuida, no se preocupa de ti. Eres tan sólo accidental; si no estuvieras presente, la existencia no sentiría ni un poquito tu ausencia; si estás presente, tu presencia no es conocida por el universo. Si desapareces, el universo no va a derramar lágrimas por ti.

         El universo del científico está muerto. Cada vez que dices "Dios está muerto", el universo está muerto. Y vives en un universo muerto, ¿cómo puedes relacionarte? -entonces vives entre cosas. Todo será accidental, arbitrario. Tienes que hacer ciertos arreglos, pero no hay una unidad orgánica. Tú existes solo, y entonces llevas toda la carga. Es como un pequeño perdido... estaba de la mano de su padre, ahora ha perdido esa mano y llora y grita -y nadie lo escucha.

         Tal como ésta es la situación del hombre: un niño estaba agarrado de la mano de su padre, ahora está perdido en el bosque. Con la mano de su padre en su mano, caminaba como un emperador, sin miedo. No había miedo porque el padre estaba presente, es su responsabilidad; él no era responsable por nada. Lo que sea necesario será hecho, no tenía que preocuparse por sí mismo. Caminaba, miraba las mariposas, a las flores, al cielo, disfrutaba de todo. La vida era bienaventurada. De pronto se da cuenta de que la mano no está ahí -ha perdido al padre. Ahora no hay mariposas, no hay flores. Todo se ha vuelto como una piedra, muerto, y todo es extraño, de otra parte, hostil. Ahora desde toda sombra de todo árbol hay peligro a su alrededor; tiene miedo a la muerte. De cada esquina, en cualquier momento la muerte saltará y lo matará.

         Sólo un momento antes todo estaba vivo, amigable, había una sintonía entre el niño y todo el universo. ¿Por qué? Porque la mano del padre estaba ahí. A través del padre el universo era amigable; era una relación. El padre desapareció, ahora la relación ha desaparecido. Ahora está gritando, ahora está llorando, ahora está en una profunda ansiedad y angustia. Esta es la situación del hombre moderno, porque te has vuelto incapaz de ver al universo como la madre y el padre. ¡Con razón que todo el mundo está neurótico! Este niño se volverá neurótico, este niño se volverá anormal. Este niño siempre llevará una herida en su pecho, y esa herida perturbará todas sus relaciones. Ahora no puede sentirse en casa en ninguna parte.

         Mira tu mano. ¿No puedes sentir una mano cósmica en ella? Entonces estarás en dificultad. Esto es lo que Jesús dice: "Dios es el padre. Todo este universo cuida de ti". Sino ¿para qué estás aquí? ¿Para qué se te permite existir? Todo este universo cuida de ti. Te ha traído hasta este punto de consciencia, quiere llevarte hasta el último pico, hasta el pico final de la iluminación, te ayuda en toda forma. Aun si sales del camino te seguirá. Siente la mano en tu mano y de pronto toda la perspectiva cambia.

         Y Jesús dice: "Cada uno es el hijo" -no sólo Jesús. Pero el cristianismo no puede existir si cada uno es el hijo; entonces no hay nada único en Jesús. Esta actitud es falsa. Cada uno es el hijo, y aun así Jesús es único, porque él lo ha logrado y tú aún estás en búsqueda.

         El ser único no está en la naturaleza del ser, el ser único está en haberlo realizado. Jesús lo sabe y tú no lo sabes. Los hindúes siempre han dicho que la diferencia entre uno que está iluminado y uno que es ignorante, no está en el ser sino en su realización. Es como si alguien estuviera durmiendo y tú estás despierto: el ser es el mismo, pero uno que está dormido sueña; tú no estás soñando. Sacúdelo, despiértalo, y él estará tan despierto como tú -los sueños desaparecen. Sólo una sacudida es necesaria. Jesús está despierto y tú estás profundamente dormido, esa es la diferencia. En eso es único, pero no en el ser. El mismo dice: "Son los hijos del padre viviente".

         Lo segundo que enfatiza es en "el padre viviente", porque normalmente un padre va a morir. La parte física del padre morirá, pero el todo cósmico siempre está vivo, nunca muere -es la eternidad.

         Hace tan solo unas décadas, Nietzsche declaró: "¡Dios está muerto!". Eso es imposible porque el universo no puede morir, y Dios no es una persona. Si fuera una persona podría morir -las personas tienen que morir. Dios no es una forma -las formas tienen que morir. Dios no tiene cuerpo -los cuerpos tienen que morir. Dios es todo. En Dios nacemos y morimos. Tomamos una forma y la forma desaparece, pero el todo permanece. El todo no puede morir, el todo es la misma vida. Así que no estás viviendo en un universo muerto, sino en un Dios vivo, un padre, una madre, la relación es profunda y orgánica. No estás descuidado, alguien va cuidando de ti.

         Este sentir te da raíces, entonces no te sientes un extraño, entonces no estás afuera, estás adentro. Este es tu hogar.

 

         "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza...".

 

         Esta es la única pobreza: la ignorancia de sí mismo -no hay otra pobreza. Puedes no tener riquezas, puedes no tener grandes palacios, puedes no tener imperios, pero esas no son riquezas reales. Sólo una cosa es riqueza real, porque no puede ser destruida, y eso es el auto-conocimiento.

 

         Y Jesús dice: "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza", y no sólo eso, "y son pobreza".

 

         Eres pobre. Sólo hay una pobreza: cuando no te conoces a ti mismo. ¿Por qué eres pobreza? Porque eres un emperador, ¡hijo del Dios viviente! Lo más grande posible te ha sucedido, y estás inconsciente de eso, y continúas mendigando.

         Todos los deseos son mendigos. Se dice: si los deseos fueran caballos, los mendigos serían los jinetes. Pero todos los deseos son caballos y los mendigos son jinetes -y todos ustedes son jinetes. ¡Miren a sus caballos! Ellos son sus deseos: rogando, exigiendo, pidiendo, y lo tienes todo dentro de ti -sin mirar nunca adentro. Una vez que mires, la riquezas te serán reveladas, eternales, abundantes, no podrás consumirlas. Y una vez que miras adentro, toda la existencia reconoce que eres un emperador, toda la existencia reconoce quién eres: eres el hijo del todo. Entonces el mendigo desaparece, te vuelves rico por primera vez.

 

         "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

 

         Escuché una historia: Sucedió que un gran emperador estaba fastidiado con su hijo por sus maneras y estilo de vida. Y era su único hijo, pero molestaba tanto al padre que el hijo fue echado del reino. El era el hijo de un gran emperador así que no sabía hacer nada, no tenía ninguna habilidad para nada -los emperadores no tienen habilidades para nada. No había aprendido a hacer nada, no se había educado; todo siempre se le había hecho, no sabía que cada uno se tiene que hacer sus propias cosas. Pero era un amante de la música. Eso era lo único que podía hacer. Lo había aprendido como un hobby. Tocaba la cítara, eso era lo único que sabía.

         Así que comenzó a mendigar. Tocaba su cítara y pedía. Si un emperador pierde su imperio no puede hacer nada... excepto mendigar. Esto es algo bello, muestra que los emperadores, en el fondo, son mendigos. A causa de su imperio no puedes ver su mendicidad. Si le quitas el imperio son mendigos, no pueden hacer nada más. Por diez años continuamente estuvo mendigando. Completamente se olvidó de que era el hijo de un gran emperador. Diez años es demasiado para recordar. Y cuando todos los días eres un mendigo, desde la mañana hasta la noche, ¿cómo puedes recordar que eres el hijo de un gran emperador?

         Se olvidó de sí mismo completamente, se volvió un mendigo. Aun la memoria... y estas memorias son malas, como pesadillas, quieres olvidarlas, a causa de ellas viene mucha desgracia a la mente. Viene la comparación: "Soy el hijo de un gran emperador -¡y mendigando!". Entonces mendigar se vuelve muy doloroso. Así que simplemente abandonó la idea, simplemente se olvidó, se identificó como mendigo.

         Después de diez años el padre comenzó a sentir por el hijo: no estaba exactamente bien -el hijo- sus maneras eran diferentes, pero era el único hijo y ahora el padre había envejecido, y cualquier día iba a morir y él era su heredero. Tenía que ser traído de vuelta, así que su ministro fue en su busca.

         El ministro lo encontró. Aun si el hijo se ha olvidado completamente de que es el hijo del emperador, si se ha identificado completamente siendo un mendigo, algo ha permanecido -porque no es parte de la memoria, es parte de tu ser. El modo en que caminaba, incluso el modo en que mendigaba era el de un emperador. Pedía, pero como si te estuviera ordenando; el modo en que te miraba era como si te estuviera ordenando al pedirte. La manera en que caminaba era real; sus ropas estaban raídas, pero aún eran las mismas ropas que usaba como príncipe. Estaba sucio, pero podías ver que tenía una bella cara escondida bajo la suciedad. Y sus ojos: aunque estaba de mendigo, sus ojos aún tenían ese mismo ego, el mismo orgullo. Mentalmente, conscientemente se había olvidado, pero inconscientemente aún era el rey, el heredero de un gran emperador.

         El ministro lo reconoció. En el momento en que lo reconoció estaba mendigando. Bajo un árbol algunas personas estaban jugando cartas, y él estaba mendigando ahí. Y era una tarde de verano, muy caliente, y estaba sin zapatos, estaba sudando, y estaba mendigando por unos cuantos centavos, y estaba diciendo: "Dame algo -no he comido hace dos días". Y el ministro lo reconoció, y la carroza en la que el ministro había venido se detuvo. El ministro bajó, tocó los pies del hijo, éste miró al ministro y le dijo: "¿Qué sucede?".

         El ministro dijo: "Tu padre, el rey, te está llamando. Te ha perdonado". En un instante el mendigo desapareció. No hubo nada que hacer -en un instante, el reconocimiento: "Mi padre me ha llamado de regreso, ¡he sido perdonado!" -el mendigo desapareció. Las ropas eran las mismas, el hombre aún estaba sucio, pero todo cambió: había una gloria, una luz, un aura.

         Ordenó al ministro -el mendigo desapareció- y dijo: "Anda al mercado, cómprame zapatos y ropa, dispón un buen baño". Subió a la carroza y dijo: "¡Llévame al mejor hotel del pueblo!". Y el ministro tuvo que seguir a la carroza a pie.

         Esta es una historia sufi. Esta es tu situación también: una vez que eres reconocido por el padre, por el Dios, tu mendicidad desaparece -repentinamente ¡en un instante! Nada tiene que hacerse porque siempre has sido el mismo. Sólo la identidad ha sido errada, sólo en la parte más superficial de la mente te habías convertido en alguna otra cosa. En lo profundo, has permanecido hijo de Dios.

         Pero esto sucederá sólo si te conoces a ti mismo. Entonces todo el universo te conoce, te reconoce. Y Jesús dice: "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

 

Capítulo 14

 

!Apúrate Lentamente!

 

3 de Setiembre de 1974

 

 

DECIMO CUARTO VERSICULO...PRIVATE

 

Jesús dijo:

"Bienaventurado es el hombre que ha sufrido,

él ha encontrado la vida".

 

Jesús dijo:

"Busquen al ser viviente mientras vivan,

no sea que mueran y traten de verlo

y no puedan verlo".

 

Vieron a un samaritano

cargando una oveja camino a Judea.

 

Le preguntó a sus discípulos:

"¿Para qué carga este hombre la oveja?".

 

Ellos respondieron:

"Para matarla y comérsela".

 

El les dijo:

"Mientras esté viva no se la comerá,

sólo si la ha matado

y se ha vuelto un cadáver".

 

Ellos dijeron:

"De otro modo no podrá comérsela".

 

El les dijo:

"Ustedes mismos, busquen un lugar en reposo

no sea que se conviertan en cadáveres y se los coman".

 

Jesús dijo:

"Dos descansarán en una cama:

uno morirá,

y el otro vivirá".

 

 

         Desde la antigüedad, el hombre se ha preguntado una y otra vez por qué hay sufrimiento en la vida. Si Dios es el padre entonces ¿por qué hay tanto sufrimiento? Si Dios es amor y Dios es compasión, entonces ¿por qué la existencia sufre? Y no ha habido una respuesta satisfactoria. Pero si entiendes a Jesús entenderás la respuesta. El hombre sufre porque no hay otra manera de madurar, de crecer. El hombre sufre porque solamente a través del sufrimiento puede hacerse más consciente. Y la consciencia es la clave.

         Observa tu propia vida: cada vez que estás cómodo, tranquilo, feliz, se pierde la consciencia. Entonces vives en un tipo de sueño, entonces vives como si estuvieras hipnotizado, vives como un sonámbulo; te movilizas haciendo cosas, pero en forma sonambulista. Por eso es que cuando no hay sufrimiento, la religión desaparece de tu vida. Entonces nunca vas a un templo, no tiene sentido para ti; entonces no oras a Dios, porque ¿para qué? No parece haber motivo.

         Cada vez que hay sufrimiento vas al templo, tus ojos se dirigen hacia Dios, tu corazón se mueve a la oración. Hay algo escondido en el sufrimiento, lo que te hace más consciente de quién eres, de por qué eres, de adónde estás yendo. En un momento de sufrimiento tu consciencia es intensa.

         Nada puede estar sin significado en este mundo. Es un cosmos, no es un caos. Puedes ser incapaz de entenderlo -eso es otra cosa- porque tú conoces sólo los fragmentos, no conoces al todo. Tu experiencia de la vida es como si sólo tuvieras una página manchada de una novela: la lees, pero no tiene sentido, porque es sólo un pequeño fragmento, no sabes la historia completa. Una vez que sepas toda la historia, entonces esta página se volverá comprensible, entonces esta página se vuelve coherente, con significado.

         ¿Qué quiere decir tener significado? Tener significado quiere decir conocer el fragmento en relación al todo; tener significado es tener relación entre el fragmento y el todo. Un loco hablando en la calle no tiene significado. ¿Por qué? Porque no puedes relacionar lo que habla a nada, su conversación es un fragmento. Pero él no está hablando a nadie, no hay necesidad, no hay nadie a quién hablarle. Su conversación es fragmentaria, no es parte de un todo mayor, por eso es que es incoherente. Las mismas palabras pueden ser usadas por otro hombre -exactamente las mismas palabras- pero él está hablando a alguien, entonces tienen significado. ¿Por qué? Las palabras son las mismas, las oraciones son las mismas, los gestos son los mismos, y a un hombre lo llamas loco y el otro hombre no está loco -¿por qué? Porque hay alguien que escucha; el fragmento no es tan solo un fragmento, se ha vuelto parte de un todo más grande -tiene significado.

         Recorta un pedazo de una pintura de Picasso: no tiene significado, es tan sólo un fragmento. Un fragmento está muerto. Ponlo de nuevo en la pintura -de pronto el significado aparece; se ha vuelto coherente, porque ahora se ha vuelto parte del todo. Sólo cuando eres parte del todo tienes significado. Y si el hombre moderno continuamente parece sentir que no llega a tener significado, es porque Dios ha sido negado u olvidado.

         Sin Dios el hombre nunca puede tener significado, porque Dios quiere decir el todo y el hombre es sólo un fragmento. Tú eres tan sólo una línea de una poesía -solo, eres solamente letras sin sentido. Con toda la poesía aparece el significado, porque el significado está en relación al todo. Recuerda esto.

         Me viene a la memoria un sueño de Bertrand Russell. El era ateo, nunca creyó en Dios, nunca pudo ver un significado más amplio que pudiera incluir al todo. El relata un sueño: oyó mientras dormía que alguien tocaba la puerta. Así que fue a abrir la puerta en el sueño, y ahí vio al anciano Dios de pie. No podía creer lo que veían sus ojos porque él nunca había creído -aun en sus sueños pudo recordar: "No creo en Dios". Pero el pobre anciano lucía tan olvidado por todo el mundo, abandonado por todo el mundo; sus ropas estaban raídas, la suciedad había cubierto su cara y su cuerpo; se le veía tan antiguo -casi como una pintura desteñida que no puedes ver claramente lo que es- sintió mucha pena por él. Y sólo para animarlo le dijo: "¡Adelante!". Le dio una palmada en la espalda como un amigo y le dijo: "¡Ánimo!". Y entonces repentinamente se despertó y el sueño desapareció.

         Este es el estado del hombre moderno, de la mente moderna: Dios ha pasado de moda. Estás contra él, o a lo más te da pena. Por pena puedes tratar de animarlo, pero él ya no es algo significativo para ti -tan sólo una pintura pasada de moda, desteñida, inútil, un cachivache del pasado. Está muerto o mortalmente enfermo, en su lecho de muerte. Pero si el todo está muerto, ¿cómo puede el fragmento tener significado? Si el todo está pasado de moda, ¿cómo puede la parte estar nueva, fresca y joven? Si todo el árbol está muerto, entonces cualquier hoja del árbol que piense que tiene vida, simplemente es estúpida. Puede tomar un poquito más de tiempo para que muera la hoja, pero si el árbol está muerto la hoja tiene que morir -ya está muriendo.

         Si Dios está muerto, entonces el hombre no puede vivir. Y él está mortalmente enfermo, porque sin el todo el fragmento no tiene significado. Pero cada vez que estás feliz -destellos de felicidad, no felicidad en realidad- simplemente cuando estás cómodo, tranquilo, cuando nada te perturba, entonces piensas que eres el todo. Y esto es una falacia. Cuando estás sufriendo, repentinamente te haces consciente de que no eres el todo. Cuando sufres repentinamente te haces consciente de que no eres como deberías ser, que hay algo mal, que el zapato ajusta. Algo está errado y una transformación es necesaria. De ahí el sufrimiento... el sufrimiento te da consciencia; el sufrimiento te da la sensación de que tienes que transmutar, tienes que volverte nuevo, tienes que renacer. Tal como eres estás sufriendo, y algo tiene que hacerse.

 

         Jesús dijo: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido, él ha encontrado la vida".

 

         ¡Parece absurdo y paradójico! El dice: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido...". Siempre llamamos bienaventurado al hombre que nunca ha sufrido, ¿pero has visto algún hombre que nunca haya sufrido? Si alguna vez has visto a tal hombre, lo encontrarás absolutamente juvenil, infantil, sin ningún crecimiento, sin ninguna profundidad, sin ninguna consciencia -será un idiota. Y nunca podrás decir que es bienaventurado.

         Un hombre puede permanecer sin sufrir sólo si nunca ha tratado de vivir, si ha estado evitando la vida. Por eso es que en familias muy ricas sólo nacen idiotas, porque son tan protegidos. Y cuando proteges a alguien tanto, no es protección contra la muerte, es protección contra la vida. Pero éste es el problema. Si quieres proteger a alguien contra la muerte, tienes que protegerlo contra la vida, porque la vida te lleva a la muerte. Así que no vivas si tienes miedo de morir -ésta es la lógica simple- no estés vivo si tienes miedo de morir, entonces corta todas las dimensiones donde exista la vida. Entonces simplemente puedes vegetar.

         Jesús no puede llamar bienaventurada a una vida vegetativa, nadie puede decir que una vida vegetativa es bienaventurada. Esa es la desgracia más grande que le puede ocurrir a un hombre, porque nunca crecerá en consciencia y madurez; y no tendrá capas superiores de consciencia, porque esas capas superiores se desarrollan sólo cuando son retadas. El sufrimiento es un reto; cuando sufres eres retado, cuando hay un problema eres retado. Cuando afrontas el problema, sólo entonces creces. Cuanto más inseguro, más crecimiento; cuanto más seguridad, menos crecimiento. Si todo es seguro a tu alrededor, ya estás en tu tumba, ya no estás vivo. La vida existe en el peligro, la posibilidad de vida existe siempre cuando te sales del camino. Pero quien se sale del camino puede regresar; quien fracasa puede tener éxito.

         Napoleón fue vencido. Escribió en su diario una frase muy bella -a veces los locos también hacen hermosas observaciones- él dijo: "Sólo un combate se ha perdido, sólo una batalla se ha perdido -no la guerra". Pero si quieres ganar la guerra, tendrás que perder muchas batallas. Si tienes miedo de perder una batalla, nunca entrarás en la guerra, entonces no hay posibilidad.

         Cada vez que fracasas en algo, no es el último fracaso, puedes trascenderlo. La próxima vez no tienes necesidad de repetirlo, la próxima vez no tienes necesidad de cometer el mismo error y la misma falla, y la próxima vez no hay necesidad de entrar al sufrimiento. Un hombre que es sabio sufre tanto como un hombre que no es sabio, pero de un modo distinto cada vez. Un hombre sabio comete tantos errores -aun más que un hombre estúpido- pero nunca comete el mismo error dos veces. Esa es la única diferencia: la cantidad puede ser más, pero la calidad es diferente. Un idiota puede no cometer muchos errores, puede no cometer ningún error en absoluto, porque nunca va a hacer nada. Cometes un error sólo cuando haces algo.

         Puedes perderte si buscas y exploras. Si caminas por la vía, si simplemente estás sentado en casa ¿cómo puedes perderte? Si no haces nada nunca cometerás un error, serás un hombre sin errores, pero nunca avanzarás, y poco a poco, simplemente te podrirás, vegetarás y morirás. Nunca tengas miedo de cometer errores, simplemente recuerda que no hay necesidad de cometer el mismo error dos veces. ¿Por qué cometes el mismo error dos veces? Porque la primera vez que lo cometiste, no aprendiste nada de él, por eso es que tienes que repetirlo una vez y otra vez y otra vez. Y la gente va cometiendo los mismos errores durante toda su vida, repitiéndolos. Se mueven en un círculo, por eso es que los hindúes han llamado a este mundo sansar.

         Sansar significa la rueda: simplemente repites los mismos errores una y otra vez y otra vez. Las situaciones pueden diferir, pero los errores permanecen siendo los mismos, de la misma cualidad ¿Qué cosa demuestra? Demuestra que no estás alerta, sino ¿por qué cometer el mismo error de nuevo? Comete otro, porque entonces aprenderás. Nadie aprende sin errores. Cada vez que cometes un error tienes que sufrir. Nadie aprende sin sufrir. Los hindúes han dicho que tienes que nacer de nuevo y de nuevo porque no has crecido todavía.

         Sólo una persona que ha crecido va más allá de este mundo. Aquellos que no han crecido. Ellos tienen que caer al hoyo de nuevo, tienen que aprender. Y todo aprendizaje se hace de una forma dura, no hay caminos cortos. Y esa forma dura es el sufrimiento. No te protejas contra el sufrimiento; más bien al contrario, entra al sufrimiento tanto como te sea posible. Toma el reto, ¡confróntalo! Crecerás a través de él. Trata de trascenderlo, anda más allá. No tengas miedo -una vez que te ha dado miedo, ya estás muriendo. Por eso es que Jesús dice: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido, él ha encontrado la vida". Y uno que sufre se vuelve más alerta, y estar alerta es la llave al templo de la vida. Cuanto más alerta, más consciente...

         ¿Cuál es la diferencia entre tú y los árboles? Los árboles son hermosos, pero no están más alto que tú, porque permanecen inconscientes. Una piedra, una roca está aún más abajo que el nivel de los árboles, más inconsciente. Una piedra también sufre, pero no está consciente; un árbol también sufre, pero no conscientemente, y tú también sufres sin consciencia; entonces ¿cuál es la diferencia? Entonces sólo eres un árbol móvil.

         Pero en lo profundo, lo básico que te hace humano no te ha sucedido todavía. La consciencia te hace humano. Y ésta es la belleza: que cada vez que estás consciente, el sufrimiento desaparece. El sufrimiento trae consciencia, pero si entras más y más en la consciencia, el sufrimiento desaparece. Esta ley tiene que ser entendida. Te duele la cabeza, te da consciencia, te haces consciente de la cabeza; de otro modo nadie está consciente de su cabeza. Te haces consciente del cuerpo sólo cuando hay algo mal.

         En sánscrito tienen una palabra muy bella para el sufrimiento. Lo llaman vedana, y vedana tiene dos significados: uno es sufrimiento y el otro es conocimiento. Vedana viene de la misma raíz que veda. Veda quiere decir: fuente del conocimiento. Aquellos que acuñaron esta palabra vedana llegaron a conocer el hecho de que sufrimiento es conocimiento. De ahí que usen la misma palabra para ambos.

         Si sufres, inmediatamente te haces consciente. El estómago comienza a existir sólo con un dolor de estómago. Antes puede haber estado ahí pero no en tu consciencia. Por eso es que la ciencia médica, particularmente el Ayurveda, define la salud como el estado sin cuerpo: si no sientes el cuerpo tienes salud; si sientes el cuerpo hay algo mal, porque lo sientes sólo cuando algo va mal. Si eres un conductor, un ligero ruido extraño en el motor y te das cuenta; de lo contrario seguiría sonando normalmente, todo sería monótono, todo estaría bien. Un pequeño sonido en alguna parte en el motor, o en alguna otra parte del carro, y te das cuenta de que algo anda mal. Sólo cuando algo anda mal te haces consciente.

         Y si realmente te haces consciente, no te involucras en lo que está mal; más bien al contrario, desarrollas tu consciencia más y más. Entonces un segundo fenómeno sucede: en tu estado de consciencia te llegas a dar cuenta de que la enfermedad está presente, que la incomodidad está presente, que el sufrimiento está presente, pero que nada de eso eres tú, que sólo está en torno a ti, en la circunferencia. En el centro está la consciencia, en la circunferencia está el sufrimiento, como si el sufrimiento perteneciera a alguna otra persona, no estás identificado. Entonces el dolor de cabeza no estará presente, no será doloroso para ti; es doloroso para el cuerpo y tú simplemente estás consciente. Y el cuerpo se vuelve el objeto y tú te vuelves el sujeto -y hay una brecha.

         En la consciencia todos los puentes son rotos, la brecha inmediatamente se hace presente ahí. Puedes ver: el cuerpo sufre, pero la identificación es rota. El sufrimiento trae consciencia, la consciencia rompe la identidad -y esa es la clave hacia la vida.

 

         "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido, él ha encontrado la vida".

 

         Jesús en la cruz es tan sólo un símbolo del sufrimiento último, del sufrimiento absoluto, del máximo sufrimiento. Cuando Jesús estuvo en la cruz, en el último momento titubeó un poco. El sufrimiento era demasiado. No era un sufrimiento común, ni un dolor corporal común, era angustia -no sólo física- profunda angustia psicológica. Y la angustia era ésta: que de pronto comenzó a sentir: "¿Si soy abandonado por Dios...? ¿Por qué tiene que sucederme esto? No he hecho nada errado. ¿Por qué tengo que ser crucificado? ¿Por qué este dolor? ¿Por qué esta crucifixión? ¿Por qué este suplicio para mí?". Y él preguntó a Dios: "¿Por qué?". El cuestionó.

         Debe haber sido un momento de profundo dolor, cuando todos los cimientos son sacudidos y aun tu fe es sacudida. El dolor era demasiado -¡la humillación de toda la situación! La misma gente por quien el había vivido, por quien había trabajado, a quien había servido, a quien había sanado -ellos lo estaban asesinando, y sin ningún motivo. El le preguntó a Dios: "¿Por qué? ¿Por qué me está sucediendo esto?". Entonces repentinamente se dio cuenta del por qué, porque llegó a estar muy consciente; en el momento de la crucifixión llegó a la consciencia perfecta.

         Siempre digo que antes de ese momento era Jesús, y después de ese momento se volvió Cristo. En ese momento ocurrió la transformación total. Antes de eso fue acercándose más y más y más, pero el último salto sucedió en ese momento: Jesús desapareció y surgió Cristo -repentinamente una transmutación.

         Qué sucedió cuando dijo: "¿Por qué este sufrimiento para mí? ¿Me has abandonado? ¿He sido abandonado?". E inmediatamente después de este dolor dijo: "¡No! Tu voluntad sea hecha". El aceptó. El por qué fue un rechazo, porque todo cuestionamiento significa duda. Inmediatamente entendió y dijo: "Lo acepto, y lo entiendo". Entonces se relajó, entonces se entregó, la rendición última. En ese momento de muerte, también aceptó la muerte. En esa aceptación, él se volvió la vida eterna -la clave fue hallada. Por eso es que dice: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido, él ha encontrado la vida".

         Cada vez que sufras, la próxima vez no te quejes, no hagas una angustia de eso. Mas bien, obsérvalo, siéntelo, velo, míralo desde todos los ángulos posibles. Conviértelo en una meditación y ve lo que sucede: la energía que estaba alimentando a la enfermedad, la energía que estaba creando el sufrimiento, es transformada, la cualidad cambia. La misma energía se vuelve tu consciencia porque no existen dos energías en ti, la energía es una. Puedes convertirla en sexo, puedes transformarla y hacer amor de ella, puedes transformarla aun más alto y convertirla en oración, puedes transformarla aun más alto y hacerla consciencia -la energía es la misma.

         Sufres, estás disipando energía. En tu angustia estás disipando energía, la energía está fugando. Cada vez que haya sufrimiento sacúdete de él. Cierra tus ojos y observa el sufrimiento. Cualquier cosa que sea -mental, físico, existencial- lo que fuera, obsérvalo, conviértelo en una meditación. Obsérvalo como si fuera un objeto.

         Cuando miras a tu sufrimiento como a un objeto, estás separado, ya no estás más identificado, el puente está roto. Y entonces la energía que iba a alimentar el sufrimiento ya no fluirá, porque el puente ya no está más ahí. El puente es la identificación: tú sientes que eres el cuerpo, entonces la energía fluye al cuerpo. Tú sientes, dondequiera que haya identificación, ahí fluye tu energía...

         Puedes no haberlo sabido, pero puedes tratar un simple experimento: si amas a una mujer, tan sólo siéntate a su lado y siéntete identificado, como si tú fueras la mujer, la amada; y deja que la mujer se sienta que ella es tú, el amante. Tan sólo espera y siéntete identificado. Repentinamente ambos tendrán un shock de energía. Ambos sentirán que una energía ha saltado del uno al otro. Los amantes han sentido tal como un shock eléctrico, como si una energía saltara y llegara al otro. Cada vez que estés identificado con algo se crea un puente, y la energía se mueve a través de ese puente.

         Cuando una madre amamanta a su niño, no sólo le está dando leche como siempre se había pensado. Ahora los biólogos han tropezado con un hecho más profundo, y dicen que lo está alimentando con energía -la leche es tan sólo la parte física. Y han hecho muchos experimentos: un niño es criado, se le da comida -tan perfecta como sea posible, con todo lo que la ciencia médica ha encontrado. Le es dado todo, pero el niño no es amado, no se le hace cariño; la madre no lo toca. La leche se le da por medio de artefactos mecánicos, se le aplica inyecciones, se le da vitaminas -todo es perfecto. Pero el niño ya no crece, comienza a encogerse, como si la vida se estuviese alejando de él. ¿Qué está sucediendo? Porque todo lo que la madre le estaba dando, se le está dando.

         Sucedió en un hospital de Alemania durante la guerra: muchos bebés huérfanos fueron llevados al hospital. En pocas semanas estaban casi muriendo. La mitad de ellos murió, y se les daba todo tipo de cuidados. Científicamente estaban absolutamente bien atendidos, se estaba haciendo todo lo que era necesario. ¿Pero por qué estos niños estaban muriendo? Entonces un psicólogo observó que necesitaban cariño, alguien quien los abrazara, alguien que los hiciera sentirse queridos. La comida no es suficiente comida. Jesús dice: "No sólo de pan vive el hombre". Alguna comida interna, alguna comida invisible es necesaria. Así que se hizo una regla que quien sea que pase por el cuarto -una enfermera, un doctor, un ayudante- debería quedarse en el cuarto con los niños por lo menos cinco minutos para abrazarlos y jugar. Y de pronto dejaron de morir, comenzaron a crecer. Y desde entonces se han hecho muchos experimentos...

         Cuando una madre abraza a un niño, la energía está fluyendo. Esa energía es invisible -la hemos llamado amor, cariño. Algo salta de la madre al niño, y no sólo de la madre al niño, sino también del niño a la madre. Por eso es que una mujer nunca es tan bella como cuando llega a ser madre. Antes de eso, le falta algo, no está completa, el círculo está roto. Cada vez que una mujer llega a ser madre, el círculo está completo. Desciende una gracia sobre ella como si fuera de una fuente desconocida. Así que no es sólo que ella esté alimentando al niño, sino también que el niño está alimentando a la madre. Están felices el uno en el otro.

         Y no existe ninguna otra relación que sea tan cercana. Aun los amantes no son tan cercanos, porque el niño viene de la madre, de su sangre, de su carne y huesos, el niño es una extensión de su ser. Nunca otra vez sucederá esto, porque nadie puede estar tan cerca. Un amante puede estar cerca a tu corazón, pero el niño ha vivido dentro del corazón. El corazón de la madre ha estado latiendo, y ese era el latido del niño, no tenía otro corazón; la sangre de la madre circulaba en él, no tenía independencia, era simplemente parte de ella. Por nueve meses permaneció como parte de la madre, orgánicamente unido, uno. La vida de la madre fue su vida, la muerte de la madre habría sido su muerte. Aun después continúa; existe una transferencia de energía, una comunicación de energía.

         Cada vez que hay sufrimiento, hazte consciente; el puente se rompe, entonces no hay transferencia de energía al sufrimiento. Y poco a poco el sufrimiento se encoge, porque el sufrimiento es tu niño. Tú le has dado nacimiento, tú eres la causa, y después lo alimentas, le das agua, y entonces crece y sufres más. Entonces te quejas, entonces eres desgraciado, entonces toda tu atención llega a identificarse con el sufrimiento.

         Escuché que sucedió una vez en el mercado: Dos ancianas se encontraron. Una le preguntó a la otra cómo se estaba sintiendo, porque siempre había estado sintiéndose mal. Hay mujeres que siempre se sienten enfermas. Algo ha ido mal, no es enfermedad, es algo más profundo, una neurosis, porque no se pueden sentir tranquilas si no están enfermas; la enfermedad se ha vuelto parte de sus egos. La otra preguntó: "¿Cómo te sientes?".

         La  mujer  que siempre estaba  enferma o hablando de enfermedades, comenzó. Dijo:       "Muy mal

-nunca he estado tan mal. La artritis está actuando, tengo un severo dolor de cabeza, y el dolor de estómago es terrible, y me duelen las piernas...", y así continuó.

         Entonces la otra dijo: "Entonces anda a ver un doctor".

         La primera mujer dijo: "Sí, iré cuando me sienta un poco mejor".

         Pero esto te está  ocurriendo a ti:  irás al doctor cuando te sientas  un poco mejor.       Pero nadie va

-cuando uno se siente un poco mejor no hay necesidad. Anda al doctor cuando estés sufriendo, ora cuando estés sufriendo, medita cuando estés sufriendo. No digas: "Meditaré cuando me sienta un poco mejor". Eso no ayudará -no meditarás, perdiste un momento de bienaventuranza, un momento de sufrimiento. Medita, vuélvete alerta y consciente. No pierdas la oportunidad, ¡es una bendición!

         Usa todo tu sufrimiento para la meditación y pronto llegarás a saber que el sufrimiento desaparece, porque la energía comienza a fluir hacia adentro. No fluye a la periferia, al sufrimiento, no estás alimentando a tu sufrimiento. Parece ilógico, pero ésta es la conclusión de todos los místicos del mundo: que te nutres de tu sufrimiento y lo disfrutas en un modo sutil, no quieres estar bien -debe haber alguna inversión en eso.

         Budas, Jesuses, Zoroastros han estado hablando en vano, no los escuchas. Dicen que hay una posibilidad de bienaventuranza suprema. Los escuchas y dices: "Bien, veremos en algún momento, cuando me sienta mejor". Pero cada vez que estás feliz ¿cuál es la necesidad? Por eso es que Buda va insistiendo en que: "Toda tu vida es sufrimiento, dukkha -¡y no esperes! No va a haber felicidad en la vida que estás viviendo. Despierta, observa. Es la misma angustia a la que llamas tu vida". ¡La gente piensa que debe haber sido un pesimista! No lo fue, pero tan sólo para enfatizar... Y tú te has vuelto demasiado apegado a tu sufrimiento, no lo sabes.

         ¿Cuál es tu inversión? Desde el mismo comienzo, desde la misma niñez, algo va siempre mal, y eso es que cada vez que un niño se enferma se le da más atención. Esto crea una asociación errada: la madre lo ama más, el padre le da más cuidados, toda la familia lo pone en el centro, él se vuelve la persona más importante. Siendo un niño de quien nadie se ocupa si es que está bien, lo tratan como si no existiera. Cuando está enfermo, se vuelve un dictador, dicta sus términos. Una vez que aprendes el truco, que cada vez que estás enfermo te vuelves especial, en algún modo todos tienen que prestarte atención, porque si no te prestan atención los puedes hacer sentir culpables... Y nadie puede decirte nada, porque nadie puede decir que tú eres responsable por tu enfermedad.

         Si el niño está haciendo algo errado, puedes decir: "Tú eres responsable". Pero si está enfermo no lo puedes decir, porque la enfermedad no tiene nada que ver con él -¿qué puede hacer? Pero tú no conoces los hechos: el noventa por ciento de las enfermedades las crea uno mismo, generadas por uno mismo para atraer la atención, el afecto, para darse valía. Y un niño aprende el truco muy fácilmente, porque el problema básico para el niño es que está desamparado. El problema básico que continuamente siente es que no tiene poder y que todos los demás son poderosos. Pero cuando está enfermo se vuelve poderoso y todos los demás están sin poder. El llega a comprenderlo así.

         Un niño es muy sensitivo para conocer las cosas. Llega a saber que: "Aún el padre no es nada, la madre no es nada -nadie es nada ante mí cuando estoy enfermo".

         Entonces la enfermedad es adquirir algo muy significativo, es una inversión. Cada vez que se sienta ignorado en la vida, cada vez que se sienta: "Estoy desamparado", se enfermará, creará la enfermedad. Y éste es el problema, el problema profundo: porque ¿qué hacer? Cuando un niño está enfermo todos tienen que prestarle atención.

         Pero ahora los psicólogos sugieren que cada vez que un niño esté enfermo, lo cuides, pero no le prestes mucha atención. Debería dársele cuidados médicos, pero no psicológicos. No crees ninguna asociación en su mente que la enfermedad rinde, de otro modo toda su vida, cada vez que sienta que algo va mal, se enfermará. Entonces la esposa no podrá decir nada, entonces nadie podrá culparlo, porque él está enfermo. Y todos tienen que sentir lástima y darle afecto.

         El noventa por ciento del sufrimiento existe porque has asociado algo con el sufrimiento, el cual parece bueno para ti. ¡Abandona tal asociación! Nadie más puede hacerlo por ti. Abandona esa asociación completamente, ¡corta esa asociación completamente! El sufrimiento simplemente es un desperdicio de tu energía. No te involucres con él, no creas que te va a rendir. Sólo hay una forma en la cual el sufrimiento te puede rendir, y esa es haciéndote consciente, volviéndote consciente.

         Recuerda cómo abandonar esa asociación. Primero: nunca hables sobre tu sufrimiento. Súfrelo pero no hables sobre él. ¿Por qué hablas sobre él? ¿Por qué la gente va hablando y aburriendo a los otros con sus sufrimientos? ¿A quién le interesa? Pero tan solo para no ofenderte, si comienzas a hablar sobre tus enfermedades y angustias, los demás tienen que tolerarlo -pero ellos comienzan a escapar, comienzan en alguna forma... cómo deshacerse de ti. Nadie lo quiere, porque todos tienen demasiado con su propio sufrimiento. ¿A quién le preocupa tu sufrimiento? No hables, porque el hablar crea la asociación.

         No te quejes, porque entonces estás pidiendo afecto, lástima, compasión, amor. No pidas, no vendas tu sufrimiento -retira tu inversión. Sufre en privado, no lo hagas público -se vuelve una tapascharya, se vuelve una disciplina, una de las mejores. Pero mira a tus santos: si practican tapascharya, disciplinas, las hacen muy públicas. Y yo les digo que su sufrimiento sea privado, entonces se vuelve tapa, disciplina. Y lo hacen público, lo anuncian, que van a hacer un largo ayuno -todo el mundo lo debe saber.

         Estos son niños que se han vuelto locos, ésta es gente infantil. Han invertido más que tú: dependen de su sufrimiento, su prestigio está en su sufrimiento -por cuánto tiempo pueden ayunar, por cuánto tiempo pueden atraer la atención de todo el país o de todo el mundo. Son muy astutos, usan el sufrimiento para explotar a los demás. Pero esto es lo que están haciendo todos, sólo que ellos lo están haciendo al máximo. No lo hagas, no trates de ser un mártir, es inútil. No seas un exhibicionista.

         Sufre en privado, sufre tan en privado que nadie se dé cuenta de que estás sufriendo. Y entonces medita sobre eso: no lo tires afuera, acumúlalo adentro y después cierra los ojos y medita sobre eso. Entonces el puente será roto.

         Esto es lo que Jesús quiere decir cuando dice: "Bienaventurado es el hombre que ha sufrido" -pero ésta es la técnica para sufrir: usa el sufrimiento como un método- "porque él ha encontrado la vida".

         El sufrimiento pertenece al reino de la muerte, la consciencia pertenece al reino de la vida. Rompe el puente y sabrás que algo en ti, en torno a ti, va a morir -pertenece a la muerte; y algo en ti, tu consciencia, no va a morir, es inmortal, pertenece a la vida. Por eso es que el sufrimiento puede darte la clave de la vida.

 

         Jesús dijo: "Busquen al ser viviente mientras vivan, no sea que mueran y traten de verlo y no puedan verlo".

 

         Estas son técnicas: "Busquen al ser viviente...". En ti hay uno que es el viviente y otro que ya está muerto. En ti se unen dos mundos, el mundo de la materia y el mundo del espíritu -tú existes en el límite. En ti se unen dos reinos, el reino de la muerte y el reino de la vida -tú existes en el medio. Si prestas demasiada atención a aquello que pertenece a la muerte, siempre permanecerás con miedo, sufriendo, temeroso. Si prestas atención a tu centro, el cual pertenece a la vida, a la vida eterna, a la inmortalidad, desaparecerá el miedo.

         Jesús dice: "Busquen al ser viviente mientras vivan...". No te lo pierdas, porque en el momento de la muerte será muy, muy difícil buscar al ser viviente.

         Si por toda tu vida has estado dando tu atención al reino de la muerte -al reino de las cosas, al reino de la materia y del mundo- si has estado dando tu atención solamente al reino de la muerte, será difícil, casi imposible, mirar al reino de la vida cuando estés muerto o cuando estés muriendo. ¿Cómo podrás repentinamente dar media vuelta? ¿cómo podrás repentinamente voltear la cabeza? Será imposible, estarás paralizado. Durante toda tu vida has estado mirando hacia afuera, tu cuello está paralizado, no puedes voltear hacia atrás. Es necesario un movimiento continuo hacia el mundo de lo inmortal.

         Mientras vivas, "Busquen al ser viviente mientras vivan...".

         Cada vez que tengas un momento de silencio, cierra tus ojos y mira hacia adentro para que el cuello permanezca flexible, de otro modo en el momento de la muerte, estarás paralizado. Querrás ver la vida eterna, pero no podrás, porque no puedes voltear hacia atrás.

 

         "... no sea que mueran y traten de verlo y no puedan verlo".

 

         Y él está ahí dentro de ti, pero te aferras, te obsesionas. La obsesión con lo externo tiene que ser rota. No hay necesidad de escapar al bosque, eso no ayudará, pero en veinticuatro horas tienes suficientes momentos para mirar hacia adentro. ¡No los pierdas! Cada vez que tengas tiempo, tan solo cierra tus ojos, aunque sea por un sólo momento, y mira adentro, hacia el ser viviente. Está allí, sólo es necesario un poco de práctica para ver y armonizar con la oscuridad interna. Porque está oscuro ahora, porque estás acostumbrado a la luz externa.

         Cuando sintonices con la luz interna, es una luz difusa, no oscura; una luz muy silenciosa, de mucho consuelo, de mucho alivio, pero no una luz intensa -es como el alba, como cuando el sol todavía no ha salido, y la noche ya casi se ha ido. Eso es lo que los hindúes han llamado Brahma Muhurta.

         ¿Por qué lo llaman Brahma Muhurta, el momento de Dios? Lo llaman así por esta cosa interna: cuando estás yendo hacia adentro, la luz externa se ha ido, la oscuridad interna no se ha ido, porque uno tiene que sintonizarse, sólo entonces se irá. Hay una penumbra, sandhyakal, un momento cuando no hay luz y no hay oscuridad. A esto lo llaman Brahma Muhurta, el momento de lo divino. Sintonízate, observa, espera, mira. Pronto tus ojos se acostumbrarán y serás capaz de ver.

         No hay una luz intensa, tan solo una luz difusa, porque no es generada por un sol. Es tan solo tu luz natural, no es generada por ninguna otra cosa. Es tu propia luz, tu propia aura interna -está ahí. Cada vez que encuentres un tiempo, no lo desperdicies. Y entonces encontrarás suficientes momentos: al ir a dormir, mira hacia adentro; el día ha pasado, el mundo de la muerte ya no está, te vas a retirar -mira adentro. En la mañana, cuando recién te das cuenta que el sueño se ha ido, no hay necesidad de saltar de la cama al mundo. Espera un poco, cierra tus ojos, mira hacia adentro: es silencio. Todo el descanso de la noche ayuda, no estás tan tenso, será más fácil ir hacia adentro.

         Por eso es que todas las religiones insisten en que ores cuando vas a dormir, y ores cuando regresas del mundo del sueño -estos momentos son muy buenos. En la noche estás cansado del mundo, estás hastiado del mundo, estás listo para mirar alguna otra cosa. En la mañana has descansado y el descanso ayuda, puedes mirar hacia lo interno. Esto es lo que dice Jesús:

 

         "Busquen al ser viviente mientras vivan, no sea que mueran y traten de verlo y no puedan verlo".

 

         Y él estará ahí, pero tú serás incapaz de verlo tan sólo por una práctica errada durante toda la vida.

 

         Vieron a un samaritano cargando una oveja camino a Judea. Le preguntó a sus discípulos: "¿Para qué carga este hombre la oveja?".

         Ellos respondieron: "Para matarla y comérsela".

         El les dijo: "Mientras esté viva no se la comerá, sólo si la ha matado y se ha vuelto un cadáver".

         Ellos dijeron: Por supuesto. "De otro modo no podrá comérsela".

         El les dijo: "Ustedes mismos, busquen un lugar en reposo no sea que se conviertan en cadáveres y se los coman".

 

         Tu cuerpo se va a volver comida para los gusanos, para los pájaros. Tu cuerpo es comida, nada más, no puede ser nada más -tu cuerpo viene de la comida. Por eso es que si no comes, el cuerpo comenzará a desaparecer. Si haces un ayuno, dos libras del cuerpo desaparecerán cada día. ¿A dónde está yendo ese cuerpo? Cada día tienes que llenarlo de comida -es un producto de la comida. Así que cuando mueres, ¿qué le va a suceder a tu cuerpo? El mundo lo utilizará como comida: los gusanos de la tierra te comerán, o los pájaros del cielo te comerán. Da cierto miedo, te pones aprensivo porque: "Voy a ser comido". A causa de esto, en todo el mundo se ha creado formas para no ser comido. ¡Pero son tontos!

         Los hindúes queman sólo para evitar una cosa: que seas comido. Los mahometanos ponen el cuerpo muerto dentro de un ataúd, lo ponen en un nicho para protegerlo. Los cristianos hacen lo mismo. Sólo los Zoroastrianos no han hecho eso; dejan el cuerpo para que se vuelva comida. Ellos son los más naturales sobre eso, y los más científicos también, porque no deberías destruir la comida. Has estado comiendo aves, animales, frutas, durante toda tu vida, y ahora has acumulado un cuerpo de doscientas libras de peso y lo destruyes, lo quemas. Esto no es bueno, no eres agradecido con el mundo. Deberías devolverlo al mundo de la comida -¡es comida!

         ¿Y por qué crees que quemarlo es mejor, que arrojarlo al fuego es mejor a que sea comido por un gusano o por un pájaro o por un animal? ¿Por qué? Porque ahí también el fuego está ardiendo -en el estómago del pájaro, en el estómago del león- y ese fuego lo disolverá, pero ese es un fuego natural y por lo menos saciará algún hambre en alguna parte.

         Sólo los parsis han permanecido naturales sobre eso, pero aún ellos han comenzado a titubear ahora porque todo el mundo dice: "Esto está mal -dejar a tu padre, a tu madre. ¿Qué clase de gente eres? ¡Eres muy cruel!". ¿Pero arrojarlo al fuego, no es cruel? ¿O enterrarlo bajo la tierra, no es cruel? Son más ecológicos, completan el círculo. Los hindúes, los mahometanos y los cristianos son menos ecológicos, están rompiendo el círculo y esto no es bueno.

         Jesús dice: "Si no realizas lo interno, al ser viviente, al consciente, entonces simplemente vas a ser comido, eso es todo". Toda tu vida ha sido inútil: comiendo durante toda la vida, trabajando para comer, para luego ser comido -ésta es toda la historia. "Una historia contada por un idiota, llena de furia y ruido, sin ningún significado". Toda la vida es una lucha para comer, para luego ser comido -¿cuál es el significado de esto?

         Jesús dice: "Antes que mueras, antes que seas comido, date cuenta de aquello que no es comida en ti, que no es creado por la comida en ti". Entonces tendrás que entender algo más.

         Todas las religiones han tratado el ayuno. ¿Por qué? Porque cuando ayunas la consciencia se hace más intensa, porque no es parte de la comida. Realmente, la comida destruye la consciencia, y cuando no comes te vuelves más consciente, porque la comida te da un tipo de sueño. Es intoxicante. Así que si comes demasiado, inmediatamente te sientes con sueño, es alcohólico; cada vez que comes tienes que ir a dormir. Si alguna vez has ayunado, encontrarás que es difícil dormir por la noche. ¿Crees que es por el hambre? No, es porque sin comida hay más consciencia.

         Y si haces un largo ayuno, después del tercer, cuarto o quinto día, el hambre desaparece, porque el cuerpo insiste por tres, cuatro o cinco días -el cuerpo no tiene una memoria muy grande- insiste en el antiguo hábito por unos cuantos días, y entonces si no lo escuchas, el cuerpo hace sus propios arreglos en una forma distinta. El cuerpo tiene un doble arreglo, es necesario como una medida de seguridad. Todos los días tienes que comer para darle al cuerpo su cuota diaria. Si no se la das por cinco o siete días, entonces el cuerpo toma una medida de emergencia: la carne acumulada en el cuerpo, la grasa acumulada -la acumula...

         Toda persona común y saludable acumula por lo menos para tres meses; eso es un reservorio. Cuando el cuerpo piensa que no le vas a dar comida, el cuerpo comienza a comer su propio reservorio. Cuando el cuerpo comienza a comer su propio reservorio, entonces la consciencia no está involucrada con él en absoluto. No tienes que ir y ganar y trabajar, y cansarte y luego darle comida. Y cuando le das comida, para absorber la comida, para digerirla, toda tu energía es necesaria. Por eso es que inmediatamente después de que comes, tu cabeza se siente con sueño: porque la energía que estaba trabajando como consciencia es requerida en el estómago para trabajar como una fuerza digestiva; inmediatamente va.

         Así que la gente que come demasiado, no puede meditar bien, ¡imposible! Pueden dormir bien, pero no pueden estar conscientes, no pueden estar muy conscientes. Son comida y nada más -y serán comidos; todas sus vidas son un círculo de comida. Todas las religiones se hicieron conscientes de que si ayunas, aumenta la consciencia, porque la energía es liberada -nada para digerir, nada para introducir y nada para botar, todo el trabajo se detiene. El trabajo en la fábrica del cuerpo no está presente, la fábrica está cerrada. Entonces toda la energía que tienes se convierte en consciencia. Por eso es que es difícil dormir cuando estás en ayuno.

         Y si has estado en ayuno por lo menos por veinte, treinta o cuarenta días, tendrás un nuevo tipo de sueño: tu cuerpo dormirá y tú permanecerás alerta. Esto es lo que Krishna le ha dicho a Arjuna: "Cuando todos duermen, un yoghi permanece despierto". Eso es lo que Buda ha dicho: "Aun cuando duermo, no estoy durmiendo -sólo el cuerpo duerme". Por eso es que cuando Mahavira duerme, nunca se mueve mientras duerme -ni siquiera un sólo movimiento. Nunca cambia de lado, porque permanece alerta. Y dice que: "Cambiar de lado no será bueno; algún insecto puede ser aplastado...", porque él dormía en el piso o bajo un árbol, "y si en la oscuridad me muevo y cambio de lado, puede haber violencia -sin saberlo pero aún así. Y si lo puedo evitar...". Así que permanecía perfectamente en una sola postura toda la noche; conforme se acostaba, permanecía exactamente igual, sin siquiera mover su mano. Esto puede ser hecho sólo si estás perfectamente consciente mientras duermes, de otro modo no sabrás cuándo te has movido.

         Si llegas a ser consciente, entonces te harás consciente de una dimensión diferente dentro de ti. Lo visible pertenece a la muerte, lo invisible pertenece a lo inmortal.

         Jesús dice: "Ustedes mismos, busquen un lugar en reposo...". Busca un estado de silencio, de reposo, de tranquilidad, de equilibrio, donde puedas hacerte consciente del ser viviente, porque sino "...no sea que se conviertan en cadáveres y se los coman".

 

         Jesús dijo: "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá".

 

         Exactamente las mismas palabras están en los Upanishads. Dicen que hay dos pájaros sobre un árbol, uno parado en una rama más baja y otro parado en una rama más alta. El pájaro de la rama baja piensa, se preocupa, desea, exige, acumula, lucha, compite; permanece en angustia, en tensión, salta de esta rama a la otra, siempre moviéndose, nunca en reposo. El otro pájaro, que está parado en una rama más alta, está en reposo -está tan silencioso, como si no estuviera. No tiene deseos, no le ocurren sueños. No tiene necesidades que satisfacer, como si todo estuviera satisfecho, como si lo hubiera logrado, no hay dónde ir. Simplemente parado, disfrutando, observa al pájaro que está en la rama más baja.

         Estas son las dos dimensiones en ti. Tú eres el árbol. Y lo más bajo siempre es perturbado. Lo más bajo es tu cuerpo y las necesidades corporales y los deseos corporales, y si te llegas a olvidar completamente de ellos, entonces te haces uno. La rama superior, la copa del árbol, el otro pájaro que es un observador -que simplemente mira hacia abajo a este pájaro saltando, angustiado, con ansiedad, con cólera, sexual; al que todo le sucede- es simplemente un testigo, simplemente continúa observando y observando, es tan solo un espectador. Tú eres el árbol.

         Jesús dice la misma cosa con un símbolo diferente:

 

         "Dos descansarán en una cama" -tú eres la cama- "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá". Tú eres la cama, hay dos ahí "...uno morirá y el otro vivirá".

 

         Ahora, todo el asunto es a quién se le debería dar la atención. ¿Hacia quién deberías dirigirte, hacia quién debería fluir toda la energía? ¿Quién debería ser la meta?

         Por lo general, aquél que va a morir es tu meta. Por eso es que siempre estás en ansiedad, porque estás construyendo una casa sobre la arena. Va a caer -antes de que ni siquiera sea construida caerá y se convertirá en ruinas. Tú siempre estás temblando porque estás firmando sobre el agua -antes de que la hayas completado ya ha desaparecido. Tu ansiedad es debido a que estás comprometido con el reino de la muerte y no has mirado hacia la vida. Y en cada cama están durmiendo dos -y el otro es sólo un testigo.

         Préstale más atención a eso, gira hacia eso más y más -eso es lo que quiere decir conversión. Conversión no quiere decir que un hindú se vuelva un cristiano, o que un cristiano se vuelva un hindú. Esto es tontera. Simplemente cambias de etiquetas. Nada se ha cambiado, porque el hombre interno permanece siendo el mismo, el antiguo molde. Conversión significa el cambio en la dirección de la atención, del reino de la muerte al reino de la vida. Es un giro de ciento ochenta grados: mirar al observador, llegar a ser uno con el observador, perderte en el observador, en la consciencia, y entonces sabes que aquello que va a morir, morirá. No produce problemas, y sabes que tú no vas a morir -no hay temor.

 

         Jesús dijo: "Dos descansarán en una cama: uno morirá, y el otro vivirá".

 

         Y depende de ti. Si quieres permanecer en problemas, nunca prestes atención a lo interno; si quieres permanecer siempre en angustia, entonces permanece en la periferia, no mires hacia adentro. Pero si quieres reposo, una eternidad en paz, verdad, las puertas del cielo abiertas para ti, entonces mira hacia adentro. Es difícil -es difícil porque es muy sutil. Donde lo invisible y lo visible se encuentran, donde la materia y el espíritu se encuentran, es muy sutil. Puedes ver la materia, no puedes ver el espíritu, no puede ser visto. Puedes ver lo visible, donde termina; no puedes ver lo invisible, no puede ser visto.

         Entonces, ¿qué hay que hacer? Simplemente permanece en el límite de lo visible, y no mires a lo visible, mira en la dirección opuesta. Gradualmente, lo invisible puede ser sentido. Es una sensación, no es un entendimiento; no lo puedes ver, sólo puedes sentirlo. Es tal como una brisa: viene, la sientes, pero no la puedes ver. Es tal como el cielo: está ahí, pero no puedes decir dónde, no lo puedes señalar, no lo puedes tocar. Siempre está ahí, tú estás en eso, pero no lo puedes tocar.

         Permanece en el límite de lo visible mirando en la dirección opuesta. Esto es lo que es toda la meditación. Cada vez que puedas encontrar un momento en paz, cierra tus ojos, deja tu cuerpo atrás y todos los asuntos corporales y el mundo de la muerte; el mercado, la oficina, la esposa, los niños -déjalos a todos. No sentirás nada adentro la primera vez.

         Hume ha dicho que: "Mucha gente ha hablado de ir adentro y mirar. Cada vez que miro, no encuentro nada -sólo pensamientos, deseos, sueños, flotando aquí y allá- sólo un caos". Tú también sentirás lo mismo. Y si concluyes que no hay nada que valga la pena, en ir una y otra vez para ver este caos, entonces lo perderás. Al principio verás esto, porque tus ojos sólo pueden ver esto -necesitan un giro. Permaneces simplemente ahí mirando a los sueños flotando. Flotan como nubes en el cielo, pero entre dos nubes, a veces verás lo azul; entre dos sueños, dos pensamientos, a veces habrá un vislumbre del cielo de atrás. Sólo que no estés de prisa. Por eso es que dicen que si te apuras lo perderás.

         Hay un dicho Zen que dice: "Apúrate lentamente". ¡Eso es correcto! Apúrate, eso está bien porque vas a morir -en ese sentido apúrate. Pero adentro, si estás en demasiada prisa, lo perderás, porque concluirás demasiado pronto, antes de que tus ojos se hayan sintonizado. No concluyas demasiado pronto.

         Apúrate lentamente. ¡Sólo espera! Anda ahí, siéntate y espera. Poco a poco, un nuevo mundo de lo invisible se hace claro, llega a ti. Te sintonizas con él, entonces podrás oír la armonía, la melodía, el silencio comienza su propia música. Siempre está ahí, pero es tan silencioso que son necesarios oídos muy bien entrenados. No es como un ruido, es como el silencio. El sonido de adentro es como el silencio, la forma de adentro es sin forma. No hay tiempo ni espacio adentro, y todo lo que sabes está en el espacio o en el tiempo. Las cosas están en el espacio, los eventos en el tiempo, y ahora los físicos dicen que estas dos cosas no son dos; aún el tiempo es sólo una cuarta dimensión del espacio.

         Tú conoces sólo el tiempo y el espacio, el mundo de las cosas y de los eventos. Tú no conoces el mundo del ser que presencia. Está más allá de ambos, no está confinado en ningún espacio y no está confinado en ningún tiempo. Hay una duración dentro del tiempo, hay un espacio pero sin altura ni largo ni ancho -es un mundo totalmente diferente. Necesitarás sintonizarte con él, así que no seas impaciente -la impaciencia es la barrera más grande. He sentido que cuando la gente comienza a trabajar hacia lo interno, la impaciencia es la barrera más grande. Una paciencia infinita es necesaria. Puede suceder al momento siguiente, pero una paciencia infinita es necesaria.

         Si eres impaciente, puede ser que no suceda por muchas vidas, porque la propia impaciencia no permitirá el reposo del cual habla Jesús, la tranquilidad. Aún la expectativa será una perturbación. Si estás pensando que algo va a suceder, algo extraordinario, entonces no sucederá nada. Si estás esperando que suceda la iluminación, lo perderás. ¡No la esperes! Todas las expectativas pertenecen al mundo de la muerte, a la dimensión del tiempo y del espacio.

         Ninguna meta pertenece a lo interno. No hay forma de hacerlo -tan sólo esperar, una paciencia infinita. Jesús dice: "Observa y sé paciente". Y un día, repentinamente estarás iluminado. Un día, cuando la sintonía correcta suceda, cuando estés listo, de pronto estarás iluminado. Toda la oscuridad desaparecerá, estarás desbordante de vida, de vida eterna, que nunca muere.

 

 


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